Incondicionalmente

James me ha seguido escribiendo y la verdad no sé qué contestarle. Lo que me sucedió ha cambiado la manera en como veo las cosas.

Por mucho tiempo escuche sobre las conquistas de mi amigo y siempre se expresaba de manera fría y hasta despectiva de las chicas con las que estaba.

En ese entonces yo estaba cegada y lo único que esperaba era que algún día se fijará en mí. Cuando me beso me di cuenta de que solo le atraía mi físico y no yo como persona.

No pienso volver a exponerme para que jueguen o abusen de mí. En la Universidad todo marcha bien, me dedico a mus estudios y nada más.

- Amiga, hoy habrá una fiesta. Vamos.

- No, Steph. Ve tú si quieres.

- No puedes seguir encerrada, ya pareces una ermitaña.

-Me siento cómoda con mi rutina, no quiero arriesgarme.

- Ese es el problema, no puedes vivir así porque eso no es vida. Entiendo que lo que te sucedió fue horrible y es natural que no confíes en nadie, pero lo debes superar o vas a terminar muerta en vida. Yo si voy, nos vemos mañana.

Mi amiga se va muy molesta conmigo y yo estoy furiosa, ¿por qué no entiende? Tengo miedo de que alguien vuelva a lastimarme.

Termino mis trabajos y me acuesto intentando dormir, las palabras de mi amiga resuenan en mi cabeza. Doy vueltas y no consigo conciliar el sueño.

La escucho llegar y quisiera levantarme y preguntarle como le fue, pero eso significaría admitir que tiene razón y que quisiera ser una joven normal.

Me levanto y no la encuentro, se fue antes a la Universidad y sin mí. Las clases finalizan y me dirijo a mi sesión de terapia.

- Lo que te dijo Stephanie es cierto, Sam. Lo que sucedió debe quedar en el pasado, eres una mujer joven que merece vivir.

- ¿Y cómo lo hago?- digo levantando la voz- Veo una amenaza en cada persona que se cruza conmigo.

- Aquí nadie te conoce y no saben lo que sucedió. Comienza a relacionarte con tus compañeros. Stephanie ya hizo amigos y ella te puede ayudar. Estoy segura de que no te pondría jamás en riesgo.

- Lo intentaré.

- Espero que de verdad lo hagas, si tú no pones de tu parte la terapia no va a funcionar.

Salgo de ahí con la tarea de comenzar a convivir con otras personas y necesito hablar con mi amiga y aceptar que tiene razón y sobre todo que necesito de su ayuda.

- Hola, Steph.

- Hola, Samantha- solo me llama así cuando está molesta.

- Necesito que me ayudes, no quiero seguir viviendo con miedo.

- Amiga, por fin- me abraza emocionada- dime cómo puedo ayudarte.

- Mi terapeuta quiere que comience a relacionarme con más personas y tú puedes ayudarme con eso.

- Claro, mañana mismo te presentaré a Rachel y Thomas. Estoy segura de que te llevarás muy bien con ellos.

- Solo te pido que me tengas paciencia, será un proceso lento y difícil.

- No te preocupes, entiendo y te voy a ayudar.

- Gracias, Steph.

El resto de la tarde me cuenta lo divertida que estuvo la fiesta de anoche y me habla mucho sobre sus nuevos amigos. Todos parecen ser chicos agradables.

Un nuevo día llega y a la hora del receso nos encontramos en la cafetería con Rachel y Thomas.

- Amigos, ella es Samantha.

- Mucho gusto Samantha, nosotros somos Rachel Adams y Thomas Morton.

- Un gusto, chicos.

- Espero que para la próxima fiesta sí te animes a ir con nosotros- menciona Thomas.

- No lo prometo, pero haré el intento.

- Sam es un poco tímida, chicos. Debemos de ser pacientes.

- No pudiste haber conseguido mejores amigos que nosotros- dice Rachel.

- Nosotros estudiamos derecho, creo que la mayoría de sus compañeros son muy prepotentes.

- Buena apreciación Thomas y sí la mayoría lo son- respondo.

