Nathaly se despierta en un mundo completamente diferente al suyo, en donde habitan las criaturas mágicas como las hadas, los demonios y los ángeles, pero resulta que es el personaje negativo de una novela que había leído y de la cual no le había gustado el final que había tenido éste personaje.
Ahora convencida de cambiar su destino, vivirá como Áine y se librará de su triste final.
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Capítulo 12: ¿Me acompañas?
Áine mira con molestia a Amelia, ella pocas veces se sentaba a la mesa con su familia a comer. La rubia se levanta y hace una reverencia al Rey Demonio mostrando una amplia sonrisa, éste sólo le responde por cortesía el saludo, pero se mantiene serio.
- Majestad, espero haya podido descansar, venga, siéntese- Oberón le señala la mesa, Xander y Áine se sientan uno al lado del otro, pero antes de que Áine se sentara, el demonio le abre la silla y la ayuda a colocarse, rosando su mano con el hombro desnudo de la chica quien se estremese sin que nadie lo notase, a excepción de Amelia, a quien no le agradó esto- me comentaba mi hija que lo acompañará hoy por nuestra ciudad, si eso lo ayuda a tomar una decisión respecto al tratado de paz, pues que así sea.
- Así es, la Princesa Áine según he escuchado tiene una reputación muy buena, a nuestro reino han llegado historias de su destreza en combate, a demás de su ingenio para hacer negocios y sus habilidades sociales. Estoy seguro que no hay nadie mejor para que me guíe por su capital- Áine se sorprende, no pensaba que fuese famosa, menos que el mismísimo Rey Demonio iba a halagarla de esa forma.
- La princesa seguro estará ocupada con otros asuntos como de costumbre, su majestad, si prefiere yo lo puedo guiar- Amelia le habla de forma coqueta. Áine rueda los ojos.
- Primita, creo que el Rey Xander prefiere la compañía de mi hermana, ella es quién se ha estado ocupando de gestionar los convenios de paz con el Reino de Heavening, a demás de que sabe perfectamente cómo funciona el reino,no creo que tú charla sobre tés o el último estilo de vestido que se usa sea de utilidad para su majestad.
El Rey Oberón se ríe, le había parecido gracioso el comentario de su hijo. Áine también sonreía disimuladamente, su hermano sabía cómo poner en su lugar a Amelia.
Terminado el desayuno Xander y Áine se despiden y salen del castillo. Un grupo de guardias del Rey Demonio los seguía a varios metros de distancia, pero atentos a todo lo que sucedía al rededor.
- Espero no le moleste caminar, su majestad- el joven niega con la cabeza- me alegro, espero que no se canse, pues he planeado un recorrido algo largo.
- Alteza, créame, no me canso fácilmente, puedo tener mucha, resistencia.- El demonio le responde sensualmente, Áine se sonroja, pero le devuelve una sonrisa coqueta.
- Bien, espero comprobarlo personalmente.- El intercambio descarado y coqueto era evidente.
Áine lo va llevando por varios negocios primero, estaban ubicados en el lado este de la ciudad. Los edificios eran altos, llenos de ventanas, muchos hombres y mujeres caminaban, entrando y saliendo de las edificaciones, carruajes y caballos transitaban por las calles.
- Éste es el edificio en donde se encuentran las oficinas de los negocios más prósperos del reino. Desde mercados y tiendas, hasta oficinas de abogados famosos. Por allá, esos edificios que ve, son fábricas, allí producimos nuestras telas y otros materiales para la confección de ropas y zapatos, también tenemos una fábrica de armas y otros objetos.
Xander la escuchaba muy atento, la chica estaba muy entusiasmada, se veía que le gustaba lo que hacía. Continúan caminando y llegan a la zona residencial, calles y avenidas adornadas con pintorescas casas, algunas mansiones y algún que otro parque. Siguen caminando y llegan a una parte menos alegre, por cómo se veía debía tratarse de los barrios bajos, aunque no se veía a nadie pidiendo limosnas o comida.
