La Maldición Del Lobo

...En la oscuridad, los secretos más profundos aguardan, susurrando verdades que solo el valiente o el loco se atreven a escuchar....

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Ezekiel:

En la penumbra de la prisión abandonada, el silencio era un testigo mudo de la escena que se desplegaba ante mis ojos.

Bellatrix yacía inconsciente, sus cadenas mágicas robadas a una bruja oscura restringían su poder, y aún así, no emitía sonido alguno.

Su resistencia me sorprendía; las brujas comúnmente gritan, lloran, suplican, pero ella permanecía imperturbable.

Me acerqué, contemplando su rostro sereno.

\_\_¿*Qué clase de bruja eres?, \_\_murmuré, más para mí que para ella*.

Al tocar su barbilla, sentí esa corriente eléctrica familiar, la misma que me había sacudido el día que nos conocimos.

\_\_*Volveré para acabar contigo, \_\_prometí en un susurro, aunque sabía que no podía oírme*.

Salí de la cueva, asegurándome de que mi huella sellara la entrada, ocultándola de la sociedad.

Sabina me esperaba afuera, su mirada interrogante.

\_\_*No le des ni comida ni agua, \_\_le dije con frialdad*.

Ella asintió, comprendiendo la gravedad de mis palabras.

Mi troca me llevó de vuelta a la civilización, a mi empresa.

No tenía intención de matar a Bellatrix todavía; quería sus secretos, sus objetos mágicos, y la información sobre otras brujas.

Una vez obtenido todo, su destino sería el mismo que el de las demás que se cruzaron en mi camino.

Al llegar a mi empresa, mi presencia imponía respeto.

Las miradas se desviaban, nadie osaba mantener contacto visual conmigo.

Dentro, el caos reinaba gracias a la incompetencia de algunos empleados.

Convocé una reunión de inmediato.

\_\_*Debemos expandirnos, \_\_anuncié, observando las caras expectantes\_\_. Una nueva sucursal, estratégicamente ubicada, nos dará ventaja sobre la competencia*.

Las ideas comenzaron a fluir, algunas brillantes, otras descartadas con un gesto de mi mano.

Los archivos que me mostraban eran prometedores, pero aún faltaba perfeccionarlos.

La reunión se prolongó, cada decisión tomada era un paso más hacia el éxito.

Y mientras dirigía mi imperio, una parte de mí no podía dejar de pensar en Bellatrix, en la promesa que le había hecho.

Pronto, muy pronto, tendría que cumplirla.

La luz del sol se filtraba a través de las ventanas altas de mi oficina, proyectando sombras que danzaban sobre los planos y documentos esparcidos en mi escritorio.

Mis socios, siluetas apenas distinguibles en la penumbra, esperaban mi palabra.

\_\_*La nueva sucursal no será simplemente otra oficina, \_\_comencé, mi voz resonando con autoridad en la quietud\_\_. Será el epicentro de nuestra influencia, un bastión de poder y riqueza que nos posicionará en la cima del mundo empresarial*.

Mis ojos recorrieron los archivos, cada hoja un secreto, una promesa de triunfo.

Planos de un edificio vanguardista, informes financieros detallando inversiones astutas, y listas de personalidades influyentes a las que podríamos seducir a nuestra causa.

\_\_¿*Y la competencia?, \_\_preguntó uno, su voz un susurro temeroso*.

\_\_*La competencia, \_\_repetí, dejando que la palabra colgara en el aire como una amenaza\_\_. Serán meros espectadores de nuestro ascenso. Nuestras estrategias los dejarán obsoletos, rezagados en una era que ya no les pertenece*.

Un murmullo de aprobación recorrió la sala.

Sabían que bajo mi liderazgo, no había lugar para el fracaso.

\_\_*Mañana, al alba, comenzaremos la construcción. Y con cada piedra que se asiente, nuestro legado se fortalecerá, \_\_concluí, cerrando los archivos con un golpe seco*.

La reunión terminó, pero la tarde aún guardaba sus secretos.

Y mientras la ciudad estaba por descansar, nosotros tejíamos el futuro con hilos de acero y ambición.

La reunión había sido un tormento, cada palabra, cada mirada, cada decisión, me había dejado con una ira que hervía en mis venas.

Salí de la oficina con un portazo que resonó en los pasillos, mi mente bullendo con pensamientos oscuros y un deseo incontenible de desahogar mi furia.

Subí a mi troca, el vehículo rugiendo en respuesta a mi estado de ánimo, y me dirigí a la cueva, mi santuario privado y oscuro.

Oculté la troca detrás de un manto de maleza, asegurándome de que su presencia permaneciera tan secreta como la ubicación de la cueva.

Con un toque de mi dedo, la roca se deslizó silenciosamente, revelando el interior sombrío.

