NovelToon NovelToon
La Súplica De Heran

La Súplica De Heran

Status: En proceso
Genre:Traiciones y engaños / Mujer despreciada / Amante arrepentido / Venganza de la Esposa
Popularitas:7.5k
Nilai: 5
nombre de autor: Carmen Zambrano Fernández

Hay mujeres que aman con fuerza, entrega y sacrificio. Rosario creyó que su matrimonio sería para siempre. Pero el que creía el amor de su vida no lo pensó así.
La historia de Rosario es la de muchas mujeres que lo dan todo en una relación y que al final comprenden que una relación es de dos.
Permítanme contarles la historia de ésta mujer común y corriente, una de nosotras.

NovelToon tiene autorización de Carmen Zambrano Fernández para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

La Cofradía

Rosario nació en pleno temporal de viento y lluvia. Pero cuando dió su primer grito de vida, el temporal amaino y el sol se asomó para saludar a mi pequeña. Su nombre lo elegí con mucho cuidado. Siempre amé las rosas y decreté que él carácter de mi hija fuera amable, paciente, respetuosa y fuerte. Rosario significa guirnalda de rosas.

Trabajé hasta dos días antes que ella naciera. Ahorré desde el primer minuto que supe de mi embarazo. Arrende una pieza para vivir y estar siquiera unos tres meses con ella. No quería trabajar. Quería disfrutar la maternidad y amar a mi pequeña. Y eso jamás lo haría si estuviera trabajando. Mis recetas fueron cambiadas por palillos y comencé a tejer para ella. Mi abuela me había enseñado.

Cada día la miraba y era perfecta. Su pequeña nariz, sus ojos, era una copia diminuta de su padre. Y es verdad mi hija me enseñó a reír. Cada día me sorprendía con sus gestitos, haciendo mi vida felíz y completa.

Le prometí que tendríamos una casa propia en el campo y que ella sería dueña. Rompería la cadena de las Valle que nunca tuvieron nada.

Me quedé unos meses más arrendando hasta que el dinero lo permitió.

Ya era tiempo de volver a trabajar. Sabía que era más complicado que me recibieran con una bebé, pero las cocineras siempre eran cotizadas. Aunque era castigada por tener una hija.

Son innumerables las casas y lugares en los que estuve. Siempre en ciudades alejadas de todo y por lo mismo, los sueldos eran más bajos. El vivir puertas adentro me permitía ahorrar para la casa.

Pasaron los años y Rosario cumplió seis años. Cada día crecía y se convertía en la niña que pedí. Dulce y cariñosa.

En la última casa que estuve en ese pueblo, atendía a un matrimonio con tres hijas. Lamentablemente, la esposa era una verdadera tirana. Todo tenía que ser como ella decía. Llevaba alrededor de un mes trabajando ahí. Sabía que le molestaba mi hija. Pero cuando llegué le advertí que si mi niña rompía algo yo respondería por ella.

Los niños son curiosos, y ella miraba las lindas muñecas que tenían sus hijas.

La mujer un día le gritó, la vió tomando una. Le pedí que no lo hiciera más.Que no le gritara. Que yo lo solucionaría.

Le prometí a Rosario que para el pago le compraría una linda muñequita para ella.

Esa noche estaba lavando, eran más de las once y aún no podía subir con mi hija. No me gustaba que estuviera sola arriba. La casa era helada y arriba en el entre techo donde dormíamos no había calefacción, así que dormíamos juntitas las dos.

La tenía haciendo dibujos en la cocina al lado de la estufa. Mientras yo lavaba en el baño. Sentí el grito de mi hija.

Cuando llegue la vi que se sobaba su carita. Y la mujer tenía su mano en alto. Le agarré el brazo con toda mi fuerza y la empujé.

Si hubiera podido matarla lo habría hecho. Era un pecado lo sabía, pero golpear a mi hija, lo era también para mí. No había nada que hacer. La mandé a subir para que se arreglara para irnos.

La mujer no podía creer que me iría a media noche. Amenazándome con no pagarme nada. Cómo si el dinero fuera más importante que la violencia que había sentido mi hija.

