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El Señor Oscuro Y La Gran Bruja De La Calamidad

El Señor Oscuro Y La Gran Bruja De La Calamidad

Status: En proceso
Genre:Romance / Demonios / Brujas / Ángeles / Mujer despreciada / Secretos de la alta sociedad
Popularitas:2.7k
Nilai: 5
nombre de autor: IsaacZero

En una época donde la alta sociedad, la reputación y las apariencias determinan el estatus de las personas, una joven Baronet se inscribe a la escuela más prestigiosa donde la crema y nata de la sociedad se reúnen para forjar a los futuros nobles y gobernantes del reino. Ahí tendrá que sobrevivir a los abusos y humillaciones de sus compañeros para ganarse un lugar dentro de la alta sociedad y recuperar el honor de su familia que ha sido pisoteado desde hace tres generaciones.

Pero sus planes podrían verse afectados con la repentina aparición de fenómenos paranormales y eventos más allá de la comprensión humana, que asolan la institución. Y que aparentemente iniciaron el mismo día que conoció a un conde atractivo, de figura galante y atractivo sobrenatural.

¿Qué misterios ocultan sus ojos carmesíes y su cabello negro como la obsidiana?, ¿será nuestra protagonista capaz de sobrevivir entre las fauces de dos bestias hambrientas?, ¡échale un vistazo a esta historia de romance y terror!

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Capítulo 23: Bastó un segundo para arruinar todo.

Los minutos pasaban y Lisa aún no regresaba. El conde esperaba sentado en una de las bancas en medio del jardín, bajo la luz de la mañana, y con los pajaritos cantores de plumaje azul, que revoloteaban a su alrededor, mientras veía las hojas caer. Trataba de distraerse un poco para no pensar en el dolor que le provocaban las heridas en su brazo izquierdo.

– Se está tardando mucho, espero que realmente esté bien... Espero no haber sido el responsable de esas lágrimas, hacerla llorar de esa manera sería imperdonable. «Además, ya he confirmado lo que me temía, necesito acercarme aún más a ella si quiero tener éxito esta vez».

– ¡Buen día, su excelencia!, ¿hace un lindo día para disfrutar del jardín, no lo cree? –preguntó una de las integrantes del grupo de la señorita Bourbon. Era muy hermosa, su cabello era castaño y ondulado, y sin siquiera pedir permiso, se apresuró a sentarse a la par del conde y acercó sus piernas y sacó su abdomen para llamar la atención del conde–. Es un día muy lindo para estar en compañía, alguien como usted no debería estar tan solo.

– ¡No lo estoy! –respondió tajante, y rápidamente se apresuró a alejarse, sin importarle siquiera que la estudiante casi se cayó de boca tan pronto como se levantó–. Mi compañera no tardará en regresar, pero gracias por ofrecerme su compañía. «Que molestia».

– ¿Me está rechazando? –preguntó la estudiante de tercer año, con sus ojos cristalizados y la voz quebrada. Trataba de apelar el corazón del conde–. ¿Por qué milord?, ¡Lisa Bellstar es una simple baronet, ella no ofrece absolutamente nada bueno!, ¿Cómo es posible que usted prefiera pasar el tiempo con ella, que con los de su clase?

– Para empezar no es asfixiante ni está desesperada por llamar la atención –respondió cortante, y sus palabras se clavaron en el corazón de la chica como cuchillos–. En cambio, ustedes no paran de acercarse a mí con segundas intenciones. Así que háganme un favor y ya déjenme en paz. No estoy aquí para tratar con ustedes. «Desgraciadamente tengo que soportarlos para acercarme a sus padres, pero después de lo ocurrido en la fiesta ya no será necesario seguir usando a estos malcriados como herramientas».

Encontrándose completamente derrotada y con la moral ya por los suelos, la estudiante de cabello castaño agachó la mirada y comenzó a llorar. Pero con lo último que le quedaba de malas intenciones, se recuperó tan solo para sembrar aún más cizaña.

– ¿Usted cree que Lisa Bellstar no busca su propio beneficio?, –escupió, aún con los ojos enrojecidos y con voz desesperada–. ¡Cómo se nota que no conoce bien a los baronets ni de lo que son capaces con tal de escalar en la pirámide!, ¡son capaces incluso de mentir para perjudicar a otros nobles si tienen la oportunidad, tal y como pasó el año pasado con el maestro Thompson!

Pero el conde interrumpió rápidamente, poniendo su dedo índice en los labios de la chica para que guardara silencio de una vez por todas.