Las jaulas se alineaban como testigos mudos de mi ira, pero no me detuve a observarlas.

Mi destino era otro.

El pasillo se extendía ante mí, iluminado solo por la luz parpadeante de una antorcha solitaria.

Mis pasos resonaban, marcando el ritmo de mi corazón acelerado.

Al final del corredor, una celda me esperaba, diferente a las demás, especial.

La abrí con cuidado, y allí estaba ella, la bruja, mi prisionera.

(¿Inconsciente o fingiendo?) No podía decirlo.

Me senté frente a ella, estudiando su rostro en busca de alguna pista.

A pesar de la suciedad y los rasguños que le había infligido, su aroma era inesperadamente agradable, una dulzura que contrastaba con la crudeza de la celda.

Me incliné hacia adelante, mi nariz rozando su cuello, y un mareo repentino me asaltó, dejándome sin aliento.

Bellatrix, así la llamaban, abrió los ojos lentamente, su mirada cansada pero letal.

\_\_*Te arrepentirás, \_\_susurró con una voz que apenas era un hilo\_\_. Esto es solo el principio de lo que está por venir*.

Mi agarre se tensó alrededor de su cuello, buscando una sumisión que sabía que no vendría.

\_\_*Súplicame, bruja, \_\_gruñí, sintiendo la presión de mis dedos contra su piel*.

\_\_*Nunca, \_\_escupió ella, su voz vibrante a pesar de la presión\_\_. Eres un cobarde, Ezekiel*.

La tensión entre nosotros era palpable, una lucha de voluntades que ninguno estaba dispuesto a perder.

\_\_*No estás en posición de desafiarme, \_\_le advertí, mis garras rozando su cuello*.

Pero ella no se inmutó, erguida y desafiante, su odio hacia mí tan profundo como el abismo que nos separaba.

Su resistencia me sorprendió, y algo en mi interior, mi lobo, se agitó con fuerza.

(¿Qué me había hecho esta bruja para despertar tal turbulencia en mi ser?)

La electricidad entre nosotros era innegable, y mientras nuestras miradas se entrelazaban en un duelo silencioso, supe que este era solo el comienzo de una batalla que ninguno de los dos estaba preparado para perder.

La observé detenidamente, su figura desafiante incluso en cadenas.

\_\_¿*Qué me miras, payaso? ¿Acaso quieres otro rodillazo en tu estómago? \_\_me desafió con descaro*.

\_\_*No te atreverías. Además, si lo haces, haré que esas cadenas aprieten más, \_\_le respondí*, *intentando mantener la compostura ante su insolencia*.

Ella sonrió, una sonrisa que no llegaba a sus ojos, y de repente, su piel comenzó a palidecer.

Frunció el ceño, y yo, instintivamente, retiré mi mano de su cuello, confundido por su reacción.

Entonces, sin previo aviso, comenzó a escupir un líquido viscoso, un tono siniestro entre rojo y negro que manaba de su boca como una fuente maldita.

Con cuidado, sujeté su cabello para evitar que se manchara con la sustancia.

\_\_¿*Por qué diablos estoy haciendo esto? \_\_me pregunté en silencio, mientras ella terminaba de expulsar el líquido oscuro*.

Con un empujón débil, me ordenó, __Aléjate, rata de mierda. __Su voz estaba cargada de odio, pero antes de que pudiera responder, su cuerpo cedió y cayó inconsciente.

\_\_¿*Qué carajos te pasa, bruja? \_\_susurré para mí mismo, preocupado a pesar de mi enojo*.

Tomé la decisión de liberarla de las cadenas y la cargué en mis brazos, saliendo de la celda.

Caminé por los pasillos, cada paso resonando con el peso de la incertidumbre, hasta llegar a una puerta.

La abrí y entré en una habitación austera, con paredes de piedra desnuda y una cama solitaria en el centro.

Con cuidado, la deposité en la cama, pero no sin antes asegurarla nuevamente con las cadenas.

\_\_¿*Qué fue todo eso? \_\_me pregunté, observándola mientras yacía inmóvil*.

Sus rasguños seguían sangrando, y sabía que sus heridas no sanarían rápidamente con las cadenas inhibiendo su poder.

Curar esas heridas le costaría, y mientras la vigilaba, no pude evitar preguntarme qué secretos ocultaba esta bruja

Exhalé un suspiro pesado, el aire frío de la cueva formando una nube efímera ante mí.

Con un último vistazo a las sombras que se retorcían en las paredes, cerré la entrada con una losa de piedra, ocultando los secretos que yacían en su interior.

Subí a mi trocá, una bestia negra que reflejaba la luna creciente, y conduje hacia la mansión que se erguía solitaria en la colina.

El motor rugió en respuesta a mi urgencia, y pronto, las luces del garaje se tragaron el vehículo.

