Cerezos De Sangre.

Ricardo...

Es un momento que se queda en el tiempo congelado. Sentir la suavidad de sus labios mezclada con ese sabor a licor me hace flotar, estoy besando a la chica que es mi esposa, pero ese beso es intenso y mi entrepierna me empieza a fallar, yo tan solo trato de no ser impaciente, es un momento difícil para mí, no tengo sexo desde hace varios meses y esto es Wow...

• Luna yo... Lo lamento, tú está ebria y eso no es justo para ti, el que yo me aproveche de esta situación.

• Yo... Que bah. Yo te digo a ti Ricardo que me gustas muchísimo y que jamás he besado a alguien más que no seas tú, en mi defensa no por estar tomado solo un poco pues quiere decir que tú te estés aprovechando de mí.

• Luna... Es mejor que me duerma en el sillón y yo me vaya enseguida, primero me daré un baño de agua fría.

• Sí.

Luna...

Me quedo pensando en lo que acabo de hacer, me gusta mucho besarle de esa manera, sentí cosas dentro de mi, como si fuese un shot de adrenalina corriendo en mi interior y mi parte íntima pues sentí sensaciones que no se explicarme bien.

Me quedo sentada en la cama, mientras escucho el sonido de la ducha y quiero ir hacer pis... Justo en este momento.

Salgo al pasillo con pasos cortos y cuidado de no hacer fuerza a mi pie, pero recuerdo que me dijo que estaban en reparación las demás habitaciones.

Trato de llamarlo, pero no le oye por el sonido de la ducha, después de unos minutos, veo que sale con la toalla en su cintura y de su cabello caen gotas de agua. Que cuerpo, me pierdo en sus pectorales y...

Ricardo...

• Luna yo... Luna no puedo mantener mi hombría en calma.

• Yo siento ese deseo extraño recorrer mi cuerpo y no sé si realmente podré contenerme, lo siento por el atrevimiento.

• Estamos comprometidos en una promesa de nuestros padres, si es él deseo del destino que tú y yo estemos juntos pues, encantado de ser parte de una vida juntos.

• Ricardo me estas diciendo que...

Luna...

Ricardo se va acercando a mí y me sujeta de mi cintura, me besa, pero esta vez me levanta sobre su cuerpo haciendo que mis piernas queden abiertas para sujetarme de su cintura,me sostiene son un solo brazo, mientras con el otro retira mi cabello de mi rostro.

Me deposita en la cama con cuidado y veo que ya no tiene nada que lo cubra, su hombría me distrae, mientras él sonríe levemente.

• ¿Estás segura de querer hacerlo?

• Sí...

Ricardo...

Su piel bronceada y su cuerpo perfecto para mí despiertan el deseo más profundo que no he podido imaginar... Le quito su delgada bata de seda quedando en un conjunto de lencería fina color negro que en su piel calza perfecta... Es una diosa hermosa...

Poco poco la cubro de mis besos y la pasión se va desbordando en la cama, le quito su ropa interior y queda desnuda frente a mí, se sonroja y yo la beso en esos labios que tanto me gustan...

Me dispongo a entrar en ella y me dice nerviosamente que vaya despacio...

• Luna... No te haré daño, ni tampoco haré algo que tu no quieras, no soy de los tipos que obligan a las mujeres a hacer su voluntad que los invade el deseo.

• Té molesta si te digo, que yo... Yo ... Bueno tú eres primero en ver mi desnudez y también en besar...

• Entonces tú...

• No quiero que pienses que soy una mojigata, pero no he estado con un hombre en mi vida.

• Luna dime si quieres intimar conmigo, esta segura de querer hacerlo conmigo.

Ella asiente y yo sonrió, la beso y voy acariciando su monte de venus suavemente ella deja que yo oiga sus gemidos y se me es difícil entrar en ella, estoy con las ganas a full que quiero hacerla mía y después de algunos intentos siento como su interior me va aceptando, lentamente me muevo y ella me sonríe, la beso y mi masculinidad esta palpitante dentro de ella, es tan estrecha que me quiero correr, pero ya...

• Luna eres increíble, eres completamente para mí...

Yo jadeo y siento como ella se va acoplando a mis movimientos circulares de mis caderas, vamos a un solo ritmo y puedo sentir su placer.

Las horas de la noche, es perfecta para nuestros cuerpos desnudos haciendo el amor con mi esposa, es increíble las sensaciones que está mujer me puede hace sentir... No es tener sexo, con ella estoy sintiendo el amor...

• Ricardo me gusta...

• A mi me encantas enterita.

• La beso con desesperación y siento que estoy a punto de llegar al placer total... Ella gime también cerca a mi oido y en ese grito ahogado yo caigo rendido ante ella...

Descansamos por un largo momento así, solo me giro un poco para no cansarla con mi peso...

Me quedo exhausto con mis ojos pesados, me separo de ella y voy por papel para limpiar nuestros líquidos internos...

• Ricardo, cambiare las sábanas.

• Siéntate en el mueble que las sábanas las cambio yo.

• Gracias. Me da papel y yo quito los rastros de semen en mi interior, veo como cambia las sábanas para luego venir y llevarme a la cama me da un beso en mi frente y se acuesta apaga la luz de la mesita de noche, me apega a su cuerpo.

• Luna gracias por los bonitos recuerdos que se están formando.