Alex, un joven con una apariencia ruda pero un corazón amable, sacrifica su vida para salvar a unos gatitos abandonados. Como recompensa, reencarna en un mundo mágico en el cuerpo de una ardilla hembra de color blanco. En este nuevo mundo, Alex, ahora conocida como Lucía, descubre habilidades mágicas y forma alianzas con otros animales del bosque. Juntos, enfrentan amenazas tanto de depredadores como de humanos que quieren destruir su hogar. Con la ayuda del sistema Gran Oyama, Lucía lidera a sus amigos en una batalla épica para proteger el bosque y encuentra un nuevo propósito en su vida como ardilla mágica.
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capítulo 9
Capítulo 9: La Misión de Rescate
Después de revisar su estado, Nieve notó que el sistema había reorganizado y fusionado sus habilidades con su antiguo estado. Ahora, su estado era el siguiente:
Nivel: 13
Energía: 10.00/10.00
Poder: 110
Daño: 89
Destreza: 100
Defensa: 150
Habilidades Especiales:
Depredación
Evolución
Habilidades Mágicas:
Magia del Rey de la Nieve
Magia de Fuego
Magia de Agua
Magia de Tierra
Magia de Viento
Habilidades Generales:
Intimidación (Nivel 4)
Saqueo
Eco Localizador
Vuelo Corto
Invisibilidad Temporal
Aullido Fantasmal
Transformación Humana
Fuerza y Resistencia Sobrehumana
Regeneración Rápida
Veneno Paralizante
Flexibilidad Extrema
Sentidos Agudizados
Coraza Carmesí
Carga Poderosa
Olfato Agudo
Después de revisar su estado, Nieve decidió tomar otra misión. Esta vez, se trataba de rescatar al príncipe de ese lugar, quien había sido raptado por unos bandidos. El príncipe se llamaba Príncipe Alaric, el séptimo príncipe del reino. Alaric tenía el cabello negro, era muy apuesto y era el líder de los caballeros del rey.
Nieve aceptó la misión y se preparó para partir. Sabía que esta misión sería peligrosa, pero también estaba decidida a salvar al príncipe y demostrar su valía. Con su identificación del gremio y su nueva confianza, se dirigió hacia el escondite de los bandidos, lista para enfrentarse a cualquier desafío que se presentara.
El camino hacia el escondite de los bandidos estaba lleno de peligros. Nieve avanzó con cautela, utilizando su Eco Localizador para detectar cualquier amenaza cercana. De repente, escuchó un ruido detrás de unos arbustos. Se detuvo y se preparó para lo peor, pero solo era un conejo que salió corriendo.
Al llegar al escondite, Nieve observó desde una distancia segura. Los bandidos estaban bien armados y parecían estar en guardia. Sabía que necesitaría un plan para infiltrarse sin ser detectada. Utilizando su Invisibilidad Temporal, se acercó sigilosamente a la entrada del escondite.
Dentro, los bandidos estaban celebrando su reciente captura. Nieve pudo ver al Príncipe Alaric, atado y vigilado por dos guardias. Con cuidado, se deslizó detrás de ellos y utilizó su Aullido Fantasmal para desorientarlos. Los guardias cayeron al suelo, aturdidos, y Nieve aprovechó la oportunidad para liberar al príncipe.
—¿Quién eres? —preguntó Alaric, sorprendido al ver a Nieve.
—Soy Nieve, del gremio de aventureros. Estoy aquí para rescatarte —respondió ella, cortando las cuerdas que lo ataban.
Alaric asintió, agradecido, y se levantó rápidamente. Juntos, comenzaron a salir del escondite, pero fueron descubiertos por el líder de los bandidos. Un hombre corpulento con una cicatriz en el rostro se interpuso en su camino.
—¡No irán a ninguna parte! —gritó el líder, levantando su espada.
Nieve se preparó para pelear. Utilizó su Magia del Rey de la Nieve para crear una barrera de hielo entre ellos y el líder. Alaric, impresionado por sus habilidades, sacó una daga oculta y se unió a la lucha. Juntos, lograron derrotar al líder y escapar del escondite.
Una vez a salvo, Alaric miró a Nieve con admiración.
—Gracias, Nieve. Me has salvado la vida. No sé cómo podré agradecerte —dijo Alaric.
—No necesitas agradecerme. Es mi deber como aventurera —respondió Nieve con una sonrisa.
Regresaron al gremio, donde Urela los recibió con alegría. Nieve entregó el informe de la misión y recibió una generosa recompensa. Con cada misión completada, se sentía más fuerte y más segura de sí misma.