– Ustedes saben que eso no fue una mentira –le dijo, susurrando muy cerca de su oído–. Su estúpido orgullo no les permitió aceptar su error y perjudicaron a una pobre chica inocente. Sus padres son los únicos culpables de lo que sucederá en este país, por culpa de sus pecados los han condenado a todos.

La chica ahora estaba aterrada; estaba viendo directamente los ojos del conde, que ahora eran rojos como dos rubíes y emitían un fuego sobrenatural, y su mirada era ardiente y aterradora. La chica sentía como si su piel se estuviera quemando en el mismísimo infierno. Sentía dolor y era incapaz de gritar.

– “No vuelvas a mencionar a Lisa Bellstar en mi presencia" –le dijo, y su voz era monstruosa.

Y la chica de cabello ondulado finalmente se desmayó, por culpa del miedo, y su bello rostro besó el metal del banco metálico sobre el que estaba sentada. Con la caída se había roto el tabique, y su sangre azul no paraba de salir de sus fosas nasales.

– Creo que debería dejarles las cosas muy en claro para que ya me dejen en paz. Ya estoy comprometido así que sería una falta de respeto para el clan. Además no quiero darle motivos a Joss para oponerse al matrimonio. –se dijo a sí mismo el conde, y se apresuró a sentar a la joven desmayada para que nada pareciera fuera de lugar.

Y en ese momento el conde vio en dirección al pasillo y vio pasar a Lisa a toda velocidad, como si huyera de alguien. Y sin pensarlo dos veces corrió detrás de ella, a pesar del dolor que le provocaba hacer esfuerzos, debido a las heridas frescas que tenía en su brazo enyesado.

– ¡Milady! –repetía el conde constantemente, para llamar la atención de Lisa, quien parecía ignorar su llamada y tan solo seguía huyendo.

Lisa finalmente ingresó al salón de clases más cercano y rápidamente trabó la puerta para que el conde no pudiera verla.

– ¿Está todo bien milady? –preguntó preocupado–. ¿Le pasó algo?, ¿hice o dije algo malo?, le suplico que me perdone si le he faltado el respeto...

– ¡No es así! –respondió Lisa del otro lado de la puerta. Su voz expresaba mucha tristeza–. ¡Es solo que yo, no estoy en condiciones de ver a nadie en este momento, usted no ha hecho nada malo, por favor no se preocupe por eso!, le ruego me disculpe, pero no puedo seguir con nuestra cita, así que por favor... Déjeme sola, solo un momento.

– Milady... No insistiré más, si lo que desea es privacidad, le daré un poco de espacio. Pero si hay algo que yo pueda hacer para ayudar, no dude en acudir a mí ¿si?, estaré más que feliz siendo de utilidad.

El conde finalmente se retiró, ni un poco más aliviado, más bien estaba muy preocupado por Lisa y su salud mental, ya que vio las heridas en su rostro. Aun así se distanció lentamente; sus pasos se alejaban haciendo eco por los pasillos y cuando Lisa no lo escuchó más, ahí se soltó a llorar.

– ¿Por qué lo trataste así Lisa? –se preguntó a sí misma, viendo su reflejo através de sus anteojos–. Él no es el culpable de todo lo que te está pasando, esto es tu día a día ¿lo recuerdas?, bajaste la guardia y te atacaron... Otra vez.

Y mientras limpiaba sus lágrimas, se acercó a la ventana y en su reflejo vio los moretones y los rasguños en su rostro. Sus compañeras habían sido duras muy duras con ella. Era la primera vez que la golpeaban de tal manera. Pero esa no era la única razón de su tristeza.

– ¿Por qué me pasan estas cosas?, ya no puedo soportarlo más... No quiero que esto me cambie.

***

Lisa recordaba la paliza que le propinaron en los baños de damas, pero revivió con claridad un momento en específico:

La señorita Bourbon la golpeaba una y otra vez, ignorando sus súplicas, y en ese momento sintió ira desde lo más profundo de su ser y por tan solo un segundo vio todo rojo. Pero bastó con ese único segundo para que pudiera librarse del agarre de sus compañeras, y casi por instinto se defendió de la líder abusona con una bofetada. Ni siquiera había pensado en hacer eso, su reacción fue meramente instintiva.

Su compañera y las que la acompañaban se quedaron paralizadas por tan solo un segundo, e inmediatamente después comenzó a llorar como un bebé, tan pronto como saboreó la sangre azul que brotaba de su labio inferior. Y sus amigas se apresuraron a consolarla. Mientras profesaban insultos y amenazas en contra de la señorita Bellstar.

