No podía estar con él, pero tampoco podía vivir sin el, este era un amor tóxico
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capitulo 4
Mateo
Por más que trataba de conquistar a Rosario era imposible, ella no era como las otras chicas no se deslumbraba con mi dinero, mis atenciones ella simplemente verá diferente otra en su lugar ya se hubiera ido a la cama conmigo con la mínima provocación, no se algo había en Rosario que me gustaba tan vez era que ella se me resiste, ya había pasado un mes desde que trate de conquistarla y nada, no he tenido ningún avance, pero al parecer hoy era mi día de suerte un bendito trabajo en equipó nos unió
--- Rosario y Mateo ustedes realizarán el tema junto--- dijo la maestra.
--- Maestra por favor yo lo puedo realizar solas--- dijo Rosario.
--- No, Rosario este trabajo también te servirá para socializar y no acepto negativas y recuerda que de este trabajo vale el 50% de tu puntuación--- dijo la maestra con determinación, yo la mire sonriendo pero ella solo bajo la mirada, por lo visto yo no era una de sus personas favoritas y eso me molestaba, cuando salimos de clase me acerque a ella y le dije:
--- En tu casa o la mía---
--- Está semana será en la tuya, ya que el trabajo es muy extenso y muy tardado---
--- Está bien te mando mi ubicación a te cel---
--- No tengo celular---
--- ¿Cómo a tu edad?, ya deberías tener uno---
--- Disculpa no todos somos privilegiados como tu-
--- Perdón no quise molestarte--
--- Déjalo no hay problemas, o mejor será hacer el trabajo por mi cuenta y te doy los créditos---
--- No, además ya has escuchado a la maestra---
--- Bueno podrías anotar tu dirección--- y así lo hice, después salí con mis amigos charlamos un poco pero yo estaba impaciente por volver a verla, llegué a mi casa como de constumbre Ariana mi hermana estaba con algunas amigas, en la piscina y mis padres estaban de viaje por lo que mi hermano Camilo, nos cuidaba claro que a estas horas el estaría trabajo, Rosario ya se había demorado cinco minutos, miles de ideas viajaron por mi mente y si ella no venía pero no podía dejarme plantado ella era una de las becadas su calificación era todo para ella, después de otros cinco minutos llegó ella
--- Joven lo buscan--- gritó una de las empleadas
--- Enseguida bajo---
Ahí está a Rosario, mirando para todos lados de la casa parecía sorprendida
--- Te gusta--- le dije
--- Si está muy bonita---
--- ¿Quieres tomar algo?--
--- No gracias, no vine a socializar, así que mejor hay que comenzar con el trabajo--- dijo ella muy seria yo la lleve hasta mi recámara, pero justo cuando estábamos en la puerta ella se detuvo
--- ¿Qué te pasa?--- pregunté
--- Yo no puedo entrar a la recámara de un hombre---
--- Es eso, no te preocupes no te haré nada además aquí está mi computadora y todo lo necesario para el trabajo, y voy a dejar la puerta abierta--- dije ella entró un poco asustada, comenzamos a realizar el trabajo cada vez admiraba más a Rosario ella era muy inteligente.
--- Creo que ya es suficiente por hoy, le hemos avanzado demasiado--- dije
--- Si estoy de acuerdo por lo visto eres un chico muy inteligente pensé que tenías el cráneo hueco--- dijo ella con una sonrisa era la primera vez que vi en sus ojos un poco de felicidad.
--- Hieres mis sentimientos, eres cruel--- dije llevando mis manos al pecho en signo de que golpeaba mi corazón, ella soltó una carcajada y después hubo un silencio me acerque a ella pude sentir su respiración acelerada y el olor de su aliento a menta tome su mejilla con mi mano y....
