Nick es un hombre millonario, exitoso, guapo, y amable, alguien que lo ha tenido todo… Pero su pasado es mucho más gris y profundo que aquella fachada, porque años atrás, luego de perder la memoria, terminó en un orfanato donde la pasó abusos, humillaciones y problemas, pero gracias a la bondad de un hombre que lo adoptó, su vida mejoró. Sin embargo, ¿quién podría imaginarse que, aun así, le faltaba un obstáculo mucho más complicado que enfrentar? El amor llegó a su puerta, de una manera singular e incluso puede parecer incorrecta.
Por otra parte, Jennifer creció como una hermosa joven, que aunque no tenía a su madre, sí tenía un hogar lleno de amor junto a su padre y sus cuatro hermanos adoptivos. Sí, adoptivos, que aunque no tenían un lazo de sangre que los uniera, el lazo de la familia… o del amor, era más fuerte. ¿Qué es lo peor que podría pasar?
ESTA NUEVA NOVELA ESTARÁ LLENA DE EMOCIONES, PROBLEMAS Y CONFLICTOS… PERO IGUAL QUE EN MIS OTRAS NOVELAS, EL AMOR PREVALECE.
LOS AMO
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Capitulo 23
—No, no, no, wow, espera —detuve las manos de Jen nervioso y ella sonrió
—No. En el baile tu hiciste lo que quisiste, ahora es mi turno. Nick —su sonrisa coqueta vino seguida de ella sentándose en mis piernas para luego empezar a aplicar bloqueador en mi pecho—esto me gusta, ¿y a ti? —susurró inhalando mi aroma mientras esparcía la crema por mi torso, entonces de la nada se movió causando que mi ereccion fuera increiblemente incomoda. Estoy seguro de que la siente dura
—Jen...—susurré con voz temblorosa y la respiración cortada
—mmm—apretó sus labios en una línea y de la nada movió sus caderas en la dureza de mi pantalón haciendo fricción—esto es genial Nick —me perdí en su mirada profunda, sus pupilas deseosas, sus labios hinchados y rojos de tanto morderlos, pero sobre todo en el latido acelerado de su corazón que podía escuchar al igual que ella el mío en la palma de su mano junto a mi pecho.
Entonces de la nada se abrió un poco más y pude llegar a sentir lo mojada que estaba por sus fluidos y seguramente los mios tambien
—Jen —susurré de nuevo junto a sus labios que estaban solo a milímetros, pero entonces cuando estaba a punto de besarla se levantó abruptamente y me tiró el bloqueador para luego acostarse como si nada en su camilla. Entonces vi que a lo lejos con las bebidas llegaba el rábano inoportuno.
Me acomodé el pantalon y coloqué la gorra encima para disimular un poco. Esperen. ¿Porque demonios voy a fingir que nada pasó? ¡Quiero entregárselo en la cara al imbecil!
—¿Por qué demonios te detuviste?
—Porque si
—¿Es enserio, Jennifer?
—Si
—Pero
—Shhh, quiero leer
—Me las pagarás
—Con gusto. Aunque creo que yo soy mejor cobrando venganzas que tu
—Creme lindura, en el momento en el que puedas ser mia no tendré piedad alguna
—Si tú lo dices —dijo con desdén y apreté la mandíbula cabreado. Entonces llegó el rábano inoportuno a arruinar todo.
— las bebidas. Para mí es la de Lulo y para ustedes las de coco.
—Gracias, querido, siempre tan disponible — canturreó Jen a su lado y él sonrió mirando en mi dirección victorioso.
—Sí, siempre hay una segunda opción para todo —comenté mirando el teléfono.
—¿A qué te refieres?—preguntó el rábano —¿Me hablas a mí?
— Estoy hablando de un reloj que me voy a comprar —dije mostrándole el teléfono—Pero si la indirecta te llegó. Iré a bañarme un poco. ¿Venías, hermanita?
Jen me miró con ganas de querer matarme, pero me mostró su bebida.
—Sería una pena dejar a mi compañero solo. Y más aún dejar la bebida que me trajo con tanto esfuerzo. Ve tú, no te haré falta, hermanote —apreté los labios y ella sonrió quedándose al lado de él.
Me dirigí a la playa. Con o sin ella debo ir a bañarme para bajar la dureza y la incomodidad de mi short.
Cuando el agua me llegaba a la mitad me sumergí y nadé hasta más al fondo. Luego de un rato se hizo medio día y llegó Brydelis que tenía evidente enojo con Sam que sonreía victorioso y levantó los pulgares en dirección a mí. También llegó Jen junto a Ryers, al igual que Sam junto a una mujer desconocida que es muy callada. Incluso se unió Adrián y la ama de llaves de la mansión junto a sus dos hijos que son el jardinero y la de limpieza.