- Asumo que estamos en los barrios bajos, la zona más pobre de la ciudad, pero debo decir que me asombra que no se vea tan mal.- La pelirrosa sonríe orgullosa.
- Hace unos años comencé un plan para educar a todos, les enseñamos a leer y escribir, sacar cuentas, y a todo aquel que deseara continuar el estudio de alguna profesión, se le permitió, se crearon colegios públicos. También se crearon planes de ayuda a las familias más desfavorecidas y a los huérfanos.
- ¿Y todo eso lo hizo usted sola?
- Digamos que tuve ayuda de mi hermano, y mis padres nos apoyaron frente a la corte y los ministros. Así nos hemos ido ganando el respeto de todos.
- Parece que su familia es muy unida ¿Y qué pasa con su prima?
- Mi prima, bueno, ella es un caso especial, no quiero hablar mal de alguien de mi propia familia, pero ella a pesar de que se le ha dado todo no ha sabido actuar acorde al amor que ha recibido.
- Entiendo- El rey tiene una expresión seria.
- ¿Tiene usted hermanos, majestad?
- Dos, soy el mayor de un hermano y mi hermana menor. Xavier y Xadie, pero hace mucho tiempo que nuestros padres, murieron.- Dice de forma sobria.
Áine viendo que la conversación se ponía demasiado lúgubre, decide cambiar de tema y lo lleva a un orfanato. Era una mansión grande, con ventanales del suelo al techo, un jardín con muchas plantas y árboles, varios niños corrían y jugaban en el patio.
- Esta mansión pertenecía a mi tío, pero al volverse un fugitivo de la ley, fue decomisada, le comenté la idea a mi prima de volverla un orfanato, y ella a pesar de que no quería, cedió, digamos que tuve que ponerme un poco persuasiva.
La verdad era que Áine la amenazó con quemarle todas sus ropas y objetos personales. También le prometió que si aceptaba, el lugar llevaría el nombre de su madre, quien sí fue una hada amable y querida por todos, la pelirosa le hizo ver que si Amelia permitía ésto, su reputación podía mejorar al ser una acción noble. A la rubia no le quedó más remedio que aceptar.
Un hada vestida con ropas sencillas de color blanco se les acerca a recibirlos en la entrada. Lucía cansada pero tenía una sonrisa en sus labios.
- Princesa Áine, bienvenida- la dama hace una reverencia, la chica le devuelve el saludo inclinando la cabeza.
- Lady Julie, déjeme presentarle a su majestad, el Rey de Hellion, Xander Darkstar- el demonio le saluda igual con una inclinación de la cabeza y la dama le hace una reverencia.
- ¡Qué honor más grande! Los chicos se alegrarán de saber que están aquí. Bienvenido al Orfanato Adela Woods, majestad. Pasen por acá.
El hada los guía por los dormitorios, el área del comedor y la cocina, les muestra las aulas de clases y les presenta a los niños y el personal. Los pequeños se veían muy emocionados, pero mostraban muy buenos modales.
- Majestad, tenemos una estrategia para que las adpciones sean responsables, se investigan a los futuros padres, se presentan con los niños, y si ellos aceptan, se permite la adopción.
- Veo que usted es alguien a quien no se le escapan los detalles.- Áine se ríe y recuerda un dicho famoso de su vida pasada.
El recorrido por el orfanato concluye y la chica lo lleva a la plaza principal de la ciudad. Era grande, lleno de negocios prósperos, en el centro se encontraba una gran fuente muy hermosa. Áine le explica que tienen un sistema de purificación del agua gracias a la magia y a la alquimia, a demás de que es movida a todas las partes de la ciudad gracias a un ingenioso sistema de acueductos. Esto había sido obra de Áine, quien en su vida anterior había estudiado Ingeniería Civil, claro, la chica sólo le dice que fue idea de su hermano.
