Sé Mi Emperatriz, Comandante.

Después de la fiesta, las opiniones estaban divididas con respecto a Tatiana, en especial porque ella traía consigo a su legión, algo que les beneficia en caso de tener conflictos con otro imperio y durante los siguientes días, ella también estaba demostrando que tiene los conocimientos suficientes para ocupar el cargo de emperatriz, pues durante una reunión de la corte, ella presentó un pequeño informe donde se revelaba los robos del ministro de finanzas. Cuando este supo de las acusaciones, hablo para defenderse, alegando que esa mujer solo quiere desprestigiarlo para hacerles creer que ella es útil para el imperio.

— ¿dices que mi prometida miente?, le aseguro ministro, que yo mismo revise también esos documentos.— asegura Farkas.

— p-pero majestad...yo jamás haría algo tan bajo, debe creerme, pido una revisión más minuciosa, yo mismo le enseñaré los registros.— suplica.

—¿y me cree tan estúpido como para dejar que usted tenga esos registros en sus manos?, parece que olvida con quien esta hablando.— le reclama Farkas.

El hombre se inclina hasta quedar con la frente sobre el piso, suplicando perdón, asegurando que todo debió de ser un error que él no notó, pero que jamás robaría al palacio. Los aliados del hombre le piden al emperador no condenarlo, que probablemente se deba a un error tal como él dice.

— ¡silencio!, el ministro de finanzas queda relevado de su cargo y enfrentará cincuenta años de prisión, pero, de descubrir más fraudes, los años aumentarán.— asegura.

"Majestad, es injusto, esta mujer acaba de llegar y ya esta causando problemas, ¿como sabemos si no es solo una calumnia?"

"Es verdad, nunca antes había pasado algo así hasta que ella llego."

Los reclamos no paraban, así que Farkas les pide guardar silencio, explicando que él, ya sabía de todo ese fraude del ministro, así que lo uso para poner a prueba la astucia de Tatiana, demostrando que lo había hecho bien.

— yo se muy bien todo lo que pasa en este palacio y en esta corte, solo es cuestión de tiempo, para que los deje al descubierto.— les amenaza.

Esto puso nerviosos a todos los presentes, quienes solo ven como el ministro de finanzas es llevado fuera del salón por los guardias. Ya con ese asunto arreglado, pide a todos retirarse, mientras voltea hacía Tatiana, felicitandola por haber demostrado que ella es audaz. Con eso, los ministros y los nobles pensarán un poco antes de intentar meterse con ella.

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Por otro lado, Sira había estado acudiendo a las fiestas de té, donde escuchaba a las otras chicas hablar de lo molestas que estaban por perder su oportunidad de subir al trono, ya que debido esa extrajera, ellas no pudieron ver al emperador para demostrar sus capacidades. Sira por su parte estaba en silencio, aún recuerda lo que vio anoche, el emperador y esa mujer ya se habían unido en intimidad y siendo el emperador un lycan, era prueba de que el emperador no desea a ninguna otra mujer o al menos es así como ella lo interpreta, pero, sus pensamientos se van hacía otro lado, al recordar a aquel humano con quien choco y este fue muy cortes con ella. Algo que la hizo sentir diferente, ya que este apenas vio que no cayó por el choque, se apartó para evitar seguir tocándola, mientras que con los otros hombres, ella ha tenido malas experiencias, al bailar siempre tratan de tocar de más y si la invitan a caminar, siempre insinúan cosas obscenas. Ellos solo buscan seducirla por ser hermosa y porque si se casan con ella, tendrán un buen estatus debido a su padre. Pero aquel guardia, no pareció fijarse en su belleza y además, seguramente no sabe quien es su padre.

《Cuando sepa quien es mi padre, será igual que los demás.》se dijo así misma.

— lady Stone debe de ser la más molesta, porque ella era la candidata más fuerte.— menciona una chica.

Sira es sacada de sus pensamientos por ese comentario, pero se pone de pie.

— no quiero hablar de eso.— responde fríamente.

Dicho esto, se retira, no tiene ganas de seguir escuchando a esa mujeres, hasta ahora, siempre formaba parte en sus críticas, pero hoy, no se sentía con ánimos.

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Lila le comenta a Tatiana que ella le ayudará para la ceremonia de unión, le explica que se hace en un templo del palacio, donde se recita el juramento a su pareja, lo cual los unirá dejando una marca en el hombro derecho de ambos, esta no será visible, excepto si ella lo desea o en ciertas ocasiones en la que el marca reaccioné. Lila desabotona su camisa y deja al descubierto su hombro, en el cual brilla un marca pequeña de color rojo, indicando que esa es la marca de unión.

— entonces, ¿significa que usted ya esta casada?— pregunta con cierta curiosidad.

— así es, creí que su majestad le contó, mi esposo es Bjorn.— señala al chico al fondo de la habitación.

— ¿en serio?, creí que solo eran compañeros, no parecen una pareja casada...— Tatiana estaba sorprendida.

— no, dejamos separado lo personal con el trabajo. Además casi no estamos juntos durante nuestras horas de trabajo.— explica Lila.— de hecho tenemos dos hijos, gemelos.

— ¡oh! Vaya, eso fue inesperado.—

Y es que en realidad no parece que sean una pareja, se notó que se llevan bien, pero suponía que era porque eran compañeros de trabajo.

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Tras esa breve platica con Lila, Tatiana termino con la elección de los detalles para la fiesta, aunque aún faltan muchas cosas, pero prefiere hablar con Farkas y que este de su opinión, después de todo, es el futuro esposo. Mientras camina hacía el estudio del emperador, ve salir a una mujer muy enojada, junto a otros hombres, quienes al pasar cerca de la rubia, estos la miran con enojo. Tatiana llega al estudio y al preguntar, Farkas le hace saber que son los familiares del ministro de finanzas, quienes fueron a reclamar por lo "injusto" que ha sido al castigarlo.

— tal vez quieran tomar venganza. Mi pequeña ninfa, pido seas cuidadosa con tus pasos estos días.— le pide.

— no se preocupe majestad, siempre estoy alerta. Se que esto de ser la futura emperatriz trae muchos enemigos.— responde.

— lamento ser egoísta y meterte en estos líos, pero no quiero a nadie más.— Farkas le jala la mano para sentarla en su regazo.

Tatiana no dudo en rodear el cuello del emperador con sus brazos y este, aprovecha la cercanía para recostar su rostro sobre el pecho de la rubia, mientras la abraza por la cintura. Estar con ella le transmite tanta tranquilidad y su aroma le produce un efecto relajante, siente que ella, es su lugar seguro y que puede bajar la guardia sin preocuparse de que Tatiana lo hiera.

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