Nadamos un rato y luego Adrián salió diciendo que era hora de comer. Matt estaba en la orilla hablando por teléfono, se veía bastante enojado por lo que todos decidimos no entrometernos. Somos listos y meternos con él cuando está enojado equivale a un buen tiempo hospitalizado. Lo experimenté una vez, aunque todos pensaron que fue un accidente, él así lo dijo.
Seguramente tenía miedo de que lo echaran de la casa. Despues de eso se volvió muy distante a mi, no sé si por enojo o verguenza.
Al llegar a la casa nos acomodamos en el gran comedro de madera. Comeremos pescado frito. Una comida tipica de aquí.
—Hermano, ¿me pasas el limón? -—me preguntó Jen al tiempo que acariciaba mi pierna con su pie de arriba abajo frente a mi. Fingí que no me daba cuenta y se la acerqué sin mirarla —¿oye Nick, me pasas la sal? —volvió a preguntar, entonces la ignoré y seguí comiendo
—Yo te la paso querida —le dijo el rabano metiche. Oh, eso si que no. Ni loco. Antes de que la tomara la atrapé y fingí que la necesitaba. Luego se la entregue a regañadientes a Jen que sonrió victoriosa.
—Esta comida es muy rica. quien quiera que la haya cocinado es un autentico genio de la cocina —elogió Sam y sonreí para mis adentros. Si supiera quien lo preparó
—Cociné yo. Ojala te atragantes con una espina pra pode lanzarte al mar y que te coma algun tiburon —dijo Bry de la nada y todos comenzaron a reir al verlo atragantarse con la limonada, incluso Matt que se veia bastante tenso
—Cuidado con lo que deseas, podrías tener tu sangre en mis manos
—No necesito marcharme de sangre para acabar contigo
—Brydelis—advirtió Adrian y ella soltó un bufido
—Es que no lo soporto. Para empezar no sé que hace Nicolas con un traficante de personas aquí, y quien sabe si no es un asesino en serie
—Eso no lo sabes querida. Y si lo fuera, yo que tu me reservaría esos comentarios, no vaya a ser que mi proxima víctima sea tu—vi como Bry tembló un momento y se hizo un silencio sepulcral
—Si le haces algo a mi hija, te mato, así como tú, se esconder un cadáver sin manchar mis manos de sangre—comentó Adrián como si nada y luego bebió un sorbo de agua, entonces Sam sonrió
—Es una bromita. No mataría a su querida hija señor. Tal vez le cortaría un dedo o dos y ya
—Sam, tu sentido del humor ellos no lo entienden —me burlé para que el ambiente tenso desapareciera, aunque si en algo el es bueno es para hacer amenazas. Por algo ES un asesino en serie, y muy meticuloso por cierto. Ha hecho algunos trabajos para mi.
—Es verdad, me disculpo. Nick y yo tenemos chistes bastantes pesados. Y tus manos son hermosas, sin dedos se verían fatales—terminó de decir y siguió comiendo como si nada pero vi como Bry le lanzaba dagas con los ojos
—El deseo de que te atragantes como una espina sigue en pie—comentó bry aun así y él sonrió con fastidio. Entonces Matt se levantó de la nada y Katherina lo siguió
—¿Y a él que le pasa? Lleva todo el dia raro —comentó James refiriéndose a Matt
—No lo sé, pero no te metas —añadio Adrian —y tu... eres... —preguntó refiriéndose a la chica que hasta ahora lo ha dicho ni una palabra
—Soy Amelia. Aunque pueden llamarme Mia
—No, así solo te llamo yo—comentó James, pero ella ni se inmutó. Para ser alguien que se ve tierna y timida a simple vista. Pero su voz fría y distante a James sorprende —ella es un amor, y muy calida aunque no lo demuestre —comentó convencido pero ella solo volteó los ojos y le quito el brazo de él de su cintura
—Estuvo muy rica la comida. Muchas gracias por todo. Si no les molesta iré a la cocina —comentó tomando su plato y vaso. Adrian asintió y ella se retiró totalmente seria
—¿Y ella es...? ¿Al parecer preferiría estar al lado de un iceberg que junto a ti—comentó Adrian con burla y James sonrió
—Es mi futura esposa, aunque aún no lo sabe—comentó convencido y Adrian levantó las cejas sorprendido
—¿Te casaras antes que tus hermanos siendo el menor?
—Jennifer es la menor
—Ella se casará a los treinta. Antes lo tiene prohibido, ¿no, Jenny? — preguntó Adrián y ella me observó por un segundo antes de asentir con media sonrisa— Lo ves.
—Bueno, es que ella necesita que le demuestre que si la quiero así que le propondré matrimonio.
