Una Segunda Oportunidad Para El Emperador

El beso del emperador cada vez era más intenso, rebeca trataba de sacarlo, pero no podía, ya que ponía su cuerpo más pesado y sus manos empezaban a recorrer el cuerpo de su esposa, ella deja salir algunos suspiros, de lo rico que se sentía estar nuevamente entre sus brazos y probando sus labios, pero ella se dio cuenta de que sus besos eran distintos, Alessandro siempre beso bien, pero ahora lo hace mejor, más apasionado y hace unos movimientos exquisitos con su lengua, que la vuelve loca.

Mateo, sabe perfectamente como hacer llegar a una mujer a la cúspide del placer, como se dijo anteriormente él jamás fue mujeriego, pero le encantaban las mujeres, y cuando estaba con algunas, le gustaba que ambos disfrutan del sexo, no solo él.

Cuando Alessandro empezó a quitarle la ropa, rebeca no se dio cuenta en que minutos él la dejo completamente desnuda y a su merced, el bajo dando besos por su cuerpo, bajando y lamiendo el cuello, llegando a esas montañas, que lo volvieron loco, siguió ese caminó de besos hasta su ombligo dejando Besos tiernos, con su lengua dio un recorrido hasta llegar a ese montes de Venus, este mismo se puso entremedio de sus piernas, y lamió cada rincón de aquella fruta, que es mucho mejor que en los recuerdos de Alessandro.

----carajo, rebeca eres una droga, me volveré adicto a tu sabor, eres realmente exquisita mi amor...

Rebeca no podía creer que Alessandro dijera esas palabras, esta misma estaba completamente roja, pero a la vez más excitada que antes, ya que su intimidad estaba completamente mojada, Alessandro se dio cuenta y con su lengua ayudó a su mujer para que llegara a ese maravilloso orgas...

Rebeca con un fuerte grito se dejó ir, y el emperador no dejo ningún lugar sin comerse, pero antes que su emperatriz se diera cuenta, este subió hasta sus labios y entró en ella de una sola estocada, ambos dejaron salir un gemido de satisfacción.

Alessandro empezó con movimientos, lentos que en segundo se volvieron más salvajes, ambos disfrutaban del momento, se estaban dejando llevar por la lujuri@.

Rebeca literalmente estaba en el cielo por tan exquisito placer le estaba dando, Alessandro mientras movía sus caderas con sus manos traviesas tocaba cada rincón de aquella figura.

Unas cuantas estocadas más, y se dejó ir con un gemido que todo en el palacio escucharon Alessandro siguiendo esa melodía también acabo con un gruñido que escucharon en todo el palacio, ellos saben perfectamente que no se midieron a la hora de hacer el amor, y saben que todos se dieron cuenta lo que pasó en la habitación de la emperatriz.

Y efectivamente esa era la idea de Alessandro, que todos sepan lo que esa mujer le hace sentir, que todos sepan que su emperatriz tiene el amor y el apoyo del emperador, es más lo único que desea en este momento es dejarla embarazada, pero sabe que para eso debe limpiar el palacio.

A la tarde rebeca siente su cuerpo pesado, es como si un elefante paso y golpeó su pequeño cuerpo, y es que eso pasó literalmente, Alessandro no se midió en la pasión, sólo quería poseerla hasta que su cuerpo no de más de lo cansado, y es que así fue, sus cuerpos ya no dieron más de lo satisfacción, y quedaron profundamente dormidos.

rebeca tratá de levantarse pero Alessandro la sorprende para dónde crees que vas mi amor, esto todavía no termina.

Aaaaaaaa Alessandro me asustaste, y el emperador responde. --- deberías amor ya que no tuve suficiente y necesito hacerte mia otra vez.

Alessandro en un movimiento rápido la deja debajo de él nuevamente empieza la faena, los empleados desde afuera estaban con un semblante rojo, los emperadores eran muy apasionados y se nota que todavía no terminan de hacer eso que tanto hacían en esa habitación.

Carajo amor que rico se siente, aaaaahhh te juro que jamás me cansaré de hacerte mía, eres mía simplemente mía.

La tarde se fue dando paso a la noche, es que recién ese malvado soltó a la pobre mujer para alimentarse, él tocó la campana y entraron 3 sirvientas el olor a sexo en esa habitación era inimaginable, pero eso a él le importaba nada, su esposa duerme al lado de él.

Traigan algo para comer para mí y mi esposa, necesitamos recuperar energía…

Las empleadas hacen una reverencia y salen a toda prisa de esa habitación para traer lo que el emperador pidió, es mejor no hacerlo enojar.

Después de 20 minutos alimentos cómo para un batallón, en eso Alessandro hace un movimiento con la mano para que ellas salieran.

Mientras las empleadas fueron por sus alimentos él se levanta y va por un balde y Agua, mientras su emperatriz duerme él empezó a limpiar su cuerpo, ella ni despertó, obviamente no lo podía hacer sabe que está cansada.

El limpio cada centímetro de aquel cuerpo la viste y también se viste con una pijama, Justo a tiempo, ya que en eso suena la puerta anunciando que sus alimentos habían llegado.

---- esposa, amor, mi emperatriz despierta amor tienes que comer decía Alessandro.

---- no, no quiero nada estoy muy cansada me duele el cuerpo, fuiste un animal con mi pobre cuerpo.

Alessandro ríe por la palabra de su mujer, él sabe que no se midió, pero quién lo haría teniendo ese mujerón frente a él.

-- amor lo sé, y me disculpo por eso, pero en mi defensa es tu CULPA, por tenerme loco por tus huesitos.

Ella lo mira confundida cierra nuevamente sus ojos con intenciones de volver a dormir, pero Alessandro la levanta con cuidado y empieza a alimentarla mientras ella mantenía sus ojos cerrados, él solo la miraba y se reía, parecía una niña pequeña con esa actitud.

Después de un ratito termino de comer y la volvió a acostar y ella en serio siguió durmiendo, Alessandro terminó de comer pidió que se llevarán las cosas, y se volvió acostar al lado de ella, así durmió toda la noche aferrado a su cuerpo.

Continuará....