Susurros Del Más Alla | Ecos Del Pasado

Elliot no podía dejar de pensar en lo que había ocurrido en el bosque la noche anterior. Las palabras de Blake resonaban en su cabeza como un eco imposible de acallar. Todo lo que crees saber está a punto de cambiar. ¿Qué secretos tan graves podrían estar escondidos? ¿Y por qué Blake se mostró tan críptico al respecto?

A la mañana siguiente, Elliot se despertó antes del amanecer. El cielo apenas empezaba a aclararse, y la tenue luz del día aún no había inundado la habitación. Damián todavía dormía profundamente en la cama de al lado, su respiración lenta y regular. Se veía tan tranquilo en ese estado, como si no cargara con el peso de sus propios demonios.

Elliot se levantó con cuidado, tratando de no despertarlo. Necesitaba un momento para despejar su mente. Caminó hacia la pequeña cocina de su apartamento y puso a calentar agua para preparar café. Mientras esperaba, miró por la ventana. Afuera, el mundo comenzaba a despertar, pero dentro de él, la inquietud crecía.

Un suave golpeteo en la puerta lo sacó de sus pensamientos. Frunció el ceño. No esperaba a nadie a esa hora. Se acercó con cautela y, al abrir la puerta, se encontró con Lilith.

—¿Elliot? —preguntó, sorprendida de verlo tan temprano—. ¿Podemos hablar?

Elliot la invitó a pasar, y Lilith entró con su habitual energía, aunque su rostro mostraba una mezcla de preocupación.

—¿Qué pasa? —preguntó Elliot mientras le servía una taza de café.

Lilith tomó la taza entre sus manos, pero no bebió. Su expresión era seria, y sus ojos brillaban con una mezcla de determinación y preocupación.

—He notado algo raro en la universidad —comenzó, sus palabras medidas—. No sé si tiene algo que ver contigo, pero... anoche vi a un tipo raro cerca del edificio. Parecía estar observando.

Elliot se tensó. Lilith no podía saber que Blake estaba implicado, pero la idea de alguien vigilando su edificio lo inquietó. Se preguntaba si esto podría estar relacionado con los eventos recientes.

—¿Lo viste bien? —preguntó, intentando mantener la calma.

Lilith sacudió la cabeza.

—No mucho. Solo era una sombra. Pero no me gustó cómo estaba actuando. Y luego, pensé que podrías querer saberlo, considerando que últimamente te he visto más preocupado.

Elliot asintió, agradecido por la preocupación de Lilith. Aunque no podía decirle nada sobre Blake, al menos podía agradecerle por estar alerta.

—Gracias por decírmelo. Estaré atento.

Antes de que Lilith pudiera responder, Damián apareció en la puerta de la habitación, despeinado y aún medio dormido. Frotándose los ojos, miró a Elliot con una expresión de desconcierto.

—¿Qué está pasando? —murmuró.

Elliot sonrió levemente.

—Nada. Lilith solo vino a hablar un rato.

Damián se acercó, lanzando una mirada a Lilith antes de centrarse en Elliot. Se apoyó en el marco de la puerta, observándolos en silencio, como si no estuviera del todo convencido de que no pasaba nada importante.

—¿Está todo bien? —preguntó Damián, sus ojos buscando los de Elliot.

Elliot asintió.

—Sí, está bien.

Pero la verdad era que no estaba seguro de que todo estuviera bien. Aún así, decidió no preocupar a Damián con los detalles, al menos no por el momento.

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Más tarde, ese mismo día, en la universidad, Elliot se reunió con Dylan y William en la cafetería. Habían planeado estudiar juntos para el próximo examen, pero el ambiente era tenso. William no paraba de mirarlo de reojo, como si supiera que algo lo estaba molestando.

—¿Estás bien, Elliot? —preguntó finalmente, rompiendo el silencio.

Elliot suspiró, dejando los libros a un lado. Miró a William, intentando encontrar las palabras correctas.

—No lo sé. Es solo que... últimamente las cosas han sido un poco complicadas.

Dylan, que hasta ese momento había estado concentrado en su teléfono, levantó una ceja.

—¿Tiene que ver con Damián?

Elliot se tensó. Sabía que mucha gente no entendía su relación con Damián, y Dylan parecía ser uno de esos.

—No —respondió rápidamente—. No es sobre Damián. Solo... problemas personales.

William, siempre más sensible a los cambios en el ánimo de Elliot, lo miró con preocupación.

—Sabes que puedes contar conmigo, ¿verdad?

Elliot asintió, pero antes de que pudiera responder, su teléfono vibró. Era un mensaje de Blake. Al abrirlo, solo había dos palabras: "Te necesito."

