El matrimonio de muchas personas se ve afectado por un problema y la traición es lo que pone el clavo en el ataúd, podrá perdonar la traición la persona que más sufre?, quien es en realidad el que más sufre?.
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Cap. 24 Te juré lealtad
Aníbal la miró sin saber qué decir, estaba analizando sus propios sentimientos, ni siquiera era odio lo que sentía, solo una necesidad de que ellos sepan que no era el pusilánime yerno obediente que ellos pensaban.
Irina sintió ansiedad de repente, así que se puso de pie y trató de salir de la habitación, sin embargo, cuando llegó a la puerta, unos brazos largos y fuertes la envolvieron por detrás y la pegaron al alto y fuerte cuerpo de Aníbal.
—Criatura, yo no te dejaría nunca sola en esto, mi matrimonio murió desde el momento en que Olga propuso eso y estaba totalmente de acuerdo, ahí mi vida ya se había derrumbado solo que no me había dado cuenta, quise rescatar los escombros de mi amor por Olga y ella solo le puso fin a esos restos dejándome en áridas tierras, pero tu mi hermosa criatura llegaste como la fresca humedad de la lluvia, trajiste la frescura y me salvaste, Irina, jamás te dejaría sola en esto.
—Te juré lealtad y protegerte contra todo, te ayudaré siempre y por siempre, ¿confías en mí? —dijo Aníbal casi en un susurro que entraba suavemente en su oído y calentaba su corazón.
Irina sin decir nada asintió y Aníbal le dio la vuelta para abrazarla, Irina se refugió en sus brazos, cada vez que se enfrentaban a las noticias de esa gente, ellos sintieron la necesidad de estar cerca y consolarse.
—Cuñado, ya sabes, si por alguna razón quieres intentarlo con Ol… —pero Aníbal la abrazó más fuerte y deteniendo esa tontería.
—De ninguna manera, Irina, no pronuncies más ese nombre, ella ahora solo debe ser nombrada como tu hermana y nada más, no quiero que digas el nombre de una persona con tan pocos valores, tampoco quiero que llames a Mireya tu madre, ella no se lo merece, no merece ese nombre, esas mujeres ahora son el enemigo, volverán solo para causarnos problemas, debemos estar atentos, no podemos estar dudando el uno del otro —dijo mientras besó su coronilla y ella aprovecha para aclarar.
—No es eso, yo confío en ti, no dudo de ti, pero el corazón es impredecible, podría cambiar de opinión, no quiero obligarte a nada —dijo con voz mimosa y suave haciendo que Aníbal se derrita, Irina era muy dulce cuando se ponía sentimental, a diferencia de que cuando está en lo cotidiano es temperamental y ruidosa.
—Preciosa, no te preocupes por mi corazón, ahora está claro con lo que tengo que hacer, ahora vamos a dormir, no te preocupes, nuestro plan sigue como siempre, solo debemos ser cuidadosos y no permitir que nos dividan —dijo mientras la dirige a la habitación, sabe que ella está molesta, por todo esto, pero también sabe que no puede permitir que se preocupe de más, ella trabaja mucho y no puede estresarse.
—Cambiando de tema, este fin de semana no trabajas, estás estresada y más ojerosa, te lo advierto, no hagas que te saque de tu oficina a rastras —dijo divertido e Irina levantó la vista para mirarlo, ya que estaba acurrucada en su pecho.
—Hablando de eso, tienes muchas admiradoras en la empresa, debes tener cuidado, incluso ya han tenido citas contigo, según ellas —dijo ella poniendo una risa juguetona haciendo que Aníbal rueda los ojos.
—No seas metiche Criatura, además, esos ejecutivos encorbatados de tu empresa me quieren desollar vivo por ti, temo perder la vida en cualquier momento —dijo risueño mientras Irina hace pucheros, ella quería molestarlo, sin embargo, ella era la que recibía el golpe más fuerte.
La señora Mili entró al cuarto de Irina para dejarle su jugo de la noche y vio algo que casi le hace soltar el jugo.
Irina tenía el ceño fruncido mientras Aníbal sostenía con sus dedos delicadamente su puchero, ella escuchaba las palabras del guapo hombre que sonríe divertido.
—Criatura, ese puchero no puede ser más grande, estás exagerando —dice entre risas, mientras que la señora Mili apretó los labios en una línea, esos dos están muy unidos y teme que la situación entre ellos los llegue a separar, de todas formas, son cuñados. Ella es hermana de la aún esposa de Aníbal y para Irina, Aníbal es el devoto esposo de su hermana, aunque parece que eso ya no es tan claro para ellos.
Mili entró y dejó el jugo de Irina en su mesita y ellos solo se distrajeron con eso, no había rastro de incomodidad ni nada, Mili se dio cuenta de que eso que se está creando entre ellos es de lo más natural.
*_*
tres meses pasaron como si nada, los reportes del proceso de embarazo seguía, René, el primo de Aníbal, por fin se pudo establecer, ya que anda dándose besos por ahí con una Pamela coqueta.
Carla es la más controladora, en especial sobre la empresa, y tanto Aníbal como Irina ya tienen todas las pruebas y a los causantes de los cobros innecesarios y las transacciones amañadas, su relación seguía siendo ambigua para todo el mundo, menos para ellos, quienes no ven el problema.
En la gran Oficina, Irina está reunida con Carla, Pamela y obviamente Aníbal, René se ha unido al grupo aunque solo como apoyo, ya que en su trabajo tiene las comodidades que lo hacen feliz.
—Bien, la reunión está por comenzar, realmente esa gente cree que puede seguir lucrando con nosotros, Malcolm va a estar en la reunión, y temo que se ponga molesto, hay que tener cuidado dijo Irina mientras todos asienten, Aníbal tiene un traje hecho a la medida haciéndolo ver profesional y muy atractivo, ese día sabría quién era el niñero arrimado del cual se han quejado todos estos días.
En la sala de reuniones, se escuchó el repiqueteo de los tacones, Irina, Pamela y Carla se dirigen al lugar llamando la atención de todos los que las veían, Irina estaba al frente y se podía ver su naturaleza decidida y fuerte.
La vieron pasar por los blindex del gran salón y muchos se emocionaron, otros suspiraban, las ejecutivas la admiraban y un pequeño y nefasto grupo la envidiaba a muerte como si sus trabajos no dependieran de la bellísima Irina.