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El Otro Lado (Reinjetself)

El Otro Lado (Reinjetself)

Status: En proceso
Genre:Aventura / Completas / Familia mágica / Mundo de fantasía / Fantasía épica
Popularitas:2.7k
Nilai: 5
nombre de autor: Block Bustter

Esta parte de la historia se centra en la infancia de Nicky/Ferd, identidades de la nueva vida decapitan Victores en este nuevo mundo y los problemas ocasionados por su accidentado arribo.

NovelToon tiene autorización de Block Bustter para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

La arena en medio del desierto.

Por segunda vez el escenario había cambiado ante los ojos del chico cuando estos se abrieron recuperando la conciencia. Aunque esta vez la atención del chico no fue a su entorno, no tenia tiempo para ello cuando las escenas de aquellos momentos en que había perdido completamente el control sobre sus acciones. Peo esta vez no los veía como algo que pudiera haber ocurrido en algún sueño, era una imagen clara de la realidad, de su realidad.

Aquello provoco fuertes arcadas en la zona abdominal del chico, consiguiendo que vaciara el contenido de su estomago a un lado de su jaula, lo cual teniendo en cuenta la situación previa antes que llegasen a ese lugar, donde quiera que fuera eso, no era mas que liquido ácido y algunos restos de alguna fruta.

— ¡Chico! ¿Te encuentras bien?

Con ojos vidriosas a causa del malestar causado por vomitar, el niño miro a Ash, mientras respiraba irregularmente. Ella debería poder resolver sus inquietudes… probablemente.

Pero ¿De verdad quería saber él la respuesta a esas preguntas que carcomían su mente? ¿Se encontraba listo para saberlo?

Fueron largos segundos de duda antes que se atreviese a abrir sus labios y formular una pregunta.

— ¿Que es lo que eres?

No era realmente lo que Ferd quería preguntar, el en realidad necesitaba saber mas sobre si mismo, pero era difícil atreverse ya que la respuesta podría romper cualquier lazo restante que quedara con su familia.

Por otra parte ella antes se había referido al chico como uno de los suyos, con lo cual, al saber la respuesta de lo que ella era, también podría acercarse a la respuesta  sobre si mismo a la vez que mantenía la duda de si ella tenia razón o estaba completamente equivocada y él no tenia nada que ver con lo que ella fuera.

Ash noto aquella intención del niño, lo cual la molesto un poco, tomando una actitud desdeñosa, como la de alguien con gran conocimiento enseñando aun necio e ignorante.

— ¡Nosotros somos parásitos, pero no cualquier clase de parasito! ¡Nuestra estirpe vio nacer al gran enjambre y nuestra simiente derivo a las grandes especies bichos que se conocen en todo el vació!

— Yo… No soy como tu. Eso no tiene nada que ver conmigo rezongo el niño dándole la espalda a la cabeza parlante para buscar el lado opuesto en su jaula.

— ¡Niégalo tanto como quieras, pero no puedes engañar a nadie con esas dos cosas en tu espalda.

Los pensamientos del pelirrojo retrocedieron a ese preciso momento en que creía que iba morir y aquel guardia de barda parecía algo desesperado por ayudarlo. En ese instante algo había salido desde su espalda, parecía como una especie de cable o tentáculo, formado por muchos segmentos interconectados entre si, como seria el cuerpo de un gusano.

Al pensar en ello, el trozo de tela que cubría el cuerpo del chico se deshizo para toma una nueva forma, esa nueva forma era exactamente la imagen de aquella cosa de antes creciendo en su espalda, un largo tentáculo segmentado, con una punta de filoso aguijón.

— ¿Eh? Esto es… —La mente del chico quedo confusa por un momento, o mas bien se debería decir que el deliberadamente se estaba engañando para evitar tener que creer las palabras de Ash—¡!Esto debe ser! ¡Ese guardia de Barde me dijo antes que al tocar las piezas de armadura de slime estas tomarían la forma que yo necesitara,  seguramente todo este tiempo es esto lo que ha estado pasando ya que la vez anterior no hubo nada como esto! Si, ya que lo traigo encima parece que estuviera saliendo de mi, eso es todo.