Un escalofrío recorrió su cuerpo al leerlo. Blake no solía pedir ayuda, y mucho menos de esa forma.

—¿Qué pasa? —preguntó William, notando el cambio en la expresión de Elliot.

Elliot guardó el teléfono rápidamente y se levantó.

—Lo siento, tengo que irme.

Sin esperar una respuesta, salió de la cafetería, su mente llena de preguntas. ¿Qué estaba pasando? ¿Por qué Blake lo necesitaba con tanta urgencia? Y, lo más importante, ¿qué secretos estaban a punto de revelarse?

Mientras corría hacia el lugar donde Blake le había indicado que se encontraran, no podía sacudirse la sensación de que estaba a punto de enfrentarse a algo que cambiaría su vida para siempre.

Elliot dejó la cafetería rápidamente, el mensaje de Blake en su mente. Mientras caminaba hacia el punto de encuentro acordado, la preocupación crecía en su interior. El mensaje era breve y directo, pero eso solo aumentaba su inquietud. ¿Qué podía necesitar Blake con tanta urgencia?

El cielo estaba despejado, y el sol de la tarde caía suavemente sobre la ciudad. Elliot decidió tomar un atajo a través del campus para llegar al lugar más rápido. A medida que avanzaba, su mente no podía dejar de pensar en lo que Lilith le había dicho. Aunque no podía compartir los detalles sobre Blake con ella, sabía que no podía ignorar sus advertencias.

Cuando llegó al lugar del encuentro, una pequeña explanada en el borde del bosque, Blake ya estaba allí, de pie junto a un viejo roble. Sus ojos, normalmente tan enigmáticos, mostraban una mezcla de preocupación y urgencia. Se acercó a Elliot con pasos lentos, su expresión tensa.

—Elliot, gracias por venir —dijo Blake, su voz cargada de una tensión palpable.

—¿Qué pasa? —preguntó Elliot, tratando de leer el rostro de Blake—. ¿Por qué me necesitabas tan urgentemente?

Blake miró alrededor para asegurarse de que estaban solos antes de hablar.

—Anoche, mientras estaba en el bosque, escuché algo. Algo que me hizo darme cuenta de que estamos en peligro.

Elliot frunció el ceño.

—¿De qué tipo de peligro estás hablando?

Blake se pasó una mano por el cabello, un gesto que revelaba su nerviosismo.

—No estoy seguro de todos los detalles todavía, pero hay algo oscuro y antiguo que ha sido despertado. Algo que ha estado escondido durante mucho tiempo. Y creo que podría estar relacionado con la razón por la cual estoy aquí y con lo que está ocurriendo en la ciudad.

Elliot sintió un escalofrío recorrer su espalda. La revelación de Blake parecía enormemente importante, y él no podía evitar sentir que estaba a punto de entrar en una verdad mucho más grande de lo que había imaginado.

—¿Qué tenemos que hacer? —preguntó Elliot, su voz firme a pesar de su creciente inquietud.

Blake le echó una mirada preocupada.

—Debemos encontrar más información sobre lo que ha sido despertado. Hay antiguos textos y registros que podrían estar en la biblioteca de la universidad, si es que todavía están allí. Pero primero, necesitamos estar preparados. Hay personas que buscan lo mismo que nosotros, y no tienen buenas intenciones.

Elliot asintió, entendiendo la gravedad de la situación.

—Voy a hablar con Damián. Necesitamos reunirnos y planear cómo proceder. Pero primero, quiero saber más. ¿Qué has descubierto hasta ahora?

Blake dudó un momento antes de hablar.

—Anoche vi una figura en el bosque. No pude distinguirla claramente, pero su presencia era... inquietante. Y luego, encontré símbolos antiguos, grabados en los árboles. No estoy seguro de lo que significan, pero creo que están conectados con el peligro que menciono.

Elliot frunció el ceño, tratando de recordar todo lo que había leído sobre símbolos antiguos y rituales en sus clases de historia y literatura.

—Vamos a investigar esos símbolos —dijo Elliot—. Pero también necesito saber más sobre tu pasado y por qué estás aquí. Hay cosas que no has contado, y creo que podrían ser importantes.

Blake miró a Elliot con una mezcla de sorpresa y resignación.

—Lo haré, pero no ahora. Hay demasiadas cosas en juego, y necesitamos centrarnos en lo que está sucediendo en este momento.

Mientras se dirigían de regreso a la ciudad, Elliot no podía dejar de pensar en el peso de las palabras de Blake. El mensaje en el bosque y los símbolos antiguos estaban a punto de llevarlos a una verdad más profunda y oscura. Sabía que la seguridad de todos, incluido Damián, podría depender de lo que descubrieran.

