Mendigo Del Amor

Sara miro el documento que tenía como encabezado la palabra "divorcio" y la firma de Rafael muy clara, no pudo detener las lágrimas que enseguida rodaron por sus mejillas de la cual una gota cayó sobre el documento, con el dolor de su alma firmo aquel papel que la separaba para siempre del único hombre que ella ha amado en su vida.

Rafael cerro sus ojos, respiró y dió gracias al juez, miro a Sara que aún tenía el bolígrafo en sus manos y salió de la oficina junto a su abogado, sin mirar atrás, mientras que Sara continuo sumergida en el desamor que el juez sintió pena por ella.

Juez---:(tomando su mano) tranquila la vida es así, a veces ganamos y a veces perdemos, pero toma esto como una mala experiencia que te hará fuerte.

Sara---: Disculpe, solo que no entiendo la razón que el amor puro no sea correspondido, (sonriendo) pero como usted dice a veces se gana y a veces se pierde y a mi me tocó perder hoy.

Juez---: Ve mi niña, y se fuerte aquí es donde comienza tu verdadera vida, eres joven bonita y te aseguro que pretendientes no te faltarán.

Sara se despidió y salió de la oficina del juez, miro el certificado de divorcio que tenía en su mano salió del juzgado. sintiendo dolor, tristeza y enojo consigo misma por haberse enamorado de un hombre que nunca la amo, que a su vez desencadenó un torbellino emocional dentro de su corazón. sus lágrimas rodaban por sus mejillas como si se tratara de una cascada que por lo mucho que quiso evitar llorar no pudo su pecho dolía tanto que estaba a punto del colapso, doña María su tía fue a su búsqueda que al verla derrumbada la abrazo fuertemente, dónde Sara ahogo toda su pena y dolor que sentía en ese instante.

Por su parte Rafael la observaba dentro de su vehículo, el quería bajar y consolarla como una amiga pero el sabía muy bien que si lo hacía le daría nueva esperanza, que de por sí se siente culpable por hacer que su llanto este lleno de dolor, el no tenía que haberla ilusionado dió unos cuantos golpes al volante, cuánto hubiera dado para enamorarse de ella, solo espera que la inocente Sara encuentre a un hombre que si la ame verdad.

Puso en marcha su vehículo y salió del lugar, llegó a la empresa, no quería ver a Pamela, busco a Martin pero no lo encontró, vio a su padre llegar y fue tras el, necesitaba a una persona que lo escuché sentía mucha desesperación al recordar las lágrimas y tristeza de Sara.

Rafael---: ¡Papá!

Santiago---: ¿Que sucede hijo?

Rafael---: Me divorcie hace una hora.

Santiago---: Bueno hijo, que te puedo decir, le diste honor a tu familia responsabilizándote de tu falta, además esa niña no cumplía los requisitos para ser tu esposa.

Rafael---: ¿Porque dices eso papá? si Sara es una buena persona.

Santiago---: No es muy agraciada hijo, y yo quiero nietos bonitos y con ella no lo ibas a tener.

Rafael---: Yo me siento mal, papá yo la ilusione un hombre de verdad no hace eso, siento pena por ella (respira) más bien no me gusta verla llorar, ese rostro de niña engreída y su puchero en su rostro de la cual muestra inocencia, sus ojos negros como la noche saben dar un brillo único (sonríe).

Santiago---: Párale hijo, estas hablando como si te importará, estás seguro que no estás enamorado de ella, talvez te dió un buen sexo claro que la recordaras pero no hables así de ella darás entender que te enamoraste.

Rafael---: Enamorado de Sara (silencio) no papá como crees, no consume mi matrimonio... ella y yo no tuvimos relaciones sexuales.

Santiago---: (respira) me asustaste por un momento pensé que estabas enamorado hijo.

Rafael no se sintió comprendido a pesar que su padre festejo el divorcio, el no se sintió bien, sentía un vuelco en su corazón y no entendía la razón, no ingreso a su oficina decidió ir a su casa aquella villa que ya estaba vacía, era verano pero dentro ella se sentía mucho frío, el llegó se sentó en sofá, los recuerdos llegaron a su mente en forma de películas, recordaba aquella chica que se esperaba por tener todo limpio que aún el olor a limón inunda su olfato.

Rafael---: Porque no aceptaste esta casa, está casa fue hecha para ti, el que tenía que salir era yo...no tú, "Sara dónde estás ahora" quién era aquella mujer que te consoló, haré los papeles. para que sea propietaria de esta villa que te necesita a tí no a mí.

Abogado 📲 Dígame, señor Castro.

Rafael 📱 Haga los documentos donde la villa que vivimos durante el matrimonio tenga como única propietaria a la señora Sara Mera.

Abogado 📲 Pero ella renunció a todo, se me hará difícil.

Rafael 📱 Haga lo que tenga que hacer, no importa si hay que gastar solo quiero que la villa esté a nombre de Sara lo más pronto posible, tengo que viajar y no puedo hasta que no esté ese documento en manos de ella, quiero irme tranquilo.

Abogado 📲 Lo haré no se preocupe.

Rafael sintió un poco de alivio, ojalá Sara acepte la villa sin problema.

Mientras tanto en la recidencial Hidalgo, Sara trataba de ocupar su mente para olvidar lo vivido con Rafael Castro, Jhon y Daniel entrenaban junto a su madre mientras Manuel los miraba y sonreía.

Don Manuel----: Ve a entrenar, a si te puedes defender de cualquiera que te quiera ver la cara.

Sara---: Me da un poco de temor, como que se ve muy rudo.

Don Manuel----: Tu tía es buena maestra, si la vez ruda con sus hijos, es porque ellos tienen experiencia.

Daniel---: "Ven Sarita" necesitas entrenar.

Jhon---: Si prima, te aseguro que mi madre contigo será gentil.

Doña María---: Ven, nosotras las mujeres tenemos que ser fuerte este deporte te enseña cuando responder y cuando hay que evitar agredir a los demás.

Sara---: Será que podré, tengo temor porque mis primos tienen un proceso y yo no sé nada ¿y mi tío porque no entrena?

Doña María---: Tu tío está oxidado.

Don Manuel----: Así estoy más bonito, yo solo miro de lejos(ríe)

Doña María no trabajo aquel dia y exigió a su familia que le den todo el apoyo a su sobrina, no queria ni imaginarse que ella llore otra vez, Sarita cómo le decía era la única sobrina que es humilde tal como ella lo es, tiene algunas sobrinas y sobrinos pero todos ellos a pesar que no tienen nada son unos creídos y prepotentes, que siempre han pedido su ayuda pero al ver la prepotencia ella se hizo a un lado y no los ayudó, todavía recordaba cuando su hermano mayor le enseñaba yudo, lo duro que fue con ella, porque para su hermano mayor llorar era símbolo de debilidad, por tal motivo le da las gracias a su hermano mayor porque pudo formar su carácter y ahora era tiempo de devolver el favor, hacer que su descendiente directa forme su carácter para que no pueda ser derrumbada por nada ni por nadie Sara como era la nieta de su apreciado hermano tenía que ser como el fuerte como una roca y firme como una montaña.