- Es por eso que no nos llevamos muy bien con ellos- admite Steph.

- Aunque yo haría una excepción con Jack Connor- menciona Thomas coqueto.

Jack Connor es el don Juan de nuestro grupo, es muy atractivo. Pero es el típico chico presumido que sabe que todas las chicas caen rendidas a sus pies.

- Lamentablemente, no estás dentro de sus preferencias, querido- recalca Rachel.

- Pues él se lo pierde.

Nos reímos ante las palabras de Thomas y sus ademanes.

Stephanie tenía razón, ambos son muy agradables y creo que seremos muy buenos amigos.

En clases también estoy abriéndome más con mis compañeros, me he dado cuenta de que no es necesario aislarme para protegerme. Basta con ser más analítica y no ponerme en situaciones de riesgo.

Voy recuperando la confianza y la alegría de vivir. Le estoy escribiendo a James, no me he portado bien al ignorarlo.

📩 Hola James, ¿cómo estás?

La diferencia horaria hace difícil la comunicación, siempre hay que calcular la hora que es para los que están del otro lado del mundo. Aquí son seis horas más.

📩 Sam, que gusto saber de ti. Estoy bien, en la Universidad. ¿Tú, cómo estás? Te extraño pequeña.

📩 Estoy mejor, terminando las clases por hoy.

📩 No vuelvas a perderte tanto tiempo, extraño nuestras conversaciones.

📩 También te extraño, prometo estar en contacto.

📩 Eso espero, debo entrar a clases. Te escribo más tarde.

También extraño a James, somos amigos de toda la vida.

Aquí los días se van volando. En la Universidad las cosas marchan bien, soy la mejor de la clase y eso me da mucha satisfacción.

La terapia también va bien, he mejorado y dentro de poco mis sesiones serán cada quince días.

La amistad con Steph, Rachel y Thomas es lo mejor que me ha podido pasar. Nos divertimos mucho en nuestro tiempo libre, pasan bastante tiempo con nosotras en el apartamento.

Hoy haremos una pequeña reunión, ordenaremos pizza y compramos cerveza.

Los chicos llegan y comienza la diversión.

- Escucharon sobre la fiesta que dará el papacito de Jack- menciona Thomas.

- Todo el mundo habla de eso- respondo.

- Y por supuesto que iremos- asegura Steph.

- No cuenten conmigo.

- Ah no, quedaste en que irías con nosotros a la próxima fiesta y vas a ir- sentencia Rachel.

A estas alturas ya saben lo que sucedió meses atrás y me han brindado toso su apoyo.

- Cariño, sabes que te vamos a cuidar y además te vas a divertir- dice Thomas.

- Exacto, no vamos a dejar que nada te pase. Lo prometemos.

Los tres levantan la mano en señal de promesa y ese gesto me enternece.

- Está bien, ustedes ganan. Iremos.

- ¡Sí!- gritan y aplauden.

- Debemos escoger nuestro atuendo- agrega Steph.

- Claro, deben lucir divinas y yo irresistible.

- ¿A quién tienes en la mira esta vez?- le cuestiona Rachel a Thomas.

- Al guapísimo moreno de la clase de Contabilidad.

- Está vez acertaste, le gustas a ese chico.

- ¿De verdad lo crees, Steph?

- Estoy el 99.9% segura.

- Parece que serás el único con pareja esa noche- dice Rachel resignada.

- Tú también tendrías pareja si te animaras a darle el sí a Peter.

- Saben que no me gusta.

- Si, solo tienes ojos para Jack- aseguro.

- Sí y es un amor imposible.

- Jack es muy superficial, te mereces a alguien mejor- anima Steph.

- Coincido, Jack solo te haría sufrir.

- Lo sé, es de los que no toma en serio a nadie.

- Si lo sabes, mejor olvídalo y dale una oportunidad a alguien más.

- Quizá tengan razón.

Llegaron las pizzas y las horas se nos fueron como agua, decidimos pedirles a los chicos que se quedarán a dormir para que no volvieran tan tarde al campus.