Una confundida expresionismo de disgusto se reflejo aquella cabeza parlante, que suspiraba al ver que el chico se negaba a la que según ella seria su propia naturaleza. Pero tal disconformidad incluso no era parte de esa naturaleza, ella misma se comportaba de un modo que le resultaba extraño, pues al encontrar a alguien que desde su perspectiva era como ella , quería acercarse a ese individuo, cuando lo normal seria que simplemente se ignorasen y continuasen su propio camino.

Los desordenados pensamientos de ambas partes se ininterrumpido con el chillido metálico de una puerta que se abría, dando paso a dos individuos que con una lanza sostenida por cada uno, arrastraban a un tercero con sus manos libres.

Fue solo hasta entonces que Ferd se tomo la molestia de contemplar el entorno del nuevo lugar en el que había despertado, gruesas placas de metal medio oxidado habían sido acomodadas para formar muros que alcanzaban hasta 6 metros de altura, en algunas de estas placas se podían ver marcas como de arañazos hechas por criaturas muy grandes.

Aunque alrededor estaban confinados a un espacio pequeño, en donde se apilaban varias jaulas, si miraban hacia arriba no encontrarían un techo que los limitase, desde allí se podía contemplar un oscuro espacio sin lumbreras, muy diferente a lo que el chico acostumbraba a ver en las noches desde su hogar.

Las jaulas alrededor, tal como en aquel momento sobe el extraño vehículo que se deslizaba sobre la arena, tenían a varios prisioneros, algunos luciendo bastante miserables, mientras que Ferd y Ash contaban con su propia jaula cada uno. Aunque no era como si el chico pudiera estar feliz con el trato preferencial, seguía siendo un prisionero en contra de su voluntad.

El sujeto malherido que no podía sostenerse en sus propias piernas fue arrojado a una de las jaulas comunes e inmediatamente sus compañeros de jaula comenzaron a saquear cualquier cosa que pudiera llevar con el y devorar su cuerpo para saciar su propia hambre.

Aquella escena dejo al niño sin habla, apenas pudiendo reaccionar al notar que los guardias ahora tomaban a Ash de su jaula para llevarla con ellos.

— ¡Oigan, esperen! ¿A donde la llevan? ¿Que piensan hacer con ella?

Los guardias no se molestaron en responder al niño… o siquiera en escucharlo. Tan solo limitaron a continuar su camino hasta cruzar la tosca puerta que se cerro tras ellos, causando una gran frustración al niño.

Ferd no conocía a Ash, fuera lo que fuese ella, en realidad le daba mala vibra y no quería ser relacionado con ella, no quería pensar que el mismo era algo similar  a ella. Pero justo ahora ella era ella era la única conexión con las personas con quienes había estado compartiendo aventuras hasta ese momento. Perderla a ella le hacia sentirse completamente desolado en el basto vació.

— No tienes de que preocuparte, pequeño. —Hablo un hombre de piel cobriza con enorme masa muscular dentro de la jaula ubicada justo detrás de Ferd.— Si tu mascota es lo suficientemente fuerte, debería poder volver a salvo.

— ¡No es mi mascota! —Rugió Ferd algo molesto, pero seguida se calmo al notar la terrorífica presión que emanaba aquel sujeto— Solo necesito información que ella tiene, eso es todo.

— ¿Es así? Ya veo…  ella estuvo parloteando todo el tiempo desde que llegaron acerca de su gran poder. Ya que los bichos le dan un trato preferencial podría ser cierto. En lugar de preocuparte por ella, deberías preocuparte mas por como sobrevivirás tu cuando te toque pelear.

— Pe… ¿Pelear? —Interrogo el niño muy nerviosismo— ¿Cómo que pelear? ¿Por qué me tocaría pelear?

El hombre miro intrigado al pequeño, desde su perspectiva condicionada por la vida allí en ese amplio desierto, pelear era algo tan natural como respirar, mucho mas si eras alguien que estaba al interior de una jaula. Entonces la pregunta del niño sonaba algo tonta a sus oídos.

— No eres de por aquí ¿Cierto?

— ¿Eh? No… no se de que hablas…

— Si, lo que sea. —Al notar la desconfianza del chico el hombre solo se recostó en su propia jaula brindándole una ultima advertencia— Todos deben pelear, así es como conseguimos nuestro sustento. Si ganas te recompensan, si pierdes ya no vuelves… nunca.

