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Sr. Y Sra. Claus

Sr. Y Sra. Claus

Status: Terminada
Genre:Romance / Completas / Magia / Diferencia de edad
Popularitas:12.1k
Nilai: 5
nombre de autor: Fer.

Dios le ha encomendado una misión especial a Nikolas Claus, más conocido por todos como Santa Claus: formar una familia.

En otra parte del mundo, Aila, una arquitecta con un talento impresionante, siente que algo le falta en su vida. Durante años, se ha dedicado por completo a su trabajo.

Dos mundos completamente distintos están a punto de colisionar. La misión de Nikolas lo lleva a cruzarse con Aila.Para ambos, el camino no será fácil. Nikolas deberá aprender a conectarse con su lado más humano y a mostrar vulnerabilidad, mientras que Aila enfrentará sus propios miedos y encontrará en Nikolas una oportunidad para redescubrir la magia, no solo de la Navidad, sino de la vida misma.

Este encuentro entre la magia y la realidad promete transformar no solo sus vidas, sino también la esencia misma de lo que significa el amor y la familia.

NovelToon tiene autorización de Fer. para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Parte 21

Nikolas 

Sentía una ira que hacía siglos no experimentaba, un fuego helado que me recorrió desde el pecho hasta las manos. Podía ver cómo la tristeza se apoderaba de Aila, mi futura esposa, todo por culpa de su madre. Detestaba el modo en que sus palabras, tan carentes de afecto, lograban hacerla pedazos. No me gustaba ni un poco cómo aquella mujer se comportaba.

—No sé —volvió a decir su madre, como si esas dos palabras fueran suficientes para justificar el vacío que había en su respuesta.

Los ojos de Aila se llenaron de lágrimas, y yo, impotente, sentí un nudo en el estómago. Entonces, como un trueno que rompe la calma, su tristeza se transformó en furia.

—¡Solo quieres a Emma! —exclamó, levantándose del sofá con tanta energía que parecía llenar la habitación entera—. Siempre ella. Siempre tienes tiempo para lo que hace, siempre la apoyas en todo. Pero conmigo... —su voz se quebró un poco, pero continuó con firmeza—. Conmigo nunca tienes tiempo para nada. Y ahora dudas en ir a la boda de tu hija, de tu maldita hija.

Sus palabras resonaban en mis oídos, cada una como una estaca que atravesaba mi pecho. Aila respiraba agitada, y yo no podía quedarme quieto. Me acerqué con calma y posé una mano en su cabello, acariciándolo con la ternura que sabía que necesitaba. Ese simple gesto siempre parecía calmarla, y aunque aún estaba temblando, poco a poco noté cómo su respiración se volvía más estable.

Pero sus ojos... sus ojos me mostraban algo que no podía ignorar. Ella estaba rota.

—Me rindo contigo —murmuró con una voz cargada de tristeza, mirando a su madre—. Me rindo de buscar tu atención. Quédate con Emma, si eso es lo que quieres.

Entonces se volvió hacia mí, sus ojos buscando algo, quizá refugio, quizá fuerza.

—Vámonos, Nikolas —me pidió, su voz teñida de una mezcla de resignación y dolor—. No prenderé velitas donde no me siento amada.

Su padre, quien hasta entonces había guardado silencio, se levantó rápidamente.

—Hija... —dijo, negando con la cabeza, pero Aila no le dejó continuar.

—Te amo, papá. —Su voz era más firme esta vez, aunque cargada de melancolía—. Te mandaré cartas cada vez que pueda.

Aila tomó una mochila que había traído y sacó unos juguetes, regalos hechos por los elfos para sus sobrinos. Era un gesto tan suyo, tan lleno de amor, incluso en un momento como ese. Entregó un osito que hablaba al más pequeño y una mini moto al mayor.

Emma trató de intervenir, sosteniéndole la mano cuando dejó los regalos.

—Espera, piensa antes de hacer algo —le rogó su hermana.

Pero Aila apartó su mano con ira.

—No quiero hablar con alguien que siempre se queda callada porque sabe que las cosas jamás le afectarán —respondió, su voz cargada de reproche.

