En el oscuro arte de la escritura, Ella dio vida a una novela donde la astucia de la villana desafiaba los límites de la imaginación. Sin embargo, está muere a causa de los protagonistas, la autora fue cruelmente criticada pues la historia no tenía mucho sentido. En "El último acto de la villana caida", descubre cómo la mente maestra lucha por redimirse en un mundo donde la realidad y la ficción se entrelazan, desafiando las expectativas y sumergiendo al lector en un juego de venganza y astucia. ¿Te atreves a explorar las páginas de esta historia donde la autora se convierte en su propia creación?
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En marcha
Mientras salía del marquesado, Isabella vio a una niña rubia, de ojos marrones y delgada, iba subiendo a un carruaje muy sencillo, iba vestida como granjera, de inmediato se dio cuenta de que se trataba de Madeline Quinzy la protagonista.
- Porque no reencarne en la protagonista, no estaría preocupada de que me van a matar.
Suspiro, pero antes de retomar su camino, vio como una niña de la fiesta le metió el pie a Madeline y está cae con la canasta que llevaba en los brazos. La niña se ríe y luego vuelve a la fiesta.
"Debería ayudarla o no" piensa Isabella, pero un plan se arma en su mente y se dirige hacia donde se encuentra tirada la pequeña niña, Isabella le tiende la mano y la ayuda a levantarse.
- ¿Estás bien?
- Si, Gracias por tu ayuda.
- No hay de qué. Esa niña es muy tonta.
Ambas se echan a reír, e Isabella ve su oportunidad y se presenta ante Madeline.
- Soy Isabella Hart, hija del duque Nolan Hart.
- Mucho gusto señorita - Madeline intenta hacer una reverencia la cuál queda horrible - Yo soy Madeline Quinzy, mis padres son unos granjeros aquí en Astaroth.
- Así, pues que bien, espero que nos volvamos a ver.
- Lo dudo, usted es una noble y yo soy una simple plebeya, no siquiera deberíamos estar hablando. Le agradezco que me ayudara y si me disculpa debo marcharme.
- Espera, de verdad espero conocernos más, te buscaré y espero que podamos pasear un día por la ciudad.
Sin esperar respuesta Isabella se dirige a su carruaje y se marcha, debe volver a casa, ya no aguanta ese vestido y esos zapatos, son muy incómodos. Pero apenas sube una sonrisa se extiende en su cara.
"En la historia Madeline es querida por todos, mientras que Isabella era odiada, si me hago "amiga" de Madeline y la gente me ve con ella, puede que no me odien tanto más adelante, además, así la puedo ayudar con donaciones para los más necesitados, por ahora utilizaré a la protagonista para ganarme el favor de la gente, es un plan perfecto. Madeline me será útil por ahora."
El carruaje llegó a casa sin ningún percance en el camino, su madre le pregunto cómo le había ido e Isabella le dijo que excelente luego se retiró a su habitación, cuando su padre volvió, este le dijo que los emperadores habían aceptado que Isabella practicará la espada.
- Mañana mismo empezarás, debes ir al palacio. Allí hay una sala donde los príncipes entrenan, pero dado que ninguno de los dos se encuentra en el reino te dejarán utilizarla para que entrenes.
- Gracias padre.
Isabela abrazo a su padre, quien se queda sorprendido, pues si hija siempre es fría con todos, ella jamás a demostrado afectos o sentimientos hacia los demás.
La razón por la cuál los príncipes no se encuentran en el reino, es porque están en la academia que se encuentra en el reino de ling cheng. Astaroth tiene dos príncipes, el heredero que es Adrián Mercer, y el segundo príncipe James Mercer, quien se quedó viajando por los reinos y en la historia casi no se menciona.
A la mañana siguiente Isabella se vistió cómodamente con los trajes que su padre le trajo para entrenar, ella desayuna con sus padres y se marcha a entrenar, pues ya quiere empezar a prepararse. Tiene mucho en que esforzarse.
Isabella llega y se encuentra con un hombre ya entrado en años, quien le empieza explicando las posturas y se sorprende lo rápido que Isabela aprende, pasan todo el día practicando, pues Isabela así le pide, es más no le deja ni descansar, pero el maestro le pide que pare, pues podría agotarse o terminar lastimándose las manos.
Isabela le hace caso y luego ya por la tarde se marcha al ducado, así pasa un mes en que Isabela se esfuerza al máximo en sus clases de espada y los fines de semana sale con Madeline a ayudar en orfanatos o en pueblos. Ayuda a los niños a leer, les llevan donativos, como ropa o alimentos, claro está que siempre van acompañadas ya sea por los padres de Madeline o los Miles de guardias que El duque envía con Isabella.
En ese tiempo los duques han visto un gran cambio en su pequeña, se ha vuelto fuerte y con un gran corazón, lo cual los mantiene orgullosos, pero no por eso dejan de estar atentos pues deben proteger a su pequeña siempre.
Isabella, por las noches se escapa a la biblioteca donde estudia sobre la magia oscura, a pesar de estar prohibida, hay libros de enseñanza hay muy pocos y la mayoría de los pocos que hay están en el palacio, por suerte Isabella encontró un libro en el ducado, claro está que estaba en una parte secreta del despacho de su padre, Isabella lo tomo una noche mientras todos dormían, y se fue a la biblioteca para estudiarlo, y allí misma práctica lo que Lee. Luego va y coloca el libro en el mismo lugar.
El tiempo pasa y antes de que Isabella se dé cuenta ya va a cumplir doce años, así que ya está planeando como le va a pedir su deseo a su padre. Al fin, ya sabe defenderse con la espada, y con la magia a aprendido lo que había en el libro, pero siente que debe practicar más, por eso, la parte B de su plan debe ser ejecutada en estos momentos.
Isabella se dirige al despacho de su padre, cuando llega toca y su padre le permite pasar.
- Hija querida, dime ¿Qué necesitas?
- Padre quería pedirte algo muy difícil, pero... Me gustaría que me permitieces mudarme a la mansión del norte, se que es complicado de entender, pero necesito alejarme un poco, quiero poder disfrutar un poco de paz.
- Isabella, la mansión del norte es peligrosa.
- Lo se, pero ya sé defenderme, y puedes enviar a Miles de guardias para protegerme, pero de verdad quiero ir. Es mi mayor deseo.
Isabella coloco su cara de cachorrito, pues su padre no le niega nada cuando coloca su carita.
- Está bien, pero enviaré a todo un ejército, no quiero que nada malo te pase, y tienes prohibido salir mucho, pues hay animales feroces.
- Por supuesto padre, se lo prometo.
Isabella abraza a su padre y sale feliz, al fin tendrá espacio para practicar su magia, además de que volverá toda como una mujer, poderosa e indestructible.
"Al fin, mi magia obtendrá la práctica que necesita. El mundo entero arderá si es necesario, pero no moriré, no importa hasta donde tenga que llegar para conseguirlo.