La Desendecia De Los YANKELEVICH

Xiao sentía una presión muy grande en su pecho al verlo con esa mujer, la llenó de celos, de furia; pero era fuerte y no pensaba mostrarle nada, se puso seria y con una amargura en su voz le dijo. - ¿Qué hacen aquí? Ustedes dos no pueden estar aquí, es solo para la familia, deberían marcharse.

Nain se le quedó mirando y en el momento que miró su mirada, supo que estaba triste, que parecía a punto de llorar; él realmente sintió la necesidad de abrazarla, de tratar de darle consuelo, no quería verla así de triste.

Pero por más que deseara consolarla y saber lo que le faltaba, no lo podía hacer. Se repetía mentalmente que tenía que estar lejos de ella, no podía hacer que ese cariño creciera más, entendía que ese cariño no era correcto.

Tomó una actitud seria y con una dureza le dice. - Discúlpenos, joven maestra, no fue nuestra intención molestarla.

Solo que estamos buscando al maestro Nasir, nos dijeron que estaba aquí.

Xiao no dejaba de ver cómo esa mujer tenía tomado el brazo de Nain y cómo pegaba su cuerpo a él; ese enorme pecho que tenía lo pegaba a su brazo, eso realmente le estaba doliendo, porque era ella quien deseaba estar a su lado.

Pero también verlos juntos era una señal de que cualquier esperanza de poder tener una relación se terminaba con lo que estaba haciendo y en ese momento, con una voz endurecida, le dice. - Ya vieron que no está, será mejor que se retiren.

A nadie de la familia le va a gustar verlos aquí, no es un lugar al que pueda venir cualquiera, aquí solo pueden estar los maestros y las maestras.

La joven sonríe al escuchar lo que Xiao le dice y con una ironía le dice. - Entonces no hay problema de que estemos aquí, porque Nain es una persona que es adorada por el gran maestro.

Yo siempre he escuchado que puede ir o hacer lo que quiera en la isla, se podría decir que lo mira como si fuera su hijo; la verdad creo que te comportas demasiado arrogante, presumida, solo por ser la hija adoptiva del señor Adonis.

Xiao, no te creas tanto y cuida cómo le hablas a los demás. Alguien podría ponerte en tu sitio, porque ni los que tienen la sangre del maestro se comportan así, ni siquiera las que se han casado con su familia.

A Nain no le gustó nada lo que le dijo y molesto le dice. - Andrea, será mejor que te calles.

En ese momento se escuchó una voz dulce, tranquila, con un temple tan tranquilo, pero a la vez causaba un escalofrío que te hacía sentir el deseo de salir corriendo de ahí, que decía. - Nain tiene razón, será mejor que se calle, señorita.

A nuestra familia no le gusta que nadie lastime a nuestros miembros y mucho menos que la ofendan; usted está siendo demasiado insolente con la joven maestra Xiao.

Para todos en la familia, Xiao es parte de nosotros. Da gracias a que fui yo quien escuchó cómo le habló señorita, porque si hubiera sido mi tío Adonis, en este momento usted ya fuera un carbón al rojo vivo.

Nain, entiendo que vengas a buscar a mi tío Nasir, pero para la próxima será mejor que no traigas a alguien extraño a la casa; para nosotros tú eres importante, pero los demás, solo son personas que están siendo protegidas y que tienen su lugar limitado en esta isla.

Xiao al ver detrás de Nain y la mujer, mira que Adal se iba acercando. Como siempre conservaba esa tranquilidad, ese rostro de ángel y ese temperamento tranquilo; a pesar de que ya era un hombre de 24 años, ese temperamento de inocencia, de paz, de tranquilidad y seguridad, no se iba.

Nain a pesar de saber que la familia lo quería y lo respetaba, algo que nunca había podido superar era el miedo que ese joven con cara de ángel le provocaba. De todos en la familia era el único con el que no le gustaba estar; inseguro, dice. - Joven maestro Adal, buenas noches.

Disculpe a la señorita Andrea, le prometo que esto no volverá a pasar; si nos disculpa, nosotros nos retiramos, tenemos que buscar al maestro Nasir.

Nain lo más rápido que pudo salió de ahí, nunca se esperó que Adal llegara; pero lo que más le molestaba era que no estaba solo, que Andrea estaba con él, en ese momento miró tan triste a Xiao.

Realmente deseaba saber por qué estaba tan triste, porque sus ojos parecían que iban a llorar, pero al mismo tiempo se reprendió, no pensaba acercarse a ella; después de lo que Adonis le dijo ese día en el manantial.

Encontraron a Nasir en la entrada de la casa, estaba con su pequeña Izanami, que no podía dormir. La cargaba en sus brazos tratando de hacerla dormir; era una pequeña de 7 años, pero en los brazos de su padre, parecía una pequeña niña.

