Emma Moretti, una joven de 25 años, italiana, Sin padres y bajo la tutela de un tío mafioso que la ve como moneda de cambio, su única salida es escapar antes de que la venda al mejor postor. Astuta, carismática y con un fuego interno que se niega a apagarse, Emma llega a Nueva York con la esperanza de empezar de nuevo… sin saber que su destino está a punto de cruzarse con el hombre más frio y deseado de la ciudad.
Adrián Blackwood es un magnate implacable. CEO de un emporio multimillonario, frío como el acero y tan hermoso como inaccesible. Acostumbrado a controlar todo lo que lo rodea, su mundo perfectamente calculado comienza a tambalearse cuando una joven no tan desconocida irrumpe en su vida… y en sus pensamientos.
Ella solo quiere esconderse. Él no puede evitar querer protegerla… a su manera.
Mientras el pasado oscuro de Emma la persigue, Adrián moviliza sus conexiones, su poder y sus propios demonios para mantenerla a salvo.
NovelToon tiene autorización de Arianna Subero para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capítulo 21
... TENTACIONES Y TRAICIONES...
Giovanni estaba de pie frente al ventanal de un Penthouse, las luces de la ciudad titilando como si se burlaran de él, el plan se había ido al demonio.
Sus hombres habían sido unos capturados otros asesinados, su cargamento destruido, y Emma... Emma seguía desaparecida, todo lo que había construido con paciencia y amenaza se desmoronaba como un castillo de arena.
—¡Maldición! — gruñó, lanzando una copa de whisky contra la pared.
Durante años, había cultivado alianzas, comprado voluntades, sembrado miedo. Pero Adrián estaba un paso adelante, siempre lo había sido, y ahora, estaba demostrando por qué el nombre de Blackwood aún generaba respeto... y temor.
Sin embargo, Giovanni no era de los que se rendían, su mirada se desvió hacia la carpeta sobre la mesa, dentro, había fotografías, horarios y un perfil completo: Daniela Reyes, la secretaria personal de Adrián.
Joven, eficiente, ambiciosa, demasiado ambiciosa.
La había visto una vez, en una gala donde Adrián había hecho una breve aparición, Daniela irradiaba hambre de poder, no era difícil intuir que, si alguien podía traicionar a su jefe, sería ella... por el precio correcto.
Tomó su teléfono y marcó un número.
— Activa la operación, Contáctala.
— como ordene jefe — se escuchó del otro lado del teléfono.
...****************...
Mientras tanto, en uno de los pisos más altos de la Torre Blackwood, Daniela tecleaba con agilidad en su ordenador, llevaba casi cuatro años trabajando para Adrián, y aunque él rara vez hablaba más de lo necesario con ella, ella conocía bien sus movimientos, sus horarios, sus métodos, había aprendido a leer entre líneas, a reconocer cuando algo no estaba bien.
En las últimas semanas, el nivel de seguridad se había duplicado, accesos restringidos, rutas alteradas, reuniones secretas y, por supuesto, las constantes salidas de Ethan.
Algo muy importante se estaba cocinando... y ella no era parte de ello.
No soportaba sentirse al margen.
—¿Por qué no confía en mí? — murmuró con frustración, observando la pantalla donde se desplegaba el calendario blindado de Adrián, solo accesible con claves biométricas.
Ese mismo día, recibió un mensaje cifrado en su correo privado. Sin remitente, sin rastros.
"Si te interesa ganar más que un salario mediocre, responde con ‘Sí’. Hablemos de negocios reales, no más sombra, es hora de ser el centro."
Daniela dudó.
Por un segundo, recordó la advertencia de Ethan, semanas atrás: "En este trabajo, la lealtad vale más que tu currículum".
Pero también pensó en los años desperdiciados detrás de un escritorio, siendo invisible para todos... incluso para él.
Escribió: "Sí."
Giovani sonrió al recibir la confirmación, esa misma noche, en un pequeño apartamento, una entrega especial llegó a manos de Daniela: un sobre negro con un móvil, una cuenta bancaria suiza ya activada, y una lista precisa de lo que debía conseguir: fechas de reuniones, rutas de transporte, registros de visitas a la torre.
...****************...
Adrián y Ethan se encontraban reunidos en el Penthouse de la torre Silver Dominion.
— Tienes todo Listo. — pregunto Adrián.
— Si, ya está todo en orden, podemos irnos.
Pues si nuestros chicos se dirigían nuevamente a la cabaña, ya no podían vivir tan lejos de esas dos mujeres que sin darse cuenta los llevaban de cabeza.
Al llegar a la cabaña Emma los esperaba con una sonrisa tímida, sentía alivio en su corazón, estaban bien y eso era importante, Adrián le dio un tierno abrazo y un beso en su frente.
Mientras que Ethan al entrar a la sala de la cabaña vio a April mucho mejor y sin más se sentó a su lado y sin necesidad de hablar, con tan solo mirarse April entendió que por los momentos todo estaba bien.
...****************...
Pasaron dos días, y Adrián no tenía idea de la tormenta que se avecinaba. Esa tarde, se había reunido con Ethan en el despacho improvisado para reorganizar su ofensiva en la ciudad. El daño hecho por Giovanni había sido contenido, pero la guerra no había terminado.
—Están desesperados, esta gente no va a detenerse —dijo Ethan, con el ceño fruncido.
Adrián asintió, mirando los reportes sobre la mesa.
—Entonces tampoco nosotros.
Y aunque su voz era firme, por dentro no dejaba de pensar en Emma, la forma en que sus ojos buscaban respuestas, y en cómo sus labios temblaban cada vez que la tenía tan cerca.
Por su parte, Ethan no podía sacar de sus pensamientos a esa mujer que estaba a metros de él, había sido valiente, aunque ahora estaba más vulnerable que nunca y aunque lo negara incluso ante sí mismo, esa chiquilla divertida le estaba moviendo el suelo como nadie antes.
...****************...
En las empresas Black Stone Enterprise, Daniela no tardó en empezar, pequeños detalles primero, nada demasiado llamativo, pero cada dato que soltaba era una llave para que Giovanni rearmara su juego.
Esa noche recibió su primera transferencia, una cifra que jamás había imaginado, sus dedos temblaron, pero no de miedo, sino de adrenalina.
Había cruzado una línea... y no pensaba retroceder.
A varios kilómetros de distancia, Giovanni cerraba la laptop con una sonrisa cínica.
—Ahora sí, Adrián... el juego está por cambiar.
💜💜💜💜💜💜
Hasta ahorita lleva buena 💯 Trama 😍