La Santa Guerrera

"Bienvenido Duque Besthat, es un honor tenerlo aquí, por favor tome asiento."

Los Besthat, caracterizados por tener el cabello más negro que la noche y ojos dorados, eran la familia más influyente al ser parientes de sangre de la familia Imperial.

"Lamento venir tan temprano y llámeme Kael, tú y mi padre eran buenos amigos."

"Verá, no había podido ir con usted por qué mi hija había estado enferma una semana, ayer logró despertar. Pensé en ir hoy pero usted se me adelantó"

"Me alegra que su hija se encuentre bien ahora, Marqués. Vine para hablar sobre las fronteras, últimamente hemos estado en guerra por los bandidos de esa zona, siguen pidiendo la cabeza del emperador y sus hijos. Sabemos que algunos ya se han filtrado y han intentado matarlo."

"Si, te mandaría el apoyo de Zack y Dan pero son escoltas personales de los príncipes. Solo si tuviera un hijo más.." El padre de Laila suspiró y miró unos papeles. "Les hemos pedido un trato pero se aferran a la guerra."

"Lo entiendo Marqués. Usted dijo que me visitaría y creí que estaba enfermo, usted siempre me apoyo en todo y ahora es mi turno de devolverlo."

"Te puedo enviar a mis mejores caballeros si lo necesitas." El Duque negó.

"Puedo con eso, unos bandidos no pueden acabar con mis caballeros, lo único que me preocupa es la seguridad del emperador, quienes lo custodian son los caballeros imperiales pero no podemos confiar plenamente en eso"

Madame Sonia quién se encontraba detrás de la puerta escuchando, sonrió y tocó la puerta. Era su oportunidad para enviar lejos a Laila y que muriera por unos bandidos.

"Adelante." Respondió el Marqués.

"Saludos al Duque Besthat, es un honor tenerlo aquí." El Duque agitó la mano, algo en ella no le gustaba.

"¿Que se te ofrece Sonia?" Preguntó el Marqués confundido. "¿Dónde está Laila? Te pedí que cuidarás de ella."

Sonia habló temblorosa.

"Cariño, le pedí que se quedará en cama pero ella no me escucho, incluso fue grosera conmigo" se tapó la cara. "Dijo que se haría cargo de las consecuencias por desobedecerte."

El Duque miraba la escena desde la otra parte del escritorio. ¿Qué la chica no se acababa de recuperar ayer?

"¿Dónde está Lai?" Preguntó de nuevo el Marqués.

"Está entrenando, incluso se ha vuelto mejor, eso no es digno de una señorita, ¿y si se lastima? atacó los troncos como si no fueran nada pero le ví las manos muy mal." Sollozó.

"Esa niña.." suspiró el marqués. "Tengo que ir a verla."

"Lo sigo Marqués"

Parece que veré un buen espectáculo.

El Duque esperaba mirar a una chica del mismo aspecto que el Marqués. Cabello rojo y ojos azules pero no fue así.

"¿Dónde están todos los caballeros?" Preguntó el Marqués a Madame Sonia y ella apuntó hacía otro lugar.

"¡Mina alejate más!" Gritó Laila sin percatarse de que el Marqués, el Duque y Madame Sonia estaban ahí.

Los ojos del Duque brillaron al ver a Laila, eran totalmente diferente, nunca la había visto pero si escuchado de ella, una chica llorona y malvada a veces.