Julia siempre ha sido una mujer de carácter fuerte, marcada por un pasado trágico que la dejó sin fe en el amor. Como hija de un CEO millonario, su vida está rodeada de lujos, pero también de heridas: su madre, destrozada por las infidelidades de su padre, terminó quitándose la vida. Ahora, su padre insiste en que Julia se case, organizando citas con hombres que él considera "adecuados". Pero Julia tiene un plan: sabotearlas todas.
Todo cambia una noche, cuando Julia, cansada de las manipulaciones de su padre, llega a una cita y, por error, se sienta en la mesa equivocada. Sin saberlo, su mordaz actitud y su lengua afilada despiertan el interés de un hombre que no es su cita: un peligroso mafioso acostumbrado a obtener lo que quiere. Fascinado por su audacia, él queda obsesionado con conquistarla, sin importar el costo.
Lo que comienza como un juego de poder y seducción pronto se convierte en una atracción incontrolable que arrastra
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capitulo 24
El sol apenas se colaba por la ventana cuando Julia despertó. No era el sol lo que la deslumbraba, sino la pesadilla que vivía desde hacía días. Desde que el escándalo explotó, su vida había quedado en suspenso, atrapada entre los rumores y las acusaciones. La joven miró su teléfono, el cual había vibrado toda la noche con cientos de mensajes y llamadas perdidas. No había descansado, y cuando intentó revisar la pantalla, las notificaciones no dejaban de llegar. Las redes sociales se habían convertido en un juicio público, donde no importaba la verdad. Solo los titulares.
"La consultora involucrada en fraude millonario", leía uno de los mensajes. "Julia, ¿estás bien?", le preguntaba una amiga que también había caído en la red de especulaciones. Julia no sabía qué responder. Todo lo que podía hacer era mirar en silencio la pantalla de su teléfono, viendo cómo su vida profesional se desmoronaba ante sus ojos. El dolor no solo era emocional. La sensación de ser acusada de algo que no había hecho, que ni siquiera entendía, la estaba consumiendo.
La joven se levantó de la cama, tratando de organizar sus pensamientos. Su jefe la había suspendido sin previo aviso, y sus compañeros de trabajo, que antes le mostraban respeto, ahora la evitaban como si la sospecha de fraude fuera algo que pudiera contagiar. Lo peor era que, aunque intentaba hablar, nadie le creía. Los documentos falsificados, las pruebas manipuladas, todo estaba perfectamente orquestado para hacerla caer. Pero no tenía a nadie en quien confiar… hasta ahora.
Fue en ese instante cuando, sin que Julia lo supiera, Adrián estaba en su mente. Él había estado al tanto de todo lo que estaba sucediendo a través de sus fuentes. Su contacto con Julia no era solo una atracción personal, sino también un sentido de justicia que siempre había marcado su vida. Adrián no podía soportar ver cómo Julia sufría, y aún menos, cómo su padre aprovechaba la situación para quedar con lo que no le pertenecía. La empresa de Julia, que por derecho le correspondía a ella, estaba en manos de un hombre que ni siquiera merecía estar al frente.
Adrián había sido testigo de cómo el padre de Julia se había apoderado de todo después de la muerte de su madre. Sabía que Julia había sido despojada de lo que le pertenecía por derecho. Y a pesar de que ella nunca había mostrado interés en reclamarlo, él veía la injusticia que no podía dejar pasar. Julia estaba siendo arrastrada por el barro, y él no podía permitir que quedara marcada por algo que no había hecho.
Al principio, Adrián solo había querido ofrecer su apoyo emocional, pero a medida que las noticias del fraude se esparcían, la ira dentro de él crecía. Julia era una pieza clave en su vida, y ver cómo todo lo que había trabajado por construir se desmoronaba por las mentiras le llenaba de furia. Su mente comenzó a maquinar un plan. Un plan que no solo la ayudaría a limpiar su nombre, sino que también le devolvería lo que por derecho le pertenecía.
En su despacho, Adrián repasaba mentalmente lo que sabía. El padre de Julia tenía una empresa en decadencia, una empresa que, aunque parecía sólida en la superficie, estaba llena de grietas estructurales. Y la razón de esas grietas no era otra que la forma en la que el padre de Julia había tomado el control, sin tener ni idea de cómo mantenerla a flote. Ahora, con Julia fuera del juego y su imagen dañada, Adrián veía la oportunidad perfecta para hacer caer la empresa, restablecer el orden y devolverle a Julia lo que le pertenecía.
Llamó a su abogado de confianza, un hombre de pocos escrúpulos pero altamente eficiente en el manejo de situaciones legales. Sabía que necesitaba hacer las cosas con cuidado. No quería que el padre de Julia, con su poder, se enterara de sus movimientos antes de tiempo.
—Necesito que investigues todo lo que puedas sobre la empresa de Julia. Hay algo que no cuadra. Su padre está siendo muy cuidadoso con los números, pero hay algo en el aire que me dice que la empresa está a punto de caer. Lo que quiero es que encontremos la mejor manera de involucrarlo en un escándalo financiero, algo que lo haga perder todo —dijo Adrián, con una frialdad calculadora.
El abogado, acostumbrado a este tipo de encargos, asintió sin dudar. La jugada estaba en marcha. Pero Adrián no solo planeaba hundir la empresa. Su verdadero objetivo era que todo volviera a manos de Julia, que recuperara lo que siempre le perteneció, y que el padre de Julia no pudiera salirse con la suya.
Mientras tanto, Julia seguía siendo la víctima de un sistema que había decidido que ella fuera culpable sin importar los hechos. Sus ojos estaban llenos de tristeza cuando revisaba sus redes sociales, viendo cómo todos la señalaban, y cómo las noticias sobre el fraude se extendían. La joven no sabía cuánto tiempo podría resistir la presión, pero en ese momento, sin saberlo, Adrián estaba haciendo todo lo posible para ayudarla a recuperar su vida y devolverle lo que le pertenecía.
o quizá se refiere a eilana o como se llame 🤔