Justamente no me pagó.

Arreglé mis bolsos y vestí a mi pequeña eran más de las doce de la noche. Pero era tanta mi rabia que no quería pensar más. Salí deseando que Dios hiciera justicia.

Arrope a mi pequeña Rosario y comenzamos a caminar por las calles desiertas. Luego el sueño la rindió y se durmió.

Un poco más allá había que cruzar un puente.

De lejos ví a una figura que estaba en la baranda.

Me apuré para alcanzar a detenerla. Supuse lo que quería hacer.

Pidiendo a mi abuela que me ayudara a llegar más rápido.

Levanté mi mano y le tomé su pantalón. Era una muchachita. Que lloraba.

No sé dónde saqué la fuerza con mi hija en los brazos.

La amenacé que no la dejaría, que si ella se lanzaba. Yo lo haría junto con ella.

Ella no sé imaginaba lo que sentía en esos momentos. Pensé en mi madre, sola mirando el río, sin tener otra salida, sin tener a nadie a su lado, a lo mejor hubiera habido alguien que le hablara no se hubiera lanzado a esas aguas y nos dejara solas a mi abuela y a mí.

Finalmente se bajó y lloró. No quise llorar con ella. Alguien debía tener la cabeza fría. Arreglé a mi pequeña y tomé a la joven de mi mano.

Caminamos hasta que encontramos un solar para resguardarnos.

Ella solo lloraba y estuvo así hasta que amaneció. Conversamos, ella me contó su vida y yo la mía. Sin guardarnos secretos. Éramos dos mujeres que la vida se había ensañado. Que ambas no habían sido la prioridad de sus madres.

--Escúchame Odette yo no te dejaré. Tú decidirás cuando será el momento de separarnos. Pero si nunca lo haces, estaremos juntas por siempre. Me miró con sus ojos.

--Nunca lo haré Ana. Sólo necesito a alguien que esté ahí para mí. Una amiga, una hermana. Te necesito.

Era momento de partir, ella huyendo de la justicia y yo de nuevamente una experiencia asquerosa.

Nada nos ataba éramos dueñas de nuestro destino.

Con el poco dinero con el que contábamos tomamos el tren, tratando de poner distancia con ese presente.

Nos bajamos en una ciudad que a las dos. Nos gusto el nombre. "Tierra de esperanza", era lo que ansiabamos ambas.

Comenzamos a buscar negocios en dónde tuvieran letreros con ofertas de trabajo. No había nada.

Tomamos una pieza y nos alojamos. Buscábamos un trabajo donde nos recibieran a las dos.

Lamentablemente, pasaron los días y no conseguíamos nada. Odette me propuso salir a trabajar en lo que ella hacía antiguamente.

Le respondí que no. Que Dios proveerá y que solo había que seguir buscando.

Se había oscurecido antes de tiempo. Se nos había pasado el día buscando y estábamos muy lejos de nuestra pieza, íbamos caminando devuelta, no teníamos dinero para pagar locomoción. Acortábamos camino por un sitio eriazo , cuando escuchamos unos gritos de mujer.

Quedamos expectantes escuchando, era una mujer que pedía ayuda. Se sentían unas risas de hombres.

Nos acercamos con cuidado y efectivamente eran dos hombres y tenían a una muchacha en el suelo sometida. Era ella la que pedía ayuda.

Miré a Odette y no había dudas, la ayudaríamos. Le pasé a Rosario que estaba dormida. Tomé un palo grueso que había en el suelo para encararlos.

--Dejenla! Grité, los hombres se detuvieron, me vieron.

Otra tonta para gozar pensaron.

Al ver que los hombres quedaron quietos, ella se levantó del suelo y corrió hacia mi. Se puso detrás mío.

Los abusadores se reían. El primero se envalentonó Y fue hacia mi.

Mi golpe fue certero. Cayó como un saco. La sorpresa del otro hizo que reaccionara y se vino como un toro embravecido.

Le dí, pero mi golpe no fue tan fuerte y logró tomar con sus manos nauseabundas el palo. Estaba forcejeando conmigo cuando veo que como una gata Odette salta sobre él. Soltó el palo sorprendido.