La mansión me recibió con su silencio habitual, un testigo mudo de los misterios que yo guardaba. Me dirigí a mi habitación, donde la cama deshecha me esperaba, pero no había tiempo para descansar.

Mi celular yacía sobre la mesa de noche, su pantalla iluminando la oscuridad con promesas de respuestas.

Bellatrix, la bruja que había enfrentado antes, había expulsado un líquido de colores ominosos: negro como la noche sin estrellas, rojo como la sangre fresca.

Pero ninguna búsqueda en internet revelaba su significado.

Frustrado, me levanté y comencé a hurgar en los cajones, donde guardaba los trofeos de mis victorias pasadas: libros antiguos, robados a las brujas que había derrotado.

Uno en particular llamó mi atención, su cubierta de cuero gastado y las esquinas doradas apenas visibles bajo la capa de polvo.

Lo abrí con cuidado, las páginas crujían como hojas secas bajo mis dedos.

Cada palabra estaba escrita con una caligrafía elegante, pero era el contenido lo que me helaba la sangre.

Finalmente, una página capturó mi atención, y la llevé al escritorio donde la luz de la lámpara me permitía leer con claridad.

Las letras danzaban ante mis ojos, revelando los secretos del líquido que Bellatrix había derramado:

\_\_*Las brujas que expulsan esta clase de líquido pueden estar señalando dos posibles verdades*:

Sellado de Poder Mágico: El color negro en la magia puede simbolizar el permiso para abrir una brecha de oscuridad en la luz, lo que podría interpretarse como el sellado de un poder mágico. Este acto de expulsar líquido negro podría ser un ritual para quitar o abrir una fuerza o habilidad particular dentro de la bruja, lo que podría explicar su posterior estado de inconsciencia como un efecto secundario del proceso.

Advertencia de Poderes Oscuros: El color rojo se utiliza para excitar los sentidos y para provocar acción. En este caso, el líquido rojo podría ser una advertencia o un presagio para aquellos que han molestado a la bruja, indicando que les irá mal. La combinación de líquido negro y rojo podría simbolizar una dualidad de protección y amenaza; protección contra las envidias y el efecto negativo, y una amenaza de represalias hacia aquellos que han invocado su ira.

Leí cada palabra con el ceño fruncido, la duda anidando en mi mente.

(¿Había desatado algo mucho más oscuro y poderoso de lo que podía manejar? ¿Me había metido, sin saberlo, con el mismísimo diablo?)

Parte narrada por Matteo:

Desperté agitado, el corazón latiendo con fuerza contra mi pecho.

El sueño había sido tan real, tan vívido, que por un momento me costó distinguir la realidad de la ficción.

Bellatrix, con sus ojos penetrantes y su presencia inquietante, se había colado en mis sueños, dejándome una sensación de inquietud que no podía sacudir.

(¿Por qué había soñado con ella?) No tenía sentido; me había acostado pensando en los asuntos de la familia, en los negocios pendientes, pero no en ella.

Sin embargo, allí estaba, enredada en mi subconsciente como si perteneciera.

Según las historias de mi padre, este tipo de sueños compartidos solo ocurrían entre parejas destinadas, almas que estaban entrelazadas más allá de la comprensión mortal.

Sacudí la cabeza, intentando deshacerme de esos pensamientos.

No había tiempo para divagar en supersticiones y cuentos de viejas.

Me vestí apresuradamente, la necesidad de respuestas quemando en mi interior como un fuego voraz.

\_\_*Vuelo a Italia, \_\_murmuré al comprar el boleto con unos pocos clics en mi teléfono*.

Mi padre, al escuchar mis planes, solo asintió con una gravedad que me hizo temer lo peor.

\_\_*Necesito saber qué está pasando, \_\_le dije, la voz tensa por la preocupación*.

Ser mitad vampiro y mitad licántropo tenía sus ventajas, pero en momentos como este, las habilidades sobrenaturales de mi linaje parecían más una maldición.

La ansiedad me carcomía.

(¿Qué le habría pasado a mi muñeca, a mi Bellatrix?) La idea de que pudiera estar muerta era insoportable, un pensamiento tan oscuro que amenazaba con consumirme.

El vuelo fue un tormento, cada minuto una eternidad.

Al aterrizar, me lancé hacia mi camioneta negra, los motores de las diez trocas de mis hombres rugiendo detrás de mí.

La finca de mi padre se perfilaba en el horizonte, un bastión de poder y secretos ancestrales.

Mi padre me recibió con un abrazo que contenía más preguntas que consuelo.

Nos dirigimos al sofá, el cuero crujiente bajo nuestro peso.

\_\_¿*Qué te trae con tanta urgencia, hijo? \_\_preguntó, su voz un susurro cargado de preocupación*.

