Katherine una chica de 18 años. Emiliano un hombre de 33. Las circunstancias los llevan a contraer matrimonio. Ella joven e inmadura, él temeroso de volver amar. ¿Será que pueden encontrar el amor verdadero o estarán destinados al fracaso?
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Capítulo 24
De madrugada y en silencio hago mi equipaje, Emiliano me ayuda a sacar las cosas de las gavetas. No tengo intención de doblar nada, solo lo arrojo dentro de las maletas.
No tengo una sola fotografía de nuestra boda, nada que pueda llevarme para recordar a mi esposo. Dejaré mi celular, no volveré a escuchar su voz.
Las lágrimas ruedan por mis mejillas, Emiliano las seca con un pañuelo. Un nudo se ha instalado en mi garganta y no logro deshacerme de él.
- Perdón, no quería que lo último que recordaras de mí fueran mis lágrimas.
- No es eso lo que voy a recordar de ti. Tu sonrisa vivirá conmigo, tus besos, tu voz diciendo que me amas. Eso permanecerá conmigo hasta que podamos estar juntos de nuevo.
- ¿Cómo puedes ser tan fuerte y no derrumbarte? Yo me estoy muriendo por dentro.
- También estoy sufriendo igual o más que tú. Esto es mi culpa, yo soy un riesgo para ti y me mata no poder protegerte, es por eso que debo mantenerte lejos de aquí.
- Promete que no te vas a olvidar de mí.
- Nunca, vives aquí- coloca mi mano sobre su pecho y siento su corazón latir- Tratemos de dormir un poco.
Dormimos un par de horas, nos metemos juntos a la ducha y hacemos el amor una última vez.
Elijo un conjunto de pantalón y blazer azul celeste combinado con un top y zapatillas blancas. Maquillaje natural, mi cabello en una coleta y lentes obscuros.
Emiliano luce atractivo y elegante con un traje a la medida azul marino, camisa blanca, zapatos negros perfectamente lustrados. Su cabello perfectamente peinado y recién afeitado.
Nos despedimos en la puerta antes de salir cada uno nuestro vehículo. Nos limitamos a besarnos sin decir una sola palabra.
En el juzgado reina el caos, hay periodistas por doquier. Al bajar de mi auto me bombardean con preguntas y toman miles de fotografías. Por fin logró esquivar a la multitud y entrar. Emiliano ingresa minutos después.
En la sala no puedo concentrarme, las palabras del juez se escuchan tan lejanas e inteligibles. Firmamos un último documento y está hecho: estamos oficialmente divorciados.
Salir de ahí es toda una odisea, en cuanto cruzo la puerta de la mansión de mis padres me derrumbó en los brazos de mi mamá.
- Tranquila, nena. Pasará pronto.
No sé por cuánto tiempo estuve llorando ni como llegué a mi antigua habitación y mucho menos en que momento me quedé dormida. Despierto en medio de la noche buscando a Emiliano.
La devastadora realidad se hace presente, me acurrucó en mi cama a seguir llorando.
Muy temprano llega Felipe, lavo mi cara, pero es evidente que estuve llorando. Mis ojos están hinchados, mi nariz roja.
- Hola, Kat. Ya está todo listo, viajas mañana.
- ¿Tan pronto?
- El tiempo es crucial, los medios han armado una infinidad de teorías sobre tu matrimonio y divorcio de Emiliano. Las más recurrentes son que fue un matrimonio por conveniencia. Ahora hay que hacerles creer que estarás viajando por el mundo divirtiéndote.
- ¿Cómo haremos eso?
- Te daré un correo electrónico a donde me enviaras fotografías que yo editaré y publicaré en algún medio de comunicación. Eso va a despistar a Reynaldo Durán y dejará claro que no tenías ningún afecto por Emiliano.
- ¿Cuándo sabré mi nueva identidad y a dónde voy?
- Hasta que estés abordo del Jet.
- ¿Viajaré en el Jet de mi padre?
- No, yo contraté uno privado y no quedará registrado en la bitácora.
- ¿Qué ropa debo llevar?
- Ropa abrigadora, no fotografías ni nada que te vincule con tu pasado. Serás una mujer diferente.
- No sé si puedo con esto.
Mis padres que habían permanecido en silencio hasta ese momento se atreven a hablar.
- Claro que podrás, nena. Será poco tiempo y es por tu seguridad.
- Tu madre tiene razón, eres muy fuerte, inteligente y madura. Saldrás airosa de este reto.
- Gracias por creer en mí. Los quiero y los voy a extrañar muchísimo.
- Y nosotros a ti, nena.
Nos abrazamos y Felipe se retira. En mi habitación recibo un mensaje de Sonia que está preocupada por lo que ha escuchado en los medios. También con ella debo de seguir la farsa y hacerle creer que lo que se dice es verdad.
📩 ¿Qué está sucediendo, amiga? ¿Qué es todo eso que te divorciaste de Emiliano?
