La Forma Del Amor

Así siguió nuestra vida pronto recibimos buenas noticias y nuestra familia pronto recibiría un nuevo integrante y nuestra vida ya era completa había espacio para alguien más y ese alguien solo nos haría más felices.

Lo que yo no sabía es que para ese entonces la sombra de la muerte ya me perseguía.

Solamente se retrasó con la noticia de que iba a dar un heredero a la familia.

Pero estaba tan sumergida en mi propia felicidad que no puse atención en ninguna de las señales que había a mi alrededor.

Aunque debo aceptar que no solamente fue mi felicidad lo que me engañó la vista no.

Fue mi ingenuidad al pensar que con solo ser una buena persona tenía todo resuelto.

Pensé que con solo vernos a mí y a Mateo felices, los demás lo serían, simple y sencillamente porque nos querían y nos deseaban la misma felicidad.

Es cierto que ser una persona ingenua y sincera es algo bueno.

Pero para sobrevivir en este mundo cruel lleno de malicia y de intereses egoístas a veces la ingenuidad solamente es un estorbo y la sentencia de una muerte segura.

En cualquier nivel social, es necesario tener cierta malicia para poder sobrevivir y para poder defenderse y preservar la vida.

Y mientras la malicia, el egoísmo y los intereses personales de cada persona que nos rodeaba se estaba gestando yo seguia en mi burbuja de felicidad y así fue como pasó el tiempo hasta el día que mi hija nació.

Todas las personas cercanas nos felicitaron logré identificar una leve decepción en la voz de mi suegra por el hecho de que el bebé nacido no era un varoncito sino una niña.

Pero yo fui criada con ideas modernas se me inculcó desde pequeña que no importaba si era niña o niño que todos valían lo mismo.

Y que a pesar de ser una mujer podía lograr lo que yo quisiera, estudiar lo que yo quisiera.

Mi familia jamás me hizo menos, recuerdo las palabras que a veces me decía mi padre.

Tienes que estudiar y ser una persona de bien, en el futuro yo no podré defenderte eso lo tienes que hacer para ser tú mismo.

Jamás permitas que un hombre te golpee o te maltrate, te he criado todo este tiempo no para que alguien más te ponga una mano encima no cuando yo jamás lo he hecho.

Porque es cierto, no digo que siempre vivía entre laureles.

Sí me portaba mal era castigada y las únicas veces que recibí alguna bofetada fue cuando yo misma me los busqué.

Claro al final mi mamá se había arrepentido de haberme golpeado porque tuvo que cuidarme.

Pero yo jamás le guardé rencor porque sabía que me lo merecía pero de ahí fuera que fuera maltratada sin ningún motivo, nunca pasó.

Es por eso que comprendía cuando me decían que no debía dejar que nadie me maltratara.

Mateo fue ese hombre perfecto para mí que jamás me levanto ni una sola vez la mano y aunque también nos peleábamos como cualquier pareja, no llegamos jamás a los golpes, tal vez a los gritos sí, pero quien no lo hace cuando está enojado.

Por el lado de Mateo también fue un niño bastante mimado jamás se le negó nada y al mismo tiempo también fue un joven obediente y por lo que yo sabía esta era la primera vez que le había llevado la contraria a su padre eligiendo una vida simple para nosotros.

Incluso estuvo dispuesto a renunciar a sus lujos con tal de estar conmigo y era por eso que yo lo amaba mucho más.

Supongo que él, igual que yo vivíamos en nuestra burbuja, no se dio cuenta que jamás fui aceptada por su familia.

O tal vez solo pensó que con el tiempo me terminarían aceptando, cuando vieran que yo estaba con él no por su dinero sino por el mismo.

Después de todo ahora que ya éramos padres y deseamos lo mejor para nuestra pequeña.

Pero al parecer sus padres no pensaban lo mismo y su amigo tampoco lo hacía.

Ya que cada una de esas personas tenían sus propios motivos para tramar en la oscuridad.

Sin embargo todos tenían el mismo objetivo y era eliminarme a mí de la ecuación.

Mateo estuvo conmigo todo lo que pudo estar después del nacimiento de nuestra hija.

Para él no fue ningún problema ya que después de todo era medio jefe de su empresa, así que tenía la libertad de hacer trabajo en casa.

Paso la cuarentena, decidí quedarme a cuidar a mi hija.