—Y ella te dirá que no porque ama a un cubo de hielo más que a ti —comentó Bry con aburrimiento. Sam sonrió por lo bajo.
—Me dirá que sí—comentó aun así convencido—no podrá decir que no
—¿Porque eso sonó como amenaza? —preguntó Jen entrecerrando los ojos pero James no respondió nada y se levantó del comedor. Unos minutos despues el telefono de Ryers sonó y tambien se levantó a contestar, Bry y Sam tambien se fueron, al parecer a ver quien ahogaba al otro.
Quedamos solo Adrian, Jen y yo. Pero de la nada Adrian se levantó.
—Iré a dormir un rato. Hoy gasté mucha energia. Jen hija, recuerda no nadar muy al fondo, puede ser peligroso
—si papá. Dulces sueños —le dió un beso en la coronilla a ella y subio las escaleras perdiéndose en el pasillo
—Jen, ¿quieres ir a...
—Jenny, ¿quieres usar las motos acuaticas?—preguntó Ryers de la nada interrumpiendo
—¿Eh?
—Vamos, será divertido—la tomó de la moto antes de ella poder negarse y se la llevó a la playa de nuevo, iba a impedirlo pero de la nada sonó mi telefono
—GENIAL— (Sarcasmo en su maximo esplendor)
—¿Si? ¿Que pasó?
—Se que estás en tus vacaciones y todo, pero hay un problema en la empresa.
—¿De que tipo? ¿debo volver?
—No creo. todos estan en la sala de juntas, te conectaré a una web conferencia y te expondran lo sucedido ellos mismos. Al parecer fue un problema en el sector de finanzas con el nuevo proyecto.
—¿Ya mismo?
-Si. Ve a un lugar apartado, conéctate por tu laptop
—Espera, iré a mi habitación —subí rapidamente las escaleras y me encerré en mi cuarto, entonces coloqué la laptop en una mesita que hay en el balcon que da a la playa y me conecté rapidamente.
Me pasé un buen rato en esa reunion. No era tan grave pero habia que reestructurar practicamente todo para que el presupuesto no se saliera de lo acordado. De otra manera habría un desbalance y eso no me lo puedo permitir.
—Gracias presidente—dijo uno de los gerentes, entonces por fin cerré la laptop. Vi alrededor y el sol al horizonte con el tono rojillo se veía hermoso. Casi empezaba a oscurecer
Miré la ora y eran las cinco. De razon tengo tanta sed, hable demaciado.
Bajé a la cocina por un poco de agua pero en eso llegó Ryers de la nada agitado gritando.
—¡JENNY! ¿Jenny a venido? —preguntó eufórico y todos como por arte de magia aparecieron preocupados
—¡Donde esta mi hija? —le preguntó Adrian cauteloso pero él negó asustado. Voy a matarlo
En un dos por tres me acerque y lo tomé del cuello
—¡¿DONDE DEMONIOS ESTÁ JENNIFER?! —Le escupí en la cara y lagrimas aparecieron en su rostro que estaba empezando a perder el color por la fuerza que ejercía casi levantándolo en el aire. Entonces fue Matt quien me apartó y de un puño lo mandó al suelo
—Di que sucedió—sentenció Matt y el espárrago tosió para que el aire volviera a sus pulmones. Katherina ya estaba llorando y Adrian estaba palido.
—Ella y yo salimos a manejar las motos de agua un buen rato, luego fuimos a tomar algo en el puesto de limonadas y hablamos un buen rato y...
—¡Habla de una vez! —le grité y dio un salto
—¡Desapareció! Fui al baño un momento y al volver no vi la moto de ella. Le pregunté a alguien y una señora me dijo que se subió en la moto para salvar a un niño que se ahogaba y luego de hacerlo dijo que iria a ver el atardecer porque necesitaba pensar. La esperé pero nunca llegó, se esta anocheciendo y... y... no aparece. creí que habia venido pero no y la moto no está. Ya no debe tener gasolina, hace frio y...—su maldita voz temblorosa sol me provocaba partirle el rostro
Lo hice a un lado y vi a Adrian que también tenía el cuerpo tenso, al igual que Bry, Adrián, James e incluso Matt
Todos se volvieron locos hablando que no pude seguir escuchando más y salí corriendo descalzo y me subi a mi moto acuatica. Encendí la luz y empecé a gritar su nombre una y otra vez pero nada. La oscuridad de la noche no ayuda y casi no hay nadie a la vista
Jen...no, no. Jen no.
—¡Jen! ¡Jen! ¿Donde estás? ¡Jen! —ver y escuchar solo el agua calmada y el motor de la moto solo aumentó la presion en mi pecho.
—¡JENNIFER!—Grité en medio del mar adentrándome más. No se ve nada excepto el reflejo de la Luna en el agua y un silencio abismal que me consume los huesos
...