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Al llegar a su apartamento, Elliot encontró a Damián esperando en el umbral, con una expresión preocupada.

—¿Todo bien? —preguntó Damián, al notar la tensión en el rostro de Elliot.

Elliot le hizo un gesto para que entrara y le ofreció un café.

—Sí, solo tuve que salir por un momento. ¿Cómo has estado?

Damián se encogió de hombros, pero sus ojos seguían mostrando preocupación.

—Nada grave. Solo estaba esperando que volvieras. ¿Qué ocurrió?

Elliot decidió compartir con Damián lo que sabía sobre la amenaza, sabiendo que Damián era lo suficientemente cercano como para manejar la información.

—Blake me contó que ha descubierto algo peligroso. Hay un antiguo peligro que ha sido despertado, y necesitamos investigar más sobre esto. También encontró algunos símbolos en el bosque, y creo que podrían ser importantes.

Damián frunció el ceño, claramente interesado.

—¿Qué tipo de símbolos?

Elliot se pasó una mano por el cabello, tratando de recordar lo que Blake había dicho.

—No estoy seguro de todos los detalles, pero Blake mencionó que eran antiguos. Vamos a tener que investigar en la biblioteca de la universidad. Quiero que estés preparado, por si surge algo.

Damián asintió con determinación, sus ojos llenos de lealtad hacia Elliot.

—Lo haré. ¿Qué necesitas que haga ahora?

Elliot lo miró, agradecido por el apoyo de Damián.

—Por ahora, vigila el apartamento y asegúrate de que no haya nada fuera de lo normal. Me reuniré con Lilith, Dylan y William para coordinar cómo vamos a proceder.

Damián asintió, entendiendo la importancia de su tarea.

—Cuenta conmigo.

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Más tarde, ese mismo día, Elliot se reunió con Lilith, Dylan y William en el apartamento. Aunque no podía revelarles la existencia de Blake ni el peligro que él representaba, sabía que necesitaban estar al tanto de ciertos aspectos para prepararse para lo que estaba por venir.

—Tenemos que prepararnos para algo que podría ser importante —dijo Elliot, tratando de sonar lo más natural posible—. Hay algunas investigaciones que necesitamos hacer en la biblioteca de la universidad sobre antiguos registros y símbolos. Necesitamos estar atentos a cualquier cosa inusual en la ciudad.

Lilith, Dylan y William intercambiaron miradas confundidas pero asintieron.

—¿Qué tipo de símbolos estamos hablando? —preguntó Dylan.

Elliot hizo una pausa, buscando la mejor manera de responder sin revelar demasiado.

—No estoy completamente seguro. Solo sé que podrían estar relacionados con algo antiguo y potencialmente peligroso.

William frunció el ceño.

—Entonces, ¿qué hacemos primero?

Elliot sacó una lista de tareas y comenzó a asignar responsabilidades.

—Lilith, necesito que busques en los archivos históricos de la universidad. Dylan, verifica si hay alguna actividad inusual en la ciudad. William, mantén un ojo en cualquier persona que parezca sospechosa cerca del campus.

Todos asintieron, dispuestos a ayudar. Mientras se preparaban para ir en sus respectivas direcciones, Elliot sintió una mezcla de nerviosismo y esperanza. El día estaba lleno de incertidumbre, pero con la ayuda de sus amigos, estaba decidido a enfrentar lo que estaba por venir y descubrir la verdad oculta en las sombras.

Elliot se despidió de Lilith, Dylan y William con una sonrisa, asegurándoles que mantendría a Damián informado. Luego, se dirigió hacia el apartamento, ansioso por poner en marcha el plan. Al llegar, encontró a Damián aún en el umbral, mirando con inquietud.

—¿Todo bien? —preguntó Damián, notando la expresión de preocupación en el rostro de Elliot.

Elliot asintió, aunque la preocupación no se había disipado del todo.

—Sí, todo está en orden. Pero tenemos mucho trabajo por delante. Blake descubrió algo serio, y necesitamos actuar rápido. He decidido que investigaremos la biblioteca de la universidad esta noche para buscar más información sobre esos símbolos antiguos.

Damián se enderezó, su actitud se volvió más seria.

—¿Qué puedo hacer para ayudar?

Elliot pensó un momento.

—Voy a revisar los archivos históricos, y necesito que tú busques cualquier información relacionada con las leyendas locales o eventos extraños recientes en la biblioteca. Puede que encuentres algo que nos dé una pista adicional.

Damián asintió, claramente listo para la tarea.

—Entendido. Empezaré a buscar de inmediato.

