EL PODER DE LOS OJOS DIVINOS

La historia continua

Gabriel se despierta sintiéndose mareado, mientras la abuela de Beatriz empieza a acomodar y le indica que se sienten todo. Gabriel, confundido, le pregunta a la abuela qué ha pasado.

Liz, presentándose, le explica que le puso un sello para controlar su ira. Ante la mirada de sorpresa de todos, Sam pregunta cómo lo sabía.

Liz responde que tiene un libro lleno de información detallada, incluyendo la verdadera historia de hace 400 años. Extrayendo cuidadosamente un libro de la mochila de Beatriz, revela que las narrativas acerca de la pelea de los ángeles rebeldes son falsas y que este libro proviene del antiguo reino de los elfos, conteniendo relatos mucho más antiguos y veraces.

En la historia de Orbes, explica Liz, el supuesto líder de los 7 ángeles primordiales no es realmente el villano, sino que la verdad es que la figura de Dios sería el verdadero villano según esta cosmovisión. La impactante revelación deja a todos atónitos, generando un mar de dudas y preguntas en sus mentes.

Sam, con molestia en su voz, le responde a Liz,

-No puedes hablar de esa manera de Dios, él te maldecirá. Nuestro Señor es un ser piadoso y bondadoso.

Liz le contesta,

-La mayoría de los habitantes de este reino han sido condicionados con una versión distorsionada de la historia real.¿Pornwue será que Dios no se ha manifestado desde hace 400 años.?

Sam responde con molestia,

-En los libros se dice que Dios usa gran parte de su poder para sanar a los humanos, y se rumorea que está dormido y pronto despertará.

Liz interviene,

-Eso es un error. Dios despreciaba a los humanos, consideraba que eran la peor de las razas. Los humanos estaban inmersos en constantes conflictos violentos y tumultuosos. Él deseaba exterminar a toda la humanidad, pero Orbes y muchos otros ángeles no estaban de acuerdo con Dios.

Orbes se dirige a Dios,

-Los humanos pueden ser violentos y estar llenos de odio, pero también son seres capaces de aprender de sus errores, solo necesitan tiempo para evolucionar.

Dios lo observa y responde,

-Son mis mandatos y deben ser cumplidos.

Dios envía a sus ángeles para erradicar a toda la humanidad; sin embargo, Orbes y los demás ángeles rebeldes, hartos de la situación, descienden a la tierra y confrontan a los ángeles de Dios.

Orbes forma una alianza con los reinos humanos, lo que complica la situación para Dios, ya que tanto los humanos como los ángeles rebeldes eliminan a los ángeles enviados por Dios. Consciente de la violencia y agresividad de los humanos, Dios decide aliarse con el Reino de Altagracia y compartir parte de su poder.

Él comprendió que para combatir a los humanos necesitaba la ayuda de los mismos, aun así, Orbes lograba ganar más batallas, lo que provocó la ira de Dios, quien optó por descender a la tierra.

Una feroz confrontación se desató en la tierra entre Dios y Orbes. A pesar de que Orbes era la mejor creación de Dios y extremadamente poderoso, no pudo vencer a Dios. Finalmente, Orbes decidió sellarse junto con Dios y los demás ángeles.

La mesa estaba llena de confusión.

Sam le dice a Liz,

-Esa historia carece de lógica, yo sigo creyendo en la historia de mi reino. Mi lealtad está con Dios.

Liz responde:

-Puedes creer en la historia que prefieras. Lo importante es que Gabriel es la conexión entre Dios y Orbes.

Gabriel se quedó impactado y confundido, sin comprender lo que ocurría.

Gabriel, confundido, pregunta:

-¿Cómo es posible? No logro entender lo que estás diciendo.

Liz explica:

-La fuerza y el poder de sus almas no pueden ser destruidos ni desaparecer de repente, es extraño que ambas almas hayan entrado en ti. ¿Cuál crees que sea la razón?

Gabriel, aún desconcertado, murmura:

-Entonces, ¿poseo tanto el poder de Dios como el de Orbes? ¿Es por eso que mi ojo izquierdo...?

Sam, enfadado, interrumpe:

-¡Es imposible! Dios no está sellado ni nada por el estilo. Él eliminó a Orbes.

Liz responde:

-Entonces, ¿cómo se explica la anomalía en Gabriel? Así es como es.

Sam y Eva, visiblemente molestos, se quedan en silencio.

