Aurora Parisi es una joven de 20 años, recién egresada de la universidad a su corta edad, estudio negocios y administración, es dulce, amable y muy correcta, ella es hija adoptiva de los Parisi.
Perla Parisi tiene 20 años y es la hermana de Aurora, es egoísta, caprichosa, manipuladora y odia a su hermana, le ha hecho la vida imposible y le ha quitado todo lo que puede.
Aurora siempre se ha negado en trabajar en el negocio familiar, en la mafia, pues, es muy correcta, a pesar de todo adora a su hermana, pero todo cambia cuando Perla se queda con el prometido de Aurora, allí es cuando ella se olvida de sus principios y aceptara la propuesta de su abuelo entrando a un mundo oscuro donde lo conocerá a él y se dejara llevar por la pasión y lo prohibido.
Él, Massimo Caruso un Mafioso cruel, frío, despiadado, sexy y ajeno, hará que la dulce Aurora caiga en la red de lo prohibido.
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viejos tiempos.
Aurora.
— De que hablas, cuál hijo, yo no tengo hijos y sabes bien que no la amo, te amo a ti, maldita sea después de tanto y sigues igual clavada en mi pecho.— grita y lo encaro.
— Pues sácame de allí por qué yo ya lo hice hace mucho._ digo y solo Dios sabe la fuerza de voluntad que tengo.
—¡Mientes! Puedes verme con odio, pero tú respiración no miente, tu cuerpo te delata, tus ojos de a ratos te traicionan y tú corazón está tan feliz como el mío de verte.— Dice y estoy desarmada aunque no lo demuestre.
— No tienes un hijo... Bueno igual ve con tu esposa déjame en paz Massimo, regresé para dañar y cobrar deudas y aunque no estés en esa lista te verás afectado si no te alejas de mi _ esa perra me volvió a mentir no tienen un hijo cada vez me siento más estúpida por creerle todo, si no tienen hijos y eso qué Aurora todavía están casados me regaño mentalmente.
— No quiero, no me importa dañarme, te quiero de vuelta en mi vida, te necesito mi amor.—
— Después de lo que hice, me acosté con esos dos hombres en vez de irme contigo— respondo, quiero que se decepcione y se aleje.
—No me importa, casi morí cuando tú supuestamente moriste, no te quiero perder de nuevo, no me importa lo que hiciste, me importa el ahora._ dice y siento la desesperación en su voz.
— No se pierde lo que no se tiene.— digo y me acorrala.
— por qué eres así conmigo, pero le dices a Leonel que extrañas sus besos.— dice y respondo.
— Así que nos viste, ves aléjate de mí— digo y me giro.
— No lo vas a negar entonces.— pregunta triste.
— No, Massimo ya no soy la misma, lo que viste, es cierto quiero tener a Leonel de nuevo, ahora si te aconsejo que creas todo lo malo sobre mí.—
— Amor... mía Regina, por favor te necesito aléjate de él, tú no sientes nada por el en tus ojos, vi vacío al decir esas palabras, pero ahora mismo tus ojos muestran Miles de emociones al tenerme cerca—
— No caeré de nuevo, Massimo sé feliz con tu esposa y déjame en paz, yo también trataré de buscar a alguien quien me ame solo a mí._ Digo y su rabia y celos flotan.
— Jamás, escúchame bien, jamás te dejaré estar con otro, eres y serás siempre mía.— dice y me besa y Mierda, maldición, joder, mis piernas flaquean su beso, me vuelve una gelatina su lengua recorre cada espacio de mi boca, chupa mis labios y mi lengua me muerde y aunque trate de ser fuerte a Massimo con cada partícula de mí, así que en vez de resistirme correspondo y este momento es mágico mi corazón se reconforta y pienso que este beso es todo lo que he necesitado siempre para estar bien. Recobro la poca cordura que me queda y lo empujo.
— Adiós Massimo.— dije y me encerré en el baño, paso mucho rato y no sabía si se había ido, temía salir por qué corría el riesgo de lanzarme a sus brazos, más de media hora, después escuché la puerta, cerrarse y al salir ya se había ido.
Lo deseo, lo necesito, lo amo, pero no lo quiero utilizar, voy a dañar a muchos y quiero que el esté lejos de mí, hoy confirme que sigo amando a Massimo y que cada parte de mí le pertenece a el, esa asquerosa bruja y esa perra de perla me las van a pagar haré lo que sea las quiero arruinadas y solas.
Salgo y mis amigas están esperándome, me ven y me abrazan esa noche, hablamos hasta el cansancio, ellas se casaron en una boda doble hace poco y ellos han estado allí para ellas, quienes terminan de salir de una depresión a causa de mi muerte.
Ellas me cuentan que jamás creyeron lo que pasó y que les pidieron a sus en aquel entonces novios que revisaran las cámaras, pero todo mágicamente desapareció.
Me cuentan que la ridícula se desmayó y perla se acercó para ayudarla y que en ese momento sus novios y Massimo fueron tras el auto donde yo iba de hecho también viajaron, pero cuando se iban a acercar a mí alguien comenzó a chocar el auto en dónde yo iba, ellos trataron de dispárale al auto, pero este era blindado, cuentan que el auto todo y luego explotó y que ellos presenciaron todo eso, Massimo cayó en el alcohol y sus amigos ya no sabían qué hacer tenían que luchar con la depresión de ellas y el alcoholismo de su amigo, vivía de bar en bar ebrio hasta más no poder.
Sus amigos varias veces debían salir de madrugada a rescatarlo de bares y antros sus amigos lo internaron en una clínica cuando intento colarse la cabeza de un tiro, meses en ese lugar lo ayudaron a levantarse y salió decidido, le pidió el divorcio a su esposa, pero ella se negó y recayó en su enfermedad el no ha quitado la demanda, pero ella simplemente no firma los papeles.
Ha intentado en llevarla con otros especialistas, pero ella se niega a dejar a su médico de cabecera, dicen que su matrimonio está en el suelo, ya que el vive más en su departamento de soltero que en la casa con ella.
— Amiga, si fue un idiota al no escucharte, pero todo fue tan rápido, nadie tuvo tiempo de nada, el te busco, pero tuviste ese accidente.— dice Gia.
— Más bien atentando por qué eso fue premeditado, y que piensas hacer.— me pregunta Alana.
— por lo pronto quiero ver a Perla sufriendo cuando le pidan el divorcio, haré que la deje y luego le desecharé al no siento nada por Leonel.— digo y Gia pregunta.
— Y por Massimo, que sientes por el.— doy un largo suspiro y respondo.
— Yo amo a Massimo lo amo demás, tenerlo cerca me enloquece, pero sigue casado con esa desgraciada _
— Que no es nada tuyo y te hizo mucho daño, amiga al cuerpo con le pida y esa víbora que se muerda y se envenene.— dice y tiene razón, pero aceptar a Massimo es olvidarme de seducir a Leonel y eso no lo voy a hacer.
_ Conocen a esa bestia posesiva, si lo acepto adiós Leonel y quiero hacer sufrir a perra, perdón me confundí a perla.— digo y nos reímos las tres.
— Bueno, mañana decides a quien te comes y a quien asesinas hoy es para nosotras te extrañamos amiga.— dice Alanna y nos abrazamos.
Esa noche no dormimos, era como una de esas tantas pijamadas que hacíamos, hasta había ropa mis de esas veces en el armario, necesitaba esto para poder calmar mi desastre, era la calma antes de la tormenta llamada Natasha Ivanov.