Lo tomé nuevamente y le dí por las piernas. Cayó de rodillas.

Odette lo soltó y aproveché de darle nuevo. Está vez por la cabeza. Cayó un poco más allá del otro.

Mientras reaccionaba mire a Odette y pensé en Rosario, dónde estaba?

La busqué con mi mirada desesperada.

Y la vi. A la muchacha que habíamos rescatado, con mi hija en los brazos.

--Vamos! Les dije. Le quité a mi hija, mientras Odette le tomaba la mano a la joven tirando de ella con fuerza.

Comenzamos a correr las tres, desesperadas por poner distancia entre los violadores y nosotras.

La luz se hizo más clara, y habían más casas.

No podíamos denunciar, Odette era buscada por la justicia.

--Por acá, dijo la muchacha.

La seguimos, entendimos que ella tenía casa.

Llegamos casi sin respiración a una casa grande. La muchacha entró y nosotras detrás de ella. La reja de fierro se cerró.

Entramos por la cocina. Salió un perrito contento a recibirla, nos movió la cola.

La casa se sentía en silencio. La muchacha se sentó en la mesa de la cocina y lloró mucho. Apoyando sus brazos en la mesa. Tenía toda su ropa rota. El vestido hecho girones.

Le pasé a Rosario a Odette. Me agaché a su lado.

--Querida ellos.......? No me atreví a preguntar

--No! Gritó con fuerza.

--Estuvieron a punto. Pero no lo lograron solo gracia a ustedes.

--Alá escuchó mi Súplica, y mandó ángeles a ayudarme.

Cayó a mi lado y trató de besar mis pies, hablando en un idioma extraño.

La tomé y la alcé.

--Tranquila solo Dios sabe porqué hace las cosas. El que no consiguieramos nada nos hizo desviarnos. No nos agradezcas, solo Dios nos juntó.

Alojamos ahí esa noche.

Ella nos contó de su vida. Camelia era su nombre verdadero, pero lo había cambiado a Camila. A diferencia de nosotras tenía una familia. Una madre y hermanos, que la amaban, pero un padre implacable, que por sus creencias religiosas la había expulsado. Siendo una niña.

Hacía unos años que vivía ahí. Su patrona era una mujer muy buena.

 Nos pidió que nos vinieramos a quedar con ella unos días. Su señora no se opondria.

En esos momentos ella andaba en un crucero con unas amigas.

Nos quedamos un mes, repusimos fuerzas y encontramos trabajo ambas. Conocimos a la señora Victoria y era tal como ella la describió. Nos ofreció su casa, realmente era una buena persona.

Ésta era nueva etapa que vivíamos las tres.

Nos habíamos encontrado, conversábamos hasta que el sueño nos vencía.

Éramos las tres, mujeres marcadas, tratadas injustamente por la vida. Pero los viajes por bus y tren nos habían hecho converger aquí en ésta ciudad.

Estuvimos solas, pero ahora éramos una familia. Yo había encontrado la mía. Tenía hermanas en quien confiar y si algo me pasaba , mi Rosario no quedaría desamparada. No sé necesita sangre de por medio para tener familia.

Habíamos hecho un pacto de hermandad. De siempre afrontar los problemas juntas.

Ahora escuchando el sonido del agua pienso cuánto tiempo ha pasado.

Sabía que la vida es una rueda y nosotros vamos dando vueltas. Hoy mi hija había estado frente a su padre

Mi Rosario ya había cumplido diecisiete y había conocido el amor. Quería creer que con ella se rompería la maldición de las mujeres de mi familia.

Pero interiormente sabía que las dudas me inundaban.

...****************...

