La Noble Señorita Se Divorcia

John pasa sus días al pendiente de Sarah ella está a días de dar a luz y preparo todo para tener tiempo de estar a su lado, este es su último viaje al puerto, mando a su asistente para que él se haga cargo de los pendientes.

-Señor que bueno que llegó.

-Dónde está mi esposa?

-En su cuarto leyendo.

John dejó sus cosas y subió a verla le lleva chocolates algo que ella de vez en cuando come.

-Sarah voy a entrar.

-Sí.

-Oh! Por dios!

-Que, si ya se, estoy enorme.

-Sarah, no serán gemelos, tu vientre está... muy grande.

Sarah solo lo ve feo y él solo voltea a otro lado.

-No sé, el doctor dice que solo se siente uno, ya veremos en el momento del parto, eso va a doler y tú estará ahí.

-Queee!!

-Como que, que, no pienso estar sola, es tu hijo.

-Eso no es muy común, pero está bien estaré contigo.

John le da los chocolates y ella está más que feliz, siempre le han gustado, él se sienta a su lado a tocar su vientre, el bebe se mueve y él se queda dormido.

-John, no vas a cenar?

-No, déjame sentirlo otro rato.

-Bien.

El se duerme, viajo lo más rápido que pudo para llegar y no dormir en una posada.

-Señora, necesita algo?

-No, ya puedes ir a dormir.

-Gracias.

-Solo cuando bajes dile al mayordomo que mandé un emparedado para el marqués.

-Si, yo le digo

-Buenas noches.

Así John se duerme a un costado de Sarah ella después de un rato se duerme, el mayordomo entra y despierta a John quien come un poco, solo contempla a Sara durmiendo, su hijo esa por nacer, siente nostalgia por sus hijos y todos los días reza por qué renazcan en una vida nueva, que tengan unos padres que los amen.

-Terminaste

-Si, me iré a dormir, para que descanses.

-No, quédate conmigo.

-Como?

-Si, estoy a días y no quiero estar sola, de día las doncellas están conmigo, pero de noche quiero que estés con migo.

-Esta bien solo déjame ir a cambiarme, al regresar ella ya duerme, solo se acomoda y la abraza, tenerla así hace que su corazón se sobresalte, solo acaricia su mejilla y se duerme.

Al pasar de los días, una noche ella empieza a sentirse mal, John al estar con ella le ayuda a ir al baño, manda a llamar a las doncellas que alistan la cama, el doctor llega para ver como está, pero aun le falta un poco, así que camina un poco por la habitación, los brazos de John están rojos por el agarre de Sarah en cada contracción.

-Oh por dios!! Esto duele muchooo.

-Puedo imaginarlo.

-Nooo, claro que no puedes, haaa.

-Bien bien no me lo imagino, tranquila, me vas a romper el brazo.

En un par de horas Sarah por fin puja para recibir a su hijo, a sus hijos porque efectivamente son dos bebés niño y niña.

-Marques, aquí tiene a sus hijos.

-Mira Sarah los dioses nos han bendecido, nos han mandado a dos hijos.

-Dejame verlos, como es ella?

-Es hermosa como su madre.

-Son rubios como tú, si son hermosos.

John estos días está al pendiente de los mellizos, gracias a las doncellas duermen un poco, los mellizos son tranquilos y solo se despiertan para comer, con su día a día, John y Sarah conviven más, John empieza con su trabajo, al regresar siempre esta Sarah esperándolo en la puerta.

Para sorpresa de él, una tarde un carruaje llega del cual bajan sus padres el duda en acercarse pero Sarah le da un empujón para que vaya, el les pide perdón y también sus padres a él, ellos no debieron irse, tal vez si hubieran regresado esos niños seguirían vivos pero también cometieron errores y es hora de hacer las pases

Así su vida en familia inicia, ellos poco a poco se acercan más hasta tener un matrimonio como cualquier otro, los niños empiezan a correr por aquellos pasillos.