Era mediodía, y la hada sugiere ir a comer a un restaurante famoso, estaba frente a la plaza y la vista desde la terraza era hermosa. El rey acepta, llegan al lugar, y la chica que los atiende al ver que era la princesa les deja el mejor sitio. Suben las escaleras hasta el último piso y se sienta en una mesa con vistas a la plaza, pero también se veía gran parte de la ciudad. Piden su comida y una vez servida comen mientras conversan.
- Debo decir que estoy impresionado, alteza, tienen una ciudad muy próspera y bella. Se nota que se preocupa por sus súbditos.- Xander hace una pausa y apoya su cara en el dorso de su mano.- creo que usted sería una gran reina.
- Sólo hago lo mejor para mi gente, pero ese título no me corresponde, mi hermano también será un gran rey cuando sea el momento.
- Quizás no me entendió.- el rey pasa las yemas de sus dedos por la mano de la chica. El toque había sido suave y seductor. Áine siente una corriente eléctrica recorrer su mano.- usted puede ser reina también en otro reino.
La pelirrosa no sabía qué decir, eso parecía una propuesta, sabía que el demonio no lo había hecho sólo por la evidente atracción que existía entre ellos, seguro lo decía por un pensamiento estratégico. No era una mala idea, y ella sabía que una de las mejores formas de concretar la paz, era un matrimonio político. En el final de la novela había explotado una guerra entre sus reinos por la falta de un convenio o tratado de paz, y su objetivo había sido siempre conocer al Rey Demonio y aliarse a él, pero se imaginaba que iba a ser de otra forma.
- Majestad, ¿si dijera que no me interesaría ser reina, aún así firmaría un tratado de paz con mi reino?- El rey sonríe, era más que obvio que la chica era muy lista.
- Princesa, el tratado ya había planeado firmalo desde ayer en la noche. Sólo quería hacer éste recorrido para conocerla mejor. Así que si me dijera que no quiere ser reina, igualmente firmaría, pero me sentiría muy desilusionado- Xander vuelve a tomar la mano de la princesa.- Usted y yo sabemos que tenemos una conexión, he soñado con usted miles de veces. Debo confesar que en más de una ocasión la busqué, su presencia me atrae como un insecto a la luz.
Áine no sabía qué decir. El rey la había tomado por sorpresa. Estaba muy tentada a aceptar, pero debía pensarlo antes.
- Majestad, lo pensaré. Yo también siento esa conexión.- Los jóvenes entrelazan sus dedos y se miran a los ojos.- Será mejor continuar, sólo falta que lo lleve a un último lugar.
Se marchan del restaurante, Áine lo guía por las calles, pero sin darse cuenta la pelirrosa pisa la falda de su vestido y cuando iba a caer, Xander la sostiene deteniendo la caída. Sus rostros quedan muy cerca, se miran a los ojos, pero ella se incorpora y agradece.
Continúan hasta llegar a un río. Un muro pequeño se interponía entre la orilla del río y la calle, la chica se mueve hasta una escalera y al bajar se veía la orilla.
- Éste es nuestro río principal, dicen que sus agua vienen de una montaña lejana y que tiene propiedades curativas.- la hada se agacha y toma un guijarro con los bordes desgastados por el paso del río pero con un peculiar color verde.- ¡oh, mire, qué buena suerte! Tome, puede que sólo parezca una roca, pero aquí tenemos una leyenda que cuenta de sí encuentra un guijarro de éste color, significa que sus deseos pronto se cumplirán.- Sus dedos se tocan sutilmente, Xander toma la piedrecilla y la guarda en uno de sus bolsillos.
- Entonces si hago ésto supongo que estaré cumpliendo uno- Y sin pensarlo el demonio la jala y la besa intensamente en los labios. Áine es tomada por sorpresa, pero el beso era ardiente, cierra sus ojos y de deja llevar por la pasión del momento.
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Insertar gritos de emoción: ¡Ahhhhhhhh!
Hacer éste capítulo me fui muy fácil y fluido, espero que les esté gustando la novela. Les agradezco su apoyo y l@s animo a que me escriban sus opiniones.
En la noche actualizo nuevamente 🥰
Chau Chau 😚❤️