Prólogo

Sarah James una joven que lucha por salir adelante con sueños y metas por cumplir, toma la decisión de trabajar en una empresa donde las mujeres no son bien vistas, una empresa que está catalogada como machista y narcisista, sus integrantes tienen el don de hacer que las mujeres renuncien con tan solo unos días de haber empezado, a Sara se le advirtió no trabajar allí, pero ella necesitaba el dinero pagaban muy bien… ella pensó que solo necesitaba tiempo para adaptarse, cosa en la que se equivocó, por qué ella no solo comenzó a trabajar para esa empresa si no que también conoce al hombre que le arruina la existencia en ese lugar, su jefe… 

Alejandro Thompson 

Un hombre cuya vida es resumida en dos palabras, vive solo, sí solo, desde que tiene razonamiento ha estado solo, sus únicos acompañantes han sido sus secretarios y sus niñeras cuando era niño…

Su padre siempre le inculcó que la familia era todo, pero el decidió dejarlo de lado cuando vio que su madre prefirió a otro hombre que a su propio hijo… 

Desde entonces Alejandro solo se fija en su trabajo y en su padre, que por desgracia a estado enfermo desde el día en que su mujer lo abandonó… 

Entre ellos nacerá un amor imposible, ella por ser mujer y él por ser un hombre exigente… 

Pero la dedicación de Sarah hará que Alejandro destruya su caparazón de egoísmo y de crueldad para abrirle paso al amor… 

Acompáñame a ver esta linda historia llena de sorpresas por descubrir…

...Adelanto...

— Déjame decirlo una vez más

Me miró a los ojos, mirada que me dio miedo de alguna forma, su expresión cambio de ser mi jefe a ser el hombre más cruel del mundo

— deja de fingir delante de mí, deja de pretender ser una mujer de bien cuando están mis amigos y ser otra mujer cuando estás conmigo

— no se a que sé...

golpeó con fuerza el escritorio, se levantó me miró aún más frustrado de lo que ya estaba

— ¿por qué finges?, ¿por qué te haces la buena cuando no lo eres?

— disculpe señor, pero yo...

— ¿de nuevo Señor? pero que cínica

— fue usted quién me dijo que lo llamara de esa forma, fue usted quién dijo que el trabajo no se mezcla con lo personal, y fue usted quién me dejó claro quién es quién, por lo que seré con usted tal como usted es conmigo, que hay de malo en pagar con la misma moneda

Le levanté la voz, y sé que fue un error, pero ya era suficiente, desde que trabajo para él todo ha sido tan sumiso, me he comportado de la mejor manera, ni a mi padre me le humille de tal manera, salí de mi casa en busca de mi felicidad, y me tope con un hombre peor que mi padre.

— ¡Sarah!

Su tono fue más una amenaza que un gruñido común

— disculpe, pero tengo trabajo _ me gire para salir, pero apenas pude tocar el pomo de la puerta, para cuando me di cuenta estaba contra la pared temblando del miedo, él frente a mí tenía la mirada más fría que me ha dado, Su mano sujetaba mi cuello

— te lo vuelvo a repetir, deja de fingir ser una buena mujer

— ¿que más quiere que haga para que me crea? _ le dije intentando zafarme de su agarre

— no finjas

— señor _ dije intentando soltarme _ es lamentable que crea que soy igual que el resto

— lo eres

— no lo soy, yo jamás sería capaz de enamorarme de un hijo de puta como usted, jamás me fijaría en hombre cuya pasatiempo es humillarme _ le dije dejando de insistir, mirando sus fríos ojos, él no me soltó, su mirada seguía igual, no sé en que momento terminé así, yo Sarah James hija de un hombre muy respetado, una joven que ha tenido todo, como terminó trabajando para este monstruo

— Eres tan zorra igual que el resto, así lo niegues estás enamorada de mí, así que deja de fingir

— el día en que eso pase, seré la primera en dejar de vivir, no sabe a lo que juega, por lo que le pido que me deje en paz

Me soltó, no lo pensé dos veces para salir de esa oficina, me fui a la mía, al llegar pude respirar cómo es, sentía que me iba a morir, no era la primera vez que me encontraba en esta situación, no sé qué le pasa a ese hombre, no sé que lo hace creer que tiene derecho en nosotras, pero de algo si está seguro, y es que aunque me cueste aceptarlo...

Estoy enamorada del CEO, del hombre más cruel de este mundo...

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