En su mente, Gabriel reflexiona:

-Entonces, tal vez tengo el poder tanto de un dios como de Orbes, por eso soy tan poderoso. Parece que he tenido mucha suerte.

Liz lo mira seriamente y comenta:

-Ahora más que nunca deben cuidar a Gabriel. Existe un grupo de guerreros de élite conocidos como las 7 Pieza de Dios, quienes están bajo las órdenes del gran sacerdote.

Gabriel pregunta, intrigado:

-¿Quiénes son ellos?

Liz responde con gravedad:

-Como te mencioné, son un grupo de guerreros de élite que te buscarán para acabar contigo, al hacerlo liberarán a Dios de su prisión.

La revelación sorprende a todos y la preocupación se hace evidente.

Liz se dirige a Sam y Eva con urgencia:

-Sé que confían en la historia que conocen, pero Gabriel está en peligro. Les pido que no llamen la atención.

Gabriel, decidido, exclama:

-Si me vuelvo más fuerte, podré enfrentarlos y derrotarlos. Solo debo entrenar arduamente para alcanzar ese nivel de poder.

Liz advierte con firmeza:

-Entrenar sin control no es la solución, Gabriel. A medida que te vuelves más fuerte, tu habilidad para controlar tu ira se verá comprometida, corriendo el riesgo de perder el control y convertirte en una bestia de ira sin conciencia.

La preocupación se apodera de todos. Gabriel, frustrado y confundido, no sabe cómo actuar.

Liz se disculpa con sinceridad:

-Lamento la inquietud que esto ha causado, les deseo buenas noches.

Liz y Beatriz se retiran, dejando a Gabriel sumido en sus pensamientos. Sam y Eva permanecen abajo, buscando desesperadamente una solución mientras derraman lágrimas de impotencia.

Gabriel se acuesta en la cama, sintiendo una mezcla de tristeza y confusión que lo abruman. Su mente está cerrada, incapaz de encontrar una solución. A pesar de todo, el agotamiento lo vence y termina quedándose dormido. En sus sueños, se ve nuevamente en ese lugar tranquilo, pero una voz firme y desconocida lo interrumpe diciendo:

"Esas historias son falsas. Pronto te guiaré hacia mí para que descubras la verdadera historia de este mundo."

Gabriel se despierta sobresaltado, buscando alrededor pero no encuentra a nadie en la habitación. Baja las escaleras y sale al patio, la medianoche envuelve el lugar y la luz de la luna ilumina su rostro. Escucha un ruido arriba y al voltear ve a Beatriz. Ella estaba golpeando la ventana de Gabriel, ella estaba por irse pero se percata de Gabriel

Gabriel preguntó sorprendido:

-¿Qué haces aquí, Beatriz? ¿No es muy tarde?

Beatriz le respondió con determinación:

-Estoy aquí porque no puedo dormir, estoy preocupada por ti y quiero ayudarte a entrenar para que seas más fuerte.

Gabriel, recordando las advertencias de Liz, le expresó su preocupación:

-Pero Liz dijo que si entreno, podría perder el control de mi ira.

Beatriz le explicó con seguridad:

-Mi abuela te ha protegido con un sello, eso debería ser suficiente para contener tu ira. Es importante que te fortalezcas, es la única forma de encontrar la calma.

Convencido por las palabras de Beatriz, Gabriel aceptó entrenar y juntos se dirigieron hacia los pies del gran árbol. Mientras se preparaban, Beatriz mencionó algo importante:

-La próxima semana es el examen final de la escuela de conjuro básico, y creo que consistirá en un torneo de peleas.

Emocionado por la noticia, Gabriel respondió entusiasmado:

-¡Un torneo! ¡Eso suena divertido, debemos entrenar duro para ganar!

Finalmente, al llegar a los pies del gran árbol, Beatriz se preparó para comenzar el entrenamiento:

-Entonces empecemos, ¿estás listo, Gabriel? Mi estilo de pelea es algo distante, intenta acercarte a mí.

Gabriel, con determinación en sus ojos, respondió con confianza:

-No subestimes mi determinación.

Gabriel se lanza al ataque Los destellos de magia iluminaban el bosque. Las raíces retorcidas se retorcían en el suelo, tratando de atrapar a Gabriel, quien saltaba ágilmente para esquivarlas. Beatriz, con ojos brillantes y determinación en su rostro, lanzaba hechizos poderosos en un intento de derrotar a su oponente.