📩 Es la verdad, amiga. Nos dimos cuenta de que lo que había entre nosotros no era amor y decidimos ponerle fin a la farsa.
📩 No puedo creerte, yo misma fui testigo de su relación y están enamorados.
📩 Eso creímos, pero no. De hecho mañana me voy de viaje, mis padres me pagaron un viaje alrededor del mundo. Quiero divertirme y olvidarne de esta tontería. Cuando vuelva me pongo en contacto contigo.
📩 ¿Dejarás la Universidad?
📩 Sí, después me pongo al corriente. Cuídate, amiga. Te quiero.
📩 También te quiero, Kat.
Me siento horrible por tener que mentirle a mi mejor amiga. Hago mi equipaje, no quiero apagar mi celular. Estoy tentada a marcarle a Emiliano, quiero escuchar su voz por última vez.
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Llegué a mi Penthouse después de haber firmado el divorcio. Estoy furioso, lanzó todo lo que está a mi alcance, en minutos parece que hubiese pasado un tornado por aquí.
Me sirvo un whisky, lo bebo de un trago. Ni siquiera percibí el ardor en mi garganta. El dolor que siento es más profundo. Pasarán meses antes de volver a ver a Katherine.
Abajo está lleno de periodistas que al llegar me abordaron con un sin fin de preguntas, tomaron una cantidad absurda de fotografías.
Me dejo caer en el sofá, me siento derrotado y la guerra apenas inicia. Las lágrimas se acumulan en mis ojos, desde la muerte de Julia no había vuelto a llorar, hoy derramó lágrimas de profunda tristeza y desesperación.
Me dirijo a la habitación, la que mande redecorar para mi hermosa esposa. No queda nada de ella aquí, me recuesto en la cama y percibo su aroma, es la almohada que ella usaba. La apoyo contra mi rostro y aspiro el suave aroma, es lo único que me queda.
Bebo hasta quedarme dormido, despierto con el sonido del timbre y con un terrible dolor de cabeza. No sé quién llama, no espero a nadie. Me levanto maldiciendo y voy a la puerta a abrir.
- Hola, hijo.
- ¿Qué haces aquí, papá?
- Vine a ver como estabas y veo que hice bien.
- Estoy bien, no te preocupes.
- ¿De verdad, Emiliano? Mira este lugar, apestas a alcohol y dices que estás bien.
- ¿Y qué esperabas?- grito molesto- He perdido a mi esposa, mi vida es un desastre.
- Deja de compadecerte y actúa. ¿Piensas que esto es fácil para Katherine? Ha sido ella la que ha debido irse del país, estará sola los próximos meses en un lugar desconocido con gente desconocida. Su vida cambió de un día para el otro, se quedó sin familia, deberá fingir ser otra persona y tú que estás aquí haciendo un mínimo sacrificio te derrumbas. Perdóname, pero estás tomando la actitud equivocada.
Las palabras de mi padre resuenan en mi cabeza y me doy cuenta de que tiene toda la razón.
- Tienes razón, papá. Debo ponerme a trabajar para desenmascarar a los Durán y que mi esposa vuelva lo más pronto posible a mi lado.
- Así es, hijo. Debes sacar esa fortaleza que llevas dentro y sobreponerte, Katherine cuenta contigo, sus padres y yo también. Vamos, te ayudo a limpiar esto.
Entre los dos arreglamos el desastre que hice anoche.
- Ahora, date una ducha. Yo ordenare comida.
Agradezco que mi padre haya venido, me ha hecho ver que mi actitud era equivocada y que ahora más que nunca debo mantener la cabeza fría para encontrar la manera de evitar que Alfonso Durán salga libre, demostrar que la empresa está limpia de cualquier delito y encerrar a Reynaldo Durán y sus cómplices. Solo así Kat estará a salvo y podrá volver a mi lado.
Mi padre se queda a comer conmigo y viéndome más tranquilo se va. Felipe me informa que Kat se va mañana. Estoy acostado en mi cama y me debato entre la idea de llamarla.
Sé que no debo de hacerlo, que mi celular puede ser rastreado o las llamadas grabadas. Solo quiero escuchar su voz una vez más.
Después de mucho analizarlo decido llamar al teléfono fijo de la mansión de sus padres. Escucho el timbre al otro lado de la bocina cuando escucho su dulce voz.
📞 Diga.
📞 Soy yo, mi amor.
📞 Emiliano- su voz se quiebra.
📞 No, por favor. No llores. Solo quiero escuchar tu voz por última vez y decirte que te amo y que pronto volveremos a estar juntos.
📞 También te amo y esperaré ansiosa nuestro reencuentro.
📞 Debo colgar. Te amo, Katherine.
📞 Te amo y te amaré toda mi vida Emiliano.
Ambos colgamos y mi corazón se siente reconfortado por el simple hecho de haber escuchado su voz.