Si antes se encontraba angustiado por como podría volver con sus amigos y familia, ahora Ferd se encontraba completamente aterrado por su propia vida. Ese no habría sido el caso si aun pudiera usar su magia,  pero ahora, ahora con suerte podría usar su agilidad para esquivar golpes, eso con su cuerpo en perfecto estado.

En el exterior, decenas de aquellas personas con baja estatura y sus cuerpos cubiertos por capas de muchas pieles, se aglomeraban alrededor de lo que parecía ser una arena de batalla, gritando, empujándose entre si y sosteniendo pequeñas tiras de madera con algo escrito en ellas. Probablemente formas de apuesta.

Cada esquina de la arena tenia un gran pilar sobre los cuales brillaban intensamente algunas flamas de color azul. En el centro de la arena había una persona, esta no tenia su cuerpo cubierto por aquellas capas de pieles, de hecho no tenia nada sobre su cuerpo, exponiendo la totalidad de su… exoesqueleto.

Si, aquella figura antropomórfica , con delgada cintura y amplias caderas así como pecho, lucia proporciones que en otras circunstancias probablemente habrían sido inmorales de describir o ver por cualquier persona, pero cada parte de su cuerpo desnudo era cubierto por placas óseas de un metálico color plateado.

Solamente en las articulaciones de su segmentado cuerpo, y su rostro que era decorado con un par de delgadas antenas, era visible su piel… o mas bien su membrana.

— ¡Finalmente, bendecidos por el gran enjambre! ¡El segundo evento mas esperado por todos esta noche! ¡La delincuente condenada a muerte de la lejana nación Pamanya, en breves momentos su ejecución sera llevada a cabo para el disfrute de todos! ¡Y su ejecutora sera nada mas y nada menos que una reliquia del pasado! ¡La antigua raza entomus pimaryum!

— ¡Oye, eso es grosero!

Ash protesto por aquella extraña presentación de su “persona”, pero su voz fue suprimida por la de las decenas de personas de raza cromapoda que jaleaban al máximo poder de sus tráqueas.

Aunque eso le molestaba, ya que todos ellos estaban animándola la cabeza parlante solo  lo paso por alto, sonriendo satisfecha mientras era sacada de su jaula para ser puesta sobre la arena.

Segundos después otro grupo de  guardias traían a otra prisionera, esta no era baja de estatura como el resto de los locales y tampoco vestía entrañas pieles. En su lugar extrañas esquelas de luz cubrían las partes esenciales de aquella mujer.

No, no estoy tratando de hace alusión a alguna clase de censura, la delgada mujer que tenia apariencia de estar apenas pasando sus 20, literalmente vestía con luz, haciendo de esta sus ropas. Su apariencia parecía inocente y tierna, dando la sensación que no mataría a nadie, pero eso solo la hacia mas aterradora si tomabas en cuenta que la mitad de su rostro estaba bañado en sangre.

Los varios guardias que sujetaban las cadenas con los que la joven mujer había sido atada, se tomaban con mucho cuidado cada paso a dar hasta llegar a la arena, estaban aterrados, arrepentidos del trabajo que habían aceptado hacer. Pero lo que mas les aterraba era el momento en que tendrían que soltarla en el interior de la arena.

La razón de ello simplemente salio a relucir en cuanto la joven puso sus pies sobre la arena., cambiando su apacible expresionismo por una retorcida sonrisa  que demostraba un incontenible deseo por matar.

Las cadenas se tensaron ante la fuerza ejercida por la joven intentando comenzar atacar en ese mismo instante, y la ejercida por los varios guardias que intentaban contenerla.

— ¡Rápido, la barrera de contención! ¡Hay que debilitarla! —Sugirió la mujer cromapoda que presentaba aquel retorcido show.

— ¡Si hacen algo como eso, ustedes son los que van a morir en su lugar! —seria difícil describir como es que Ash conseguía gritar sin tener pulmones que se llenaran de aire para hacerlo.

Aunque todos estaban perplejos por aquella insinuación por parte de Ash, no se lo pensaron mucho y la anfitriona dio la orden.