Gabriel, con su mirada llena de determinación, se lanzaba hacia Beatriz con valentía, decidido a vencerla. El brillo de sus ojos azules chispeaba con una intensidad casi sobrenatural mientras desviaba las raíces y corría hacia su enemiga. En un instante de confusión, Gabriel descubre el poder de su ojo derecho. El ahora podía localizar mana.

El aire vibraba con la energía de la batalla mientras Gabriel se acercaba rápidamente a Beatriz, lanzando un golpe impactante que la hace retroceder. En un sorprendente giro de eventos, Beatriz crea un muro de tierra para bloquear un proyectil de fuego de Gabriel, creando una nube de polvo.

Desde las alturas de un árbol, Gabriel observa con determinación a través de la nube de polvo, utilizando su ojo derecho para localizar a su oponente. Con un grito de determinación, Gabriel baja del árbol y se lanza hacia Beatriz, desatando toda su energía en un intento desesperado por vencerla.

El choque de fuerzas mágicas llenaba el aire con electricidad y el corazón de los presentes latía con emoción mientras Beatriz y Gabriel se enzarzaban en un combate espectacular. Finalmente, Beatriz logra atrapar a Gabriel,

Él se rinde y admite que ella es fuerte. Beatriz lo libera.

Beatriz se dirigió a Gabriel con curiosidad:

-¿Estás aprendiendo a utilizar tu ojo derecho?

Gabriel asintió:

-Sí, intenté canalizar maná a través de mi ojo izquierdo pero no tuve éxito.

Beatriz reflexionó:

-Eso podría ser debido al sello que mi abuela puso para contener tu ira.

Gabriel asintió de nuevo:

-Supongo que no puedo depender de mi ojo izquierdo entonces.

Beatriz se disculpó:

-Me tengo que ir, mañana tendremos el examen de la clase de tierra.

Beatriz y Gabriel se despidieron con un gesto amistoso.

Al día siguiente, Gabriel se despierta y se da cuenta de que sus padres no están en casa. La preocupación lo invade y comienza a revivir recuerdos de su infancia de su vida pasada, cuando fue abandonado y todo lo que sufrió después.

En medio de su angustia, Gabriel murmura para sí mismo:

-Me abandonaron por culpa de mi maldito ojo.

Impulsado por la desesperación, busca un cuchillo y lo acerca peligrosamente a su ojo izquierdo con la intención de quitárselo. Justo en ese momento, la puerta se abre y entran San y Eva. Gabriel corre hacia ellos, los abraza y entre sollozos les dice:

-Pensé que me habían abandonado.

Sam lo tranquiliza:

-No digas eso, mi pequeño. Solo salimos a buscar un talismán que vendían en el mercado.

Gabriel se enjuaga las lágrimas y pregunta con curiosidad:

-¿Talismán? ¿Qué es eso?

Eva le explicó a Gabriel:

-El talismán que llevas es un amuleto de tranquilidad, que reforzará el sello impuesto por la señora Liz.

Eva le entrega el talismán a Gabriel, quien piensa para sí mismo:

-No tengo mucha fe en que esto funcione, pero me gusta.

Gabriel sale de la casa y se dirige a la escuela luego al patio donde se encuentran todos los alumnos, incluida Beatriz.

Gabriel se acerca a Beatriz y ella le pregunta:

-¿Estás listo para el examen de hoy, Gabriel?

Con determinación, él responde:

-Sí, estoy listo.

Finalmente, el maestro Alex llega al patio y anuncia:

-Todos en silencio y presten atención. Hoy vamos a realizar un examen. Consistirá en manipular la tierra para crear una estatua idéntica a ustedes mismos. Cuantos más detalle se agreguen, mejor será su puntuación. ¿Todos entendidos?

Durante el examen, todos los alumnos se enfrentan a dificultades. Algunos se frustran, mientras que otros logran avanzar. Gabriel lucha por manipular la tierra, sintiéndose exhausto, pero su determinación lo impulsa a esforzarse al máximo. Al finalizar, cae rendido al suelo por el cansancio. Beatriz acude en su ayuda para levantarlo, mientras el maestro se sorprende por el excepcional trabajo realizado por Gabriel y Damián, quienes obtienen la mejor puntuación.

Al salir de la escuela, Gabriel regresa a casa y comparte con su padre la noticia de sus excelentes notas. Sus padres se emocionan y deciden celebrar llevándolo a un restaurante. Gabriel se siente radiante de felicidad por sus logros.

Fin del capítulo.