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El Señor Oscuro Y La Gran Bruja De La Calamidad

El Señor Oscuro Y La Gran Bruja De La Calamidad

Status: En proceso
Genre:Completas / ABO / Sirena / Bestia
Popularitas:6.1k
Nilai: 5
nombre de autor: IsaacZero

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Capitulo 24.

Un charco de sangre azul se escurría por debajo de la puerta del salón, y desde el interior, Lisa Bellstar dudaba si debía o no abrir la puerta.Tenía la sensación de que encontraría algo terrible del otro lado. Ella ya sabía de lo que se trataba, ya conocía a la perfección esa rutina y lo que sucedería a continuación. Estaba a punto de tener otra visión onírica.

Con el pulso tambaleando, y con el corazón acelerado como una carreta sin frenos, quitó el seguro de la puerta, ya que hace un instante se había encerrado. Y la abrió lentamente, mientras se asomaba cuidadosamente para no correr ningún riesgo. Cuando finalmente supo que no había nada horrible del otro lado, más que el charco de sangre fresca, que crecía cada vez más, abrió la puerta por completo y confundida vio a ambos lados del pasillo. No había nada, no se escuchaba nada. Todo estaba en orden, pero la sangre bajo sus pies aún estaba ahí.

– No tengo tiempo para lidiar con estas pesadillas otra vez, posiblemente me vayan a expulsar en los próximos minutos y al parecer no encontraron un mejor momento para gastarme una broma de mal gusto. –sus palabras hacían eco en los pasillos.

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“La senda más cercana a la destrucción no siempre es la más fácil... Después de todo, romper cada pedazo de tu ser no es sencillo”.

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Entonces fue por el pasillo izquierdo, buscando la oficina del director, y conforme avanzaba, sentía un dolor de cabeza, que se hacía más agudo con cada paso; era un dolor punzante, como un golpe con un objeto contundente.

También escuchaba unas risas juguetonas muy molestas, que a estas alturas ya reconocía a la perfección: se trataban de las sombras burlonas que aparecían de vez en cuando en sus sueños para molestarla. Y parecían estar a sus espaldas, más risueñas y ruidosas que de costumbre.

– Otra vez esas criaturas. –Lisa sujetó su pecho como si el corazón se le fuera a salir. Y se volteó para confrontar a las sombras burlonas y alcanzó a ver a siete figuras (algunas más pequeñas que un niño y otras del tamaño de un adulto). Paradas en el otro extremo del pasillo. (Sus orejas eran puntiagudas y sus ojos emitían destellos dorados)–. No sé qué es lo que les resulta tan gracioso o qué es lo que quieren de mí, pero no estoy de humor para soportar sus burlas. –La visión de Lisa se volvió roja por tan solo un segundo–. Esos deben ser los duendes de las historias que me contaba mi abuelo. Disfrutan de ver sufrir a los indefensos y frustrados... Tal vez por eso me están acosando. «No hay persona más frustrada o desafortunada que yo en este momento, seguro les doy un buen espectáculo cada día» –Pensó.

Y en ese momento algo muy importante cruzó por la mente de Lisa, algo que ni siquiera había notado y era de suma importancia:

– Un momento... Si estoy viendo estas cosas otra vez, eso significa que estoy...

– ¿Dormida?, ¡Sí. Lo estás! –respondió por ella un personaje familiar, que apareció al lado suyo como por arte de magia.

– ¡Eres tú, el demonio de la otra vez! –gritó Lisa a todo pulmón, en cuanto vio a la chica demonio de piel azulada, cabello blanco y figura erótica. Al reconocerla se tranquilizó–. ¿Dororphea era tu nombre?, lo recuerdo. Antes que nada buen día, ¿cómo le ha ido?, espero que muy bien, en serio.

– Aburrido –respondió–. Pero eso está a punto de cambiar, algo muy interesante está a punto de ocurrirte. –Dororphea sonreía de forma sospechosa, como si tramara algo.

– Por favor. Estoy teniendo un mal día, eché todo a perder por culpa de mi ira, es seguro que mi futuro en esta academia termina hoy, sin mencionar que he preocupado de más a una persona que no ha tenido que ver con lo que me pasó, ¿podrían dejarme en paz solo por hoy? –preguntó con sus ojos enrojecidos, y con una mirada suplicante.

– Honestamente no será posible. Las brujas estaban impacientes por probarte de una vez por todas luego de lo que hiciste en la fiesta y la forma en la que destrozaste a los Ghuls.

– ¿Yo? –replicó Lisa, bastante confundida–. Yo no hice mucho, solo corrí de un lado a otro, bajo la sombra de la señorita Snow, nunca los enfrenté siquiera... Yo no... ¿Los enfrenté, verdad?

