Shophie simplemente desapareció. No hubo explicaciones y dejó a Aiden con el corazón en mil pedazos. El destino siempre tiene la última palabra y después de cinco años vuelven a verse. ¿Tendrá Sophie una buena explicación para su ausencia?
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Capítulo 11
Aitana es una niña sana y hermosa, tiene los ojos de su papá y el color de piel y de cabello de su mamá. Ha crecido rodeada del amor de su madre, de su tía Elena y de los padres de esta a quienes ve como sus abuelos, ya que tratan a su madre como a una hija.
Recién ha cumplido cuatro años y es la más inteligente de su clase. Las preguntas sobre su papá son cada vez más frecuentes y tienen a Sophie muy preocupada.
- Te dije que más temprano que tarde comenzaría a preguntar y ya deberías tener claro lo que debes decirle.
- Lo sé, es que no creí que sería tan pronto, ni tampoco que sería tan insistente.
- Aitana es muy inteligente, no puedes pasar eso por alto.
- ¿Qué le voy a decir? ¿Cómo le explico que su papá no sabe de su existencia? Y qué es por mi culpa.
- Una vez más, búscalo. Explícale.
- No puedo, me la va a quitar.
- Creo que su primera reacción va a ser de enojo y es totalmente comprensible, pero después, seguro se calma y pueden llegar a un acuerdo.
- Me niego a arriesgar a mi hija.
- Aitana tiene un padre y todo el derecho a convivir con él. ¿Alguna vez te has puesto a pensar que pudiste malinterpretar esa conversación?
Los recuerdos vuelven de golpe y Sophie se remonta a aquellos días.
FLASHBACK
Faltando un par de días para la boda de Ava, Sophie comprueba sus sospechas, está embarazada. Se siente feliz con la noticia y quiere correr a contarle a Aiden. Lo piensa mejor y decide esperar a que pase la boda para contarle.
Quiere que sea un momento especial y quiere planear un lindo detalle para darle la noticia a su novio. Afortunadamente, no tiene ningún malestar.
El día de la boda, todos están concentrados en la feliz pareja y en pasarla bien. Esa noche Aiden no se percata de que ella no está bebiendo alcohol.
En medio de la celebración los hombres se retiran a conversar, las chicas hacen lo mismo. Después de un rato decide ir en busca de su novio. El grupo se encuentra en un extremo del jardín, afuera del salón donde se lleva a cabo la recepción.
Sophie se acerca despacio, las voces se escuchan aún en la distancia. Oliver pronuncia su nombre y eso le genera curiosidad, detiene el paso a una distancia prudente. Ahí no pueden verla y ella puede escuchar la conversación.
- Tienes suerte, se nota que Sophie te ama- dice Oliver.
- Sí, hermano. Está muy enamorada de ti- asegura Ethan.
- Tú también luces enamorado- afirma Evan.
- Lo estoy.
- Noto cierta duda ante esa afirmación- menciona Oliver.
- Hace unos días me dijo qué me ama y no supe que responder.
- ¡Vaya que eres tonto!- expresa Evan.
- No quiero decir algo que no estoy seguro de sentir.
- Te estás equivocando, amigo. Ella es una chica sensible y si no estás seguro de tus sentimientos te aconsejo que le digas la verdad y la dejes ir.
- Ese es el problema, no sé lo que siento. Vi su actitud el día de hoy y es evidente la ilusión que le hace la idea de casarse y formar una familia y yo no sé si estoy listo para eso.
Esas palabras rompen en mil pedazos el corazón de Sophie y se marcha en silencio con los ojos llenos de lágrimas.
Su cabeza es un desorden de ideas y las palabras de Aiden hacen eco en sus oídos. Entra en el tocador y se asegura de que no hay nadie antes de poner el seguro.
Después de llorar amargamente por varios minutos, se limpia las lágrimas e intenta pensar con claridad.
Quizá su novio simplemente está confundido. Planea tocar el tema de los hijos en próximos días, así tendrá una visión más clara de su situación.
Vuelven a Londres y esa noche ella hace la gran pregunta.
- ¿Te gustaría tener hijos algún día?
- ¿A qué se debe esa pregunta? No me vas a decir qué estás embarazada, ¿verdad?
No sabe qué responder, el rostro de él muestra un total rechazo a la probabilidad de convertirse en padre.
- No, para nada. Solo quiero saber qué piensas al respecto.
- Seré sincero contigo, es algo que no me he planteado aún. Nuestra relación apenas comienza, somos jóvenes y tenemos una vida por delante. Tú estás estudiando y me gustaría que después de terminar tu carrera ejerzas tu profesión. Quiero que nos ocupemos de nosotros primero y ya después pensaremos en lo demás.
- Entiendo. Tienes razón, quizá en un futuro- responde intentando disimular su decepción.
Esa noche no consigue dormir, en su mente solo busca opciones para su situación. Jamás consideraría al aborto, su hijo o hija debe nacer. Es claro que Aiden no quiere hijos y quizá al enterarse, después del enojo inicial, le ofrecería hacerse cargo del niño, pero su relación estaría terminada porque se vería obligado a responder.
Ella no quiere a un hombre que permanezca a su lado por la fuerza. Amanece y ella ya ha tomado una decisión. Días después se marcha sin decir nada, está convencida de haber tomado la mejor decisión.
FIN DEL FLASHBACK
- No malinterpreté nada. Te repito que hablé con él sobre ese tema y su rostro cuando pensó que podía estar embarazada lo dijo todo.
- A cualquier hombre le sorprendería saber que su novia está embarazada. Más no puedes asegurar cuál habría sido su reacción porque no se lo dijiste.
- Ya para con ese tema. Buscaré la forma de explicarle a mi hija la situación.
- Pues hazlo y pronto. Porque tu hija no para de preguntar.
En la escuela hay una psicóloga que apoya con los alumnos, Sophie agenda una cita con ella para exponerle su situación y la ayude con Aitana.
La vida aquí transcurre con tranquilidad. Su rutina consiste en asistir a dar clases de lunes a viernes y dedicar los fines de semana a su pequeña.
Los sábados es común que pasen el día en la casa de los padres de Elena, se han convertido en su familia. Llegan después del almuerzo y son recibidas cariñosamente por todos.
Aitana ve en Rosa y Jaime la imagen de esos abuelos que no conoce y en Elena tiene a una tía amorosa y consentidora.
Ellos conocen su historia, más nunca antes se habían atrevido a dar su opinión. Aprovechan que la niña se encuentra jugando en el jardín para hablar con su madre.
- Hija, sabes que siempre nos hemos mantenido al margen acerca de tu vida- comienza Rosa- Pero Aitana pregunta mucho por su padre. ¿Has pensado en lo que vas a decirle?
- Sí, ya busqué apoyo con la psicóloga de la escuela y espero que ella me ayude con ese tema.
- Discúlpanos por intervenir- dice Jaime.
- No tienen por qué disculparse, yo sé que lo hacen con una buena intención y porque además adoran a mi hija.
- A las dos, las queremos a ambas y nos preocupamos por ustedes.
- Lo sé, nosotras también los queremos.
Más tarde de lo habitual, madre e hija salen de la casa de sus amigos para dirigirse a la suya que queda a unas cuantas cuadras de distancia.
Deben cruzar por la plaza principal para llegar. Sophie jamás habría imaginado el encuentro que están por tener.
Su vida y la de su hija dará un giro de 180 grados y no está preparada para ello.