Sara por su parte de vez en cuando reza por su pequeña, ella entrena con el capitán de los caballeros, John la primera vez que la vio casi se desmaya, era igual de buena o mas capitán

Adecuo varias de sus armas e hizo lo que ninguna familia noble ha hecho, tiene mujeres entrenando, las cuales cuidan a sus hijos, demostrado que las mujeres son igual de buenas que los hombres, algo que llamo la atención de la emperatriz, ahora después de 5 de está ahí, en el palacio Ella y Aina tienen un escuadrón de mujeres.

-Sarah, has hecho un buen trabajo, o debo llamarte Hera...

-Pero como lo sabes.

-En nuestro mundo fui Fabiola dueña de las empresas

-Las empresas de seguridad.

-Eres la empresa que tiene a cargo la seguridad de la familia Lombardi.

-Asi es, yo fui por ti pero llegué tarde, Dimitri casi me mata.

-Entonces si está vivo.

-Si, viven en Brasil, tu hija está con el, después de unos meses su esposa Esmeralda volvió, ella cuida de tu hija.

-Vaya, gracias por decirme.

-Ahora Hera te presentaré a alguien, vamos.

Al pasar los jardines más allá del bosque se hizo un lugar para que una pequeña niña recibiera clases.

-Ella es mi hija y tiene casi la misma edad que tus hijos, su diferencia es por meses, está por cumplir tres años.

-Las serpientes son...

-Es su magia, crea formas con ella por alguna razón que no sabemos ella puede hacer humo blanco, su padre y mi hijo Luciel solo negro, el hermano de ella tiene magia pero no a ese nivel.

-Ella es poderosa.

-Sí, quiero que tú la entrenes cuando ella controle bien su magia, tú y yo sabemos que la mente y el cuerpo deben estar sincronizadas, yo no sé cómo entrenaban las rosas, pero si tú estás aquí y eso no es coincidencia.

-Las rosas entrenan desde los 5 años.

-Si, pero ella tiene magia, eso lo debe controlar primero o puede matarte, no es un juego lleva una pulsera, pero una rabieta puede sacarla de control.

-Bueno si lo dices así está bien, lo haré, de todos modos estaremos en contacto.

-Waooo la princesa es muy bonita.- Era el hijo de Sara quien llegaba también por cumplir tres años.-

-Dios, Robert dónde está tu papá.

-Puedo tocar a las serpientes.

-no te dan miedo -Le decía la niña -

-No, son hermosas, mamá puedo?

-Si puedes -Sara voltea a ver a Aina- Si puede?

-Si, solo es como neblina en forma de serpientes, la verdad no sé cómo describirlo.

El pequeño va con la princesa y ambos juegan ella mueve sus manos y a él no le da miedo.

Después de un tiempo regresan al palacio donde varios niños reunidos están en el jardín, Dará ve de lejos que John plática con una dama muy bonita.

-Cabello negro, ojos verdes, vaya por fin la veo.

Una pequeña niña está a su lado y la llevan con los demás niños, Sarah sabe quienes son, están el príncipe heredero junto a los principales herederos de los ducados, así como otros nobles de menor rango como sus hijos, estas reuniones las hacen para que los niños se conozcan, pues en un futuro ellos serán los líderes de sus casas, incluso prospectos a matrimonios, como el ducado cárter y el marquesado Soler.

Mejor no piensa en eso por qué de solo hacerlo le duele la cabeza, sus hijos son pequeños, pero ya han recibido una que otra propuesta, afortunadamente John las ha rechazado.

El va con ella y le dice sobre Susan la verán en la comida.

-Ya viste a la Princesa se ve bonita con ese cabello blanco, es igual a su padre.

-Si, si me lo preguntas yo veo más a su padre jaja.

-Sarah, como dices eso

-Bueno, es impresionante verlo, pero vamos a comer y me presentas a Susan.

Ambos van a las mesas que se pusieron, todos comen como una gran familia, la vida de ellos cambio mucho, ahora solo el destino dirá lo que les depara.

***Fin***

-Gracias por leer-