Esta parte de la historia se centra en la infancia de Nicky/Ferd, identidades de la nueva vida decapitan Victores en este nuevo mundo y los problemas ocasionados por su accidentado arribo.
NovelToon tiene autorización de Block Bustter para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
La vedad puede ser subjetiva.
— ¡Y ahora, asquerosas alimañas que alguna vez se arrastraron por el suelo Por fin el evento principal! ¡Uno que no tendrán la oportunidad de ver en un millón de años! ¡Y yo, Kellary, su anfitriona, puedo asegurarles que no encontraran nada que se le compare en todo el maldito basurero!
La expectativa del publico alrededor de la arena estaba al tope incluso su numero había incrementado de unas cuantas de cenas a varios cientos de personas. Incluso ya no eran solo aquellas cromapodos vistiendo sus capas de pieles, también había gente de otras especies entre la multitud.
— ¡Esta noche mi querida Bichedumbre, 2 miembros de las antiguas razas subirán a esta arena! ¡Dos fósiles vivientes enfrentándose entra si, uno bajara y el otro será arrojado como desechos!
Teniendo el mayor punto de audiencia que pudiera haber pedido una pequeña arena como esta, la anfitriona no pudo resistir alargar mas la presentación y procedió a llamar a los combatientes que debían enfrentarse allí enseguida.
— ¡A mis derechas, la especie mas grandiosa, gloriosa y orgullosa que alguna vez domino todos los cielos y las tierras! ¡Les presento la extraordinaria Okeer!
En medio de las ovaciones dos guardias con cuerpos muy voluptuosos y pesados, contenían a una chica hasta llevarla sobre la arena. Este par de guardias eran claramente mas fuertes que cualquiera de los otros guardias, pero aun así estaban para mantener bajo control a aquella chica. Incluso si esta chica mostraba una apariencia en la que solo le darías 1 o dos años mas que ferd.
La chica en cuestión, vestía la piel de alguna criatura para cubrir la parte superior de su torso y en la parte inferior un short de algún material sintético, que probablemente nadie por allí podría reconocer. Sujeto con un cinturón que entretejía pequeñas placas o ms bien escamas, de alguna criatura.
Su rostro verde era enmarcado por los desordenados mechones rojizos que caían descuidadamente sobre sus mejillas y frente y cuando abría sus labios para gruñirse a todos a su alrededor podían observarse un pequeño par de colmillos inferiores en desarrollo, estos probablemente algún día alcanzarían un tamaño en el que el interior de su boca no podría contenerlos.
—¡Y a mis izquierdas, la maravilla escurridiza que ha desaparecido de los anales de la historia! ¡Ya que nadie sabe el nombre de su especie, algunos piensan incluso que solo es un mito! ¡Pero nosotros la gente artrópoda sabemos claramente el origen de su existencia! ¡El precursor de la gran colmena!
Las ovaciones por parte de los cromapodos se hicieron mas intensas, llegando al punto en que muchos de ellos dejaron de usar sus gargantas para gritar, usando en su lugar sus piernas, abdómenes y alas para producir sonidos mas agudos y llamativos.
Por su parte los individuos de otras especies permanecían incrédulos a lo que les presentaba la anfitriona de aquella arena, mas por parte de aquellos que alguna vez habían conocido a aquella especie llamada humanos. Algunos comentarios podían oírse ir y venir por parte de estos.
— ¿No es eso un simple humano? Estos Cromapodos son unos ignorantes.
— ¡Tonto, el ignorante eres tu! ¡Las historias claramente dicen que había esa antigua raza que podía cambiar la forma a la de cualquier otra criatura viviente!
— Idiota, no era cambiar y era tomar…
— ¿Y cual es la diferencia?
— Cambiar sugiere que tu propio cuerpo hace esa metamorfosis, tomar sugiere que se la robas a alguien mas.
— ¡Oh, como esa parasito de justo hace un momento!
— ¡Solo historias fantasiosas, no puedo creer que tantas personas adultas crean en esas cosas!
— Jajaja ¡Esos cromapodos estúpidos ponen en sus arenas cualquier cosa que ande en dos piernas, ellos no se dan cuenta que han puesto a pelear a un par de mocosos! Jajajaja ¡Es muy gracioso!
En medio de las ovaciones, intrigas y burlas Ferd camino nervioso hasta llegar a la arena.
