Me Recordarás

📱Hola hija, cómo estás-

📱 Bien mamá, y tú cómo estás-

📱Muy bien, hoy salí a cenar con la niña a la que cuido y mi jefe-

📱wow, ya recibes beneficios, significa que te está yendo muy bien. Dijo riendo a través de la línea-

📱No seas graciosa, yo soy solo la niñera, me invitaron porque aún estoy en horario laboral y tengo que cumplir con los horarios-- Dije.

📱Lo sé mamá, solo era una broma-

📱Lo siento hija por hablarte así, estoy un poco susceptible, me haces mucha falta--Dije.

📱Lo sé mamá, no te preocupes, tu también me haces mucha falta, pero te tengo noticias, Cristian quiere que vayamos a visitarte, nos haces mucha falta-- Agregó.

📱Que buena noticia hija, estaré muy feliz de tenerlos aquí, ¿Y como van las cosas por allá?-

📱Hubo una pequeña discusión con los padres de Cristian, así que nos mudamos de la casa de ellos, ahora nos estamos mudando a una nueva casa, estoy muy feliz, siento que me quite un gran peso de encima-

📱Es la mejor noticia que me has podido dar, Cristian es un buen esposo, no tenía duda de eso, pero se que para un hijo y más si es único es difícil apartarse de sus padres, aún así ustedes son esposos y necesitan su propio espacio, la privacidad es importante-

📱Lo sé mamá, y el también está muy emocionado, aunque eso no tiene nada felices a los señores Dávila, pero Cristian está decidido a no regresar a esa casa-

📱Que bueno hija, estoy feliz por ustedes, dile a Cristian que me avisen cuando van a viajar para yo pedir permiso con tiempo y si necesitan dinero para pagar los tiquetes, me dicen-

📱No te preocupes por eso mami, tenemos nuestro propio dinero-

Hablamos un poco más y luego colgamos, entonces regrese a la mesa, ya habían recogido los platos que estaban vacíos.

  - ¿ya nos vamos?-- pregunté y el asintió.

  - si, ya logré que mi hija me perdonara, entonces podemos regresar a casa muy felices-- comentó y yo sonreí.

  - Esa es una excelente noticia--

  - así es, entonces vamos-- ordenó.

El llevó a Ana, y regresamos a casa, al entrar se escuchó unos gritos, una mujer lanzando improperios a todo pulmón, Gonzalo paro en seco, paso la mano por su cara reflejando frustración, luego continuamos caminando.

  - por fin se digna a aparecer el flamante señor Vernet-- le dijo, luego fijo su mirada en mi.

  - y tú ¿Eres la amante de mi esposo?-- me dijo, yo mire a Gonzalo y luego a ella pero preferí guardar silencio.

  - No te metas con ella, es la niñera de Ana-- el respondio.

  - Ja, ¿Vas a seguir gastando dinero en esa retrasada?-- no daba crédito a lo que estaba escuchando.

  - No hables así, te recuerdo que ella también es tu hija-- le respondió en un tono firme.

  - por tu culpa, sabes muy bien que yo quería abortar y no me dejaste, además si ella fuera una niña normal estaría conmigo, por ahora, ella no es mi hija, así que deja de decirlo-- no podía creer el tipo de mujer con la que se había casado, ella no puede expresarse así de su propia hija.

 Tomé la silla de ruedas, decidí llevar a la niña a su habitación, no era justo que siguiera escuchando semejantes barbaridades de esa mujer.

  - Recuérdalo muy bien Gonzalo Vernet, ese apellido lo llevas gracias a mi y a mi familia, por la bondad de mi padre te permitió quedarte con esta casa y con el puesto que desempeñas, por lo tanto tienes prohibido tener otra mujer-- escuché su advertencia antes de retirarme.

  - No te preocupes, desde que pueda quedarme con mi hija no me importaría perderlo todo, y eso lo sabes muy bien, solo que tú papá conoce muy bien mis capacidades, por eso quiso que siguiera trabajando y gracias a mis habilidades la cadena hotelera ha tomado gran prestigio, así que no tengo nada que agradecerte y tampoco te debo nada, por qué gracias a mi ahora cuentan con una gran fortuna y no se terminaron de ir a la quiebra, ese era el futuro para el que iban, así que es mejor que te largues, aquí no vas a lograr nada el día de hoy -- le refutó Gonzalo.

La mujer chocó su tacón contra el mármol y se fué dando un portazo que dejó en silencio toda la casa.

Fue inevitable no escuchar toda la discusión, el eco de la casa hacia que la acalorada charla llegara hasta los cuartos... Yo acomodé a la niña en la cama, me agaché a su altura y acaricie su cabello.

  - Todo va a estar bien, tu mamá está muy molesta y por eso dijo esas cosas, es imposible que no te ame, eres una linda niña-- le dije y ella solo me miró, sus ojitos estaban dilatados por reprimir sus ganas de llorar, yo me acerqué y la abracé.

Nos quedamos así un rato, luego nos separamos y la lleve al baño a tomar una ducha y ponerle su pijama, la acomodé en su cama, la arrope y casi enseguida se quedó dormida, salí de su habitación y fui a mi cuarto, estaba cerrando la puerta cuando alguien habló dentro de mi habitación, yo me sobresalté y giré rápidamente.

  - ¡Gonzalo! .... ¿Que haces aquí?.... ¡Me asustaste!-- le dije.

  - Lo siento, no era mi intención, quería disculparme contigo por lo de hace un rato y no fui capaz de entrar y ver la tristeza de mi hija en sus ojos, por eso preferí esperarte aquí, en tu habitación -- me dijo.

  - No te preocupes, yo estoy bien, ahora ya te puedes retirar -- le dije, seria muy incómodo que los demás empleados en especial Dominga lo vieran acá.

  - Aún no me puedo ir, tu y yo tenemos un tema pendiente, ¿No lo recuerdas?-- me preguntó y los nervios salieron a flote.

  - So...¿sobre que?--- pregunté, el sonrió.

  - Ana, somos personas adultas y sabes muy bien de que se trata nuestra conversación -- dijo levantando su celular mostrando el chat de la noche anterior.