Por un instante, pensé que la discusión terminaría allí. Pero cuando Aila me tomó de la mano para dirigirse hacia la puerta, Emma gritó desesperada.

—¡No! ¡No puedes huir!

Aila se giró, lágrimas rodando por su rostro. Algo en mi interior reaccionó, como si una fuerza más grande que yo mismo se desatara. El aire en la habitación cambió drásticamente, y de pronto, el frío comenzó a apoderarse de todo.

—Nikolas, está haciendo frío —susurró Aila, jalando suavemente mi abrigo. Su rostro se había vuelto pálido, y me di cuenta de lo que estaba ocurriendo. Hace siglos no sentía este poder descontrolado. Cerré los ojos, respiré profundamente, y devolví la temperatura a la normalidad.

No me gustaba el rumbo que estaba tomando la discusión.

—No creo que esto esté llevando a nada bueno —dije con calma, mientras acariciaba el cabello de Aila con sumo cuidado—. Señora, usted solo tiene miedo, pero no lo está expresando de la manera correcta.

Mi voz era firme, pero no fría.

—Respeto mucho a su hija —continué, mirando a su madre directamente a los ojos—. Jamás le haré daño. Sé que ella es fuerte, que toma decisiones por sí sola, y que siempre encuentra soluciones.

La mujer me miró con duda y respondió con palabras que me hicieron apretar los dientes.

—¿Y qué hará ella si tú resultas ser un mal hombre? Podrías lastimarla.

Negué con la cabeza, sintiendo una calma que era casi antinatural.

—Jamás lo haría. —Volví mi atención a Aila, permitiendo que mis ojos hablaran por mí. Ella era mi todo—. Ella se convertirá en mi vida entera, y le prometo que haré todo lo que esté a mi alcance para darle todo lo que merezca. Incluso más.

Aila me miró, y en sus ojos vi gratitud. Tal vez no todo estaba perdido. 

Las cosas comenzaron a calmarse, como si un leve soplo de viento apaciguara las llamas de un incendio. La madre de Aila, con los ojos llenos de una mezcla de arrepentimiento y vulnerabilidad, asintió y, con una voz quebrada, finalmente se disculpó.

—Tengo miedo —confesó, sus palabras cargadas de una emoción que parecía haber reprimido durante años—. Miedo de lo que pasará contigo. ¿Te volverás inmortal? ¿No te podré volver a ver?

Su voz se quebró, y sus manos temblaban ligeramente mientras intentaba encontrar las palabras adecuadas.

—No es que quiera más a tu hermana. Amo a las dos por igual. Siempre pensé que eso era suficiente, que con solo quererlas bastaba. Pero... tal parece que solo te hice daño.

El silencio que siguió fue pesado, pero no frío. Era un silencio cargado de entendimiento, como si algo que había permanecido oculto durante años finalmente saliera a la luz. Aila se quedó inmóvil por un momento, su mirada fija en su madre. Luego, lentamente, dio un paso hacia ella.

—Mamá... —susurró, su voz llena de una ternura que hasta ahora parecía ausente.

Ambas se abrazaron. Fue un abrazo tan sincero, tan cargado de emociones, que incluso yo, un observador externo, sentí el impacto. Aila dejó que las lágrimas fluyeran libremente, y su madre, por primera vez en mucho tiempo, pareció dejar de lado todo orgullo para consolarla.

Emma, que había estado de pie a un lado, observando todo con incertidumbre, finalmente se unió al abrazo. Con un sollozo ahogado, rodeó a su madre y a su hermana con sus brazos, creando un cuadro de amor y reconciliación que parecía casi irreal.

A lo lejos, el padre de Aila observaba la escena con una sonrisa serena. Era como si un peso invisible se hubiera levantado de sus hombros. Lentamente, se acercó a mí, sus pasos seguros pero tranquilos. Cuando estuvo lo suficientemente cerca, habló con una voz cargada de nostalgia y orgullo.

