Enamorada Del CEO

...CAP 3...

Pase todo mi día organizando papeles aprendiendo a como hacer el café que le gusta, como llamarlo cuando es importante, mi día fue todo un poema, estaba cansada ya me quería ir, la hora de la comida llegó y también fue una lección, no puedo comer como yo como por qué para mí nuevo jefe sería un horror… 

Aprendí cosas que en mi vida no había visto, pase el día agotada, cuando regresé a casa ya eran las 8 de la noche, me acosté y quedé rendida apenas sentí mi cama.

Al día siguiente

Fue una maravilla dormir ayer, pero volver a madrugar no, cuando estoy tan cansada no es bueno, pero ya estoy metida en esto…

— ¿qué hacer si cometí un error?

— pedir disculpas y intentar corregirlo 

— ¿qué hacer cuando llega tarde?

— no pasar por la oficina del jefe hasta que él me solicite 

— ¿como le gusta el café?

— negro sin azúcar

— ¿cuántos cafés al día? 

— dos veces, sin importar si llega visita solo son dos tasas al día 

— ¿que hacer cuando él llegue?

— bajar la cabeza, no verlo a la cara, saludarlo formal, abrirle la puerta de la oficina 

— bien, has aprendido lo básico 

— ¿básico?

— estás a prueba, por lo menos duras la primera semana, ya el resto esta en ti quedarte un mes…

Terminé mi domingo cansada igual, me di una ducha de agua caliente para relajar el cuerpo, me acosté a dormir y mi alarma me levanto a la 6 de la mañana, me preparé con mi traje lista para comenzar mi nuevo día de trabajo… 

Al llegar los hombres de la empresa se me quedaron viendo sorprendidos, al llegar a recepción me pidieron identificación se las di, la cara que puso el chico fue más de susto 

— te deseo suerte, eres la quinta en este mes _ dijo y yo no sé si asustarme o estar tranquila

— gracias, haré lo mejor que pueda

Caminé hasta el ascensor, subí, al llegar a mi piso me quedé sorprendida, mi oficina era muy masculina, todo de un color negro con un gris, parece que me voy a deprimir aquí, arreglé lo que tenía que arreglar acomodé la oficina de mi jefe, organicé los documentos que tenía desordenado ya iban a ser las 8 am tengo que preparar el café, camine hasta la cafetera y preparé el café, iba de camino cuando varios hombres llegaron a al piso eran algo misteriosos, se pararon en la puerta de la oficina de mi jefe y allí se quedaron parecían guardias de seguridad, entré a la oficina y dejé el café y salí, antes de sentarme apareció mi jefe, me quedé viendo como salía del ascensor, él emanaba un aire de superioridad, su forma de caminar era como las de las películas con clase y estilo, me adelanté a abrí la puerta, él se detuvo y todos los hombres se pusieron rígidos, yo hice lo mismo, qué cosa más rara, es como si estuviera frente al presidente

Él se giró para verme, me detalló de pies a cabeza, me quedé estática, su forma de verme era repugnante, suspiró y habló

— ¿no había otra menos fea? _ dijo viendo al hombre que estaba detrás de él 

— era la única señor _ se disculpó

— busca a otra, detesto que sean bajas de estatura _ comentó y siguió su camino, el secretario se me quedó viendo y me alzó el dedo pulgar para felicitarme, cosa que me dejó más rara aun, ¿por qué?, se supone que no le gusté.

Después de la dramática entrada del jefe, comencé a preparar su agenda del día, tenía cinco reuniones, dos almuerzos con socios, y una reserva en un hotel, terminé de trabajar, llamé varias veces a su oficina para informarle lo que tenía que hacer, nunca agradeció nada, de hecho las veces que entré a la oficina solo me ordenó y luego me decía retiraté, tú presencia me asfixcia… 

Qué arrogancia la que se gasta.

Al día siguiente

Volví con lo mismo, el día comenzó con la misma rutina de ayer, las misma reuniones, las misma reservasiones, los mismos almuerzos solo que con gente diferente, los mismos dichos de parte de él, el mismo carácter y el mismo tono de voz, aunque hoy hubo algo diferente

— usa menos maquillaje, detesto lo falso _ me dijo, cosa que me ofendió, yo no uso maquillaje, de hecho ni siquiera labial 

Pase mi día sentada en la oficina atendiendo llamadas y agendando citas…

Al día siguiente

Pase por lo mismo, estrés en mi cabeza todo el día, la perfección de este hombre es insuperable, hoy insultó a uno de sus guardias por no traer el traje que combina con los demás, sus gritos fueron atroces y muy certeros su voz dio un cambio demasiado drástico

