¿Ahora Soy La Villana?

Con las cosas que me dio en mano mire la maleta que solo llevaba ropa y antes de irme los metí dentro para salir de la oficina para fácil transporte.

El señor se quedó en la oficina observando cómo se iba su hija pero se mantuvo firme sin decir nada más.

“¿Te vas?”.

La niña de cabello negro preguntó mientras me dirigía a la salida.

Miré a tipa para ver cómo empezaba a reaccionar, como no tenía expresión alguna por alguna razón ella reaccionó.

"Te libraste de la muerte, estaba segura de que morirías".

Cómo no había nadie en el pasillo la tipa mostró su verdadero rostro.

'Interesante'.

No pude evitar sonreír a lo que veía, Zafira me miró con ojos abiertos.

"Disfruta, lo que puedas disfrutar".

Le conteste con una sonrisa divertida mientras caminaba de nuevo.

“...”

Ella no dijo nada y solo observo que me iba tranquila.

"Algún día todo se cobrará".

"¿Es amenaza?".

"No, es una advertencia".

"Puede que en menos que lo esperes y menos te lo imagines puede que todo lo pierdas".

"¡Ja!, tú ya no estás en una posición arriba de mi".

"Tú ya no eres nadie".

La sonrisa divertida salió más.

"Siempre seré mas que tú, eso no lo olvides".

"..."

Seguí caminando hasta la salida dejando a Zafira incrédula en la parte de atrás.

Salí de la mansión del marquesado para ver que había un carruaje esperando.

“Es hora de irnos, señorita”.

“Si, señor cochero”.

“Lléveme a no sé donde, solo espero que sea el camino correcto”.

Subí al carruaje esperando que me lleve a mi destino sin siquiera mirar atrás.

Con la espada en mi cintura estaba preparada para mí que viniera.

Ahora estaba fuera de una casa noble.

El marques solo es un hombre cruel.

Su hija pierde la memoria y deja que se vaya sin saber del mundo.

Esa fue la versión de varios presentes en el marquesado.

Bueno aunque en realidad una persona totalmente ajena entró en el cuerpo de Ximena y es echada por las acciones de la antigua dueña, aunque estoy en duda de que haya sido ella la culpable de esas acciones terminé saliendo del lugar.

“Al final qué más da”.

Ahora el carruaje empezó a andar y mire por los alrededores para después leer los pocos libros que la niñera me dio para distraerme y aprender de este mundo.

El viaje continuó por mucho tiempo.

“Me duele”.

Mi trasero dolía por estar en el carruaje.

Pasó un día y después dos hasta llegar a no se donde pero de lejos se veía el mar como dijo el marqués.

“Es aquí”.

El cochero dijo y me asome para ver una villa.

La localidad no era mala.

“Si, gracias por el recorrido”.

“Viva bien, señorita”.

El cochero se fue y solo observé la villa que estaba ahora frente a mi.

De la bolsa que me había dado el marqués habían llaves asi que solo abrí la puerta.

El mar se escuchó del otro lado de la mansión pero antes entré a descansar.

La mansión está vacía.

“¿En serio?”.

Por donde quiera que viera no había nada ni un mueble.

Con un suspiro amargo al final me tiré al piso.

“Esto es injusto”.

“Ximena, fuiste abandonada”.

“Totalmente abandonada”.

“Ahora yo soy la que está abandonada”.

“Es triste saber que no hay nada ni nadie”.

Antes tenía una familia en un lugar que conocía y ahora estaba en un lugar totalmente desconocido y abandonada.

Me había quedado sola totalmente.

Saqué mis vestidos y los coloque en forma de colchón para que el piso no fuera demasiado frío y me acosté.

Ahora tengo que buscar cómo vivir, al final me quedé dormida en algún momento.

El viaje solo fue cansado de alguna forma.

Al otro día me levanté para ver a los alrededores, tenía que revisar el lugar y lo que tenía a mi alcance.

Todas las habitaciones estaban vacías.

La villa es hermosa de eso no había duda, pero definitivamente era un sitio grande para mí sola.

¿La vendo?.

Solo pensar en el mantenimiento y la compra de muebles me daba dolor de cabeza.

Después de observar el mar suspiré pesado.

Terminé por revisar los papeles que me había dado el marqués y vi lo que dejó el anciano.

“Xuluc”.

Ese es el apellido que tenía el anciano.

Como única familia puso todo al nombre de su nieta.

“¿Es posible recuperar el apellido?”.

Tendría que tener la autorización del emperador y para lograr eso tenía que hacer cosas que dijeran que es lo contrario de lo que piensan de mí.

Eso quedaría pendiente por el momento y seguí mirando lo que había en las hojas.

Es una buena fortuna lo que había dejado el anciano pero algo no estaba bien, el testamento estaba incompleto y la única forma de arreglar eso es ir directamente al ayuntamiento y después al banco.

Después mire la otra maleta con la bolsa que había dejado la verdadera Ximena y la tome.

Dentro había muchas monedas de todas las denominaciones y recordé que lo dijo que la niñera, Ximena quería acabar con todo y eso decía ¿qué ella iba a irse del marquesado?.

Es posible que realmente quisiera irse, es una bolsa de muchas monedas de baja denominación, bronce, cobre, plata y oro.

No era el dinero que habían robado al marqués.

Es como si fueran los ahorros de su dinero de bolsillo.

Suspire profundamente mientras estaba haciendo muchas teorías que no sé si servirán en el futuro pero es mejor darme una idea de cómo era la mujer que antes existía.

Al final ella terminó yéndose lejos para no volver más.

"Bien, tengo que arreglar las cosas primero".

Mi vida es ahora y vivir bien será un buen comienzo.

Mire las bolsas de monedas y tome unas para después guardar las maletas y me prepare para salir.

Caminé hasta el centro del estado de donde me encontraba no estaba tan lejos y en el camino compré comida para alimentarme.

Entré al ayuntamiento y pregunté, poco tiempo después me llevaron a una sala.

“Saludos a la señorita Ximena Sullivan”.

“Perdió el apellido de su padre, debería de tomar el apellido de su madre señorita”.

El servidor público entró y empezó a hablar en lo que llegaba su asiento.

“Lo quiero hacer”.

El servidor público me recibió y sacó el testamento completo.

“Aquí está”.

“...¡!”.

Me quedé en shock al ver el testamento.

Sabía que los padres de Ximena se habían casado por contrato, pensé que era para que el marqués salvará a la familia de su esposa pero fue al revés.

Quería reírme a carcajadas de lo que decía el anciano en las hojas anexas.

El contrato matrimonial estaba incluido aquí.

“Su majestad el emperador mandó un mensaje muy temprano diciendo que usted vendría y le dejo esto”.

“...”

Estaba por revisar bien las hojas pero el servidor público me distrajo.

Miré al servidor público y me tendió una carta del emperador.

“...”

“Tenga”.

Me dio la carta sellada del emperador.

-Señorita Ximena Xuluc.

Me imagino que verás el testamento completo del antiguo marqués cuando hayas llegado, tu abuelo dejó cosas preparadas para ti cuando fueras grande o lo necesitarás.

Lamento el infortunio que pasaste con mi hijo y espero que puedas recuperarte del sabor amargo que tienes, tengo expectativas de que cuando te vuelva a ver seas una persona reformada, la mirada que vi cuando firmaste la anulación era misteriosa y eso me dio esperanza de ver que puedes tomar el control de tu familia materna.

Me alegra que estés en el proceso de un cambio para bien.

Cuidate.-

¿Qué rayos?.