—Aila siempre ha tenido un carácter firme —me dijo, como si estuviera compartiendo un secreto familiar—. Desde pequeña fue diferente. En comparación con su hermana, que siempre ha sido más tranquila, Aila tenía algo... una fuerza que la impulsaba. Siempre supimos que estaba destinada para cosas grandes, pero nunca creí que llegaría a este punto.

Hizo una pausa, su mirada perdida en el abrazo de sus hijas.

—Siempre discutía con su madre por proteger demasiado a Emma. Ambas son importantes, pero Emma siempre ha sido un poco más... ilusa. Aila, en cambio, enfrentaba el mundo con una valentía que nos desafiaba a todos.

Escuché sus palabras con atención, asintiendo lentamente. Podía ver todo aquello que describía reflejado en Aila, esa mezcla de fuego y determinación que la hacía tan única.

—Es normal equivocarse —respondí, manteniendo mi tono sereno—. Lo importante es que siempre han querido mejorar.

Mientras hablábamos, no pude evitar recordar cuánto tiempo llevaba observando a los humanos. Había visto a tantos crecer, cambiar, evolucionar. Algunos se perdían en el camino, pero aquellos que eran buenos de corazón... ellos casi siempre encontraban la manera de mejorar, de enmendar sus errores. La familia de Aila no era la excepción.

Así llegó el momento de encender las velitas. Había algo casi mágico en ese acto, algo que trascendía el simple gesto de prender una llama. Cada uno de nosotros sostuvo una vela, y en el reflejo de esas pequeñas luces, vi algo que me hizo detenerme.

Un destello dorado, sutil, pero inconfundible, apareció en los ojos de los más pequeños. El rostro lo había reconocido, me miraba con una gran sonrisa, mientras permanecía arriba de la familia, cuando giré a ver Aila, ella podía ver lo mismo que yo, estaba sorprendida y luego me miro a mí sin quitar su expresión de sorpresa.

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𝔸𝕞𝕖𝕝𝕚𝕒 𝕎𝕖𝕚𝕤 🇦🇷🇦🇷
excelente novela me encantó de principio a fin felicidades autora 👏👏👏👏
ariadna patiño
Hermano? y en qué momento se mencionó a un hermano??!! Sólo se habló de la hermana
ariadna patiño
Se supone que son tres... O no?
ariadna patiño
No está clara la cuestión del nacimiento, ¿son dos o tres? Tiene que aclarar el nacimiento, menciona dos nacimientos, se supone que son tres ¿y el otro? en qué momento nació?
ariadna patiño
Sería el primero, no?
Nairobis Cardozo Portillo
Excelente
Daribel Rodrigez Hernandez
hola como estas espero que bien cuando empieza la historia de krampus
ariadna patiño
¿Cómo? ¿Ya pasó Navidad? Se supone que llegó unas semanas antes de Navidad, arregló la Villa y se fue a la de Rodolfo, ¿en qué momento fue Navidad?
Batichica🖤 TG
Creo que es la primera vez que leo una de tus novelas, pero te aseguro que la he disfrutado un montón y pasaré a leer lo que tengas 🖤
¡Eres muy buena!
Fer: Muchas gracias! ❤️❤️
total 1 replies
Z
autora es la primera vez que leo una de tus historias pero lo ame ,disfrute muchísimo cada capítulo ,Gracia spor tan magnífica obra
Fer: Muchas gracias ❤️❤️
total 1 replies
Yinaica Diaz
Excelente
Leidy Martinez Amaya
autora cuando empiezas la historia de krampus gracias
Fer: Este año a finales, en Navidad jajajaja
total 1 replies
Yanet Hilario
Malo
Yanet Hilario
Muy malo
Batichica🖤 TG
Me encantó la boda 🖤
Verónica ❤️❤️🇲🇽
Aquí esperando con muchas ansias la boda del siglo... 🤵👰🎅🤶
Batichica🖤 TG
Insertando aquí un grito de loca emocionada 🤣 Jaajajjaja perdón es que quisiera asistir kajjajajja
Ana Gonzalez
exelente novela
Ana Gonzalez
exelente novela
Ana Gonzalez
más capitulos 🙏 exelente novela
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