Esta pareja se separó por culpa de él. Todo lo malo que él le hizo vivir fue demasiado para ella y con el corazón roto salió de su vida para siempre...
Anya se casó por amor, Alex no. Él ya amaba a alguien más y fue obligado a separarse de ella; pensando que Anya era la culpable, le hizo la vida miserable.
Su esposa pensó que con el tiempo él podría enamorarse de ella; sin embargo, eso no pasó en todo el tiempo que estuvieron juntos.
Una noche, fue el comienzo del fin para que ella lograra salir del fondo del pozo donde estaba viviendo.
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Capítulo 22
Cuando Anya se sentó en el sofá, acompañada de Alex, los padres de él la seguían mirando extrañados por el comportamiento de ella, para con ellos, sus suegros. Sin embargo, no dijeron nada sobre eso porque hablar de lo que estaba pasando en la empresa era más importante para ellos.
-Pedimos que vinieras porque tenemos que hablar seriamente sobre algo que esta pasando.
Dijo Mauro mirando a Alex y a Anya a la vez.
-Nos han contado que hay una mujer que ha ido a buscarte en la empresa y aunque sabemos que no la has recibido, ha estado circulando el rumor de que estás llevando una vida paralela con esa mujer.
Dijo Estefanía mirando a su hijo, cuando decía estas palabras, necesitaba que su hijo viera que ella hablaba muy en serio con respecto a este asunto, no era algo que ella estuviera dispuesta a dejar pasar.
Anya se dio la vuelta mirando sorprendida a Alex, quien tenía la cara muy sería al escuchar el porqué venían sus padres y más porque sabía muy bien de quien hablaba su madre.
Mauro al ver la cara sorprendida de Anya supo que ella no sabía nada de lo que estaba pasando en la empresa, por lo cual miró a su hijo y le dijo.
-¿Estás en una relación con esa mujer si o no?
Anya, al ver el rumbo que tomaría esa conversación, se levantó para marcharse de allí, ya que lo de lo que iban a hablar no era de su interés, pero su suegra la detuvo de inmediato, diciendo.
-¿A dónde crees que vas Anya? ¿Acaso no acabas de escuchar lo que esta pasando? Tu matrimonio esta en riesgo y tú, ¿te levantas, sin decir absolutamente nada sobre este asunto?
Dijo Estefanía un poco enfadada por la actitud despreocupada de Anya en este asunto, pues parece que a ella no le preocupara para nada que su matrimonio estuviera en peligro por otra mujer o de posibles chismes.
-Si lo oí, pero la verdad no me interesa ni es de mi incumbencia lo que tienen que discutir aquí. Si tiene que hablar con alguien, ese es su hijo, no conmigo.
Dijo Anya con vos fuerte y clara. No dejó que ninguno de los presentes pudiera decir nada, solo se dio la vuelta y se marchó a su habitación, dejando a los demás conmocionados por la manera en que se fue de ahí.
Alex miraba asombrado la espalda de ella, desaparecer por la entrada de la sala, sabiendo que se iba a su habitación a descansar, como había querido desde el principio.
Se había dado cuenta desde hace un tiempo que el carácter sumiso que ella tenía desde el comienzo de su matrimonio, estaba cambiando y ahora era cada vez más luchadora y aunque en un principio no le agradaba para nada ese cambio, ahora le hace mirarla con ojos diferentes. Cada vez que ella se pone en modo luchadora, le agrada el saber que ella será la madre de su hijo al final y más ahora que se dio cuenta de que Silvina no era para nada lo que él pensaba en realidad.
-¿Qué demonios le pasa a tu esposa para hablarnos de esa manera? Ella jamás nos había hablado de esa forma.
-Pues tal vez ahora no se deja manipular por nadie, madre.
Le dijo Alex, mirando a su madre de mala manera.
-Ok hijo, veo que ella te contó como hicimos para que se case contigo, pero eso no es escusa para que me hables de esa manera.
La cara de Alex al escuchar esas palabras fue un poema, era obvio que se le notó lo sorprendido que estaba con esa pequeña información que le dio su madre.
-Veo que en realidad ella no te ha dicho nada sobre ese asunto y tu madre hablo de más.
Dijo Mauro mirando a su hijo.
-¿De qué rayos están hablando? ¿Ella no se quería casar conmigo? ¿Ella no fue la de la idea del casamiento?
Esas preguntas por parte de su hijo, sorprendieron a la pareja, quienes mirando su cara podían ver que él estaba muy confundido con este tema.
-No sé cómo has llegado a esa suposición hijo, pero no es verdad eso que dices. Ella, en realidad, no se quería casar contigo. Nosotros y sus padres la obligamos a aceptar el ser tu esposa. Ella sabía que tú amabas a esa mujer, por eso no quería, pensaba que jamás la ibas a llegar a querer como mujer, como tu esposa. Sin embargo, nosotros no le dimos más opción que aceptar o vivir en la calle y sin carrera.
-¿Cómo?
-Ella se quedaría en la calle y sin la oportunidad de un futuro, ya que no tendría en donde vivir, comer o siquiera estudiar, porque sus padres no le pagarían la universidad.
Alex, no podía creer todo lo que salía de la boca de Mauro, su padre. Era como si estuviera en un mundo desconocido donde le estuvieran contando una historia increíble. No entendía como es que se equivocó tanto con ella.
Se dejó llenar la cabeza por Silvina, cuando ella le dijo que Anya la había amenazado diciéndole que se alejara de él porque ella sería su esposa, por lo cual después del matrimonio se desquitó con ella de esa forma tan desagradable.
Mientras más escuchaba como es que ella tuvo que aceptar el casarse con él, se odiaba más así mismo. Incluso él le había prohibido salir e ir a la universidad como el castigo más grande que ella sufrió allí, según ella, pues Anya en un principio tuvo la idea de terminar su carrera y conseguir un empleo y darle el divorcio. Pero con él, prohibiéndole el ir a la universidad y dejándola allí encerrada, jamás pudo cumplir con ese sueño, por lo que solo le quedó el aferrarse a ese matrimonio y a él como lo más importante en su vida.