Solo Tú

______ Señorita Echevarría, he escuchado tantas cosas lindas de su empresa y el chocolate.

_____ Sin duda el producto de muy buena calidad.

El hombre ni siquiera terminó de hablar, cuando descaradamente colocó su mano encima de la mano de Lilit.

La expresión en el rostro de mi niña fue de confusión, trató de quitar su mano, pero el muy desgraciado ejerció fuerza, evitando que ella logrará zafarse de él.

_______ Suélteme. _____ En voz baja, Lilit le ordenó al viejo rabo verde.

______ Niña, no te hagas la inocente, tú y yo sabemos bien como puedes lograr sacar el mayor beneficio para tu empresa.

_____ Soy un importante empresario a nivel internacional. Puedo ayudarte a que tu empresa crezca rápidamente, y que tu producto sean el más vendido.

______ Se está equivocando conmigo, señor Ferrate.

______ No sé conque tipo de mujeres empresarias haya tratado antes. Conmigo se equivocó. Hasta aquí termina esta reunión de negocios.

_____ No necesito que un hombre como usted me ayude a crecer mi empresa. _____ Respondió Lilit, sacudiéndose la mano del desgraciado.

Sin aceptar el rechazo de mi niña. El tipejo se pone de pie, con la mirada fija en Lilit, intenta intimidar.

______ ¡Niña estúpida, toma asiento y no te atrevas a hacer escándalos! _____ Apretando los dientes le ordena a Lilit.

Ya no pude contenerme más, me acerqué a la mesa, justo donde Lilit estaba de pie. Colocó mi mano en la cintura de mi niña, fijando mis ojos, en el hombre delante de nosotros.

_____ Perdón por haber llegado tarde, amor. Había bastante tráfico en el camino. _____ Le doy un beso a Lilit en los labios, dejándole claro que ella es mía.

______ ¡¿Quién demonios eres tú?! No ves que estábamos ocupados.

Estaba perdiendo la poca paciencia que me queda. Respire lentamente por la nariz, de lo contrario, los dientes de este idiota quedará encima de la mesa.

_______ ¡Oh, ya sé quien eres!

______ César Monte Ávila. Soy un idiota por no haberte reconocido antes. _____ El hombre extiende su mano.

Estire mi brazo, sujetando con fuerza su mano. Al siguiente segundo, se arrepintió de haberme ofrecido su mano.

Ejercí tanta fuerza en ella, que su cara se puso roja del dolor.

______ Ahhhh. _____ se quejó apretando los dientes.

______ Suélta mi mano. _____ Me ordena, cómo si yo fuera un empleado de él.

______ Tome asiento, señor Ferrate. Y, escuche bien lo que le voy a decir. _____ Ahora era yo quien le ordeno.

______ Dígale a Alma Rosa que no intente lastimar a mi mujer porque no voy a tener piedad con ella.

______ ¿Quién es Alma Rosa?... No sé de qué me habla. ______ Finge no entender lo que quiero decirle.

______ Sabes bien a lo que me refiero. Dile que no intente volver a dañar a mi mujer, de lo contrario, no tendré piedad de ella.

Después de eso, tome a Lilit de la mano y la saque de ahí. La chica se encontraba en shock. Fue algo intenso asimilar lo que dije.

Al salir del restaurante, abrí la puerta del auto para que Lilit entrará. Más tarde enviaré a Armando a recoger su coche.

______ César, ¿cómo supiste que detrás de ese hombre esta tu exnovia? _____ Lilit pone toda su atención en mí.

______ Se te olvida que fui general del ejército. Puedo darme cuenta de cosas que tú no.

Encendí el auto y me alejé de ahí.

______ Las intenciones de ese hombre no eran buenas. Te agradezco haber llegado otra vez a mi rescate.

Entrelacé mis dedos con los de Lilit. Prometí cuidarla y es lo que haré. No voy a permitir que nadie la vulva a lastimar.

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...Mientras tanto....

...Narra Alma Rosa....

Sentada en una de las mesas, observe todo lo que ocurría. Apreté mis puños con fuerza. Sentía un fuego dentro de mi pecho.

Un extraño sentimiento de odio se apoderó de mi corazón. Rabia, coraje, impotencia. Eran unos de las muchas emociones que sentía dentro de mí.

Me levanté de la mesa, no tenía nada que hacer ahí.

Al llegar al estacionamiento del restaurante, el chofer abre la puerta del coche. Sin decir nada entre, furiosa.

______ Alma Rosa, por favor, regresamos de nuevo a Alemania, no tenemos nada que hacer aquí.

Enojada, coloque mi mano en la boca de Jimena. Estaba cansada de escucharla decirme que me aleje de César. No entiende que no puedo hacerlo.

Amo a César, fui una idiota al dejarlo ir y cambiarlo por el viejo de Maximiliano. Ahora que sé que es digno de mí, no lo voy a soltar.

______ ¡No me entiendes, verdad!

______ Amo a César. ¡Espero un hijo de él!

Lentamente, le quité la mano de la boca a Jimena.

______ Alma Rosa, solamente te estás haciendo daño a ti y al bebé. Entiende de una vez que ya perdiste a César. Volvamos a Alemania y casarte con Maximiliano o con cualquiera otro hombre. ______ Insistió Jimena.

_____ Llevanos a la villa. _____ Le ordené al chofer.

El auto pronto avanzo. Miraba a través de la ventana. Sentía esa espina en mi corazón. Se clavaba cada vez que recuerdo como César defendió a esa mujercita.

Mis lágrimas fueron cayendo lentamente por mis mejillas. Sentía un nudo en la garganta, cada segundo que recuerdo los buenos momentos con César.

Llore en silencio hasta que llegamos a la Villa. Baje del auto antes que Jimena, de inmediato subí a mi habitación y arroje todo lo que se me cruzo por delante.

______ ¡NOOOOOOO!

Solté un fuerte grito que me salió de lo más profundo. Doble mis piernas, cayendo de rodillas a la alfombra.

Dentro de mi corazón, sabía que ya no había retorno y he pedido a César. Pero, me niego aceptarlo. Es algo más poderoso que la razón.

Ahora la única carta que tengo a mi favor es el hijo que llevo en mi vientre. Espero que funcione, no quiero hacer algo de lo cual me pueda arrepentir más adelante.

Durante toda la noche, no pude dormir nada. Antes de que Jimena se de cuenta, me arregle y salí de la villa.

Eran más de las 8:00 am cuando estacione el auto de la empresa de la tal Lilit. Era momento de dejarle claro que es a mí a quien César ama