— ¡Suéltenla!

En cuanto las cadenas dejaron las manos de aquellos guardias,  un par de alas se extendieron en la espalda de la joven mujer golpeando aquellos detrás de ella que antes la contenían y enviándolos a volar contra los muros metálicos, dejando las marcas de sus cuerpos en estos.

Con su cuerpo libre de cadenas y sus alas extendidas, ella podría echarse a volar en cualquier momento, pero mas que su propia libertad, la joven tenia otro dese en su corazón…

— ¡Te matareeee, pequeña cucarachaaaaa!

Un gran chillido salio de sus labios arremetiendo con todas sus fuerzas contra aquella cabeza reposando en la misma arena que ella ahora habitaba. La palabra contenerse no parecía figurar dentro de su cabeza, había una pequeña criatura en frente de ella, aparentemente inofensiva, pero ataco con la mayor cantidad de poder que pudo acumular en sus puños en aquellos cortos segundos golpeo tan fuerte que sus nudillos crearon un cráter en el suelo.

En cuanto a su rival, restos de ella habían volado en todas direcciones…

— Ja… jaja… jajajajajajajajajajajajajaja

Una riza histérica broto entre sus fruncidos labios a la vez que sus manos sujetaron con fuerza su propio cuello. Parecía disfrutar de eso mas de lo que cualquiera podría, ella estaba segura de haber ganado.

Pero por algún motivo los gritos del publico aun seguían aclamando a la parasito.

— ¡Eso es! ¡Muéstrale quien manda!

— ¡Succiónale el cerebro, licúaselo!

Confundida, la mujer vio a aquellas personas, creyendo que se habían vuelto mas locos de lo que ella nunca había estado.

Peo esa persecución suya se vino abajo tan pronto como comenzó a sentir una ligera molestia en su mano con la que antes había golpeado. Al observarla noto que desde sus nudillos algo se había injertado debajo de su piel y rápidamente carcomía y formaba nuevas pequeñas venas de color morado, que se extendían rápidamente a lo largo de su brazo.

— Jajajaja, pequeña ignorante, enserió viniste a mi solo con tus puños. Se ve que solo eres una tonta provinciana.

Aquella era la voz de la cabeza que la joven mujer acababa de aplastar, de algún modo había sobrevivido y ahora estaba en su brazo.

Notando que había perdido completamente el control sobre su brazo y esa cosa seguía extendiéndose a gran velocidad, sin pestañear, la criminal condenada a muerte uso sus alas como si de una gran cuchilla se tratase y se corto el brazo para deshacerse de la invasora.

— ¡Maldita sea! ¡Fui muy descuidada esta vez!

— ¿Cierto? Pero descuida, me asegurare de cuidar apropiadamente de este bonito cuerpo.

Ahora la voz provenía justo desde atrás de aquella belleza de mal carácter, quien giro su rostro solo para notar como ahora esa cosa se extendía a través de sus alas.

— No… no… NOOOOOOOO!

Desde su jaula Ferd escucho un fuerte chillido, seguido por la ovación de muchas personas. Era complicado tratar de adivinar que había pasado, cualquiera fuera lo que ocurría allí, lo seguro es que la pelea acababa de terminar.

Aquel chillido provenía de una voz femenina, haciendo preocupar al chico. ¿Se estaba enfrentando Ash a una mujer o ella había sido derrotada?

Su preocupación  solo pudo incrementar cuando la puerta se abrió y un par de guardias entran sin traer a la pequeña cabeza con ellos. En su lugar uno de ellos tomo la pequeña jaula al pie de la jaula en que Fed era prisionero y se la llevo.

— ¿Que sucedió con Ash? —Se apresuro a preguntar el chico al guardia que había quedado allí.

Justo como la vez anterior el guardia no pago atención alguna, exasperando al pequeño niño que hasta algunos meses atrás acostumbraba a que al sonido de su voz los sirvientes atendían sin ningún retraso.

El pelirrojo extendió su mano  entre los barrotes de la jaula alcanzando uno de los trozos de piel que componían la capa de aquel guardia queriendo llamar su atención, pero al tirar del trozo de piel este se desprendió de la penda quedando en la mano del chico.

— ¡Pequeño bastardo, voy a arrancarte las manos!

