Rome Fantasy

-¡¡Waaa!!

-¿Ah?

Cuando Mario entró en la mansión para encontrarse con el gobernante de la ciudad, se vio inundado de soldados que se enteraron de la retirada del ejército imperial, quienes dieron gritos de alegría, junto con los sirvientes del palacio.

-¡Oí sobre eso! ¡Quién venció al ejército imperial fuiste tú! ¡Muchas gracias! ¡De verdad muchas gracias!

-¿Oh? Bien, gracias. Por favor déjame pasar.

Desde que transmitió la noticia sobre la retirada del ejército imperial. Mario estaba completamente rodeado por soldados y residentes del palacio, que se habían replegado dentro del edificio. No fue posible avanzar fácilmente.

-Bueno, eso fue una interesante experiencia. ¿Estás bien, Julia?

-Sí, estoy bien.

Mario, que finalmente pudo romper el cerco, al final pudo llegar al lugar del que le habló el soldado.

-Todos esperen aquí.

-Entendido.

Mario hace que sus guardias esperen afuera, mientras llama a la puerta y luego entra en la habitación con Teodora.

Dentro de la habitación había una mujer que parecía agotada, con círculos oscuros alrededor de sus ojos, sentada en una silla. Parecía estar al principio de sus veinte, su cuerpo era flexible y delgado, y el área de su pecho tenía poco bulto, era pequeño en comparación con Julia. Y su cabello rubio cayendo por su espalda.

-Oh, no. Ella no...

-Tú, desgraciado...

Mientras ambos se miraban fijamente el uno al otro, ella abrió la boca.

-Gracias por salvarnos. Debido a tus esfuerzos, el ejército imperial fue repelido temporalmente, tienes mi agradecimiento.

Drina hablaba disimulando sus sentimientos de ira para no armar un escándalo.

Mario conoció a Drina después de salvar a Conilde de los orcos. La primera ciudad en la que se detuvieron fue en la ciudad fortaleza. Permanecieron allí durante dos días mientras recogían los suministros necesarios para continuar su viaje.

Conoció a Drina el segundo día. Aunque no fue un buen encuentro.

Mario estaba explorando la ciudad de incógnito para no estar rodeado de guardias todo el tiempo. Y al doblar en una esquina se chocó con alguien. La colisión resultante provocó que Mario callera sobre esa persona y que accidentalmente le robara un beso. Esa persona era Drina.

Mario, como se le acababa el tiempo antes de que Julia se enterase de que había desaparecido, se levantó rápidamente y se fue corriendo, no sin antes decir "lo siento". Dejando a Drina en estado de shock.

-Esta noche hay una celebración por la victoria. Me gustaría que participes.

-Entendido.

* * *

Dentro de una de las posadas de la ciudad que ahora actúa como centro de mando, Mario acaba de recibir del general Caudex el informe de la batalla.

-¿Cuál es el informe de la batalla?

-Sufrimos alrededor de 300 bajas, mientras que el enemigo sufrió más de 2.000.

-Nos fue mejor de lo que esperaba.

-¿Y el estado del enemigo?

-El enemigo se ha retirado a su campamento en la cima de una colina a un día de aquí. Según nuestros exploradores no hay señales de movimiento. Parece que no piensan atacarnos en los siguientes días debido a las grandes pérdidas que sufrieron.

-Ya veo, puedes retirarte.

-Entendido, mi César.

Después de que Caudex se retirara de la habitación. Julia, que estaba al margen y aprovechando que ahora están solos, se acercó a Mario.

-¿Marius?

-¿Sí, Julia?

Julia devuelve una suave sonrisa ante la respuesta de Mario.

-¿Qué pasó entre tú y esa mujer Drina que se miraban fijamente? ¿Podrías... tú... explicarlo?

El aura de Julia se oscurece de repente, es casi completamente negra.

-Ah... bueno... es difícil de explicar... es algo trivial, nada sé lo que tengas que preocuparte.

Fue un accidente, pero Julia tal vez no lo vea de esa manera, después de todo, besó a Drina.

-¿Tienes el hábito de hacer cosas triviales?

