Amor Y Venganza

Evelyn

Los días en el hospital se me han hecho eternos, solo llevo cinco días aquí y ya quiero irme, pero no puedo ya que mis costillas aún no han sanado y mis golpes aún están visibles por lo que el doctor dijo que quería mantenerme en observación, Dixon ha estado muy pendiente de mí al igual que Lexi quien está conmigo en estos momentos, todo está normal o eso creo me últimamente he estado un poco ansiosa como si algo fuese a pasar o no se si será el hecho de estar aquí encerrada me estará afectando.

—¿Como están todos? — le pregunto a Lexi.

—Muy bien, desean que te mejores pronto ya te extrañan.

—Yo también, ya quiero irme de aquí.

—Tranquila tal vez dentro de una semana te den el alta.

—Ojalá, ¿Sabes donde está Dixon? — le pregunto.

—Creo que está con Paul, tú sabes haciendo una de sus investigaciones— me dice restándole importancia.

Hoy Dixon se fue bastante temprano después de haber recibido un mensaje de Paul, le pregunte de que se trataba y no me quiso decir no quise ser intensa así que no le volví a pregunta para no hacerlo enojar, pero aveces me causa curiosidad que es lo que tanto quiere saber.

Dixon

—¿Que descubriste? — le pregunto a Paul cuando llega.

Esta mañana he salido del hospital para reunirme con el, y más le vale que lo que haya descubierto sea importante por que si no lo mataré por hacerme venir y dejar a Evelyn sola.

—Una hermana — responde dándome unos papeles.

Hay unas fotos de Erick junto a una chica a la cual no se le ve la cara, solo se le logra ver el cabello castaño el cual lo tiene recogido en una coleta, la chica se ve diminuta al lado de Erick, viste ropa colorida y llamativa, trato de detallar bien la foto para ver si hay algo que esté pasando por algo pero no, no encuentro nada.

—¿Como sabes que es su hermana?.

—El chico que tenemos de espía lo confirmo y esa foto no se como la consiguió, dice que la razón por la que Erick protege tanto a sus padre es para no dejar sola a su hermana, la chica se entero hace poco sobre lo que hacía su padre y su hermano, en este momento no se sabe dónde está la chica Erick le dijo que se fuera del país, no se sabe dónde está ya que Erick no tiene comunicación con ella.

Me quedo en silencio, jamás he subestimado a Erick pues ha sabido mantener a su familia a salvo y con esto me hace saber que no debo subestimarlo como tampoco él debería confiarse, puesto que ya se de la existencia de su punto débil y no será nada difícil encontrarla y cuando lo haga podré completar mi venganza.

—Sigue investigando, necesito su nombre, como es y sobre todo donde está y lo quiero cuanto antes.

—Haré lo posible para tener esa información cuanto antes — dice y yo asiento — ¿Evelyn como está?

—Está bien, está un poco ansiosa desde que está en el hospital pues quiere irse a casa pero el médico dijo que aún no puede irse, así que en estos momentos está sacando su lado más caprichoso y consentido.

—Tenle paciencia, imagino que la pobre solo ha ido a un hospital para una cita médica no está acostumbrada a estar en esos lugares.

—Lo sé y créeme que toda mi paciencia la uso con ella y más cuando se queja por todo, la cama, el lugar, el baño, el hecho de que tiene que usar esa bata que según ella no es nada digna de ella.

—Para ser una chica con una vida sencilla parece muy.........

—¿Caprichosa? ¿Arrogante? ¿Exigente?.

—Sibarita, ya sabes una persona que le gusta lo lujoso y ella parece que está acostumbrada a esos lujos — responde — además a mí no me parece una persona arrogante.

—Que no te engañe su carita de ángel y sus hipnotizantes ojos verdes, hay cosas de ella que no conoces y que yo he ido conociendo en el tiempo que estoy con ella.

Paul está apunto de responder pero una llamada lo interrumpe.

—Es Evelyn — le digo agarrado la llamada.

—Hola.

—¿Pasa algo? — le pregunto.

—¿Acaso no puedo llamarte?.

—Si, claro que si, no quería hablarte así ¿dime pasa algo?.

—¿Quería saber si ya vienes?.

—Si ya salgo para allá ¿por qué?.

—No.....es....que......mmmm

—Habla Evelyn.

—Es que te extraño, Lexi acaba de irse y me he quedado sola.

—Tranquila ya voy para allá.

—Bien adiós.

Cuelga la llamada y yo dirijo mi atención hacia Paul.

—Consigue esa información — le digo antes de irme.