Siempre nos hemos preguntado qué sucede después de la muerte. No sé qué le ocurre a los demás, pero para mí fue una oportunidad única: regresar y hacer justicia. Mi muerte no fue un accidente; alguien acabó con mi vida, y ahora he vuelto para descubrir la verdad detrás de ese secreto. He regresado para reclamar lo que es mío y para enfrentar a aquellos que me hicieron daño.
¿Lograré cumplir con mi misión? Acompáñame en esta emocionante historia y descubramos juntos lo que el más allá tiene reservado
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Capitulo XXIV Recuerdo de su hermana
“Quería disculparme contigo por como terminaron las cosas la otra noche, estaba muy desconcertado y no entendía tanta similitud con Elena", Diego estaba notoriamente arrepentido, y se notaba en su tono de voz.
“¿Y qué lo hizo cambiar de opinión?, ¡ah, ya sé!, debe ser porque revelaron que soy hermana de tu único y verdadero amor”, el sarcasmo era evidente en la voz de Elena.
“No fue mi intención lastimarte con ese comentario. Tú sacas lo peor de mí y a veces me provoca, no sé qué cosa”, Diego estaba confundido, él no sabía por qué se sentía así cuando estaba cerca de esta mujer.
Diego pensaba que se estaba volviendo loco, él llegó a creer que está joven realmente era su amor perdido y era lógico, ya que su alma y corazón habían reconocido él alma de Elena, pero su razonamiento no le permitía ver más allá de la realidad, su cerebro le decía a gritos que eso era imposible, su Elena había muerto y nada ni nadie se la regresaría; sin embargo, su alma la llamaba a gritos y quería permanecer a su lado eternamente.
Su corazón latía rápido con solo recordarla, que le estaba pasando, acaso la hermana de su amada Elena estaba llenando ese vacío tan grande que él estaba sintiendo.
“¿Podemos empezar de nuevo?”, pregunto Diego tratando de acercarse a Elena.
“Si lo que propone es una amistad, no tengo problema, estoy clara que usted siempre amara a mi hermana y contra eso no voy a luchar.
Aunque pareciera ilógica, Elena estaba celosa de ella misma, pensar que el corazón de Diego le pertenecía a esa otra Elena le estaba rompiendo la cabeza. Así que prefiere guardar distancia, ya que no quería salir lastimada.
“No quiero ir a la mansión”, dijo Elena rompiendo el silencio.
“¿Te gustaría ir a mi apartamento?”, pregunto Diego con sus ojos más oscuros de lo normal.
“Ya quisieras, obvio que no, quiero ir con Inés, así que por favor llévame a esta dirección”, Elena sonrió negando con la cabeza ante la propuesta de Diego, en serio estaba pensando que quería pasar la noche con él, estaba muy desubicado. Aunque ella moría por sentir su cuerpo nuevamente, no podía flaquear, tenía que mantener su distancia ese hombre que la volvía loca con tan solo una mirada.
Diego condujo a la dirección que le había proporcionado Elena, estaba decepcionado, él quería hablar con ella y si las cosas se daban, por qué no pasar la noche juntos, pero Elena tenía sus propios planes. Después de dejar a Elena en un edificio de apartamentos muy elegante, nada que ver con el lugar donde vivía antes, Diego siguió su camino molesto.
Por otro lado, Elena necesitaba hablar con su mejor amiga, solo podía confiar en Inés, ella era la única que conocía su secreto y podía entenderla.
"¡WOW!, que hermosa te ves”, Inés estaba muy sorprendida, demostrándolo abriendo mucho sus ojos.
"Esto solo es tela, cualquiera se puede ver bien vistiendo estos trapos caros”, respondió Elena con fastidio.
“Veo que no estás de humor, ven siéntate y cuéntame qué pasó?”, dijo Inés llevando a Elena al sillón de la sala.
"¿Cómo es posible que uno sienta celos... de uno mismo?”, pregunto Elena confundida.
“¿Estás celosa de ti misma?”, era obvio la sorpresa de Inés y lo demostró abriendo la boca como tonta.
“Sí, sé que parece una locura, pero muero de celos al saber que Diego aún piensa en mí otra yo. Creo que me estoy volviendo loca”, manifestó Elena enredando sus dedos en el cabello.
“Ahora que lo pienso, creo que no es una locura, es decir, el hombre que amas piensa y desea a otra mujer, que aunque seas tú misma, él no lo sabe... ¡Ay no!, que situación tan complicada”, exclamó Inés, mostrando la confusión en su rostro.
“¿Qué debo hacer?, por un lado, muero por estar con él, por sentir que me ama, pero por otro sé que si está conmigo sería solo por deseo y no por amor.
“Deberías darte una oportunidad con Diego, supón que las cosas no salen bien entre ustedes, pero al menos te llevas el placer de haberlo vuelto a tener, debes estar clara Elena, tú te vas a enfrentar a miles de problemas, al menos debes tener un escape de tantos líos”, Inés era muy práctica, ella no se detenía a pensar en si funciona o no, ella sencillamente hacia las cosas y bueno que pasara lo que tenía que pasar.
“Gracias por escucharme, no sé qué sería de mí sin ti”, Elena quería mucho a Inés y se lo había demostrado con un fuerte abrazo.
Esa noche Elena no regreso a la mansión, estar con Inés le trae más paz que estar rodeada de toda esa gente doble moral. Al día siguiente Ester la llamo muy temprano al darse cuenta de que no había pasado la noche en casa.
📱“¿Dónde se supone que estás?”, pregunto Ester a penas se conectó la llamada.
📱“Me quedé con Inés, tranquila”, respondió Elena despreocupada.
📱“Estábamos preocupados por ti, por favor cuando no vengas a dormir avisa”, regaño Ester.
📱“Está bien mamá, no lo vuelvo a hacer, ahora te dejo voy a seguir durmiendo”, Elena no sé dio cuenta que había llamado mamá a Ester, estaba tan dormida que no pensó y creía que aún estaba en el pasado.
La llamada fue colgada y Elena empezó a soñar, en su sueño ella está huyendo de dos sujetos, estaba muy asustada, quería salir de aquella habitación, pero estaba en un segundo piso y si salía por la ventana podría caer. Llevaba algo en las manos y parecía ser muy importante, así que tomo lo que parecía una cámara y la escondió debajo del piso de madera que estaba sujeto debajo de la cama. Una vez se percató que eso estaba seguro, entonces procedió a salir por la ventana, fue entonces que sintió a alguien empujándola por detrás y se despertó al sentir el golpe contra el frío piso.
Despertó agitada, llena de sudor y con una sensación extraña, le dolía el cuerpo, especialmente la cabeza, entonces entendió que no era un sueño, eso había sido un recuerdo de su hermana.
