El maltrato se manifiesta de diversas maneras y no siempre a través de la agresión física. A menudo, la vida nos coloca en situaciones donde la baja autoestima nos juega una mala pasada, afectando nuestra percepción y bienestar. Sin embargo, la autoconfianza puede proporcionarnos las herramientas necesarias para transformar nuestras vidas de manera sorprendente, permitiéndonos superar los desafíos y reconstruir nuestra autoestima. En este contexto, es fundamental reconocer las distintas formas de maltrato y trabajar en el fortalecimiento de la autoconfianza como medio para alcanzar una vida plena y saludable.
Es necesario comprender que tenemos valor y no somos simples objetos al servicio de los demás.
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capitulo 4 la revancha y la locura
Daniel bebía como si se le terminará el mundo mirando a la pista .
Su acompañante estaba furiosa, tanto que se levantó y se marchó.
Elizandra hizo una pausa para ir al baño y Osman decidió acompañarla y hacer lo mismo.
— No es justo, tu fila es menor.—protestaba divertida.
— Si quieres te pongo una venda y entras conmigo. —la invitaba al baño masculino.
— No gracias, esperaré.
No es mi intención asustar a los caballeros.— seguían bromeando como desde el principio.
Osman sonrió entrando a hacer lo suyo ,pero regreso a esperarla como un caballero y conversar mas con ella.
— ¿Soltero,enredado? ,se que casado no,eso para ti es una especie de alergia creo.— estaba encantado con Elizandra.
— No tengo a nadie ,no por ahora.— respondía.
— Sabes.... estaba enojada con el descaro del cucaracho en reclamarme la fidelidad que el no me daba.
Pero ya no y una cosa más, bailas de primera.— lo halagaba.
— Mi madre estaba preocupada con la violencia ,así que me obligó a tomar clases de baile.—le explicaba mientras caminaban lado a lado en la fila del baño femenino.
— ¿Era muy peligroso tu barrio?.— sentía curiosidad de cómo eran las cosas en su país.
— Algo así, el mundo es peligroso y hay que saber defendernos.
Déjame hacer una magia por ti.— sentía que haría una picardía.
— ¿Una magia??, claro.—esperaba ansiosa que haría a continuación, se estaba divirtiendo demasiado con el.
— Dame un momento.
Muchacha 1000 pesos por tu lugar.— le ofrecia a la que estaba al principio de la fila ya por entrar.
— ¿Con quien debo cambiar??.— miraba hacia atrás.
— La señorita de rojo.— señalaba a Elizandra que levantaba la mano al ser señalada .
— Está muy lejos que sean 2000.— negociaba ,eso era bueno para su fama de buen comerciante.
— 1500 ,me gusta el regateo.— volvía a hacer su oferta.
— Acepto los 1500.— le entregaba la plata y cambiaron de lugar con Elizandra.
— ¿Que hiciste??.— preguntaba intrigada loca por orinar.
— Compré tu lugar en la fila,¡anda!, entra.— ya había espacio para ella en el baño.
—¡¡Eres un amor!!.— le dio un beso rápido en los labios como un sello y entró encantada.
—Señoritas habilitaron otro baño por alli.— señalaba el de seguridad y se fueron todas apuradas.
Daniel venía medio borracho y cuando vio a Elizandra saliendo del baño , quiso arrastrarla nuevamente.
—Cierra los ojos.— se interponia en su campo de visión.
—¿Que ??.— no entendía que quería Osman.
No debería haberlo besado aunque fuera de leve,pensaba Elizandra .
— Cierra los ojos.— le hizo caso y la obligó a quedarse contra la pared.
Ella no había visto a Daniel ,pero antes que pudiera tocarla, estaba demayado en el suelo de un golpe en seco que Osman le daba.
Lo arrastró al baño femenino y cerró la puerta.— se lavó las manos y salió al encuentro de Elizandra.
—¡¡ Pronto!! ,puedes abrirlos.— tenía en manos una rosa de los jarrones del baño femenino donde había dejado al rival.
— ¿Sacaste flores del baño femenino??.— le preguntaba.
— ¿Que flores??.— se hacía el desentendido .
—Las flores del jarrón que están en la entrada.— quería entrar y verificar que fueran las mismas.
—No entre al baño femenino.— la arrincono y la besó para evitar que fuera a comprobar la similitud y encontrará a su ex dormido en el piso.
Aunque realmente eso quería besarla, desde el momento en que la vio dormida en el avión a su lado.
Sentía que le correspondía, necesitaba más.
Elizandra se daba cuenta, lo que le estaba provocando,ella también lo necesitaba, llevaba mucho tiempo sin sexo.
Todo el viaje y un poco más por el estres de los preparativos ,además del trabajo.
No recordaba la ultima vez que había tenido intimidad con su novio.
La tomó de la mano como buscando un lugar más privado.
Entraron en la primera puerta que encontraron abierta.
Parecía una zona de guardados.
Con demasiadas sillas y mesas de lo que podría haber sido el antiguo negocio del lugar.
No les importo el polvo ni nada.
Los besos subidos de tono querían más.
Sin pudores la ropa rodaba por el piso.
Se olvidaron del mundo,de donde estaban, de todo.
Encima de una mesa estaba Osman acostado con ella empotrada.
