La Tormenta Perfecta

—señor mi llamada es para informarle que usted tuvo un hijo la señora dio a luz hace tres años en un hospital de Londres, tuvo un hijo señor.

—bien hecho Russo te haré llegar una jugosa recompensa, ahora necesito algo más de ti, quiero que busques a mi hermano. Yo me encargaré de buscar a Isabelle en el tiempo que estaré aquí, ¡no me daré por vencido!

—me parece bien señor Tremblay, me encargaré de encontrar a su hermano. Cuando sepa algo de él se lo haré saber.

—gracias Russo, quiero que lo busques y también necesito pistas para meterlo a la cárcel, necesito evidencia de que planeo el accidente y que me sustituyó, ¡meter a la cárcel a ese bastardo es lo único que quiero!

—claro que si señor Tremblay, le aseguro que haré un excelente trabajo.

Dylan colgó el teléfono, Russo se había comunicado con él a primera hora de la mañana, apenas descubrió que el bebé de la señora Tremblay había sido un varón se lo comunico al señor Tremblay, de esa manera ya no había forma de que el joven Dylan pudiera negarse a aceptar la herencia con un hijo de por medio él podría acceder a la herencia de sus padres y así hacerse cargo de Tremblay Entertainment.

—¡! Un hijo!!, ¡¡tuve un hijo con Isabelle!!¿Eso quiere decir que el pequeño Matt podría ser mi hijo?

pensándolo bien el niño si podría ser hijo mío, su alergia a las nueces, sus facciones y su apellido, aunque dijo que su madre se llamaba Rose estoy seguro de que isabelle pudo haberse cambiado de nombre durante este tiempo, pero ese hombre al que Matt llamo papa ¿quién diablos es?,¡Isabelle!, cuando te encuentre tendrás que darme muchas explicaciones.

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—¿cómo que viste a Dylan?—dime Sam, dime qué todo esto es una mentira.

Las lágrimas querían salir de los ojos de isabelle, pero trato de contenerse todo lo pudo, juro no volver a derramar una lágrima más Dylan ya que no valía la pena hacerlo.

—Belly sabes que no jugaría con temas muy serios, era el estoy seguro, no ha cambiado mucho en estos años, aunque ayer su mirada...

—¡¿que tenía su mirada?! —¡dime Sam, quiero que me digas todo y no te guardes nada!

—bueno no parecía al hombre arrogante y con mirada fría al que vi hace años, el se veía diferente Belly, —cuando vio a Matt, estoy seguro de que lo reconoció, el hombre no es tonto. Cualquiera diría que Matt es hijo suyo, por Dios Isabelle, !era como ver a dos gotas de agua!.

—¡sam!, ¿como es que el se encontró con Matt?

—bueno ayer fuimos al parque de siempre ya sabes que Matt ama dar paseos en Hyde Park... Y por accidente su pelota se le fue y la persona que le devolvió la pelota fue su padre— así que yo lo estuve pensando y creo que lo mejor será irnos.

—¡no Sam!, estoy cansada de huir primero escape de casa para no casarme con el hermano de Dylan, después me fui de casa porque Dylan me fue infiel, no pienso escapar más, ¡pienso confrontarlo!

—¿y Matt es que acaso no piensas en él?, Belly Dylan es capaz de quitarlo de tus brazos solo piénsalo con calma, tiene el dinero suficiente para llevarte a un juicio y si tú te quedas aquí será cuestión de tiempo para que te encuentre.

—¡claro que pienso en Matt, él es mío Sam y jamás, escúchame bien jamás me lo van a arrebatar! Es por eso que debo confrontar a Dylan Tremblay.

mientras Isabelle y Samuel Discutían no se percataron de que Matt había escuchado todo, y a pesar de tan solo tener tres años, entendía lo suficiente para saber que su padre, su verdadero padre se llamaba Dylan, Dylan Tremblay.

— mi papi, ¿mi amigo Dylan es mi papi?

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Isabelle

Después de pensarlo mucho tiempo creo que era hora de verte, no pienso huir más de ti Dylan Tremblay quiero saber por qué me hiciste eso, ¿me podría causar tanto daño el volverte a ver?, ¿dónde quedó todo el amor que juraste tenerme?, si a la primera oportunidad que tuviste lo mandaste todo al caño.

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Al parecer los cielos se habían encargado de oscurecer el día, el sol no volvería a salir, las lluvias de otoño iniciaron, causando que el día se volviera desolado y triste.

Mientras isabelle planeaba como encontrar a Dylan, Samuel estaba planeando descubrir todo sobre Dylan.

—hay un dicho que dice que al enemigo hay que tenerlo de cerca, así que Dylan Tremblay conocerás a Samuel Rivera, Isabelle y Mattew son mi familia y no dejaré que un bastardo como tú se los lleve.

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Días después de que Samuel e Isabelle tuvieran esa discusión, todo pareció volver a la normalidad, aunque el día seguía nublado, todo debía continuar tal y como siempre había sido.

Esa mañana Isabelle salió muy temprano a su estudio de dibujo, había probabilidades de lluvia así que pensó en tomar su paraguas y así evitar mojarse, aunque lo que más quería era que la lluvia cayera sobre ella, quería sentir cada gota mojar su cuerpo y así poder soltar toda esta amargura que le envenenaba el alma.

Subió todo al auto y estaba por subir cuando pensó que lo mejor era caminar y así despejar la mente. No podía crear nuevos modelos si no había inspiración.

Decidió ir a pie al estudio estaba a unas cuadras de ahí, además le servía de algo caminar por el parque, ver las hojas caer le gustaba, los matices que el otoño traía eran sumamente espectaculares.

—es una lástima que el día haya amanecido con este clima.

Ella traía unos jeans, una blusa de tirantes color negro y un ensamble color gris que combinó con botas negras.

Apenas empezó a caminar las primeras gotas cayeron sobre su cabeza.

Pensó en abrir el paraguas, cuando se dio cuenta de que había olvidado bajarlo del coche, así decidió dejar que la lluvia cubriera su cuerpo.

Las personas a su alrededor corrían a esconderse de la lluvia, todos lo hacían menos ella.

Estaba tan ensimismada que no se percató que la persona que había cruzado a su lado. Dylan supo que la había encontrado, se detuvo y la mujer seguía caminando, así que pensó en llamarla.

—¡¿Isabelle, eres tú?!...

su color de cabello había cambiado, pero seguía siendo la mujer más hermosa a los ojos de Dylan, así fuera rubia, peli negra o castaña la reconocería al instante.

Ella se detuvo pero no volteo a ver, sabía de quién se trataba, la voz de Dylan no había cambiado en estos años...