Y pasaron fugaces como una lluvia de estrellas: Los recuerdos de lo que vio mientras estaba sonámbula; cuando las criaturas que invocó destrozaron a los Ghuls bajo la luz de la luna sangrienta.

Lisa se tambaleó de un lado a otro mientras sujetaba su cabeza. Ahora le dolía mucho más y estaba muy confundida.

– Que molesta es la gente con sonambulismo, ¡nunca están dormidos o despiertos y por eso no recuerdan nada! –dijo Dororphea en voz alta–. Tú eres una candidata a bruja, pero no eres como todas las mocosas que llegan al dominio del sueño de la bruja buscando magia negra. Tú eres especial por alguna razón. ¡Y es por eso que las antiguas brujas del pasado estaban impacientes por probarte de una vez por todas así que decidieron realizar la prueba tan pronto como fuera posible!, ¡Y como quiero entretenerme un poco, accedí a que lo hicieran! –Dororphea dejó escapar una carcajada–. Verás, el reino de los sueños es un lugar pacífico y por lo general no hay mucha acción; sin embargo a veces aparecen personas como tú que vienen a agitar las aguas cuando invaden los mundos oníricos prohibidos para los mortales, tal y como tú lo hiciste cuando te echaron del sueño del futuro cercano. Seres como tú tienen la capacidad de cambiar el mundo con tan solo una palabra, y es por eso que los guardianes a veces los vigilamos de cerca cuando no tenemos nada mejor que hacer.

Lisa simplemente agachó la mirada, y cerró los ojos. Para cuando volvió en sí, su vista era completamente roja: todo lo que veía a su alrededor era rojo como la sangre de los plebeyos, (desde las paredes que la rodeaban hasta el demonio con el que estaba hablando). Con firmeza y determinación le dijo:

– Ya dije que este no es el mejor momento para hacerme pasar por sueños aterradores o cosas de brujas, así que les suplico que me dejen en paz de una vez por todas. –La voz de Lisa no emitía una pizca de miedo o duda. Cada palabra era firme y concisa–: He visto los horrores más atroces que muchas personas no han visto en toda una vida, y corrí con mucha suerte para salir viva de ahí... Solo sobreviví para obtener respuestas de mis padres quienes me han engañado toda mi vida, para luego enterarme de que mi descendencia oculta secretos muy oscuros... Creí que ya había llegado a mi límite, pero bajé la guardia por tan solo un instante en este infierno que he tenido que soportar a diario, y he arruinado por completo mis planes a futuro y todos mis sueños y esperanzas se han venido abajo por culpa de un arrebato sin sentido... ¿Y aún así quieren obligarme a formar parte de un destino que jamás he pedido, y que solo te servirá a tí como entretenimiento?

– ¡Así es, Precisamente por todo lo que has pasado es que esto es tan divertido! –respondió Dororphea con cinismo. Y en ese mismo instante hizo una mueca burlona con su lengua.

La cabeza de la joven Bellstar estaba echando humo. Su ojo izquierdo le temblaba y su labio inferior también se había arqueado. Dororphea la confrontó y vio una furia tan inmensa como una montaña, en el rostro enrojecido de Lisa. Quién con toda su furia, liberó su frustración sobre la guardiana del reino onírico:

– Dororphea, eres una... ¡Cabeza de chorlito! –Gritó a todo pulmón, haciendo eco por los pasillos. Sin duda alguna esa había sido su mayor demostración de enojo y frustración hasta ahora. Su paciencia tenía un límite y era ese.

Dororphea simplemente se quedó en silencio tras escuchar el insulto más "horrible" que había escuchado en miles de años de existencia. Estaba frente a la responsable de tal "atrocidad" y entre ellas solo había un silencio asesino mientras se miraban fijamente la una a la otra.

– Lo siento. –dijo Lisa, cuando la furia en su interior comenzó a desvanecerse–. Es la primera vez que llego tan lejos, hasta el punto de insultar a alguien... No puedo creer que mis labios pronunciaran tales palabras y ahora me avergüenzo. Le suplico que me perdone.

Dororphea más confundida que sorprendida ante su "demostración de furia" se acercó frustrada.

– ¿Es todo?, ¿te estás burlando de mí, niña? –ahora quién estaba enojada era ella.

– Yo... Lo siento mucho en serio... No quería ser tan grosera, pero es que me han llevado al límite... –La voz de Lisa volvió a ser tan chillona y aguda como siempre y su personalidad habitual regresó. La furia carmesí en su interior había sido expulsada por completo a través de ese insulto–. Lo siento, lo siento, lo siento... Haré lo que ustedes quieran para compensarlo... Solo acabemos con esto ¿si?