Ese hombre estaba puro fuego y deseoso de sexo , tanto como ella.
Sentía inundada su ser ,hasta olvidadando cualquier tipo de protección en ese momento de calentura.
Y asi continuaron hasta calmarse . Entre besos volvieron a colocarse la ropa como dos niños traviesos que se escondían de su mamá a hacer travesuras.
Sintieron algunos pasos y apuraron con los calzados.
— ¡¡No pueden estar aquí!!.— les advertía un seguridad.
Se miraron cómplices y se marcharon perdiéndose del lugar para meterse en donde pudieran estar más cómodos y teniendo más de lo que ya estaban teniendo.
Daniel fue encontrado en el baño de damas y conducido a otro lugar.
No sabían quién lo había golpeado y el tampoco podía responder por la borrachera.
Seguramente se había querido pasar con alguna de las chicas de la fila.
Lo metieron a un taxi y lo enviaron a casa,uno de sus colegas de trabajo se encargó de él,al verlo golpeado.
Estacionaba vehículos en ese local durante la noche.
Llamar al departamento y que otra mujer que no fuera Elizandra abriera la puerta, era una novedad.
Además estaban viajando juntos,no se hablaba de otra cosa en la concesionaria.
—Está tomado y alguien lo golpeó.— le explicaban a la muchacha.
—¿Usted quien es?.— preguntaba,no conocía a sus amistades .
— Yo trabajo con él en la concesionaria y de noche estaciono autos en una discoteca que esta de moda ,El bowl..
¿Tu eres??.— preguntaba sin saber quien era que lo recibia.
— Su novia.— respondió
— Bueno ahí te lo dejo,mañana hablo con él, tengo que regresar al trabajo. — se disculpaba por no poder hacer más nada .
— Gracias por traerlo.— agradecía.
Lo cargó hasta el sofá como pudo y apenas reacciono , se puso a llamar a Elizandra para que regresara a él enviándole mensajes al buzón.
Furiosa se vistió y lo dejó a su suerte en el departamento.
No iba a ser un consuelo, porque no soportaba ver a su ex con otro.
Elizandra estaba ajena a todo eso,miraba fascinada la habitación de hotel en la que estaba alojado Osman.
— Esto es mas grande que el departamento donde vivo.
¡¡Dime que tiene tina!!.— parecía una niña pequeña.
— Tiene tina,¿quieres usarla?, es toda tuya.—le señalaba el baño.
— No me trajiste aqui para que me bañe en la tina.— sabia bien lo que quería de ella.
— Soy un hombre paciente,en serio ve a la tina.—le ofrecia.
— ¡¡Eres un amor!!.— corrió al baño preparando las escénicas y las espumas para meterse dentro.
Sentía que su cuerpo se relajaba hasta casi dormirse
Osman la interrumpió metiéndose en la bañera con ella .
Estaban frente a frente y resolvió jugar un poco con el tocando con uno de sus pies su pecho para luego descansar la pierna en su hombro.
La arrastró hacia el subiendola encima de la dureza que ya la esperaba.
— Seductora,hermosa...perfecta.— la besaba encantado.
Hicieron el amor allí mismo.
Mas tarde Elizandra dormía desnuda en la cama y recorría con la punta de los dedos ,esa piel morena tan hermosa que lo había cautivado.
Se puso en pie y empezó a trabajar nuevamente, en pocos días tenía que tomar importantes decisiones.
Sus instintos más bajos ya habían sido saciados ,ahora sólo debía concentrarse en el trabajo.
Ya amanecía cuando se despertó aturdida, Osman estaba concentrado en la computadora.
— No duermes nunca.— sonrió al verla perezosa.
—¿Quieres compania??.— se ofrecia para ella.
— Tu quieres mi compania. — se mostraba seductora.
Cerro la computadora y se perdió en las curvas de Elizandra una vez más hasta quedar agotado y dormido.
Pero ella no, sintió que era el momento exacto de marcharse.
Seguramente sus amigas estarían preocupadas con ella.
Entro al baño y se ordenó.
Después se acercó a la cama y le dio un beso suave en los labios para marcharse enseguida.
Era solo sexo y del bueno.
Hacia mucho que no se sentía tan plena.
Llegó a casa con una sonrisa y Adriana le cerró el paso.
— ¿Donde estabas??, pensé que habías vuelto con Daniel.— le recriminaba.
— No soy tan estupida para volver con ese traidor.
Pero para tu información me bañe en una tina de espumas con un gringo divino que dice ser turco y me desperté en su cama desnuda.
Lo hicimos en el depósito de tu trabajo, en la tina y en la cama...
Ese tipo es una máquina.
El barba ese... ¡¡si que sabe lo que hace!!.— sonreía pensando en las locuras que había cometido en la madrugada.
— Deja los detalles sórdidos para después ...descarada.
Ve a dormir, tienes una cara de bien amada que da envidia.— le dio un abrazo y entró al departamento donde aún no había dormido, ni una noche.
Su amiga Paolita se había divertido también, tenía a dos chicos desnudos en la sala con ella al medio.
Seguramente se había olvidado de que ahora compartía el departamento.
Tomó una ducha y se fue a la cama,tendría que hablar con su colega más tarde.
La sala no era para eso.