Le conté del sueño, de la inquietud que me corroía, de cómo la imagen de Bellatrix me perseguía incluso en la vigilia. Él asintió, su mirada perdida en recuerdos lejanos.

\_\_*Tu abuelo experimentó algo similar, \_\_comenzó, y las palabras que siguieron me helaron la sangre*.

\_\_*Solo las almas destinadas pueden conectarse de esa manera, enviando señales a través de los sueños cuando uno de ellos está en peligro*.

Negué con la cabeza, incrédulo.

\_\_*Es imposible, \_\_protesté\_\_. Cuando conocí a Bellatrix, no hubo aroma que me atrajera, ni ese 'clic' del que hablan los de nuestra especie*.

Mi padre me miró fijamente, sus ojos revelando una sabiduría antigua.

\_\_*Recuerda, hijo, las brujas son astutas. Pueden ocultar su esencia, lanzar hechizos para evitar que su compañero destinado las encuentre. Tu abuela era así. Tu abuelo solo se dio cuenta de su conexión cuando ella se comunicó con él en sueños, en un momento crítico. Solo entonces supo que ella era su pareja destinada*.

Las palabras de mi padre resonaron en mi mente mientras la noche caía sobre nosotros.

Bellatrix, (¿era realmente mi alma destinada? ¿Y si estaba en peligro, llamándome a través de los sueños para que la rescatara?) La posibilidad me llenó de un nuevo propósito, una determinación feroz.

Tenía que encontrarla, tenía que saber la verdad.

Una parte de mí quería creer en las historias de mi padre, en las leyendas de nuestra familia que hablaban de conexiones predestinadas y señales místicas.

Pero otra parte, la parte lógica y calculadora, se resistía a aceptar tales fantasías.

A pesar de mis dudas, sabía que no había tiempo para la indecisión; Bellatrix estaba en peligro, y cada segundo contaba.

\_\_*Padre, \_\_comencé, mi voz firme a pesar del torbellino de emociones\_\_, ¿qué sabes de Bellatrix? ¿Qué ha estado haciendo estos últimos días*?

Mi padre me observó con una mirada penetrante antes de responder.

\_\_*Bueno, según tengo entendido, se ha inaugurado un edificio de lujo recientemente. \_\_Deslizó unas fotos sobre la mesa, capturando mi atención de inmediato*.

Allí estaba ella, Bellatrix, con su porte elegante y enigmático, junto a un edificio imponente y, a su lado, una pequeña niña.

\_\_¿*Quién es la niña? \_\_pregunté, mi curiosidad despertada por la presencia de la pequeña en la foto*.

\_\_*Los rumores dicen que es su hija, \_\_respondió mi padre con cautela\_\_. Lo último que supe es que Bellatrix se embarcó en una misión de alto peligro*.

\_\_*Perfecto, comenzaré por allí, \_\_dije, decidido*.

Me puse de pie y abracé a mi padre, agradecido por la información.

Luego, subí a mi camioneta, seguido por mis hombres leales, y nos dirigimos hacia el edificio mencionado.

El edificio estaba abierto, lo que me permitió entrar para buscar a Bellatrix. Dos de mis hombres me siguieron, sus pasos resonando en el silencio del lugar.

La buscamos por todos lados, pero ella no estaba allí.

Frustrado, regresé a mi camioneta y me dirigí al hotel donde ella vivia.

Esta vez, instruí a cuatro de mis hombres que vigilaran la entrada, mientras los demás me acompañaban en la búsqueda.

No tardamos en encontrar a la pequeña Zoe, quien me miró con una mezcla de curiosidad y cautela.

Las guardaespaldas de Bellatrix, mujeres que conocía bien, se acercaron a mí con expresiones graves.

\_\_¿*Dónde está Bellatrix? \_\_pregunté, la urgencia clara en mi voz*.

Una de ellas suspiró antes de hablar.

\_\_*Ella está secuestrada. Hemos buscado por cielo, mar y tierra, pero no la podemos encontrar. Tememos que ella esté*...

\_\_*No, \_\_interrumpí, apretando los puños con fuerza\_\_. Ella no está muerta. Voy a ayudar con la búsqueda*.

Con determinación, me dirigí a mis guardaespaldas y realicé unas llamadas a socios de alto rango, conocidos como los Sabuesos, temidos en la red criminal.

\_\_*Quiero que me ayuden a encontrar a Bellatrix, \_\_les dije\_\_. No importa el dinero, solo quiero saber dónde está. Cuando tengan la dirección, envíenmela*.

La búsqueda de Bellatrix se convirtió en una carrera contra el tiempo, un desafío que pondría a prueba mi fuerza, mi voluntad y mi corazón.

( ¿Podría salvarla antes de que fuera demasiado tarde?)