– ¡Si vas a insultar a alguien hazlo de verdad!, ¡niña tonta, me estás dejando en ridículo! –escupió el demonio, y sacudió a Lisa de un lado a otro–. ¡Con toda esa ira acumulada podrías llegar muy lejos, pero prefieres reprimirte y aceptar lo que te imponen!, ¿qué te pasó?, ¡no eres la misma de la primera vez que rechazó su destino sin titubear!, ¡dijeron que eras especial pero eres un fraude!

Pero tan solo unos segundos después: un viento tempestuoso se hizo presente, y fluyó a través de los pasillos como si de un huracán se tratase. Este viento traía una sensación muy familiar, y en sus corrientes se escuchaba la voz monstruosa, que Lisa recordaba del sueño de la bruja la primera vez.

¡Lisa Bellstar, hija menor de un clan de cazadores y candidata a bruja, ha sido seleccionada para realizar la prueba, así que prepárate porque no tendremos piedad!

La voz tal y como la última vez, estaba superpuesta por otras voces.

Dororphea soltó a Lisa y de un salto hacia atrás se alejó.

– ¡Buena suerte, la necesitarás!

Para disfrutar de cerca el espectáculo, chasqueó los dedos e hizo aparecer una silla plegable que se veía muy cómoda y también apareció en sus manos una bolsa de papel, llena de un alimento que Lisa nunca antes había visto: (eran pequeñas, esponjosas y su forma era extraña, su color era amarillo y crujían cuando las masticaban. También olía mucho a mantequilla). El demonio guardian simplemente se sentó y disfrutó de su botana mientras veía todo en primera fila.

– ¡Supongo que ustedes son las brujas! –Lisa se plantó desafiante, ante la tempestad, mientras los vientos furiosos golpeaban su rostro–. ¡Muy buenos días!, ¡he escuchado muy poco acerca de ustedes y también desconozco el por qué estoy aquí, así que si quieren que haga la mentada prueba, tengo una sola petición!

Las voces comenzaron a discutir entre sí, y cuando finalmente llegaron a un acuerdo dijeron:

¡Adelante, dicta tus términos. Siempre que las candidatas logran superar la prueba obtienen su recompensa, así que dinos qué es lo que quieres!

– ¡Quiero que me digan por qué fui seleccionada como candidata!

...

¡Aceptamos!, ¡tendrás tu recompensa cuando hayas superado la prueba!

Y al final del pasillo surgió una luz cegadora, que llamaba a Lisa y la invitaba a avanzar hacía adelante. Y con toda la determinación que le quedaba, y reservando un poco de la ira que le había sobrado, Lisa avanzó con temor, pero segura de que podía lograrlo. Y mientras lo hacía, pudo ver una figura alta y semitransparente que caminaba entre la luz. Su prueba estaba a punto de comenzar.

***

Pero en el "mundo real", el cuerpo de Lisa estaba tumbado boca abajo, rodeado por los pupitres y estanterías, en medio del salón de clase, que para empeorar estaba cerrado con llave. Nadie del exterior la encontraría inmediatamente.

Ella dormía sin ningún problema, mientras la doctora Griffith cuidaba de ella.

La doctora estaba sentada frente al escritorio del docente; con su bata blanca y con una revista en la mano. Sobre la mesa había una imponente regla de madera que se había partido por la mitad hace un momento, y de las dos mitades goteaba un líquido espeso de color rosa.

De vez en cuando volteaba a ver el cuerpo inerte de la jovencita y no hacía nada al respecto por despertarla o tan siquiera por asegurarse de que estaba bien.

Para sorpresa de la doctora alguien estaba tratando de abrir la puerta del salón, forzando el seguro de la perilla una y otra vez hasta que finalmente lo rompió. Pero antes de que el intruso ingresara al salón, fue detenido súbitamente por la mujer de cabello negro.

– ¿Qué haces aquí?, si te ven tendrás problemas, ¡vuelve a tu puesto y vigila a la candidata!

– La mocosa va a tardar un poco en iniciar la prueba y ya sabes que me aburro muy fácil, así que ¿me dejarías invadir tus sueños?, eres la única a la que puedo invadir.

– ¡Regresa a tu posición y vigila de cerca su progreso en el sueño de la bruja, tu trabajo no es divertirte en primer lugar! –ordenó la doctora con un tono fuerte y muy en serio.

– Cómo sea... De todos modos este lugar también es aburrido, de todos modos no puedo invadir a nadie así que no sé para qué vine en primer lugar –dijo Dororphea, resignándose de una vez y preparándose para regresar al sueño de la Bruja.

– ¡Oye pero antes de que te vayas debes arreglar la puerta, no puedes dejar las cosas así!

– Te lo encargo a tí, que te encanta hacer cosas aburridas. –respondió el demonio del sueño y con pesadez se retiró mientras arrastraba los pies y gruñía con decepción.

