Sarah Miller a sus 22 años, ya tenía toda su vida planeada, se casaría con el hombre que amaba Jason Cooper, con quien compartía una relación hacia 4 años. Nunca imagino que su vida cambiaría radicalmente, por los actos de una noche, y esto ocasionaría que de igual manera perteneciera a la familia Cooper.
¿Puedes enamorarte de alguien de la noche a la mañana?.
Acompañame a leer esta gran historia en donde encontraras: Amor, traición, dolor, odio, romance y venganza.
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Capítulo 23
Estaban
cenando en completo silencio.
Sarah:
Steven ¿Estas molesto conmigo?
Steven:
No me hagas caso son cosas mías.
Sarah: Si
quieres viajamos mañana.
Steven:
No te preocupes, igual es nuestra luna de miel, no es necesario suspenderla.
Ring-Ring-Ring
Sonaba el teléfono de Steven.
Sarah lo
observaba de manera curiosa, pues no entendía por qué no respondía, el
nuevamente lo apago y lo metió en su bolsillo.
Sarah:
¿Por qué no respondes?
Steven:
No es nada importante.
Sarah se
molestó, limpió la comisura de sus labios con la servilleta y se levantó de la
mesa.
- Voy al
tocador, si te sientes incómodo con mi presencia puedes responder mientras no
estoy.
Steven se
levantó de golpe.
- No es
necesario, siéntate.
Sarah: No,
Steven, ya regreso.
Steven la
siguió.
-Vamos te
acompaño.
Sarah
ingresó al baño de mujeres y no tardó mucho. Al salir Steven la esperaba en la
puerta.
Steven la
tomo de la mano.
- ¿Vamos?
Sarah:
Si.
Iban
caminando cuando Sarah habló.
- Steven
si te pregunto algo ¿Puedes ser sincero?
Steven:
Claro, dime que deseas saber.
Sarah: ¿Quién
es Tiffany?
Steven se
tensó.
- Es la
prima de Andrew.
Sarah: Hum,
y ¿Existe algo entre ustedes?
Steven:
Si claro, ella es una de mis socias en España.
Sarah: No
me refiero a eso.
Steven:
No entiendo a qué te refieres.
Sarah:
Steven puedes ser mayor que yo, pero no soy una niña tonta. Ayer vi en tu
celular que tenías 45 llamadas perdidas de ella.
Steven:
Vamos por un trago y hablamos.
Sarah aceptó
de mala gana, estaban sentados bebiendo una copa de vino.
- Bien\,
te escucho.
Steven:
Mira Sarah te voy a ser sincero. Nunca tuve ninguna relación formal con alguien
hasta que te conocí, Tiffany llegó a mi vida hace cinco años y desde que nos
conocimos empezamos a tener ciertos encuentros íntimos.
Sarah
quedó en shock con esa confesión.
Steven:
Dime algo.
Sarah:
Pues me dejas sorprendida, pero igual eso hace parte de tu pasado, porque lo es
¿Correcto?
Steven:
Claro así es.
Sarah:
Bien, pero ¿ella sabe que te casaste?
Steven:
Aún no.
Sarah:
¿Acaso no quieres que se entere?
Steven:
No es eso, como puedes si quiera pensarlo.
Sarah se
molestó.
-
¿Entonces qué es?, no entiendo por qué no respondes las llamadas.
Steven:
Es algo complicado.
Sarah:
Complicado, ¿Por qué no te volverás a acostar con ella?
Steven la
observo algo incrédulo, como podía Sarah pensar que a él le interesaba
acostarse con Tiffany.
Sarah:
¿Sabes qué?, ya se me quitaron las ganas de ir al casino, si quieres ve tú
solo.
Steven le
respondió algo molesto.
-Bien.
Ambos
llegaron al hotel.
Jason:
Wow, no puedo creer que coincidamos en todo.
Lo decía
algo ebrio.
Steven se
le acercó y trató de apartarlo para pasar con Sarah.
Jason lo
empujó y Steven lo observo algo molesto.
