La Viuda Y El Mafioso

Capítulo 24

Habían pasado los días y Bastian no había regresado, además tampoco había llamado. Ornella estaba muy preocupada por su esposo, y sin esperarlo él la llamó.

📲—Mi amor, ¿estás bien?¿todo bien?—

📲—Si mi amada Ornella, está todo bien. Tengo una reunión aquí en Bogotá, para adquirir una nueva patente. Esto revolucionará el mercado.—

📲—¡Que! Estás en Bogotá, yo no sabía nada, prometiste volver hace dos días, Bastian son países peligrosos. Deberías volver.—

📲—Tranquila mi vida no va a pasarme nada, tengo a Daniell y a mi jefe de seguridad conmigo. Volveré en tres días más de acuerdo, te amo. ¿Mis hijos como están?—

📲—Ambos están bien, solamente Liah ha tenido unos días difíciles. Pero la veo tranquila.—

📲—¿Qué le pasa?—

📲—Termino su amistad con Katrina, ella te explicará cuando regreses. Louis ganó otra medalla en ciencias, ese pequeño será uno de los mejores en los laboratorios.—

📲—Louis al igual que mi padre es muy inteligente estoy muy orgulloso de él, en cuanto a Liah y la ruptura con esa jovencita es una gran noticia. Ella no es adecuada para mi hija, por cierto ya llegaron por mi. Ornella no olvides que te amo, pronto estaré con ustedes mi vida.—

📲—Te amamos por favor vuelve ya.—

Ornella se había casado con él sin amarlo, pero todos esos años a su lado habían logrado que en ella naciera un fuerte sentimiento hacia el, sobre todo auténtico amor.

—¿Estabas hablando con papá?—

—Si mi amor, volverá en dos o tres días.—

—¿Le contaste de mi medalla?—

—Por supuesto, además dijo que estaba muy orgulloso de ti. Claro que también yo lo estoy, eres lo mejor que me ha pasado en mi vida. Te amo.—

—También te amo mamá.—Louis se abrazaba de Ornella

—¿Has visto a Liah?—

—Se encerró en su habitación, su celular timbraba sin parar. Aún así no contestaba, ella ha cambiado conmigo. Ya no quiere jugar.—

—Es normal cariño, Liah está creciendo es una señorita y es normal que ya no quiera jugar contigo. En pocos años llegará a esta casa con un novio. Y tú te convertirás en cuñado.—

—Claro que no, mi hermana tiene prohibido tener novio. Hasta que yo vea que es un buen hombre, como nuestro papá.—

—Louis creo que debes respetar, corrección debemos respetar lo que tu hermana elija. Siempre la debemos apoyar, ¿de acuerdo?—

—Está bien mamá, la apoyaremos. Ahora me voy a mis clases de pintura.—

—Perfecto, que todo salga bien cariño.—se despedía de su hijo con un gran beso.

Ornella tenía todo lo que alguna vez había soñado, un apellido respetable, una familia, muchos millones en el banco y todo lo que deseara con solo pedirlo. Todo gracias a su amado esposo, miraba la fotografía de su boda con cierta nostalgia, al mismo tiempo pensaba lo afortunada que había sido al haber conocido a Bastian.

Liah encerrada en su habitación pensaba en una sola cosa, en todos los días que había pasado sin responderle a Andrei, después de su ruptura con Katrina ya nada impedía su amistad, decidió enfrentar lo que temia que la foto de ella desnuda haya llegado hasta él, la única manera de saberlo era preguntarle. Así que decidió llamarlo. Andrei estaba en parís comprando un regalo para la pequeña Anna, la hija de su tia Ulana. Al ver quién lo buscaba recordó todas las llamadas que le había rechazado, aun así decidió contestar, solo por tratarse de Liah.

📲—Me sorprende tu llamada.—

📲—Andrei, lo siento. No quería hablar contigo, porque me sentía avergonzada.—

📲—Avergonzada, ¿por qué?—

📲—Katrina me fotografió desnuda y me aseguró que te enviaría la fotografía, para que te dieras cuenta de que aún soy una niña.—

📲—No eres una niña, tampoco una mujer. Pero eres un jovencita muy hermosa, y estoy seguro que algún día serás una mujer madura, bella y admirada por todos. Somos amigos y mientras lo seamos no permitiré que nadie te lastime. ¿Cómo quieres que castigue a Katrina?—

📲—No es necesario, ¿Te envío la fotografía?—

📲—No, si llegara a hacer algo así. Tendría serios problemas conmigo, querida Liah estoy en parís, ¿te gustaría ir conmigo al mouline rouge?—

📲—Si me encantaría, debo pedir permiso.—

📲—Pídelo y me avisas para pasar por ti.—

📲—No, pido permiso y te veo allá.—

📲—Está bien, me confirmas y te veo en un rato más.—

Liah tendría una cita con Andrei, pero no sabía si su mamá le permitiría ir. Tendría que hacer el intento, si no se escaparía para ir hasta su cita con él.

