Te Amé, Pero No Más

Pensar que el nuevo hogar cambiaría nuestra relación, pues si, si cambio, pero para mi desgracia, desde que llegamos todo fue diferente, no podía salir sin que le avisará y fuera acompañada ya sea por su mamá o por él que en rara veces lo hacía porque siempre estaba ocupado, me hacía cargo de la casa, varias veces le pedí seguir estudiando en línea pero sus excusas eran, para que si de nada me serviría, en la intimidad también fue diferente, hacíamos el amor cuando el lo decía o cuando llegaba borracho con reclamos de no poderme embarazar.

Lloraba en silencio, no tenía a mi familia cerca, los extrañaba, casi no hablaba con ellos y cuando lo hacía era delante de él porque quería saber de que hablábamos y a parte me contaba los minutos que hablaba y si me pasaba del tiempo que según el debía ser me quitaba el teléfono y colgaba, yo no podía quejarme porque me iba mal, sus insultos eran cada día más fuertes, solo escuchaba, no tenía derecho de hablar o reclamar.

pasaron los días y los meses, vivir aquí se convirtió en un infierno, como no tenía celular, solo teléfono de casa, entró una llamada.

—Señora, tiene una llamada, dice que es su hermana, el señor no está, ¿le digo que hable más tarde? —me dice Lili una de las empleadas de la casa.

— no, yo contesto, gracias sigue con tus labores gracias, se me hace raro que mi hermana me llame si no es urgente o algo malo pase.

— Hola —contesto

— Cata, hermanita —escucho a Jazz llorando.

— ¿Jazz? Que pasa, dime por qué estás llorando, ¿mi papá está bien? ¿Tú estás bien? ya dime —hablo nerviosa.

— si yo estoy bien, papá está muy mal, hermana tienes que venir, te necesito, papá te necesita, no le queda mucho tiempo. —me dice y me derrumbó en el piso

—¿que? que tiene mi papá, dime Jazz que le pasa a mi papá dímelo —le digo casi a gritos.

—él, el hace mucho tiempo está enfermo y no dijo nada hasta ayer, lo encontré inconsciente en su oficina, lo llevé al hospital y Damián me contó que ya nada se puede hacer, Cata papá tiene CÁNCER —dice, solo escucho su llanto.

—no, no, noooo mi papá, no es cierto, dime que no es cierto, voy a preparar el viaje en cuanto llegue Jose Luis le diré que me lleve, gracias por avisarme nos vemos pronto hermana dile a papá que lo amo —le digo con la esperanza de que pueda ir

—aquí te espero hermana, no tardes —me dice y nos despedimos.

Colgué el teléfono, me fui a mi habitación estaba haciendo mis maletas cuando llegó Jose Luis con enojado

—¿Qué haces? adonde crees que vas con esas maletas. —me pregunta quitando la ropa que estaba acomodando en la maleta.

—amor mi papá, está muy mal, tengo que ir a verlo está en el hospital por favor hay que salir hoy mismo —le digo y se queda pensando.

—no, hoy no se va a poder, tal vez la próxima semana yo te aviso, pero hoy no iras no tengo tiempo de acompañarte, yo tengo mucho trabajo, así que ve deshaciendo esas maletas porque no sales de esta casa. —me dice y sale de la habitación

— pero amor, a mi papá no le queda mucho tiempo y quiero estar con el por favor déjame ir te prometo que regresaré pronto, por favor Jose Luis déjame ir —le insisto saliendo detrás de él

—ya dije que no puedes ir, es la última vez que te lo digo, si se puede iras la próxima semana, tengo hambre ve a servirme de comer, eso es más importante que atiendas a tu esposo, tu papá está bien atendido en el hospital. —me dice enojado

No me quedó de otra que ir a la cocina y servir la comida, nos sentamos en la mesa, yo no tenía apetito, pensaba en mi papá, en mi hermana que más me necesitaba y no podía estar a su lado por estar viviendo tan lejos.

—ya quita esa cara, y deja de llorar, come se está enfriando la comida, —me dice metiendo una cuchara con sopa a mi boca haciendo que manche mi ropa.

Como pude comí poco, terminó de comer y se fue al despacho, yo recogí la mesa y limpié, subí a la habitación no tenía como comunicarme con mi hermana estando él no podía tomar el teléfono y marcar si él no lo autorizaba, hice el último intento de convencerlo de que me dejara ir y fue en vano, se molestó aún más que salió de la casa regreso muy tarde, borracho yo dormía, empecé a sentir que me tocaba yo no estaba de humor para complacerlo, pero él exigió su derecho de esposa, me dio una cachetada y fue la primera vez que me violo, si me violo porque yo no quería hacerlo y fue muy brusco, me lastimó, cuando terminó se levantó y me dejó sola, primera vez que me sentí usada, me levanté como pude y fui al baño, me bañe y llore el agua de la regadera se llevaba mis lágrimas de amargura, no entendía el porqué se comportaba de esa manera si él era muy cariñoso conmigo, era atento que hice yo para que él cambiará, deje de hacer lo que a mí me gustaba y todo por él para que estuviera contento pero nada bastó para complacerlo.

Me levanté, ya se había ido a la oficina, aproveche para marcarle a mi hermana pero el teléfono estaba descompuesto, ayer estaba bien, que iba a hacer tenía que avisarle a mi hermana que no iría hasta la próxima semana.

Llegó su mamá, pensé que hablando con ella podía ayudarme a convencer a su hijo que me dejara ir a ver a mi papá.

—suegra ¿le puedo pedir un favor? Podría hablar con José Luis para que me deje ir a ver a mi padre está muy grave en el hospital y quiero estar con él, por favor suegra ayúdeme no se nada de mi papá, no sirve el teléfono —lo intenté

— si mi hijo dijo que no iras, no lo desobedezcas, él sabe cuando va a poder llevarte a ver a tu familia, y por lo del teléfono ayer fue suspendido, ya no habrá teléfono en la casa. —me dijo riéndose

—y, y cómo me voy a comunicar con mi familia, usted sabe que no tengo celular y no puedo salir a hacer alguna llamada, es más no sé dónde porque no conozco la ciudad —le digo y la señora me ve con burla

—pues eso si no lo sé, pero mi hijo fue bien claro en que no vas a ir y es su decisión, él manda en esta casa eso que te quede claro —dice levantando la voz

—Si señora, me voy a la cocina a preparar la comida, —fui a la cocina, con lágrimas en mis ojos, —porque me hace esto no es justo, quiero saber como esta mi padre, —pensaba.