Mientras lo veía entrar, la actitud agresiva que sostenía la chica de piel verde a la que tendría que enfrentarse, se calmo y en su lugar soltó un suspiro y esbozo una sonrisa llena de alivio. Ella sentía que ya tenia ese encuentro en su bolsillo.
Por su parte el chico que por un momento sintió algo de alivio al ver que su oponente no rea un adulto o alguna de esas perezosas de razas muy estañas, volvió a sentirse aterrado al algunas características de aquella chica frente al.
Aunque era joven y delgada, su cuerpo era atléticamente marcado y tenia algunos tatuajes que según recordaba de las historias que alguna vez escucho por parte de su abuela, solamente eran puestos en los cuerpo de aquel que ya había sido reconocido como un verdadero guerrero dentro de los clanes barbaros.
Eso en si solo era bastante preocupante, pero además de eso esa chica en sus manos y pies contaba con 3 dedos y un pulgar tal como Zhavan… tal como aquella mujer que comandaba aquel barco de mercenarios que los había puesto en su actual predicamento.
Si bien la chica tenia una estatura mas bien similar a la de Zhavan, eso seguro se debía a que tan solo era una niña. De hecho era bastante alta para la dad que mostraba, probablemente llegaría a ser mas alta que Frey o que aquella otra Okeer de antes, cuando fuese una adulta.
Bueno, independientemente de lo que le deparara el futuro, ahora mismo se veía capaz de ocuparse de un mago inutilizado con tan solo un movimiento.
Ferd maldecía su suerte. Maldecía las decisiones a través de las cuales había llegado a este punto y maldecía su ingenua actitud hacia la vida hasta ahora.
Sin que ninguno de los luchadores pudiese decir o hacer lago, una extraña barrera de energía comenzó a formarse desde los cuatro pilares en las esquinas de la arena, asta cubrirla completamente.
Esta barrera tenia el objetivo de limitar la batalla al interior de la arena, de modo que si alguno de los combatientes llegaba a usar aluna magia u otro tipo de poder con gran escala de poder, no afectase a la audiencia.
Tan pronto la arena fue sellada, las cadenas que ataban a los dos chicos se eliminaron dando inicia a la pelea.
En tan solo un leve suspiro la chica cubrió la distancia que había entre los dos, conectando una patada justo en el pecho de Ferd, impacto que lo envió a volar contra una de de las paredes de la barrera.
El pecho del chico se comprimió y las heridas en su interior se abrieron, causando que vomitase grandes bocanadas de sangre.
Gran parte del impacto del golpe había sido reducido por la armadura de slime que cubría el cuerpo del chico, es solo que aquella niña era demasiado fuerte y Ferd no había tenido tiempo de recuperarse de las heridas en su cuerpo al caer del vació a aquel lugar.
La pequeña Okeer miro confundida el efecto producido por su ataque. Esa no había sido su intención, ella tenia algo muy diferente en su mente, pero su contrincante resulto ser demasiado débil.
— Y yo que pensé que había encontrado un aliado ara escapar.
Susurro la chica para si misma y luego chasqueo su lengua antes de continuar su ataque, sintiéndose esta vez sin sentir motivación alguna para luchar. Sin embargo su motivación regreso instantáneamente, cuando estando a punto de conectar aquel segundo golpe, la ropa que lo cubría se proyecto justo delante de el formando un escudo que la detuvo y la empujo hacia atrás, logrando que perdiera el equilibrio.
Eso le mostraba a la pequeña que el chico que estaba enfrentando en realidad si era fuerte; lo que sucedió un instante atrás seguro se debía a que el se encontraba herido con anterioridad. Esa era la única explicación posible en la cabeza de la chica, pues no podía concebir ningún otro escenario en donde alguien como ellos pudiese ser atrapado por aquellas criaturas inferiores.
Volviendo a su intencional original la chica ataco nuevamente a fin de poder acercarse lo suficiente al pequeño de apariencia humana y así poder intercambiar algunas palabras con el.
— Psst… oye… Eres de las islas superiores ¿Cierto? Yo también vengo de allí.
Susurro la chica mientras golpeaba y esquivaba los contraataque de la armadura de slime.
— Caí al basurero accidentalmente mientras entrenaba con mis hermanos y luego fui atrapada por esos bichos mientras aun estaba débil, pero ahora que me he recuperado debería poder salir de este lugar. Pero me harán falta algunos aliados para sobrevivir allá afuera.