Jason:
¿Que pasa hermano?, ¿Acaso temes que me acerque a Sarah?
Steven:
Jason estas borracho y no pienso discutir contigo en esas condiciones.
Jason
empezó a reírse bastante fuerte. Sarah pasó para tomar el ascensor y Jason la
tomó fuerte del brazo.
- ¿Por
qué Sarah?, ¿Por qué nunca me amaste?, ¿Por qué me engañaste con él?, le decía
señalando a su hermano.
Steven
estaba furioso.
- Jason estas
borracho deja las cosas así.
Jason: No
te metas Steven, esto es entre Sarah y yo.
Steven:
Se te olvida que Sarah es mi esposa ahora.
Jason
empujó a su hermano.
- No es
necesario que me lo recuerdes a cada rato.
Diciendo
esto se retiró tambaleándose.
Sarah
subió con Steven a la suite.
Steven:
Recoge tus cosas y nos vamos ya mismo.
Sarah se
sentó frente al tocador y empezó a retirar sus joyas, Steven por su parte
caminaba de un lado a otro como León enjaulado.
- Sarah\,
te estoy hablando.
Sarah: Te
escuché Steven, pero la verdad estoy muy cansada y no pienso mover un dedo en
este momento.
Steven:
Bien, entonces nos vamos ya mismo y mañana venimos por tus cosas.
Sarah lo
observaba algo incrédula.
- Estas
loco.
Steven:
Para nada solo prefiero prevenir que lamentar.
Sarah
tomo su pijama se retiró su vestido, Steven la observaba algo molesto.
- Enserio
Sarah, ¿No te piensas ir conmigo?
Sarah: Si
te quieres ir no te pienso detener, pero por mi parte ahora solo quiero
descansar, si te parece mañana nos vamos.
Diciendo
eso ingreso en la cama y se arropó con las sabanas.
Steven no
podía creer la respuesta de su esposa, así que de mala gana se quitó la ropa
quedando solo en bóxers y así se metió en la cama dando la espalda a Sarah.
Ella por su parte negó con la cabeza, pues sentía que no iban a ninguna parte
con la actitud de su esposo, por otro lado, recordaba a Jason ebrio en la
recepción y sintió nostalgia, pues era consciente que él estaba así por ella.
Los golpes de la puerta la hicieron salir de sus pensamientos.
Steven
salió de la cama se puso un pantalón de chándal y salió a abrir la puerta. Al
hacerlo una Hanna bastante atrevida lo escaneo de arriba a abajo de manera
descarada.
Steven: ¿Qué
quieres?, Hanna.
Hanna: Disculpa
que venga a molestar, pero es que tu hermano se marchó bastante ebrio y no sé
en donde esta.
Steven se
llevó sus manos a la cabeza en señal de cansancio.
- ¿Hace
cuánto?
Hanna:
Hace como dos horas. No sé qué hacer Steven por favor ayúdame.
Diciendo
esto se arroja para que Steven la abrazara, en ese momento salió Sarah envuelta
en un albornoz.
Sarah:
¿Que sucede aquí?
Steven
empujo a Hanna, pues lo que menos quería era que aparte de todo Sarah se
molestara con él por culpa de su cuñada.
Steven:
Nada cariño, es solo que Jason salió sin decir a donde y su ESPOSA está
preocupada.
Lo dijo
recalcando la palabra esposa, por lo cual Sarah bajo su cabeza.
Sarah:
¿Pero a dónde pudo ir?
Pregunto
de manera preocupada.
Hanna:
¿Crees que, si lo supiera, estaría aquí molestando?
Steven:
Bueno, Hanna dame cinco minutos mientras me visto y te acompaño a buscarlo.
Hanna
asintió con la cabeza, Sarah por su parte esperaba a que Steven le pidiera que
lo acompañara, pero eso no paso.
Steven
salió de la habitación con Hanna.
Steven:
Ya regreso.
Le dijo a
su esposa mientras dejaba un casto beso en sus labios.