NUESTRO SECRETO

Ni bien arribaron a Estados Unidos, Matteo se dirigió a su empresa. No estaba dispuesto a permitir que Olivia Johnson consiga lo que quiere. Demasiado había lidiado con ella en el pasado como para ahora tener que escuchar esas patrañas que Ethan le había dicho por teléfono.

-Matteo. Que alegría verte. Y veo que esta vez no trajiste a tu perrito faldero. -Lo desafió Olivia.

-Que quieres Olivia?

-A ti. Y a esta empresa.

-Estas loca si piensas que te saldrás con la tuya.

-Ya lo veremos cariño. -Dijo Olivia, retirándose triunfante.

Matteo se sentó en su escritorio devastado y frustrado. Debía pensar en un plan para conservar su empresa y su prestigio.

Él más que nadie sabía que Olivia no pararía hasta lograr lo que quiere, pero esta vez él no se lo permitiría. Levanto el tubo y realizo una llamada.

-Industrias Marshall, buenas tardes?

-Si, paseme con el Sr. Joseph Marshall.

-Por supuesto. De parte de quién?

-Matteo Duncan.

-Aloh? Matteo?. - respondió Marshall.

-Buenas tardes Sr. Marshall, que bueno que lo encuentro.

-Claro, dígame que sucede.

-Cree que podamos reunirnos para hablar de negocios?

-Por supuesto. La próxima semana estaré libre para viajar a Estados Unidos. Lo llamaré para avisarle.

-Perfecto.

Matteo colgó. Tomo sus cosas y se dirigió a su casa a darse una ducha.

Luego decidió llamar a Ethan para agradecerle por haberlo llamado.

-Si? Habla Ethan. -Hablo el chico del otro lado.

-Ethan. Quiero agradecerte por tu llamada. Puedes estar tranquilo, ya estoy encargándome de todo.

-Eso es bueno jefe. Me alegra que haya podido arreglar todo.

-Gracias. Te veré mañana. -Dijo Matteo cortando la llamada.

Una vez relajado, llamo a su novia para saber como estaba, ya que no supo de ella desde que el avión aterrizó:

-Hola amor. Como te encuentras?. -saludo Matteo.

-Bien. Acabo de despertar y tu?

-Acabo de llegar a casa. Ya sabes. Tuve que solucionar los problemas de la compañía.

-Y que tal te ha ido?

-Bien. Todo estará bien.

-Te amo Matteo. - Dijo ella.

-Y yo a ti querida. -Respondió el. Te veré en la oficina mañana?

-Claro que sí.

-Bien. Adiós.

-Chao.

Ambos colgaron y quedaron sonriendole al telefono. Sin embargo, los golpes de la puerta, sacaron a Matteo de sus pensamientos.

Matteo se levantó del sillón para atender y su cara se transformó cuando vio quien era: George Dessault.

-George. Que agradable sorpresa. - Dijo Matteo. No esperaba verte.

Dessault parecía furioso y Matteo sabia por qué. Probablemente él ya sabe muy bien lo que pasó.

-Crees que soy estupido, niño?. -Dijo Dessault furioso. -A que fueron a Italia?

-Tenia una reunión por negocios y decidí que sería bueno llevar al equipo. Ya sabes, después del éxito de París.

-Donde esta mi hijo?

-Noah decidió quedarse unos días más. Necesitaba unas vacaciones.

-Estoy al tanto de tu relación con la niña Megceza. No pienses que soy estupido.

-Emilia es mi novia.

Dessault suspiro.

-Matteo. Eres como un hijo para mi. No quiero que salgas lastimado. Además ella es la hija del asesino de tus padres.

-William no mató a mis padres.

-Tienes que alejarte de ella o tomare cartas en el asunto.

-Y que haras? Me encerraras en un hospital psiquiátrico como lo hiciste con Anna?

-Como te atreves?. -Grito George, furioso y dándole una bofetada a Matteo.

-De pronto no comprendo tu interés por Emilia y por el motivo de mi viaje a Italia. Acaso estas asustado? Crees que fui a ver a Anna? Te preocupa que descubramos algo que no quieres? Habla "Tío". Soy todo oídos.

-Matteo... Debes terminar con la niña Megceza. Es por su bien.

Sin decir más, George se fue de la casa. Parecía furioso, triste y también preocupado.

Que tanto oculta? Qué es lo que sabe?