La Promesa Incumplida

Don Diego - Emilio veo que te atrajo mucho la muchacha que salvaste ayer.

Emilio - es muy bonita no lo puedes negar.

Don Diego - ten cuidado esa muchacha es hija de Genaro, no es como las otras muchachas de la ciudad o del mismo pueblo, su familia la cuida mucho.

Emilio - yo solo la encuentro bonita, nada más.

Don Diego - ya sabré yo, como empiezan las cosas.

Emilio - me prestas la camioneta para ir a dar una vuelta.

Don Diego - ve con cuidado, hoy llamo tu padre temprano y dijo que no le contestas cuando llama a tu celular.

Emilio - la verdad abuelo, acá no estoy pendiente del celular, además casi no hay señal de internet fuera de la casa, así que casi tiene.

Don Diego - no pongas excusas debes reportarte con tus padres, sobre todo tu madre ella es un ángel que yo no sé cómo ha soportado a tu padre todos estos años .

Emilio - mi madre es muy sumisa le ha dado su vida a el y a sus hijos, pero se ha olvidado de ella , de tener su propia vida.

Don Diego - cada uno elige la vida que quiere y si ella es feliz así .

Emilio - me voy y volveré a la hora del almuerzo , Nana Chana dijo que haría mi comida favorita .

Mientras tanto en la casa de Laura ella miraba una y otra vez la ropa que le había regalado Emilio jamás imagino tener algo tan bello, pero se preguntaba para si, si él escogió todo, porque la ropa interior era muy bonita pero reveladora.

Rosa - hija deja de mirar esa ropa que la vas a desteñir.

Laura - no sabía que Don Diego tuviese un nieto tan grande.

Rosa - es el nieto varón y el mayor, debe estar estudiando en la capital y seguramente viene para aprender a manejar la hacienda como dijo su abuela ayer todo será de él más adelante.

Laura - pese a ser rico no se comporta altanero con las personas.

Rosa - Don Diego es muy amable y trata bien a todos los trabajadores, además es muy justo con el pago y el trato debió heredarlo de él. En cambio, dicen que si hijo es un ogro trata mal a las personas y por lo mismo nunca ha sido querido por los trabajadores de la hacienda, el debe ser su padre porque se sabe que su otra hija es soltera y no tiene hijos.

Laura - ese joven se veía muy simpático.

Rosa será mejor que no lo mires si lo vuelves a encontrar ustedes son de dos mundos diferentes, él es dueño de casi todo el pueblo y tú eres la hija de un trabajador de ellos, no tienen nada en común.

Laura- dije que es simpático, nada más.

Rosa - ve a buscar la mercadería que encargué en el supermercado del pueblo, tu hermano te arregló la bicicleta para que vayas más rápido y por el camino correcto.

Laura- son muchas cosas, podré traerlas todas.

Rosa - no es tanto, estoy corta de dinero y solo encargué lo más necesario para llegar a fin de mes.

Laura - será si no tengo más opción.

Laura tomó la bicicleta y tomo camino hacia el almacén, retiró la mercadería y partió rumbo a su casa, mientras venía de vuelta una camioneta la adelanto y paro un poco más adelante.

Emilio - hola Laura.

Laura - hola Don Emilio.

Emilio - dime solo Emilio creo que tenemos la misma edad o cercana.

Laura - yo tengo 17 años.

Emilio - yo también tengo la misma edad.

Laura - pero tú eres el dueño de la hacienda y casi todo alrededor del pueblo.

Emilio - pero esa no es mi culpa, al final soy un joven igual que tú, así no me trates con tanta formalidad.

Laura - está bien Emilio.

Emilio - andabas comprando.

Laura - si, mi madre me mandó por el pedido, vengo del pueblo.

Emilio - donde vives te puedo llevar.

Laura - no es necesario, puedo ir yo sola.

Emilio - me gustaría hacerlo, me lo permites así llegarás más rápido primero.

Laura - vivo muy lejos por el costado de su hacienda, cercano al río.

Emilio - con mayor razón subamos tu bicicleta atrás en la camioneta y te llevo , estás segura no muerdo , con lo que te pasó ayer me sentiré más seguro si te dejo en tu casa .

Laura no pudo negarse y se subió a la camioneta lo único que quería es que nadie la viera o tendría problemas con su padre .

Emilio - Laura abre la guantera saca un chocolate y ábrelo por favor .

Laura - toma aquí tienes.

Emilio - como tú también, los chocolates son mi debilidad.

Laura - yo pensé que eso le sucedía solo a las mujeres.

Emilio - soy bien hombre para mis cosas, pero me gusta el chocolate.

Laura se puso a reír.

Emilio - de que te ríes.

Laura - eres muy simpático, no pareces.

Emilio - que no parezco.

Laura - nada perdón, está rico el chocolate.

Emilio - tengo varios, estaba en el pueblo comprando.

Laura - tantos compraste.

Emilio- la mitad son para ti.

Laura - no puedo aceptarlo ya me has regalado muchas cosas.

Emilio - cuando recibas un regalo acéptalo, no se rechazan lo sabes.

Laura - está bien, gracias.

Emilio - Laura podre verte de nuevo.

Laura- no creo, mi familia no lo permite.Además tú eres de otro mundo para qué quiere verme.

Emilio - para conversar igual que ahora, no estamos haciendo nada malo porque no puede ser.

Laura - está bien, pero en secreto si no tendré problemas.

Emilio - tienes celular.

Laura - no tengo aparte si lo tuviera no serviría porque dónde yo vivo no hay señal.

Emilio - tienes razón, entonces busquemos un punto de encuentro.

Laura - no puede ser mucho rato .

Emilio - cerca del río donde hay unos pozones en el río.

Laura - lo conozco es mi lugar favorito.

Emilio - entonces nos vemos allí mañana a las cuatro de la tarde.

Laura- debe ser más tarde a esa hora salen los trabajadores de la hacienda y nos pueden ver, que sea a las cinco y media mejor.

Emilio - allí estaré.

Laura - estamos cerca de mi casa, déjame aquí no quiero que mi madre nos vea.

Emilio - disfruta los chocolates.

Laura - nos vemos, gracias por todo.