Sinopsis
Antes de su muerte, Anna había leído una novela de fantasía con el típico cliché de una pareja enamorada: una joven que se enamora del príncipe heredero. Sin embargo, su amor enfrenta dificultades debido a la villana Dafne De Guízar, prometida del príncipe. Aunque Dafne intenta separarlos, su compromiso es roto y se ve obligada a casarse con el gran duque Daemon Deskin, quien nunca estuvo interesado en ella. Al final, Dafne es asesinada mientras regresaba de una fiesta.
Tras su muerte, Anna reencarna en Dafne Le Blanc cuando aún es una niña. Consciente del destino que le espera, decide seguir la trama original, permitiendo que los protagonistas se enamoren. Sin embargo, cuando llega el momento de encontrarse con su futuro esposo, el gran duque Daemon, un conocido mujeriego, ella se prepara para cambiar su destino. Dafne, decidida a ganarse el corazón de Daemon, revela su verdadera fortaleza y carácter decidido.
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Capítulo 24: Sorpresas y angustias
Con la noticia del embarazo de Dafne y la promesa de Daemon de cuidarla y protegerla, el ducado se llenó de esperanza y alegría. Los meses pasaron con la pareja más unida que nunca, enfrentando juntos los desafíos y disfrutando de la expectativa de la llegada de su hijo.
Unos meses después de la noticia del embarazo de Dafne, llegó una carta del palacio real con una noticia igualmente emocionante: Elena también estaba esperando un heredero. La alegría se duplicó al saber que ambos matrimonios, tan cercanos y queridos, estaban esperando nuevos miembros en sus familias.
Elena: (en la carta) Querida Dafne, estamos felices de compartir contigo que también estamos esperando un hijo. Parece que nuestros destinos están entrelazados de muchas maneras. No podemos esperar a ver crecer a nuestros hijos juntos.
Dafne: (sonriendo mientras lee la carta) Qué maravillosa noticia, Daemon. Nuestros hijos crecerán junto a los de Alexander y Elena.
A medida que los meses pasaban, la barriga de Dafne crecía notablemente. Daemon, fascinado por su tamaño, a menudo bromeaba sobre lo grande que era para un solo bebé.
Daemon: (acariciando la barriga de Dafne) ¿Estás segura de que solo hay un bebé aquí? Parece que podría haber más.
Dafne: (riendo) Eso sería una sorpresa, pero los médicos solo han detectado uno.
Durante este tiempo, Daemon se enteró de problemas en uno de los pueblos cercanos, donde bandidos estaban saqueando y causando estragos. Aunque estaba preocupado por Dafne y el bebé, sabía que debía actuar para proteger su ducado. Sin decirle nada a Dafne, organizó una pequeña expedición para enfrentarse a los bandidos.
Daemon: (pensando) No puedo preocupar a Dafne con esto. Debo resolverlo rápidamente y volver antes de que se dé cuenta.
Mientras Daemon estaba fuera, Dafne lo buscó para compartir unos aperitivos. Al descubrir que había salido, se preocupó profundamente. La ansiedad y el estrés la afectaron, y pronto comenzó a sentir dolores intensos. Los sirvientes la llevaron rápidamente a su habitación, y el médico fue llamado de inmediato.
Cuando Daemon regresó al ducado, exhausto pero victorioso, recibió la noticia de que el parto se había adelantado. Corrió hacia la habitación de Dafne, encontrando a los sirvientes y médicos en un estado de preocupación.
Médico: (urgentemente) Mi señor, la duquesa ha perdido mucha sangre. Ya hemos entregado dos bebés, pero hay un tercero y ella se desmayó.
Daemon sintió una mezcla de emoción y miedo. Estaba emocionado por el nacimiento de sus hijos, pero angustiado por la condición de Dafne. El médico lo miró con seriedad, planteándole una decisión desgarradora.
Médico: (con voz baja) Mi señor, debemos actuar rápidamente. Si continuamos, la duquesa podría no sobrevivir. Debe elegir: salvar a la duquesa o al bebé.
Con el corazón en un puño, Daemon tomó la decisión más difícil de su vida.
Daemon: (con lágrimas en los ojos) ¡Salven a Dafne! Hagan todo lo posible para salvar a mi esposa.
Dafne, en medio de su agotamiento y dolor, escuchó la elección de Daemon y, aunque comprendía su preocupación, su corazón se rompió al pensar en su tercer bebé. Con una determinación feroz, reunió todas sus fuerzas.
Dafne: (débil pero decidida) No... no dejaré que mi bebé muera... haré esto...
Con una fuerza y determinación extraordinarias, se esforzó para salvar a su hija, luchando contra el agotamiento y el dolor. Logró dar a luz a la niña, pero luego se desmayó nuevamente debido a la pérdida de sangre y el agotamiento.
Durante tres días, Dafne estuvo inconsciente, y Daemon estuvo a su lado, angustiado y rezando por su recuperación. Finalmente, Dafne despertó, débil pero viva. A su lado, vio a sus dos hijos y a su pequeña niña, cada uno con características distintivas pero un vínculo profundo.
Daemon: (emocionado) Dafne, gracias a los dioses, estás despierta. Pensé que te había perdido.
Dafne: (sonriendo débilmente) No me iría tan fácilmente. ¿Cómo están nuestros bebés?
Daemon: (sonriendo) Son hermosos. El mayor tiene tus ojos, el segundo tu cabello, y la pequeña se parece a ti pero con mi cabello blanco.
Dafne: (con lágrimas de felicidad) Mira a nuestros hijos, Daemon. Son perfectos.
Daemon: (con una sonrisa, aunque preocupado) Son hermosos, Dafne. Pero no puedo evitar preocuparme por todo lo que has pasado. No quiero que esto vuelva a ocurrir.
A medida que Dafne se recuperaba, Daemon, aún angustiado por lo que había sucedido, tomó una decisión firme.
Daemon: (con determinación) Estos trillizos serán nuestros últimos hijos. No puedo soportar la idea de perderte.
Dafne: (riendo suavemente) No digas eso, Daemon. Aunque estoy molesta contigo por haber ido tras esos bandidos sin decírmelo y por tu decisión de dejar morir a nuestro bebé, entiendo que lo hiciste por amor. Pero no tomes decisiones tan apresuradas.
Daemon: (con remordimiento) Lo siento, Dafne. Estaba asustado por perderte. Prometo no tomar decisiones imprudentes de nuevo. Tú y nuestros hijos son lo más importante para mí.
A pesar de las dificultades, la llegada de los trillizos fue una bendición para el ducado. Se organizó una fiesta para celebrar su nacimiento y los nuevos cambios en el ducado. La alegría y la esperanza llenaron el aire, y la gente se unió para celebrar la vida y la fortaleza de su duquesa y sus hijos.
Daemon: (levantando una copa) Por Dafne, por nuestros hijos y por el futuro de nuestro ducado. Gracias a todos por su apoyo y amor.
Dafne: (sonriendo) Estamos agradecidos por cada uno de ustedes. Estos niños son un símbolo de nuestro amor y nuestra fuerza.