El hombre muy enojado apunto su lanza contra el chico, peo antes que pudiera hacer algo mas la voz de otra guardia lo detuvo.

— ¡Basta! ¡Este es uno de los especiales, si lo lastimas tu y toda tu estirpe sera borrada de la gran colmena!

Si fuera posible ver el rostro de aquel hombre debajo de la capa de pieles, probablemente tendría una expresión aterrada. Con un ligero paso atrás levanto su la punta de su lanza al aire y se marcho del lugar tan rápido como pudo, olvidando por completo el trabajo que se suponía debía hacer allí.

— Tsk… ese bastardo…

La guardia que acababa de llegar se acerco a la jaula del chico observándolo con mucho cuidado para verificar que no le hubiese pasado nada. No es como si le preocupase aquel prisionero en particular, simplemente el seria el siguiente en salir a la arena y quería cerciorarse que estuviese en optimas condiciones.

Algo llamo la atención de la guardia y eso era el liquido que segregaba aquel sujeto de huesos internos a través de sus ojos. Para los cromapodos que el cuerpo segregase líquidos por cualquier parte que no fueran los órganos excretores, solo podía significar dos cosas,  podía estar herido o tal vez estaba expulsando alguna sustancia para defenderse de las amenazas externas.

— Criatura, no desgastes tu aliento antes de tu pelea. —Sugirió la guardia antes de marcharse, asumiendo que era la segunda opción.

Tras haberse marchado aquella guardia, otro par de guardia entro  al lugar, uno de ellos traía una nueva jaula, esta vez de tamaño normal y el otro escoltaba a una bella mujer de apariencia muy similar a la de los humanos, pero con un par de encadenadas alas en su espalda y su blanca piel llena de muchas venas moradas que se desvanecían muy lentamente.

— Chico ¿Por qué rayos estas llorando?  —Pregunto la joven mujer al niño.

— No… No es de tu incumbencia. —Gruño el niño entre sollozos.

— Venga, no puedes esta enojado conmigo para siempre solo por haberte dicho la verdad sobre lo que eres.

— ¿Que mierda? ¡Ya te dije que no soy como tu, no asumas que soy…! —el curso que tomo la conversación era uno en el que era difícil para el chico no darse cuenta de quien era esa joven mujer que habían traído ahora los guardias, algo que lo aturdió pro varios segundos— ¿Ash? ¿Tu eres Ash?

— ¿Quién mas si no yo? —Respondió la joven sintiéndose llena de orgullo al poseer un hermoso cuerpo como ese después de mucho tiempo. Ala mismo tiempo la reacción del chico logo que ella se percatara de algo de lo que no pudo dejar pasa sin tomar la oportunidad para burlarse un poco— Espera ¿Estabas llorando porque creíste que yo había muerto?

— Qui… ¿Quien mierda iba a llorar por una estúpida como tu? ¡Si sigues diciendo esa clase de tonterías no volver a hablar contigo nunca!

Mirando como el niño intentaba cubrir su ojo rosto con aquel trozo de tela sobre su cuerpo, Ash no pudo evitar burlase a carcajadas del chico.

— Jajajajaja Mirate ¿Quien es el tonto ahora? ¿No te había dicho ya que estas personas nos ven como seres especiales? De ninguna manera ellos iban a ponerme en una situación en la que pudiera morir de buenas a primeras, la anterior pelea en realidad solo era una excusa para que pudiera quedarme con este lindo cuerpo.

Mientas la joven alada aun estaba hablando la puerta por la que los guardias entraban y salían volvió a abrirse, volviendo el miedo al rostro de Ferd. Ash lo noto enseguida y con mas calma proporciono algunas palabras de aliento.

— Descuida, como te dije ya somos especiales, a menos que haya alguien mucho mas especial que tu del otro lado, tu vida no va a estar en peligro.

Incluso con aquellas palabras el niño no pudo calma su corazón que brincaba con gran fuerza, causando gran dolor en las heridas del interior de su pecho. En su actual condición, incluso si fuera a luchar con el mas débil de los slimes, seguramente terminaría hecho puré.

Pero en cambio lo que le esperaba en la arena era algo que ninguno habría podido llegar a predecir.

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