No obteniendo una respuesta por parte del chico, ella se sintió ignorada y por ende muy ofendida. Ella no contemplaba las posibilidades en que fuera incapaz de escuchar sus susurros, o no supiera de que estaba hablando, o incluso que la escuchara y supera de lo que hablaba pero estuviese imposibilitado para responderle.
Desde la perspectiva de superioridad que se formaría en una chica okeer como ella, ese niño la estaba menospreciando y por eso merecía un apropiado castigo.
Dejando de contener aquella joven comenzó a traspasar poco a poco la defensa de Ferd queriendo llegar a conectar un segundo golpe esta vez en su rostro. Pero el chico ni se inmutaba, logrando hacerla enojar mas y mas.
Inmutable… esa nunca fue una característica de Ferd, mucho menos de Nicky. El que alguna vez se acerco mas a poder ser llamado de ese modo era Arman, pero si aun quedaba algo de su conciencia, esta estaba siendo suprimida por el sello en el cuello del chico.
Lo que se podía observar ahora mismo en pequeño humano no era inmutabilidad, su cuerpo simplemente había apagado apagado muchas funciones que ahora mismo consideraba innecesarias, centrándose en recuperase del daño recibido.
Justo ahorra el sonido del publico ovacionando, los comentarios alrededor y la voz de la chica susurrándole, solo eran ecos en su mente. Como cuando uno esta muy distraído y no se da cuenta lo que habla la persona que tiene al lado.
Pero aun así se encontraba con el suficiente nivel de conciencia para protegerse con la armadura slime y moverse lo suficiente para evadir el puño de la piel verde, cuando ella logro superar su defensa.
En ese ultimo movimiento la okeer pudo notar que el chico solo estaba actuando por instinto y no estaba en sus 5 sentidos, dejándola sin motivos para seguir enojada, pero al mismo tiempo arrinconándola al punto de tomarse completamente enserió aquella pelea, pues si el decidía atacarla en ese estado, seria complicado defenderse sin dar todo de si misma.
Efectivamente el niño abandono su posición defensiva tras la armadura de slime, la cual cambiaba nuevamente su forma para convertirse en una fina tela que cubría todo su cuerpo, sin limitar sus movimientos como lo haría una armadura de placas metálicas, procediendo a atacar, con velocidad y agilidad completamente inhumanas.
No era solo su velocidad y agilidad, el tipo de movimientos que hacia eran feroces como de bestia salvaje, atacando directamente a puntos vitales, para asesinar de forma inmediata la presa que estaba a punto de comer.
La joven okeer no se quedaba atrás, y aunque sus movimientos no eran tan gráciles como los de aquel chico, aun eran suficientes para evitar ser herida. Ademas poco a poco se recuperaba de la sorpresa de aquel repentino ataque, acostumbrándose a los movimientos del chico, siendo que ella misma era superior en cuanto a experiencia en el campo de batalla, pudiendo comenzar a regresar los ataques y contrarrestarlo fácilmente.
— ¡Chico! ¿Quieres calmarte? ¡Me disculpo si te hice enojar con mi primer ataque, pero no tenia idea que estuvieses herido!
Aunque ella intentaba lograr encontrar algún raciocinio en el chico, este no parecía aflorar en el. Eso la hizo sentirse un poco amargada pues para poder dejar aquella arena con vida tendría que matarlo.
Después de unos cuantos segundos e intercambios de golpes la okeer había recuperado el ritmo y el control de la batalla, ponerle fin a esta no debería ser nada complicado, así es como debería haber sido.
Pero fuera de la vista de todos, deslizándose lentamente desde la nuca de Ferd, por toda su espalda hasta llegar al suelo y luego hasta los pies de aquella chica, uno de aquellos delgados tentáculos con aspecto mas bien de miriópodo, solo que sin piernas, logro sujetar las extremidades inferiores de la piel verde, levantándola por el aire y azotando la fuertemente contra una de las columnas de la arena.
El golpe fue tan fuerte que algunas grietas se formaron en la estructura y la barrera quedo inhabilitada por algunos segundos, volviendo a formarse lentamente.
Otra persona probablemente seria incapaz de mover un solo musculo tras ese golpe… eso contando con que su cuerpo hubiese permanecido entero para hacerlo. Pero la joven piel verde, incluso con cada centímetro de su cuerpo doliéndole, consiguió ponerse en pie y apuntar sus puños nuevamente contra su contendiente.
