La Diseñadora

Un tiempo después...

- Como te sientes Tina?

- Me siento bastante mejor doctora --digo mientras estoy en el famoso mueble de la terapia-- Ya en mi grupo social he incluido a uno que otro hombre, no con un trato tan cercano pero por lo menos me siento un poco más segura al hablar con ellos...

- Eso es muy bueno Tina, no todas las personas son malas...

- Eso lo sé, pero era algo que no podía evitar sentir por su cercanía...

- Dime Tina, cada vez que estabas cerca de Noel, como te sentías?

- Bueno! En realidad nunca estaba sola con él, Michelle siempre me acompañaba y él prácticamente solo estaba allí porque ella es su novia.

- Sí, pero debiste sentir algo porque él y el inspector son los hombres que han estado más cerca de ti desde aquello.

- Bueno sí -- respiré profundo-- Con Mark es algo como que si fuera Michelle aunque no hemos tenido tanto contacto físico él me hace sentir con un poco de confianza y el Inspector Ortega ese día me sentí tan frágil, tan vulnerable que cuando sentí su abrazo era como un tranquila que todo estará bien...

- Lo ves Tina, has avanzado bastante... Ya con el Inspector no tienes tanta lejanía porque tu mente sabe que él es una de las personas que te está ayudando y con respecto a Mark, lo ves como una parte de tu amiga Michelle como el reflejo de ella pero con un poco más de protección hacia ti; eso es muy bueno para tu avance Tina...

- Si, bueno así los veo como mis protectores.

Unas semanas después...

📱 Señorita López le tenemos buenas noticias.

📱 Inspector Ortega dígame qué ya tienen tras las rejas a ese desgraciado? --ni siquiera le saludé, solo le pregunté lo que en ese preciso momento sentí que era lo más importante para mi--

📱 Logramos atrapar a un sujeto con el mismo apodo... --no lo deje que terminará de decirme--

📱Ya salgo para allá --y le corté la llamada--

El camino se me hacía bastante largo y lejano tal vez sería por mi desesperación por llegar y saber que por fin atraparon a ese que no se merece ni que lo nombre... Mal hombre, ese Desgraciado... Estaba tan nerviosa y con cierta emoción a la vez que las manos me temblaban y me sudaban, iba en el carrito masajeándome las manos, los dedos para tratar de calmarme un poco, esperando llegar lo más rápido posible para por fin confirmar que sí, es él y que nunca más le hará daño a nadie. Llegué a la estación policial y ya el Inspector Ortega y la doctora Zambrano me estaban esperando; en estos momentos sí siento que hoy es el día, hoy es el gran día de ver tras la rejas a ese desgraciado, llegamos a la sala...

- Señorita López, cuando usted nos indique empezamos... --me dijo el Inspector Ortega, respire profundamente, la doctora Zambrano me tomo de las manos--

- Aquí estoy, recuerda que no estás sola --me decía muy suavemente--

- Estoy lista! --lo dije con toda la seguridad posible, encendieron la luz y empezaron a pasar varios hombres--

Yo veía muy atenta pasar a esos hombres y tomar sus posiciones, sentía que el corazón se me iba a salir por la boca de los nervios que tenía en la boca del estómago cuando ya faltaban dos para terminar con el lote porque el inspector Ortega dijo que eran 6 hombres... Paso el primero, no es él era muy diferente, su color de piel no correspondía, ni el tono del cabello, ni color de ojos, ni siquiera la estatura; el segundo para nada era totalmente lo contrario un flaco prácticamente que desnutrido que se me veían todos los huesos del esqueleto, obvio que nada parecido; el tercero tenía el cabello largo es muy posible que se dejara crecer el cabello pero no era él, el tono del cabello además tenía una cicatriz en el pecho además no era la estatura; el cuarto tenía algo de estatura tenía un cierto parecido pero no era él, sabía que no era él porque no eran sus facciones y no me quiero equivocar debo estar segura lo detalle un poco más y no, no es él, pero cuando paso el quinto apreté fuerte la mano de la doctora y automáticamente me hice hacia atrás, mi mente empezó a reproducir de forma rápida todos los detalles de aquella terrible noche, la doctora me abrazo, paso el sexto hombre al cual ni le preste atención...

- Es él, ese es el maldito... --sentí la mano en mi hombro--

- Señorita López lo hizo muy bien... Tenga por seguro que no le hará daño a nadie más...

Me volvieron a tomar la declaración, reafirmé todo con lujos y detalles, esta vez ya no me duele tanto hablar del tema, ya he superado gran parte de esa de esa terrible noche. Ya hablo con un poco más de confianza y con algunos detalles que sin querer pude ver en su cuerpo ese día que confirmaron que era él, ese desgraciado que por fin estará detrás de las rejas y no le hará daño a ninguna otra persona; me siento tan alegre, tan feliz, triste a la vez por su familia, pero él se lo buscó.

El inspector Ortega me ofreció un té para que me calmara un poco porque estaba un muy nerviosa, bueno es lógica esa reacción al ver después de tantos años, casi tres años, ver a la persona que te hizo tanto daño, la persona que te dejó marcada para toda la vida es una impresión demasiado grande, pero estoy satisfecha con el resultado, ahora falta el juicio donde el inspector me prometió que yo podría dar mi testimonio sin necesidad de que él me vea, pero es algo que tengo que hacer por mí y por todas las personas a las que él ha dañado, pues el muy imbécil pensó que se la iba a salir con la suya, pero cometió un grave error al volver a hacer lo mismo con otra chica que en estos momentos está hospitalizada y ya logró despertar y contar todo lo que le sucedió, pero ella está bastante dañada. Es que esto es algo muy difícil, pues me imagino que aún no supera lo que le sucedió, no todos tenemos una mano amiga o una mentalidad un poco más abierta para superar esto porque es algo demasiado difícil de expresar, difícil de comentar, pero sobre todo muy difícil de asimilar, yo viviré con esto por el resto de mi vida pero de algo sí estoy segura es que estoy más tranquila de saber que ya ese sujeto no le hará daño a nadie más y que pasará muchos años hundido en la cárcel por sus crímenes.

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