— tráeme los resúmenes de las finanzas de este mes _ me pidió y gracias a Dios ya los había realizado

Salí casi corriendo a su oficina y le entregué los documentos no sin antes presentarme y saludarlo cómo es, él ni siquiera respondió el saludo cosa que me parece de mala educación, se supone que el es muy educado, pero parece olvidarlo 

— necesito que te prepares tengo una cena con mis amigos y te necesito allí, no te vistas como zorra, detesto eso _ dijo antes de marcharse de la oficina, me ofendió de nuevo, cosa que me está cansando, está mañana me dijo que odia que lo mire, ahora que me vista como mujer… a caso es gay

Ya eran las 7 PM, el auto de mi jefe llegó a la entrada de mi casa, subí, no estaba mal presentada, no era de las chicas que usan cosas con escote, pero aún así el muy desgraciado me envió la ropa que usaría, prácticamente estoy vestida como señora de clase alta, elegante y con decencia…

Al llegar me sorprendió el lugar, era el restaurante donde solía trabajar, sabía que era uno de los restaurantes más cotizados de la ciudad, pero es una verdadera pena llegar aquí, que van a pensar de mi, creerán que me gane la lotería… 

Al entrar lo primero que sucedió fue que mi ex compañera me saludo como si fuésemos amigas del alma cosa que no era cierta ya que siempre estaba poniéndome trabas para que me despidieran, pero igualmente le correspondí el saludo, caminé hasta la planta de arriba en donde se encontraban los amigos de mi jefe, al llegar todos se quedaron sorprendidos o era mi imaginación…

— ¿es mujer? _ susurro uno 

— de seguro le paga muy bien sus servicios _ comentó el otro

— tome asiento por favor _ dijo uno de ellos 

— no se preocupe, no puedo sentarme hasta que llegue el señor _ dije y me quedé de pie 

Al pasar 10 minutos llegó el dichosos hombre, no hay que negarlo, cada que él hace acto de presencia el ambiente se vuelve tenso, su aura es muy negativa, es como si en vez de un hombre llegará el mismísimo diablo, él tomó asiento y yo igual, la cena comenzó y ellos estuvieron hablando de algunas cosas, yo solo me quedé en silencio observando el lugar, a decir verdad nunca había subido aquí, siempre trabajé en la planta de abajo…

— ¿por qué mujer ? _ pregunta uno de los hombres bien arreglado

— asi lo quiso mi padre _ respondió él, sin observar al hombre al que le hablo

— ¿es buena? _ pregunta el chico mirándome

— inservible _ comentó, debajo de la mesa apreté con fuerza mi mano, ¿cómo se atreve a decir eso?

— ya veo, bueno lo único bueno que tiene parece ser el rostro _ dijo el caballero y yo lo fulminé con la mirada 

— ¿estás ciego?, es horrenda, no tiene clase ni estilo, ni con ropa cara se ve bien _ dijo mi jefe y yo solo podía quedarme en silencio, todos comenzaron a reír 

— venga que la estás haciendo sentir mal _ dijo el hombre que me ofreció el asiento antes 

— da igual, si no le gusta la puerta es muy grande _ dijo tomando un trago de su bebida

— ¿tienes novio? _ uno de los amigos del señor preguntó, no respondí, ya que era una de las reglas, no hablar con los amigos o familiares del jefe 

— parece que te tiene miedo _ dijo uno de los hombres y comenzó a reír

— quién no, eres demasiado estricto, pobre chica, al menos el secretario anterior era divertido

— si, al menos él sí responde a las preguntas

— por cierto, ¿por qué tu padre te cambio la rutina?, siempre eran hombres y ahora una mujer es extraño _ dijo el mismo hombre cansón y mi jefe solo se digno a verlo a la cara

— mi padre quiere que cambie de parecer, cree que no todas las mujeres son iguales _ dijo y yo hice el mayor esfuerzo por no verlo a la cara y seguir viendo mi plato 

— eso es imposible, todas son iguales _ comentaron 

— de seguro esta chica es igual, de seguro estás deseando estar con alguno de aquí verdad _ uno de los hombres intento tocar mi rostro, sostuve su mano en el aire, mi jefe me observo por un momento y luego dejó de hacerlo 

— me disculpo si le ofendí _ le dije al soltar su mano, él se acomodo en su asiento, seguí con mi vista en el plato

Ya veo por qué el secretario me dijo que no me confiara de los amigos del jefe…

Pero tengo unas ganas de acabarlos a golpes