Esta vez su gran valor no le sirvió de mucho pues un trozo de la armadura slime abandono el cuerpo de Ferd para enrollarse alrededor de los brazos de la chica limitando completamente sus movimientos y tumbándola en el suelo.
Para todos los espectadores era mas que obvia la conclusión de aquella batalla en ese momento. De hecho lo era también para aquella chica, sintiéndose arrepentida de no haberse tomado el encuentro seriamente desde el inicio.
— ¡Cambia! ¡Cambia! ¡Cambia! ¡Cambia! ¡Cambia!
Incitaba el publico al joven humano esperando pode ver algo que aclarase las dudas que todos tenían acerca de aquella especie que hasta ahora creían que el era.
Aunque la chica en el suelo de la arena no tenia idea de que era a lo que ellos se referían, no pudo evitar sentirse muy asustada cuando el chico se acerco asta ella, dejando ver en su boca aquel par de hileras de dientes, afilados y puntiagudos como cierras hechas para cortar los mas duros materiales.
¿Rogar por su vida? Esa vergonzosa idea paso por la cabeza de la niña, pero rápidamente desistió de ella. Lo mas probable es que como sus anteriores intentos de comunicarse, el chico la ignorara. Eso solo aria la imagen de ella mas patética de lo que podía llegar a caer.
Como un predador que atrapa a su victima, Ferd se dejo caer sobre la piel verde, aprisionándola contra el cielo y sus labios se abrieron de par en par como listo para dar una gran mordida.
— ¡Waaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhh!
Un desgarrador grito se produjo desde el pecho del niño. Podía sentirse el sufrimiento y la tristeza en este. Él no quería lo que su cuerpo estaba a punto de hacer.
— ¡Cambia! ¡Cambia! ¡Cambia! ¡Cambia! ¡Cambia!
Insistía la audiencia sedienta de sangre.
Justo en ese momento algo de luz volvió a iluminar la mirada del chico quien se encontraba asustado de lo que estaba a punto de hacer. Su conciencia había vuelto a un modo completamente operativo.
Con ansiedad él miro a su alrededor tratando de contextualizarse en su actual situación. De algún modo podía recordar todo lo que había sucedido hasta este momento, pero todo se sentía como un vago sueño. No podía estar seguro que parte de todo era realidad y que parte era su mente jugándole una mala pasada.
Pero si estaba completamente seguro que la chica debajo de él, no quería matarla o hacerle daño alguno.
— ¡Cambia! ¡Cambia! ¡Cambia! ¡Cambia! ¡Cambia!
Escuchando la incesante petición del publico supo que ellos estaban esperando algo de él y al recordar como Ash había vuelto con aquel nuevo cuerpo después de su batalla, no era difícil imaginar que era lo que ellos querían.
Peo el chico seguía pensando en si mismo como un humano y lo que ellos pedían era un imposible. Incluso si no fuera el caso, no es como si el supiera lo que se supone que debía hacer para cambiar.
— ¡Cambia! ¡Cambia! ¡Cambia! ¡Cambia! ¡Cambia!
Al darse cuenta que no podía irse de allí a menos que les diera lo que ellos querían, Ferd miro directamente los ojos de la chica y bajo la cabeza para poner sus labios sobre los de ella.
La sorprendida chica quiso luchar contra el indeseado abuso de las circunstancias de aquel niño, pero en cuanto hizo un ligero movimiento el simplemente se desplomo en el suelo.
— Ahora sigue el juego y finge ser yo.
Susurro Ferd, dejando que el resto de la armadura de slime abandonara su cuerpo y subiera sobre la piel verde, formándose como una armadura bárbara sobre ella.
Con lo disgustada que se encontraba ahora, la chica no pretendía hacer caso a las palabras de aquel niño abusivo, pero las Miles de pequeñas púas formadas debajo de la armadura amenazando con perforar su cuerpo en cualquier momento no le dejaban otra opción.
— ¡He cambiado! ¡Groaaaaaaaaaarg!
Gruño la chica en lo que desde la perspectiva de Ferd era una pésima actuación. Pero los espectadores estaban tan cegados en querer creer aquellas ideas extrañas que no pusieron en duda lo que habían visto, iniciando ovaciones y loores.