1
Emperatriz Reales
Q no la descubran aunque ella no hizo nada , ojalá esté policía la ayude a todas ellas
Sara Cordova Menendez
Excelente
Emperatriz Reales
No necesariamente las historias se repiten, pero Acá si , porq el chico viene de una familia disfuncional , madre manipuladora a morir , me imagino. Q rosario sufrirá
betseyda marin
me encanta 😊
Sara Cordova Menendez
Hola escritora me encantan las historias que escribes y me identifico con Rosario soy peruana y radicó en Chile siempre te leo y espero seguir haciendolo porque tú escribes todo lo que pasa en la vida real un abrazo escritora y sigue adelante
Carmen Zambrano Fernandez: Sara, agradezco tus palabras, me alegra leer que te identificas con una de mis protagonistas. Y por sobre todo tu apoyo 🌺
total 1 replies
💞💫EVE♣💞
La familia no siempre es de sangre, hay familias que se eligen, por amistad, por compañía, por la vida y aveces, funcionan mejor que las que tienen lazos o vínculos genéticos, el papá de Rosario me.sigue.sin inspirar, pero espero su padres estén ya 20 metros bajo tierra 🫣
Emperatriz Reales
Me imagino q su hija hará igual q ella , pero me parece q rosario romperá esa maldición , de abandono porq acá es hiram el prota digo por el nombre
Llian Elgueta: creo que Francisco se enamoró de Ana, imagínate que han pasado más de 18 años y aún ni siquiera olvida el sabor de su comida.
total 1 replies
Nene Arteaga
Que ejemplo de mujer, ojalá tuviera un poquito de personalidad que Ana,al final ella ganó,que se creía el sinverguenza.
Llian Elgueta: Pues entonces Rosario es la que no dejará a los Fiori seguir haciendo daño, sobre todo a esa vieja loca de abuela que tiene
total 1 replies
Miriam Santiago
hermosa historia pero me pongo ansiosa por la espera de los capítulos
💞💫EVE♣💞
Una hija muy amada por su madre, pero que tiene que crecer y vivir lo que le toca y obviamente sufrir por montones , porque la vida nunca es fácil para las guerreras y menos para las que la vida tiene una deuda con ellas.
💞💫EVE♣💞: Así mismo es 😉👍👋👋👋
Llian Elgueta: exactamente, toda guerrera lucha para ser triunfadora
total 2 replies
Nene Arteaga
Me da la impresión que conociendo a Ana no aceptará tal propuesta ya que es una mujer como pocas fuera de serie, confío en ella.
Emperatriz Reales: Y de donde nació rosario, de ahí, se enamoró y perdio
total 1 replies
Llian Elgueta
autora, espero con tantas ansias que actualices... me tienes como Ana pensando en Francisco... todo el día 🫢
Llian Elgueta
Ana, tu eres tan diferente que harás que de esa boca salgan sólo palabras de amor... estoy segura que aún te sigue amando, pero es un cobarde... un gran cobarde.
sandra beatriz salvador
me encanta tu forma de escribir y como le das vida a cada personaje.Tal cual lo dijiste se trata de personas simples que llegan más profundo porque nos hace sentir identificadas , gracias
💞💫EVE♣💞
Y así Ana se practico el harakiri, se auto flagelo y perdió su valía, frente a la miel que realmente es hiel .
💞💫EVE♣💞: Gracias triste verdad 😔
Llian Elgueta: que comentario tan bueno
total 3 replies
💞💫EVE♣💞
De entrada, bien por el 👍, que es honesto, mal por ella, que se va rebajar a ser la calienta camas, porque ella nunca podrá estar al nivel de una familia clasista y un hombre egolatra, que solo quiere estar con ella , por la novedad 🤨😢😔😔😔😔
💞💫EVE♣💞
Ay mi Ana , mientras tras tus neuronas reposan, tu corazón te tiro de.cabeza.alabismo , pero al menos tu regalo será tu aliciente de vida , eres fuerte, solo insegura y eso te pasará factura 😔😔
Llian Elgueta
Espero que Francisco no muerda la mano de quién le dió de comer... Ella si que es la mejor carta de la suerte bajo la manga.
Emperatriz Reales
Es más rosario te doy un dato corre de ahí, eso no es una familia, eso es un nido de vivoras
Emperatriz Reales
Voy a decir lo q pienso de la mamá de Herman, es una basura humana,manipuladora, despreciablemente y una reverenda desgraciada , prosti eso es lo q es esa basura
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play