Nasir era un hombre alto, de un cuerpo ancho, con unos brazos gruesos y musculosos; ese rostro, que seguía igual de endurecido que siempre, parecía ser el de una estatua perfectamente tallada, pero eran sus ojos negros lo que te hacían sentir el peor miedo de su vida.

Pero para Nain hablar con él era algo cómodo; curiosamente, era uno de los hijos del maestro JEAN, con el que más a gusto se sentía. Al estar frente a él, la joven hermosa soltó el brazo de Nain, y rápido extendió la mano; seductoramente y de manera intensa le dice. - maestro Nasir, es un gusto conocerlo.

Mi nombre es Andrea, soy una joven demasiado inteligente y quiero ponerme a su servicio. Me gustaría trabajar para usted, le puedo ayudar en la tecnología.

Soy muy buena redactando oficios, sé hacer auditorías empresariales, sé leer a las personas; si usted me deja, podré ayudarle en todo lo que usted me pida, estoy dispuesta a hacer lo que sea, sin límites.

Nasir ignoró su saludo y con esa frialdad que lo caracterizaba, dijo. - Nain, ¿esta quién es? ¿Por qué está contigo? ¿No creo que ella sea de tu gusto?

Nain aún seguía pensando en Xiao, realmente no le estaba poniendo atención a Andrea, pero en el momento en que escucha la voz de Nasir, con una tranquilidad le dice. - Ella ya no es mi problema, a mí solo me ordenaron que se la trajera.

Yo creo que Kim deseaba quitársela de encima; me los encontré en la plaza del pueblo, estaban él, el pequeño Brandas JEAN, Bruno y Joshua.

Creo que esta señorita les estaba pidiendo un favor; supongo que no tuvieron el valor de negárselo y supongo que no querían meterse en problemas con sus esposas, por eso se la mandaron a usted.

Eso es lo que yo creo, pero lo que sea que pase con ella ya no es mi problema. Mi orden fue traérsela y como sabe, las órdenes de los maestros se cumplen al pie de la letra.

Nasir se le quedó mirando y con esa seriedad le dice. - ¡Qué mentiroso eres, Nain! Si fuera cierto que haces todo al pie de la letra, como se te ordena, tú ya estuvieras con la pobre de Xiao, tratando de conquistarla, cuidándola y dándole ese amor que tanto te ha pedido.

Nain que ya había dado media vuelta, lo mira a los ojos, y molesto iba a contestarle cuando Nasir vuelve a decirle. - Ya mejor vete, no digas nada, solo me vas a molestar y terminaré dándote de golpes, por el chistecito de esa mujer.

Él no le tenía miedo a Nasir, enfrentarlo no era un problema, se podría decir que podrían llegar a un empate; los dos tenían el entrenamiento de JEAN, de Adonis, de Maritza y últimamente Harry los entrenaba.

Pero, aún así, Nain lo respetaba, sabía que él sería el sucesor de la familia y realmente lo admiraba; por esa razón solo se retiró. Mientras caminaba, escuchó cuando Nasir molesto le ordenaba a uno de los hombres que vigilaban el lugar, que la llevara al pueblo, junto con unas palabras amenazantes de que no volviera a acercarse a nadie de la familia.

Nain regresó atrás de la casa, donde había dejado a Xiao, pero ya no estaba ahí. Realmente deseaba saber que estaba; levanta su cabeza y mira a una de las ventanas que estaba en el tercer piso, sabía muy bien que esa era su habitación.

Él, más de una vez, había recorrido esa casa, ya estaba jugando con alguien de los nietos o simplemente visitando a JEAN; aunque también era cierto que todos quisieron criarlo dentro de la casa, por ser un niño huérfano, NEYLANE quiso adoptarlo, criarlo como parte de la familia, pero cuando llegó con ellos, ya era un niño de 7 años entendía muy bien lo que eso significaba.

Sus padres eran fieles a la familia del maestro, trabajaban haciendo auditorías, en una de las salidas de la isla, tuvieron un accidente en el país de China.

Aunque en ese momento pensaron que solo era una coincidencia, aunque la verdad era que ese hombre que destruyó Dulía, cuando conoció a Tao, fue el responsable de la muerte de sus padres.

Para él fue la noche más larga de su vida, pensando en la tristeza de Xiao; él regresó a su casa, que estaba a las orillas del pueblo, en una parte solitaria. Estaba entre el pueblo y el camino que iba a la casa del maestro.

Para Xiao también fue una muy mala noche, le dolió tanto verlo con esa mujer que, después de que se retiró, sus ojos empezaron a derramar sus lágrimas; Adal estuvo con ella, aunque no le dijo nada, solo la abrazó.

Para ese momento él ya entendía lo que era ese sentimiento que era amor; ya tenía a Dasha en su vida, por esa razón entendió muy bien sus lágrimas, no quiso preguntarle nada, solo la acompañó hasta su habitación.

