Qué harías si un día tu vida perfecta desaparece? Qué harías si el amor de tu vida te engaña? Serías capaz de enamorarte de nuevo? Pues yo si lo hice, cuando el hombre que amaba me engaño mi mundo se vino abajo pensé que jamás volvería a querer a alguien, hasta que me di la oportunidad de conocer a Noah, solo que cuando me di cuenta que lo amaba, ya era demasiado tarde.
NovelToon tiene autorización de Crisbella para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capitulo XXIV Su esposa
No es que quiera proteger a Adolfo y menos a su novia, solo quiero proteger a Noah sé que él es muy impulsivo y puede meterse en problemas si quiere atacar a esas hienas, lo mejor es que no le diga quienes son.
Noah estaba en el baño y, bueno imaginarlo bajo la regadera con el agua corriendo por todo su cuerpo, me lleno de deseo así que me quite la ropa y entre al baño, lo abracé por la espalda, hicimos el amor con tanta pasión que se nos olvidó el mundo entero, después de una hora salimos del baño nos cambiamos y nos fuimos a dormir, Noah me abrazó por la espalda y así abrazados nos quedamos dormidos.
Al día siguiente me levanté temprano, empezaría mis clases en la universidad y quería llegar temprano, entre al baño me aseé, salí y aún Noah seguía dormido, debe estar cansado pues ha trabajado mucho estos días, me puse unos vaqueros con un top y una chaqueta de jean, me acerque a Noah para darle un beso, pero cuando lo bese este se despertó, me tomo entre sus brazos e intensificó el beso.
— Buenos días amor. — Dijo Noah con una sonrisa.
— Buenos días, cariño. — Respondí mirando sus ojos.
— Despertaste muy temprano, ya hasta estás vestida. — Dijo Noah recorriendo mi cuerpo con sus manos.
— Mejor espera hasta la noche, tengo clases a primera hora y no puedo faltar. — Le dije con cara triste.
— Está bien amor, pero espérame, me cambio rápido y te llevo. — Dijo levantándose de prisa para ir al baño.
Baje las escaleras para pedirle a María que sirviera la mesa, luego me senté a esperar a mi esposo y empecé a ver mi teléfono, tenía varios mensajes de mi mamá y Miranda, los abrí y empecé a leerlos, mi mamá quería invitarnos a cenar el fin de semana, le respondí que por mí no había problema, que le preguntaría a Noah a ver si no trabaja el fin de semana, los mensajes de Miranda eran acerca de Adolfo y sé que se había puesto a regar que yo era una oportunista que lo había dejado para irse con un hombre mayor que me mantuviera, ya que mi familia había quedado en la ruina, obviamente en la universidad solo Miranda y el rector sabían de mi relación con Noah, realmente no me importaba un comino lo que la gente pensara de mí, así de que no daría importancia y tampoco se lo diría a Noah, estaba entretenida leyendo y respondiendo mensajes que no me di cuenta de que Noah había llegado al comedor.
— Por qué tan concentrada. — Dijo Noah dándome el susto de la vida.
— Solo estaba respondiendo unos mensajes. — Le dije tratando de sonar lo más natural posible.
— Algo importante? — Pregunto sentándose al lado mío.
— Mi mamá nos invita a cenar este fin de semana en su casa. — Dije para cambiar el tema.
— Por mi no hay problema, dile que si, iremos.
Maria llegó con el desayuno justo a tiempo, ya no quería que me preguntará más de mis mensajes.
— Buenos días, señor. — Dijo María trayendo la comida.
— Buenos días, María, Gracias.
Desayunamos sin problema alguno, luego salimos de la casa, Noah me llevaría a la universidad, el chófer conduciría, en el camino Noah volvió a retomar el tema de mis mensajes.
— Estás segura de que solo recibiste mensajes de tu mamá? — Pregunto mirando su teléfono.
No entiendo como él puede leer mi mente, ya él sabía que algo estaba pasando, así que no le vi caso seguir ocultándolo.
— Sabes princesa cuando algo te molesta, se te nota, te quedas pensativa y además te pones algo nerviosa, pareces una niña que se portó mal. — Dijo Noah con una sonrisa
— Tan predecible soy? — Tenía curiosidad de su respuesta.
— No, amor solo que yo me fijo en todo y puedo saber cuando una persona oculta algo y más si esa persona es mi esposa, sé que en el pasado no escuché a mi corazón y solo reaccione como un animal, por eso antes de pensar cualquier cosa prefiero preguntarte a ti directamente.
— Está bien amor, perdón por no decirte lo que me pasa, es solo que no quiero que te metas en problemas por mí.
— Dime lo que está pasando.
— Miranda me envió un mensaje, donde él me acusan de oportunista y de que me metí con un viejo.
— Imagino que tú ex tiene que ver con eso, me equivoco.
— No, amor fue él, pero eso a mí no me afecta, nunca me ha importado lo que los demás digan de mí.
— Eres mi esposa y nadie puede ofenderte, lo entiendes.
Llegamos a la universidad, me despedí de Noah, estaba por bajar de auto cuando él me detuvo.
— Espera un momento. — Dijo Noah bajándose del auto.
Las miradas de los estudiantes que se encontraban afuera del edificio universitario se posaron en Noah, especialmente las mujeres, el rodeo el auto y abrió la puerta para mí, me tendió su mano, yo estaba hecha un manojo de nervios, pero al mismo tiempo mi corazón latía muy rápido, tome su mano y baje del auto, Noah me tomo por sorpresa, acercándose a mí, tomándome de la cintura para darme un beso en los labios.
— Te amo princesa y no voy a permitir que nadie te ofenda, así que vamos a entrar juntos agarrados de la mano, te llevaré a tu clase y así todos verán que no te casaste con un viejo y que soy tu esposo.
— Gracias amor, gracias por cuidar de mí.
Entramos agarrados de mano tal cual como él dijo, me acompaño hasta la puerta de mi salón, mis compañeros de clases al vernos se sorprendieron mucho, las chicas me miraban con envidia. El profesor de esta clase venía en camino, al ver a Noah lo saludo con mucho respeto.
— Señor Noah que gusto verlo por aquí, dígame le puedo ayudar en algo? — Pregunto él profesor sin respirar.
— No se preocupe profesor Delgado, solo vine a acompañar a mi esposa y ya me retiro. — Dijo Noah volteándose a verme.
— Su esposa? — Pregunto el profesor sorprendido.
— Así es, Mía Isabella es mi esposa y espero no haya ningún problema con ella, bueno amor me tengo que ir, nos vemos en la casa, te amo.
Noah se despidió de mi y se fue, mis compañeros me miraban algo intrigados, pero nadie se atrevió a decir nada, entramos al salón y la clase empezó, como habitualmente se hacía.