-Eso... no... es...

-Bien, entonces. ¿Por qué no lo hablamos?

-...

Mario no estaba acostumbrado a mentirle a Julia, cavó su propia tumba con sus respuestas. Asintiendo en silencio como si aceptara su destino.

* * *

Esa noche.

Se celebró una pequeña fiesta para conmemorar la victoria sobre el ejército imperial.

Con una copa de vino en su mano, Mario estaba apoyado contra la pared descansando, observando a los invitados hablando entre ellos.

La propia Julia estaba ocupada a hacer sus "necesidades", por lo que no estaba junto a Mario.

-...

Después de que Julia se fue, Drina se acercó silenciosamente.

-¿Puedo ayudarte, Drina?

-Para que el mismo hombre que me robó mi primer beso sea el que me salvó... supongo que el destino suele actuar de maneras misteriosas.

-Pero eso fue un accidente.

-¿Vas a pasar que mancillar a una noble virgen como un accidente? Si mi padre estuviera vivo de seguro te habría ejecutado.

-¡Por el amor de...! Otra vez con eso de "mancillar" por algo tan trivial. La gente de la antigüedad están locos.

-Pero salvé tu ciudad. ¿No puedes considerar eso como una compensación?

-¡¿Qué?! ¡¿Viniste hasta aquí por eso?!

Después de que Mario diera su respuesta, la expresión de Drina se endureció como una piedra, luego cambió a una expresión de sorpresa, como si no pudiera creer lo que estaba escuchando.

-Bien, supongo que tú también eras una de las razones de venir aquí.

-¡¿...!?

Drina, que había escuchado las palabras de Mario, se sonrojó.

En la mente de Drina, Mario entró en batalla para expiar el robo de sus labios.

En otras palabras, fue al campo de batalla donde podría morir por ella.

-Vino a rescatarme...

Su pensamiento era como la de una joven doncella tras un príncipe.

-... Pero porque un hombre me amaría a mi, una mujer de mala reputación.

La razón por la que Drina aún no se ha casado a pesar de tener 25 años, es debido a la mala suerte con los hombres.

Al ser de una familia noble, su padre decidió comprometerla con el hombre de otra familia noble en un matrimonio arreglado desde que era una niña.

Pero cuando cumplió 16 años, la edad normal para casarse en este mundo, su prometido se fugó con su mejor amiga. Su segundo prometido murió en un accidente de caza un día antes de la boda. Por lo que se formaron rumores en torno a ella, y ninguna familia noble quería arriesgar a sus hijos casandolos con una mujer portadora de malos augurios.

Decepcionado, su padre intento enviarla a un convento, pero unos días antes de enviarla, accidentalmente se desnucó cuando se cayó de la bañera y murió. Por lo que permaneció soltera hasta ahora como cabeza y único miembro de la familia Rabry.

-Aunque ya no estoy comprometida... que digas esas cosas de repente. Aunque soy la cabeza de la familia, tal vez podría... ¿Podrías darme tiempo? Aún es muy pronto para casarme contigo.

Al parecer habiendo tomado una decisión, miró a Mario con una cara algo roja.

-¡¿Qué?! No. Ya tengo a Julia.

-¿Oh?

En la mente de una doncella como Drina, estaba convencida de que Mario estaba casado con Julia, y que ella tendría el papel de "la otra" en la relación. Experimento emociones encontradas, de los celos a la irritación.

-Drina, ¿Pasa algo?

Cuando Mario hace una pregunta a Drina, ella tiembla un poco. Por lo que Mario tuvo un mal presentimiento.

-¡¿Por qué juegas con mis sentimientos?! ¡Insensible! ¡Idiota!

-¡¿Ugh?!

Un gancho derecho directo fue lanzado al estómago de Mario.

Mario no pudo reaccionar a tiempo ante la repentina violencia de Drina, solo pudo agacharse en el suelo sosteniéndose el estómago.

Drina luego se aleja de Mario con hombros temblorosos.

Después de eso, Julia regreso y vio a Mario en el suelo.

-¡¡¡Marius!!!

El aire del lugar se llenó del grito desgarrador de Julia.