—Mamá, necesito salir.—

—Hola mamá, ¿cómo estás?. Yo estoy bien querida Liah, ¿y tú cómo estás?—

—Disculpa mamá es que, sé que si te digo la verdad no me vas a dejar ir.—

—Inténtalo.—

—Mi amigo me invitó al Mouline Rouge.—

—¿Qué clase de amigo?—

—Es nuestro vecino en Niza, tiene dos hermanas pequeñas que invite a jugar a la villa. Está de visita en Paris y me invitó al Mouline Rouge, también estuvo en la fiesta de Katrina. Siempre se portó como un caballero.—

—Bien querida, puedes ir. Pero sin tus guardaespaldas no, creo que el coordinador de tu seguridad ya había hablado sobre ese joven con tu padre, que se ve claramente mayor. No crees que deberías buscar amigos de tu edad.—

—Los de mi edad, me evitan. Me llaman rara o me hacen bullying en el colegio. Creo que soy muy madura para mi edad, y muy joven para las personas mayores. No encajo.—

—Mi querida Liah, eres una Leroy y algún día serás junto con tu hermano la dueña de todo un imperio farmacéutico. Eres inteligente, con mucha capacidad, pero deberías de dejar de intentar ser perfecta. Debes fluir y conocerte a ti misma, bueno tendremos esta conversación en otro momento. Ve a vestirte adecuadamente para disfrutar de tu cita, por favor hija cuida de ti. Recuerda que las personas fingen amabilidad cuando quieren obtener algo de nosotros, debes ser inteligente y saber que no todas las personas son buenas.—

—Si mamá, Gracias por confiar en mí.—

Liah abrazaba a Ornella, que por cierto estaba llena de trabajo. Salió deprisa a su habitación para vestirse elegantemente para su salida, Ornella sabía que Bastian desaprobaría que la dejara salir con un chico mayor. Así que no dudó en pedirle a los guardaespaldas que no los dejaran a solas en ningún momento. Seguía siendo una niña, y tenían que protegerla.

Liah llegó a su cita para esperar a Andrei, había elegido un vestido dorado para el encuentro. Se veía elegante y distinguida a su corta edad.

—Te ves hermosa querida Liah.—

—No te vi llegar, me sorprendiste.—Andrei se acercó para besar su mano, darle un afectuoso abrazo.

—Me sorprendió que te dieran permiso de venir, espero no hayas mentido.—

—No, mi mamá es muy permisible. Creo que es porque me conoce bien y sabe que sé comportarme.—

—Además de que no estás sola.—decía Andrei mientras observaba a sus guardaespaldas.—Pero también debieron protegerte cuando Katrina te atacó.—

—Si, es que yo les pedí que me esperaran afuera.—

—No lo hagas de nuevo, su trabajo es protegerte. Por cierto tengo las entradas, pero organizaré quién entra y quien espera afuera.—

—Está bien.—

—Elige a uno de ellos y Vladimir entra conmigo. Los demás nos esperarán aquí afuera, créanme ella está a salvo conmigo.—les decía a todos

Andrei y Liah entraron al lugar, conversaban y reían. Andrei solicitó una botella de champagne, sin embargo para Liah solicitó bebidas sin alcohol. Cuidaba de ella todo el tiempo, la conversación era agradable, Liah era muy madura para su edad. A pesar de pertenecer a la familia Leroy, su esencia era sencilla y eso le hacía sentir bien a Andrei. No era caprichosa, tampoco presuntuosa y escuchaba más de lo que hablaba, sin duda estaba ahí por Andrei y no por lo que podía ofrecerle o viceversa. Disfrutaron del show y terminando, salieron a caminar por las calles en paris, Liah disfrutaba mucho de la historia así que mientras recorrían la antigua ciudad, ella le contaba historias ocurridas en la misma. Andrei se mantenía atento a todo lo que Liah le decía, era una jovencita educada e instruida. Se sentía tan bien a su lado, pero sabía que solo podía ser su amigo. Era una lástima que ella no fuera mayor.

—¿Te estoy aburriendo?—

—No para nada, me tienes sorprendido. Me alegra que seas una jovencita fuera de lo común, si fueras unos años mayor no dudaría en enamorarme de ti. Así que nunca permitas que ningún hombre juegue contigo o solo quiera sacar ventaja de ti. No permitas que te amen menos, de lo que te amas a ti misma.—

—Te lo prometo, creo que es hora de irme. Prometí llegar temprano, Andrei gracias por esta noche. Nunca voy a olvidarla.—

—Yo tampoco, espero vernos pronto. Mañana viajaré a Moscú, pero debo viajar a América no puedo posponerlo más. Retrase el viaje solo porque no me respondías, y quería saber que todo estaba bien con nuestra amistad. Ahora puedo viajar tranquilo. Cuídate pequeña Liah.—una vez más beso su mano, mientras Liah se ruborizaba, no lo pensó más y se abrazó de Andrei.

Andrei la ayudó a subir a la camioneta y le dijo adiós, Vladimir veía un Andrei diferente. Ella sacaba la mejor versión de su mejor amigo, pensó que el destino era cruel con ambos. Liah era la mujer adecuada para Andrei, pero había llegado años tarde a su vida.

Ornella esperaba a que llegara Liah de su cita, estaba intentando comunicarse de nuevo con Bastian pero aun no volvían al hotel. Eso realmente la preocupaba, sentía mucha desesperación por no saber nada de su amado esposo.