Mientras Damián se preparaba para salir, Elliot se dirigió a su habitación para reunir algunos materiales necesarios para su propia investigación. Estaba decidido a llegar al fondo de este misterio. A medida que revisaba viejos cuadernos y notas, una sensación de urgencia se apoderó de él. La verdad estaba cerca, y el peligro parecía estar creciendo cada vez más.

Un par de horas después, Elliot y Damián se encontraron en la entrada principal de la biblioteca. El edificio estaba en silencio, iluminado solo por las luces de seguridad. Elliot desbloqueó la puerta y ambos entraron con cuidado, evitando hacer ruido.

—Vamos a empezar en la sección de archivos antiguos —dijo Elliot, guiando a Damián hacia el pasillo correspondiente—. Los textos históricos y los registros antiguos podrían tener información sobre esos símbolos.

Damián lo siguió de cerca, su expresión concentrada. La biblioteca era un laberinto de estanterías llenas de libros y documentos antiguos, y el ambiente se sentía cargado de misterio.

Mientras Elliot comenzaba a revisar una sección de registros antiguos, Damián se dirigió hacia la mesa de referencia, donde había encontrado algunos archivos sobre leyendas locales. Se sumergió en la lectura de documentos amarillentos, buscando cualquier pista que pudiera ser relevante.

El tiempo pasó rápidamente mientras los dos trabajaban en silencio. Elliot estaba en medio de un manuscrito antiguo cuando escuchó un susurro a sus espaldas. Se giró bruscamente, pero no vio a nadie. La biblioteca estaba vacía, salvo por ellos dos.

—¿Escuchaste eso? —preguntó Elliot en voz baja.

Damián levantó la vista de los documentos, frunciendo el ceño.

—No, pero no me sorprende. Este lugar tiene una historia larga, y no todas las leyendas son agradables.

Elliot asintió, su mente centrada en el manuscrito que estaba leyendo. De repente, encontró una sección que hablaba sobre antiguos rituales y símbolos relacionados con fuerzas oscuras. Sus ojos se iluminaron con interés.

—Damián, ven aquí —llamó Elliot—. Creo que he encontrado algo importante.

Damián se acercó rápidamente, sus ojos curiosos.

—¿Qué encontraste?

Elliot le mostró el pasaje del manuscrito que describía un símbolo antiguo relacionado con rituales oscuros.

—Este símbolo aparece en el bosque, justo donde Blake lo vio. Aquí dice que este símbolo se usa para invocar fuerzas que han estado selladas por mucho tiempo. Parece que lo que Blake vio podría estar relacionado con esto.

Damián examinó el texto con atención.

—Entonces, ¿esto significa que hay algo que está tratando de despertar esas fuerzas?

Elliot asintió, su mente trabajando a toda velocidad.

—Exactamente. Y si es así, necesitamos estar preparados para enfrentar lo que venga. Este símbolo podría ser la clave para entender lo que está sucediendo y cómo detenerlo.

Ambos se quedaron en silencio por un momento, absorbidos por la gravedad de la situación. Finalmente, Damián rompió el silencio.

—¿Qué hacemos ahora?

Elliot pensó en el siguiente paso.

—Volvamos al apartamento y hagamos una lista de todo lo que necesitamos. Si Blake encontró símbolos relacionados con esto, tal vez haya más en el área. Debemos estar listos para cualquier cosa.

Damián asintió, y juntos comenzaron a recoger sus cosas. Al salir de la biblioteca, la noche había caído, y el aire estaba frío y húmedo. La ciudad dormía, ajena al peligro que se cernía sobre ella.

Mientras caminaban de regreso al apartamento, Elliot no podía evitar pensar en lo que les esperaba. Con la ayuda de Damián y el conocimiento recién descubierto, estaba decidido a enfrentar el misterio y proteger a aquellos que le importaban.

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De regreso en el apartamento, Elliot y Damián se sentaron a planear los siguientes pasos. La tensión en el aire era palpable, pero también había un sentido de determinación.

—Voy a hablar con Blake mañana y mostrarle lo que hemos encontrado —dijo Elliot—. Tal vez pueda proporcionarnos más información sobre cómo proceder.

Damián asintió, su mirada fija en Elliot con lealtad y apoyo.

—Estoy contigo en esto, Elliot. Haremos lo que sea necesario para resolverlo.

Elliot sonrió, sintiendo una oleada de gratitud por la lealtad de su amigo.

—Gracias, Damián. No podría hacerlo sin ti.

Mientras se preparaban para descansar, Elliot no podía evitar sentir que estaban a punto de desentrañar un misterio mucho mayor de lo que habían imaginado. La noche estaba llena de promesas y peligros, y con la ayuda de Damián y Blake, estaba decidido a enfrentar lo que viniera y proteger a aquellos que amaba.