Lina es una mujer de 30 años, ella muere en un atentado después de su divorcio y enterarse de algunas cosas, sin embargo, ella transmigra a un mundo antiguo, donde la dueña anterior de su cuerpo es una concubina de bajo rango, muy jovencita y terriblemente tímida, ella es acosada dúrate toda su estadía en palacio y su final es aún más macabro, Lina quien ahora es Tomara, debe sobrevivir y cambian su terrorífico destino, pero las trampas la rodean y acorralan.
NovelToon tiene autorización de Adriánex Avila para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Cap. 4 Nelly, desde hoy
Tamara y Nelly preparan su comida en silencio, susurraban con solo dos velas, terminaron todo, llevaron su botín al cuarto de Tamara para no ser descubiertas, como niñas traviesas se desplazaban por los pasillos de la servidumbre con risitas cómplices que solo ellas escuchaban.
Tamara estaba planificando la forma de abordar esta dura e ingrata vida, sin embargo, desde las sombras en los altillos del castillo, una figura alta y erguida las contemplaba, su mirada profunda observaba a Tamara con detenimiento, sin embargo, su silenciosa figura no mostraba intenciones de acercarse o de querer sorprender a las sinvergüenzas que se desplazaban en la noche.
El día siguiente, Tamara y Nelly aún tenían la comida de la noche anterior y desayunaron con saciedad, debían mantener perfil bajo, Tamara aún estaba muy golpeada, su cuerpo se está recuperando.
Lina quien ha tomado ese cuerpo, siempre fue una mujer bien preparada, tenía muchas virtudes, tocaba el piano como una profesional, instruida en literatura y arte, podía ver las fortalezas de una pintura y su esencia con facilidad, además que fue una excelente bailarina clásica en su juventud, así que no le faltaban talentos para destacar, pero lo más importante, se había criado en un mundo de víboras, así que también tenía habilidades para sobrevivir en ese ambiente, solo necesitaba fortalecer su ya debilitado cuerpo, estaba demasiado delgada, golpeada y anémica, debía solucionar eso antes de enfrentarse a ese nido de serpientes.
—Nelly, desde hoy, no nos metamos en problemas, aún estoy débil, no puedo protegerte, así que nos mantendremos en nuestro pequeño patio, no iremos durante el día por ahí, además, las sirvientas de las otras concubinas son peores de crueles que sus señoras, solo alimentémonos bien y descansemos, ya después quiero arreglar cuentas con esas mujeres —dijo Tamara mientras traza su plan lo mejor posible.
Nelly asintió vigorosa, le alegraba que su señorita esté tan racional, antes, en su necesidad de encajar y ser tomada en cuento, se acercaba demasiado y no sabía defenderse.
Fue así como Nelly parecía desaparecer, solo iba a la cocina para recoger el casi vacío plato de la novena concubina, pero no le importaba, sabía que estaba comiendo mejor que antes.
Por otro lado, las cocineras estaban bastante confundidas, aunque todo parecía igual en la mañana, tenían la sensación de que algo había cambiado, que no todo era como siempre.
Mientras tanto Tamara y Nelly seguían su plan con minucioso sigilo, Nelly descubrió, que en el pabellón de la Madre emperatriz había baños termales y esas aguas eran medicinales, brotaban de la tierra, sin embargo, la emperatriz madre no estaba en el imperio, fue a visitar a una hermana suya a otro reino.
Tamara tomó esta situación como algo bueno, estaba entrenando, había hecho King boxing en la universidad, así que por defensa personal, debía retomar lo aprendido.
Durante la noche, primero se escabulle por los oscuros pasillos y llegar a la mansión de la emperatriz madre, todas las concubinas e incluso la emperatriz, tienen una mansión propia, con un gran patio, todo dentro del castillo, Tamara tiene solo un pequeño apartado, como un departamento con patio, sin embargo, eso ahora no le importa, para Tamara mientras no la molesten durante este tiempo no hay lío.
Caminaron hacia los baños de las aguas termales y Tamara se quedó muda, el lugar es hermoso, aunque está oscuro, la luz de la luna realmente le da un aire de elegancia único.
Las jovencitas se sacaron la ropa, quedaron solo con una camisola blanca, la cual se volvió translúcida, Nelly no entro del todo, no sabe nadar y le da miedo, aunque el agua solo llega hasta la cintura.
Ambas disfrutaron del lugar, se dieron cuenta de que realmente no había nadie en ese lugar, estaba cerrado, pero como ellas entraron por pasillos alternos no fue difícil estar ahí. Juguetearon en el agua una y otra vez, hacían planes para cuando salgan de ese lugar, soñaban con las mil y una formas de tener una casita y poder hacer un negocio, Nelly miraba con afecto especial a su señorita, aunque parecía que venía de una buena familia, Tamara sufría terriblemente en su corazón.
Mientras ellas seguían chapoteando, en lo alto de las terrazas del lugar, en las sombras, la figura esbelta y alta las observa detenidamente, las escucha reír y echar agua por doquier, en silencio, sus ojos mostraban una sutil luz que no se podía reconocer.
Así pasaron los días, Nelly se encargaba de que Tamara esté mejor y la novena concubina se fortalecía poco a poco.
Después de un mes, Tamara decidió que debía hacer una aparición de prueba, así que esperó que las demás concubinas acompañen a la emperatriz a un banquete en la mansión de un duque, justamente del duque que había agredido a Tamaña años después, así que ella dichosa dejo que olviden su invitación y la dejen atrás, pero esta vez, ella iría a pedir su comida.
Tamara se puso el vestido más decente que tenía, su misión es distraer a todos, ha descubierto algo muy interesante, resulta que la primera y segunda concubina, se quedan con los vestidos que le corresponde de acuerdo a lo establecido, así como su dinero mensual y joyas, entre ellas se pelean a ver quien es la que gana en retirar la pertenencia de Tamara antes.
Así que ante el anuncio de que dentro de un mes habrá un banquete en palacio para honrar a los soldados que ganaron en el último enfrentamiento, Tamara asistirá, con un vestido decente, con joyas de buena calidad, no le importa si quieren hacer un escándalo, ella no va a permitir que la dejen de lado como si fuera una mendiga.
Tamara entró en la cocina dejando a las cocineras mudas, sin embargo, después de la impresión, pusieron caras hoscas, solo era la novena concubina, no era nadie importante para nada.
Tamara levantó la barbilla y las miró de soslayo; sin embargo, las caras de las mujeres eran más feas.
Después de 10 minutos, los guardias del palacio imperial estaban en sus puestos sin novedad, algunas sirvientas caminaban por los jardines hasta que escucharon un gran alborto.
De la zona de la cocina, salían las cocineras y ayudantes de cocina corriendo mientras gritaban desesperadas, unas tenían chichones en sus frentes, otras estaban despeinadas y algunas les sangraba la nariz, todas corrían hacia los guardias, pero cuando vieron detrás de ellas, Tamara corría con un sartén en la mano y un gran cucharón en la otra, los revoleaba amenazante haciendo gritar de terror a sus contrincantes.