A veces la vida nos juega una mala pasada y el mundo se derrumba bajos nuestros pies y cuando creemos que nada tiene solución; el destino nos sorprende y todo cambia a nuestro favor. Está es la historia de Martín, un chico que a pesar de haber sido el mejor de su clase, es expulsado del colegio y debe comenzar de cero en otra institución; A pesar de estar a prueba, logra superar todos sus temores y se enamora perdidamente de Rebeca, una joven que comparte la misma pasión que él por las motos y comparten sus mismos sueños y anhelos.
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Capítulo N°22
Rebeca entra a su hogar y ve que sus padres se están besando cerca de la ventana, sabe perfectamente que eso significa que la vieron besarse con Martín y ahora tendrá que escuchar un sermón.
⎯ Voy a darme una ducha.⎯ grita e intenta subir las escaleras pero Oscar la detiene.
⎯ ¡Alto ahí señorita! No tan rápido.
⎯ ¿Qué pasa papito?⎯ usa la palabra que lo derrite.⎯ Tengo poco tiempo y huelo a camionero.
⎯ Hija rompiste tu promesa y me hiciste perder varios billetes.
⎯ En el taller solo nos abrazamos, no rompí ninguna promesa. Los dos somos profesionales haciendo nuestro trabajo; en cambio tú te comportas como un niño apostando con mamá.⎯ niega con la cabeza.⎯ ¡Que feo! Apuestan por lo que hace su hija. Yo pensaría en eso y en el ejemplo que me dan.
Rebeca sube las escaleras dejando a su padre con la palabra en la boca y Verónica sale de la cocina entonces extiende su mano y él le entrega más billetes, entonces ella le pregunta.
⎯ ¿En serio amor quieres seguir apostando? Te dije que ella tendría la última palabra y ganaría.
⎯ Mejor voy a mi oficina.
⎯ Jajaja.⎯ Verónica se ríe mientras ve a su esposo alejarse.
Oscar no puede creer, como las dos mujeres que más ama en este mundo, hacen con él lo que quieren y se rasca la cabeza buscando una respuesta.
Martín regresa feliz a su casa, no pensó que sería tan fácil obtener el trabajo y lo mejor es que fue por sus propios méritos y no por ser el novio de Rebi, ahora se da cuenta que ella es realmente profesional. Abre la puerta de la casa, deja su mochila sobre la mesa y se le caen las llaves al piso, despertando a su madre.
⎯ ¿Hijo eres tú?⎯ pregunta Rita desde la habitación, entonces Martín se acerca a la puerta y le dice
⎯ Sí, ya regresé ¿Necesitas algo?
⎯ No corazón, estoy bien.⎯ se incorpora un poco en la cama y mira a la puerta y su hijo está parado con los brazos cruzados en el umbral.⎯ Volviste temprano, ¿pasó algo?
⎯ Mamita me doy una ducha y después te cuento como me fue en la prueba.
⎯ De acuerdo.⎯ ella por el tono de voz supo que todo salió bien y una amplia sonrisa apareció en su rostro.
⎯ Ya vuelvo.
Martín entra a su cuarto por ropa limpia y sin darse cuenta tararea una canción, su madre no puede creer lo que está escuchando y llora de felicidad, su muchacho poco a poco está volviendo a ser el niño que ella crió con tanto amor.
Una vez que termina de higienizarse, entra al cuarto con una bandeja con dos tazas de té y galletitas, la pone sobre una mesita, entonces camina hacia la ventana, abre las cortinas para que entre la luz natural del sol y se sienta junto a su madre en la cama.
⎯ ¡Mamita conseguí el trabajo! Me tomaron una prueba y la pase sin dificultades, al principio tenía miedo de que solo me quisieran por ser el novio de Rebeca, pero no era así.⎯ él no puede dejar de hablar.⎯ Mi suegro fue muy profesional y ella es mi jefa.⎯ Rita abría grande sus ojos.⎯ La prueba duraba tres días y yo en un par de horas la resolví.
⎯ Hijo, calma respira.⎯ Rita interviene y se ríe.
⎯ Perdón es la emoción. Te das cuenta que tendremos dinero para los gastos de la clínica y sí le gusta lo que hago en el taller, tengo una posibilidad muy grande de trabajar en su fábrica, con ingenieros, armando motos y diseñando como siempre fue mi sueño…
⎯ ¡Que bien! Solo recuerda lo que pienso de los estudios.
⎯ Lo sé y uno de los requisitos para conservar el empleo es tener buenas notas, así que haré mi mayor esfuerzo para mejorar.
⎯ ¡Que alegría!⎯ abrazando a su niño.⎯ Tu padre estaría muy orgulloso de ti.
⎯ Eso espero.⎯ Martín baja su mirada hasta sus manos y dice con su semblante triste.⎯ Mami perdóname, ese día no tendría que haber discutido con él, yo lo provoque y él no se dio cuenta que venía ese camión. Perdimos a papá por mi culpa.
⎯ No corazón, no fue tu culpa y no me canso de repetirlo fue un accidente y sí hay un culpable es ese hombre. El chofer del camión estaba alcoholizado, él fue el culpable. No tú.
⎯¿Algún día este dolor se calmara?⎯ toca su pecho.⎯¿Podré dejar de culparme?
⎯ No lo sé, pero estoy segura que él nos cuida, nos protege y quiere que seamos felices.
⎯ Tienes razón.⎯ el celular comienza a sonar.⎯ Es mi alarma, tenía que cocinar
⎯ Descuida, yo ahora te ayudo.⎯ dice Rita mientras intenta incorporarse.
⎯ No señora, nada de eso, debes permanecer en cama. Toma el té antes que se enfríe.⎯ él agarra su taza y la mira seriamente.⎯ Te traeré una sopa.
⎯ Bueno, me quedaré en cama.⎯ responde resignada, mientras su hijo va a la cocina.
Martín prepara una ensalada de zanahorias, unos bifes y una sopa de fideos. No tiene mucho tiempo y Rita está a dieta, así que le facilita mucho el menú seguir las instrucciones del doctor. Sirve la comida prolijamente en una bandeja y se la entrega a su madre. Luego vuelve a la cocina, come un poco y sale de la casa. Cuando está a punto de subirse a su moto llega Alan arrastrando la mochila y con la mirada perdida.
⎯ Hola, ¿está todo bien?
⎯ Hola Martín, sí no es nada.
Martín se baja de la moto y se acerca, entonces lo mira a los ojos y le dice.
⎯ Escucha pequeño, soy tu hermano mayor y puedes contar conmigo para lo que sea, dime que sucede.⎯ Alan suspira y niega con la cabeza.⎯ De acuerdo, hablaremos a la tarde.
⎯ Solo estoy cansado.⎯ mintió.⎯ ¿ Hay algo para comer?
⎯ Sí, la comida está en la heladera.
⎯ Adiós.⎯ se despide el pequeño y entra a la casa.
Martín se sube a la moto, y no deja de mirar la puerta, algo le sucedió a su hermano en la escuela y lo va a averiguar. Nadie se mete con su familia y se sale con las suyas; a él le pueden hacer de todo que lo soporta; pero a Alan, nadie lo toca. Mira su reloj y ve que solo tiene quince minutos para llegar al colegio; entonces arranca su moto y acelera.
me encantó la historia,tiré alguna lágrima pero me divertí mucho leyendo y viendo cómo me miraban porque reía sola, te felicito y espero volver a leer de nuevo algo tuyo y si es divertido mejor,muchas suerte