Sarah es una bailarina de ballet que, por primera vez, logró firmar con una compañía. Durante uno de sus tours, conoce a un hombre que está completamente enamorado de ella. Él amenaza con arruinar su carrera si ella no firma un contrato con él. ¿FIRMÓ ELLA EL CONTRATO? ¿QUE QUIERE EL DE ELLA?
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Capitulo 19
La Tormenta se Desata
Cuando Ava y yo llegamos al edificio, la mujer que nos esperaba se presentó como Lena, la agente de inteligencia que nos ayudaría a escapar de Volkov.
Lena nos recibió con una expresión seria, pero pude ver en sus ojos una chispa de compasión.
"Bienvenidas", dijo, en un tono suave pero firme. "Ava me ha puesto al tanto de la situación de Sarah. Déjame ver qué podemos hacer por ti."
Asentí, sintiendo una mezcla de alivio y ansiedad. Por fin tenía la oportunidad de escapar de las garras de Volkov, pero al mismo tiempo, el miedo a ser atrapada de nuevo me atenazaba.
Lena nos hizo pasar a una pequeña oficina, donde nos indicó que nos sentáramos.
"Bien, Sarah, necesito que me cuentes con lujo de detalles todo lo que has vivido con Volkov", dijo, con determinación. "Cuanto más sepa, mejor podré ayudarte a desaparecer."
Tomé una profunda respiración y comencé a relatar mi historia, desde el momento en que Volkov me había secuestrado hasta mi escape de la gira en Berlín. Lena me escuchó en silencio, asintiendo de vez en cuando para indicarme que continuara.
Cuando terminé, Lena se quedó pensativa por unos instantes.
"Entiendo", dijo, finalmente. "Esto es más complicado de lo que pensaba. Volkov parece ser un hombre peligroso y con recursos, lo que significa que tendremos que actuar con mucha cautela."
Sentí que el corazón me latía con fuerza.
"¿Eso quiere decir que no puedes ayudarme?" pregunté, con temor.
Lena negó con la cabeza.
"No, no es eso", respondió, rápidamente. "Puedo ayudarte, pero tendremos que idear un plan muy bien elaborado para que puedas escapar de él de manera segura."
Ava intervino, con una expresión determinada.
"Cualesquiera que sean tus planes, Lena, cuento con que harás todo lo posible por mantener a Sarah a salvo", dijo, con firmeza.
Lena asintió, con seriedad.
"Puedes estar segura de eso, Ava. Voy a hacer todo lo que esté en mis manos para proteger a Sarah", afirmó.
Sentí que un pequeño rayo de esperanza se encendía en mi interior. Tal vez, después de todo, podría ser libre.
Lena se puso a trabajar de inmediato, trazando un plan de escape meticuloso. Revisó detalladamente todas las posibles rutas y métodos de transporte, asegurándose de que Volkov no pudiera rastrearme.
"Bien, creo que tengo un plan que podría funcionar", dijo, finalmente. "Pero necesito que estés lista para actuar en cualquier momento, Sarah. Volkov puede venir a buscarte en cualquier momento."
Asentí, sintiendo que el miedo y la emoción se entremezclaban.
"Estoy lista", respondí, con determinación. "Haré lo que sea necesario para escapar de él."
Lena me miró con aprobación.
"Muy bien. Entonces comenzaremos a prepararlo todo de inmediato", dijo, poniéndose de pie.
Los siguientes días fueron una vorágine de actividad. Lena y su equipo trabajaron arduamente, coordinando cada detalle del plan de escape. Me mantuvieron oculta en el edificio, evitando cualquier posible contacto con Volkov o sus secuaces.
Finalmente, llegó el día en que Lena me informó que todo estaba listo.
"Bien, Sarah, es hora", dijo, con seriedad. "Tienes que estar lista para partir en cualquier momento."
Asentí, sintiendo una mezcla de miedo y emoción.
"Estoy lista", respondí, con firmeza.
Lena asintió, con una leve sonrisa.
"Bien. Recuerda, tienes que ser cautelosa y seguir todas mis instrucciones al pie de la letra. Tu seguridad es lo más importante."
Volví a asentir, y me dirigí a la salida, acompañada por Lena y Ava.
Afuera, un coche nos esperaba, con un conductor que parecía conocer bien el plan.
"Recuerda, Sarah", dijo Lena, antes de que me subiera al vehículo. "Una vez que partas, no puedes comunicarte con nadie, ni siquiera con Ava o conmigo. Es crucial que Volkov no pueda rastrearte."
Tragué saliva, sintiendo que el corazón me latía con fuerza.
"Entiendo", respondí, con determinación. "Haré todo lo que me digas."
Lena me dio un apretón de manos, y Ava me abrazó con fuerza.
"Cuídate, Sarah", dijo mi amiga, con lágrimas en los ojos. "Estarás a salvo, lo sé."
Asentí, sintiendo que las lágrimas también llenaban mis ojos.
"Gracias, Ava. Gracias a ti y a Lukas por todo lo que han hecho por mí", respondí, con sinceridad.
Sin decir más, me subí al coche y partí, dejando atrás a mis amigos y dirigiéndome hacia un futuro incierto, pero libre de las garras de Volkov.
El viaje fue tenso y lleno de incertidumbre. El conductor maniobraba con gran habilidad, evitando cualquier posible seguimiento. Yo permanecía en silencio, sumida en mis pensamientos y rezando por llegar a salvo a mi destino.
Finalmente, después de horas de trayecto, el coche se detuvo en un aeropuerto privado.
"Hemos llegado", dijo el conductor, en voz baja. "Tu avión te está esperando."
Salí del vehículo, sintiendo que las piernas me temblaban. Frente a mí, un pequeño jet privado me esperaba, listo para llevarme lejos de Volkov.
Una mujer vestida de negro se acercó a mí, con una expresión serena.
"Señorita Sarah, le estábamos esperando", dijo, con cortesía. "Por favor, sígame. Tenemos que partir cuanto antes."
Sin decir una palabra, la seguí hacia el interior del avión, sintiendo que una mezcla de miedo y anticipación me invadía.
Una vez a bordo, el avión despegó rápidamente, dejando atrás la ciudad de Berlín. Mirando por la ventana, observé cómo la tierra se alejaba bajo nosotros, y con ella, la sombra de Volkov.
Durante el vuelo, la mujer que me había recibido se acercó a mí.
"Señorita Sarah, me presento. Soy Aurora, y seré su acompañante durante el viaje", dijo, con amabilidad. "¿Hay algo que pueda ofrecerle? ¿Algo de comer o beber, tal vez?"
Negué con la cabeza, sintiéndome abrumada por todo lo que estaba sucediendo.
"No, gracias. Estoy bien", respondí, con voz temblorosa.
Aurora me miró con comprensión.
"Entiendo”.