***

Mientras tanto en la dirección general de la academia se había formado un auténtico escándalo, entre las alumnas abusivas y el director:

– Señoritas, entiendo su frustración, en serio, pero les suplico que me permitan hablar por tan solo un minuto. –dijo el director, de calva brillante y barba canosa, con su voz temerosa, debido a los reclamos que le estaban exigiendo–. ¿Podrían escuchar mi propuesta primero?

– ¡Quiero que la expulsen y que después la encierren en el calabozo más oscuro! –chilló la señorita Bourbon, mientras ponía hielo sobre la herida que Lisa le había provocado–. ¡Es una maldita bestia sin educación, no merece estar entre nosotros!

– ¡No entiendo por qué la aceptaron en primer lugar, esto es culpa suya por permitirle estar aquí! –apoyó otra de sus compañeras–. ¡Más le vale hacer algo al respecto o vamos a hablar con nuestras familias!

– Señoritas, por favor cálmense ¿si?, les prometo que voy a tomar cartas en el asunto pero no puedo...

– ¡Exigimos justicia, una maldita plebeya se atrevió a tocar a una de los nuestros y no vamos a permitir que llegue más lejos!

– ¿Qué quiere?, ¿qué esperemos a que ande por ahí abofeteando a los otros nobles?, ¡tiene que echarla a la calle inmediatamente y después llamar a las autoridades para que la encierren!

Los gritos y las exigencias de las estudiantes eran cada vez eran más agresivas. Ninguna tenía planeado retroceder hasta que se hiciera lo que ellas querían.

Pero había una fuerza que tenía atado al director de la academia:

Una fuerza misteriosa que se posaba sobre su hombro ejerciendo presión y clavaba sus uñas en su piel. Podía sentirlo, cada vez que pensaba en ceder ante las jovencitas, el dolor se intensificaba. Esta misteriosa presencia le aterraba más que el tener que lidiar con los berrinches de sus alumnos y de sus padres.

A estas alturas ya estaba muy sudoroso y estaba comenzando a quedarse sin aliento, mientras las tres chicas que estaban frente a él, no hacían más que ladrar sus exigencias como perros salvajes. El anciano no soportaría por mucho tiempo.

Repentinamente, las puertas de su oficina se abrieron de par en par y aquel que ingresó a su oficina llamó la atención tan pronto como vieron su cabello negro y su belleza sobrenatural.

– Muy buenos días mis doncellas –saludó el conde Tempest con una sonrisa, y se apresuró a besar la mano de la señorita Bourbon con educación–. Estoy aquí para ayudar a solucionar este asunto, si me permiten unos minutos de su valioso tiempo ¿Me podrían escuchar?

Las estudiantes encantadas por él, le sonrieron y asintieron alegres. Pero el director simplemente guardó silencio y hundió su rostro en los documentos que tenía en su escritorio. Y en ese momento, el dolor en su hombro fue aún más insoportable, y hasta le quemaba, y lo sintió así, tan pronto como el conde se hizo presente.

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Kitcha
Agradecido mi abuela, si fuera agradecido no hubiera dejado que arrestaran a los empleados como criminales cuando fueron ellos que prepararon el antídoto para el veneno que corría en su sangre. Porque para mi a lo que fusilaron fueron esas personas acusadas de traición, Duque eres un imbécil y tu aptitud da asco.
Kitcha
Excelente
Kitcha
Claaaro ese es un remedio infalible para cuando uno no puede dormir un buen golpe en la nuca y puedes dormir tranquilo como un bebé.
Kitcha
Que hemos hecho!... , que no han hecho sería la pregunta, mija la lista de las cosas malas que han echo es tan larga que podrían hacer un libro con un grosor de mínimos de 2 pulgadas
Kitcha
Ja, como que Lisa corría casi a ciegas, no es que es miope, si quito los anteojos y con luz apenas qué miraba lo que estaba enfrente de ella y por eso se tropezaba con todo y con todos y ahora que quitaron la luz puede correr y ver a sus odiosos compañeros muertos, esta brujita es como los animales nocturnos de día no ven mucho pero en la noche es otra historia.
Zero: Exacto, Lisa puede ver en la oscuridad, no muy bien pero mejor que bajo la luz. Al fin alguien lo notó
total 1 replies
Kitcha
Chale esta historia me tiene comiendo uñas, porque acá rato siento el suspenso, sin poder adivinar lo que va a pasar.
Veronica Bossio
excelente historía
Veronica Bossio
super interesante
Veronica Bossio
espectacular tu historia
Zero: muchas gracias ☺️ espero la siga disfrutando
total 1 replies
Paula Pérez Barrón
suena muy interesante ☺️
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