– "¡Eres una salvaje!, ¡te criaron en un corral eso es seguro!, ¡pero te vamos a acusar, eres un peligro!"

– "¿Cómo te atreves?, ¡ahora sí nos vamos a deshacer de ti, zorra!"

– "¡Estás acababa Bellstar, te van a expulsar por golpear a la hija del vizconde Bourbon!"

Lisa le pegó muy fuerte y la había hecho sangrar. Ella era muy fuerte y eso es algo que ella siempre ha sabido. Pero lejos de sentirse un poco mejor, se sentía muy mal consigo misma, ya que lo último que quería en el mundo era parecerse a los nobles que abusaban de su poder sobre los débiles, y ella había hecho exactamente lo mismo. Abusó de su fuerza con alguien más débil que ella, y las miradas aterradas de sus compañeras eran la prueba: La veían como si fuera un monstruo.

Y se aterraron aún más cuando vieron que después del golpe, la misma mano con la que Lisa había abofeteado a su compañera, ahora era un puño firme y cerrado, y en ese momento temieron por su propia integridad.

– Lo siento... Yo no quería hacer daño... –Lisa extendió su mano. Y al ver que trataba de acercarse, las abusivas se apresuraron a tomar a su compañera herida, y se la llevaron de ahí.

Lisa se levantó y vio reflejada la ira que expresaba su rostro en el espejo; sus mechones despeinados y enredados caían sobre el lado izquierdo de su rostro, sus ojos estaban enrojecidos y llenos de lágrimas, y sus cejas se habían arqueado, demostrando un ceño desagradable, la persona que estaba viendo en el espejo no se parecía en nada a ella. Y tuvo miedo de sí misma.

***

– ¿Por qué hice eso?, ¡yo no soy así, yo no soy agresiva! –repetía Lisa constantemente, como si estuviera discutiendo con su reflejo en la ventana– *solloza* ¡no quiero ser una persona desagradable!, *solloza* ¡no quiero que esta academia me cambie!, yo solo... Quiero dejar de sentirme tan mal conmigo misma... Quiero dejar de tener miedo, quiero dejar de sentir rabia todo el tiempo... Yo solo quiero tener una vida normal.

Lisa Bellstar solicitamos su presencia en dirección inmediatamente. –resonó la voz del director a través de las bocinas que estaban en cada salón y pasillo de la academia.

Y en ese momento, el miedo se apoderó del corazón de Lisa. Ahora tenía que pagar las consecuencias de sus actos por golpear a la hija de los Bourbon; una importante familia de vizcondes. Lo que hizo estaba definitivamente mal, y seguramente pagaría muy caro su atrevimiento.

– ¡Por favor que no sea lo que estoy pensando! –Repetía constantemente mientras veía hacia arriba, con su voz chillona a causa del miedo y la tristeza–. ¡He trabajado muy duro, y he tenido que soportar tanto para llegar hasta aquí!, *solloza* ¡no lo volveré a hacer, pero dame una última oportunidad!, ¡prometo ser buena, usaré mis dones para ayudar a los demás y no para lastimar!, ¡te lo probaré, pero por favor, suplico una última oportunidad!

Y una vez más se soltó a llorar, el día de hoy había sido todo un desastre. En tan solo unos minutos la alegría que había disfrutado hace un rato se había arruinado, y había regresado al infierno habitual que ha vivido desde que estudiaba en esa academia.

– Debo estar maldita *sorbe con la nariz* No es normal que a una persona le pasen tantas desgracias consecutivamente. Eso también explicaría por qué un demonio me visitó en sueños la última vez, *suspira* iré a la iglesia cuando tenga la oportunidad, hace mucho tiempo que no voy... Desde que me separé de mi familia –murmuró para sí misma–. Un momento... ¿Un demonio me visitó en sueños?, ¡lo recuerdo perfectamente, parecía una mujer y su piel era azulada, también tenía alas!, ¿cuál era su nombre?

Justo cuando estaba a punto de abandonar la habitación, Lisa se detuvo en seco frente a la puerta, tan pronto como escuchó salpicar el líquido que estaba pisando. Bajó la mirada lentamente y vio que era sangre. Sangre azul que se escurría por debajo de la puerta como si del otro lado hubiera algo muy siniestro. Otra visión estaba a punto de suceder.

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Veronica Bossio
excelente historía
Veronica Bossio
super interesante
Veronica Bossio
espectacular tu historia
Zero: muchas gracias ☺️ espero la siga disfrutando
total 1 replies
Paula Pérez Barrón
suena muy interesante ☺️
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