No tuve el valor de dejarla al cuidado de una niñera siendo tan pequeñita así que decidí tomarme un año sabático.

Ya más adelante decidiría que hacer si seguir trabajando o por el contrario dedicarme a mi bebé y a mi esposo por completo.

Mi necesidad de trabajar era más personal y para sentirme realizada. Ya que después de todo Mateo decía que si yo no quería trabajar podía hacerlo, que no tenía ningún problema con ello pues él era bastante solvente como para mantenerme.

De hecho cada mes me depositaba cierta cantidad en mi tarjeta personal para que no tuviera que estarle pidiendo dinero a cada ratito.

Aunque puedo ser sincera y decir que a pesar de que tenía el dinero suficiente para cualquier capricho que quisiera no me sentía a gusto gastando el dinero que no gané con mi con mi propio esfuerzo, es por eso que sabía que aunque no quisiera regresar al trabajo y quisiera quedarme todo el tiempo con mi hija al final lo haría.

Siguió pasando el tiempo mi hija crecía hermosamente, mi relación con Mateo tuvo cambios después de todo las personas cambian de una u otra forma pero no fue gran cosa solamente teníamos que acostumbrarnos que ahora no éramos solamente dos sino tres personas.

El llegaba y siempre me saludaba y luego se dirigía el cuarto de la niña y se la pasaba un rato cuidándola.

A veces los escuchaba hablar contándole de su vida y trabajo.

Que no se preocupara que pronto le daríamos un hermano, pero que aun así tenían que esperar un ratito porque aún era muy temprano para encargar uno.

Le contaba cómo fue su vida siendo hijo único y no quería que ella se sintiera igual de solo.

Con el tiempo mi niña crecía de manera segura y tenía cierta independencia y sabía que llegado el momento no habría ningún problema para que ella se quedara en una guardería o con una niñera en casa y yo podría retomar mi trabajo.

Nuestros amigos nos visitaban frecuentemente y todo parecía ir bien.

Todo era normal el día en que la burbuja se reventó.

La sirvienta pidió unos días libres por problemas familiares y no la teme mucho en cuenta después de todo la vida no la tenemos comprada y los problemas pueden presentarse en cualquier momento.

Es por eso que no vi ningún problema en darle los días que pidió.

No fue hasta que yo misma quise preparar el almuerzo que me di cuenta que la despensa estaba vacía, mi pequeña acababa de quedarse dormida así que pensé que tal vez no iba a hacer ningún problema dejarla sola, después de todo acababa de quedarse dormida además el súper quedaba a unas pocas cuadras.

Solamente iba a ir por lo mas necesario para el almuerzo y tal vez para hacer algo de cenar.

Mateo había quedado en llegar temprano por lo tanto tal vez podríamos ir juntos a hacer el súper.

Así que me apresuré a tomar las llaves, mi cartera y me dirigí caminando hacia el súper.

Pero justo cuando estaba enfrente de la tienda estaba cruzando la calle fue que todo sucedió.

Justo cuando estaba en medio de la calle un grito llamo mi atención y me hizo girar la vista, solo para ver un auto dirigirse hacía mi.

Sentí el golpe y luego me vi tendida en medio de un gentío y aún en medio de la bruma vi a una persona conocida y pensé que gracias a dios hay alguien que puede ayudar.

Sin embargo esa persona era el verdugo que me guío a mi muerte y haci me lo hizo saber.

En vez de tener una muerte tranquila con la conciencia de que todo estaría bien para la gente que quedaba atrás de mí, lo único que obtuve fue una muerte tormentosa porque en los últimos minutos de mi vida se me informó que estába rodeada de puras pirañas que estaban impacientes para arruinar mi vida.

Y el último pensamiento que tuve fue:

" Dios si hay otra vida por favor dame la oportunidad de proteger a mis seres queridos, dame la oportunidad de saber ser fuerte y no tener los ojos cerrados".

Dame la habilidad de ver el verdadero rostro de las personas, no me dejes ser la misma tonta ingenua que he sido hasta ahora.

Y por sobre todo, por favor ruego que protejas al hombre que amo. Ruego y suplico por mi niña esa que no tiene ninguna culpa de haber tenido una madre tan tonta que se dejó engañar.

Luego la oscuridad me invadió y todo parecía detenerse, estuve por mucho tiempo en medio de la nada y no sé cuánto tiempo pasó pero luego de repente.