En "Casate Conmigo", Mia Brito, una joven de 23 años, descubre que su vida esconde muchas más verdades de las que alguna vez imaginó. Bajo la apariencia de un matrimonio arreglado que promete estabilidad y comodidad, Mia se encuentra en un lío de engaños y desengaños. Al descubrir la infidelidad de su prometido, Lucas Alcaraz, con su propia hermana, Mia decide tomar las riendas de su vida y romper con lo establecido por su familia acomodada. Con su futuro profesión como arquitecta en ciernes y poco dinero en el bolsillo, ella se encuentra por primera vez enfrentando un mundo fuera de su habitual protección. Encerrada en la sala de un aeropuerto, deberá decidir si vuela hacia lo incierto, desafiando su destino dispuesto, o si regresa a la seguridad de su antigua vida. A pesar de las dificultades y sorpresas, lo que queda claro es que Mia está dispuesta a luchar por su felicidad, incluso si eso significa poner todo en juego. Es una historia sobre el autodescubrimiento, la traición, la valentía y la elección de seguir adelante contra viento y marea.
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Una noche diferente
Parece que la tormenta está cesando, en el aeropuerto comienza a haber movimiento, aún tengo este número de celular en la mano, me aferró a él como a un salvavidas ¿Qué voy a hacer?
Anoche luego de salir de aquella fiesta recorrimos la ciudad, sentía vergüenza por todo lo que había ocurrido, por como salí de aquel lugar con mis padres corriendo detrás de mí, le pedí a aquel muchacho que no descubrieramos nuestros rostros, tampoco planeaba pasar mucho tiempo con él. Apenas recuerdo a aquel joven, cabello castaño, y ojos verdes, tendría alrededor de unos treinta años, aquellos brazos que me sostenían, no se ni que estoy pensando ni siquiera recuerdo si en algún momento vi su rostro sin antifaz, si mal no recuerdo vi en su coche un maletín y unos documentos que en el frente decían Sr. Ethan Asher R.
Nos detuvimos en un puente cerca de la ciudad donde nos miramos por un largo rato, lo hacía como si esperará que le dijera algo, no iba a contarle nada sobre mi desgraciada vida a un desconocido, continúe bebiendo, no tenía nada en el estómago y aunque mi garganta se había acostumbrado al sabor de aquel alcohol mi interior estaba en llamas.
_Si no te opones podemos ir a comer_ me reí.
_A qué lugar podría ir sin que alguien note mi presencia_ sonrió.
_En marcha, yo te llevaré a ese lugar _ volví a subir en su coche y salimos, esta vez condujo hacia la boca del lobo, llegamos a un hotel "El paraiso" lo conozco bien ya que los socios de la empresa que suelen visitar la ciudad se hospedan aquí.
_¿Qué se supone que hacemos aquí?_ él me tendió la mano para salir del coche.
_Aquí sirven la mejor comida_ me crucé de brazos y me negué a bajar, todo el mundo me conocería.
_Llevas antifaz Cenicienta, ¿quién puede conocerte tanto? tengo una habitación podemos comer ahí_ cuando escuche eso me escogí de hombros y me hice aún más chiquita.
_No seas una niñita, tantas agallas tenías para salir corriendo de la fiesta y ahora..._ no puede ser como logra hacer que ceda cuando me mira con esos ojos mientras bajaba le dije entre dientes.
_Si hubieras visto con quien querían casarme también hubieras corrido_ él comenzó a reír sin poder detenerse _No te burles_ y le di un puñetazo en el brazo.
_Pensar que yo vine aquí en busca de una esposa y tú huyendo de tu prometido _ estábamos en el ascensor y me crucé de brazos muy enfadada.
_Ese señor podría ser mi abuelo pero nunca mi prometido _ se inclinó frente a mí y tomó mi mano:
_¡Casate conmigo!_ salí del ascensor y me senté en el piso.
_¿Qué estas diciendo para ti todo es una broma_ él se reía de todo, abrió la puerta de la habitación y mientras él pedía comida yo ataque su minibar, bebí y bebí, lloré, hice berrinches, él sólo me miraba y reía, en momentos me sentía una tonta pero con quién más iba a desahogarme.
_Resulta que yo tengo que salvar la empresa, tremendo sacrificio esperan de mí, nadie tiene en cuenta que hace pocos días atras encontré a mi prometido con mi hermana en la cama_ bebí todo el contenido de la botella como si se tratará de agua, él se sorprendió de escuchar esto, que vergüenza de mi parte.
Antes de que llegará la comida ya había absorbido más alcohol que una esponja, me paré sobre el sofá que había en el lugar y cuando trató de bajarme caí sobre él, ¿Porqué en sus ojos me siento perdida?
_¿Crees qué merezca vivir todo esto?_ pobre chico miraba hacia otro lado, no se si lo aplaste, evitaba mirarme o lo estaba matando con el aliento a alcohol, nuevamente comencé a llorar y me senté en el piso.
_Cenicienta, la magia aún no acaba, te pasarán cosas mejores_ se puso de pie y puso música lenta y me tendió su mano invitandome a bailar, por culpa del alcohol me sentía otra persona, si todos podían hacer lo que querían con mi vida porque yo no podía tan sólo disfrutar esta noche.
Me tomó por la cintura y envolví mis brazos en su cuello, sentía su cuerpo contra el mío, su aroma inundaba mis sentidos, comencé a sentir un calor que recorría todo mi cuerpo, nunca había sentido algo así, lo miré fijamente a los ojos y quise que aquel momento fuera eterno, lo bese y él respondió, recorrió mi cuerpo con sus besos, sus caricias me hacían estallar de placer, no había nada más en mi mente que el deseo de ser suya, me llevó en sus brazos hasta aquella habitación oscura y poco a poco se deshizo de mi ropa, ayude un poco a quitar la suya mis manos recorrieron cada centímetro de su cuerpo, cómo era posible que existiera tanta perfección.
Me apoyó sobre aquella cama y mantuvo su cuerpo pegado al mío, nuestras respiraciones se mezclaban, él apoyo su miembro erecto entre mis piernas y sentí de repente un dolor que me punzaba, pero el placer q sentía era mucho mayor, de repente sentí la presión de su cuerpo sobre el mío y grite al sentir ese dolor, toda mi zona ardía, se mantuvo inmóvil por un momento pero nunca dejó de besarme, moví mi cuerpo indicándole que siguiera y esa fue por mucho la noche más placentera de mi vida.
Los antifaces ya no están pero con tanta oscuridad no puedo apreciar su rostro, lo recorrí un par de veces con mis manos y luego me dormí sobre su pecho.