No quería dejarla sola, pero ella le pidió un poco de espacio y, después de que él se retiró, terminó llorando, reclamándose por sentir ese amor no correspondido. Esa noche no durmió, solo pensó en lo que tenía que hacer y a las 4 a. m., tomó su decisión.

Se metió a bañar, fue muy largo, casi duró una hora bajo esa agua tibia, que sentía que la tranquilizaba; cuando salió fue a su closet.

Tomó un pantalón casual de color negro, algo flojo, una blusa de color rosa palo manga larga, se colocó unos tenis color blanco y se secó el cabello, después solo lo sujetó en una cola alta.

Cuando estuvo lista, hizo una maleta con ropa cómoda, de pantalones largos y cortos, blusas, shorts; en otra maleta más pequeña metió todos los utensilios personales de higiene.

Ella no pensaba quedarse ahí, ver a Nain con otra mujer, sentía que algo así no lo iba a soportar; por eso hizo su maleta, tenía que salir de ahí, para poder superar ese amor que nunca iba a ser correspondido.

Ella sabía muy bien que sus padres despertaban temprano, a las 6 a. m. fue a buscarlos a su habitación.

Xiao les explicó que deseaba seguir su investigación, esta vez lo iba a hacer en el continente de Australia, para seguir investigando sobre las culturas que se estaban perdiendo en los diferentes países.

Adonis puso el grito en el cielo, su pequeña hija apenas había llegado y ya estaba pensando en volver a irse.

No le gustaba nada, pero lo que era peor era que ella se miraba tan triste, sus ojos estaban un poco hinchados y a pesar del maquillaje, lograba ver algo que no le gustaba.

Estela también se puso triste con su decisión, pero sentía que no podía cortarle sus sueños, terminó apoyándola y convenciendo a Adonis; pero esta vez no pensaban dejarla irse tan desprotegida. Hicieron que Paola y Joshua fueran con ella, para su protección.

Xiao se despide solo de JEAN, Harry, Maritza y Neylane, no quería ver a más de la familia, les explicó por qué se iba, lo que deseaba hacer; todos terminaron apoyándola, deseándole suerte, aunque también le pidieron que esta vez no podía irse por mucho tiempo.

Estaban en la oficina de la casa, esperando a Paola y Joshua para que se fueran con ella; pero en ese momento, Adal y Dasha llegaron a la oficina, llevaban unos documentos en la mano, para entregárselos a JEAN.

Eran sobre el proyecto de las caballerías de Dasha, estaba emocionada por empezar con eso, no solo en la isla, sino que también lo llevaría a Suiza, si apenas estaba empezando su estudio, pero con ayuda de Brandas JEAN logró hacer algo que la iba a tener activa y participativa en los proyectos de la familia.

En el momento en que entraron a la oficina, Dasha al ver a Xiao se le acerca, tratando de congraciarse con ella, de ser solidaria, de mostrarle apoyo y de borrar el pleito del restaurante donde la tomó del cabello, cuando no la conocía, le dice. - Xiao, ya me contó Adal lo que pasó anoche, me puedo imaginar lo triste que debes de estar.

Si quieres hablar con alguien, yo siempre voy a escucharte y si quieres darle de golpes, también te ayudo o mejor, vamos por esa mujer a ponerla en su lugar.

Tú eres la joven maestra Xiao, hija del uno de los cuatro maestros, no podemos dejar que nadie te lastime y lo que quieras hacer cuentas conmigo.

Xiao solo siente cómo Dasha la abraza, pero lo que ella dijo, a pesar de que fue lindo como apoyo, no era el lugar, ni el momento para que lo dijera; su padre Adonis acababa de escuchar todo lo que había pasado con Nain y realmente no deseaba que él se enterara.

Adonis, al escuchar lo que Dasha decía, no necesitó ser adivino para darse cuenta de por qué su hija se estaba yendo y eso de su libro, de su investigación, solo había sido un pretexto.

Alterado se pone de pie, furioso, grita. - ¿Qué demonios te hizo ese idiota? ¿Qué se ha creído ese imbécil? ¿Piensa que por ser protegido del tonto de JEAN va a venir a lastimar a mi princesa?

Eso no pienso permitirlo, le voy a dar una lección que nunca va a olvidar. Ahora resulta que un don nadie va a jugar con el corazón de mi niña, eso no lo voy a permitir, antes yo lo hago una mujercita para que aprenda a respetar a sus superiores, a los que le dan de comer.

Todos se le quedaron viendo, nunca lo habían visto así de molesto, era algo que nunca se esperaron, parecía un padre realmente molesto por el daño que le habían hecho a su hija; era tanto su enojo que hasta el rostro lo tenía rojo de lo enojado y furioso que estaba.

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Muchas gracias a todas espero que el capítulo les haya gustado ☺️

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